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jueves, 22 de noviembre de 2018

Javier Maroto (PP) se casa con su marido Josema Rodríguez


Al Obispo, le hubiese gustado celebrar el sagrado vínculo del matrimonio, que por circunstancias sociales no fue posible, pero les hace llegar  con su felicitación,  la Bendición Apostólica de Su Santidad.

El infierno de ser gay durante el franquismo: muerte, soledad y campos de concentración
·         Paula Cantó
02/11/2018
Bruno se queja de que hay insectos en su comida, en el comedor de la cárcel de Valencia. “En Tefía se comen hasta las cagarrutas, date con un canto en los dientes”, le responde un preso. Lo llaman “Colonia penitenciaria agrícola” pero Tefía, le explica, es un campo de concentración para homosexuales en Fuerteventura. Se trabaja picando piedra de sol a sol, entre golpes y bajo un sol sin tregua. Es 1955 y los homosexuales son detenidos por la policía, que se ampara en la ley de peligrosidad social. ‘El violeta’ (Drakul), la novela gráfica de Juan Sepúlveda, Antonio Mercero y Marina Cochet, plasma esta cruel época a través de la vida de un joven de 18 años.
Una noche de 1955, Bruno cae en una trampa tendida por la policía en los cines Ruzafa de Valencia. Los agentes le golpean y se lo lleva al grito de “violeta”: su delito es ser homosexual. La de ‘El violeta’ es una historia cruda sobre la persecución de los homosexuales durante el franquismo, sobre fingir lo que no se es, sobre dolor y sufrimiento, sobre el amor y la mentira. Una crónica histórica que se alarga durante años, desde que Bruno es un adolescente miedoso hasta que el peso social cae sobre sus hombros y configura su forma de ser.
Para engendrar su primera novela gráfica, el valenciano Juan Sepúlveda se ha empapado de ensayos, expedientes médicos o policiales y “muchos testimonios de presos durante los últimos cuatro años”, explica a El confidencial. Se remite en concreto al de Octavio García, superviviente del campo de concentración de Tefía que uno de los personajes de ‘El Violeta’ le describía a Bruno. El temido campo de Tefía se creó en 1952 cuando la Dirección General de Instituciones Penitenciarias adquirió unos terrenos que habían pertenecido al primer aeropuerto de Fuerteventura.
En aquella época, comenta Sepúlveda, se crearon estos campos de concentración por la enorme cantidad de condenados bajo la llamada ley de Vagos y Maleantes y la posterior ley de Peligrosidad Social, que establecía desde multas hasta penas de cinco años de cárcel. “Eran más de dos mil al mes”.
"No escuchamos ni una palabra en colegios"
‘El Violeta’ quiere recordar una memoria silenciada. "Los jóvenes de mi generación, y las anteriores y sucesivas, no escuchamos hablar ni una palabra en los planes de estudio de los colegios e institutos”, explica Sepúlveda. Se ha sumergido en esta historia para recordar lo que pasó con el colectivo LGTBI. "Cuánto tuvieron muchos que sufrir, e incluso dejarse la vida, para conseguir los derechos y libertades que tienen hoy en día.”
Me interesaba el síndrome de la rana hervida. Cómo vamos acostumbrándonos a lo malo. La sociedad como maltratadora del homosexual
Pasar a la siguiente página es aumentar el dolor por momentos, tanto para el lector como para el propio autor. “Bruno, el protagonista, trata de encajar en una sociedad donde no hay lugar para los homosexuales”, comenta Sepúlveda sobre el momento que más difícil le fue de relatar. “Me interesaba el síndrome de la rana hervida. Cómo vamos acostumbrándonos a lo malo. La sociedad como maltratadora del homosexual. Pero el caso de Bruno era complejo. Las circunstancias fueron capaces de amilanarlo de joven, pero los años pasan y Bruno se convierte en una bomba de relojería.”
Pero el valenciano repara también en otras vidas rotas que con el tiempo van cicatrizando como pueden. Todas ellas han bebido de historias reales hundidas en el tiempo. Es el caso, por ejemplo, de Maricruz, que se convertirá en la esposa de Bruno. “Es una mujer brillante que es arrastrada a un matrimonio concertado”, describe Sepúlveda. “Cuando descubra la homosexualidad de su marido y la abolición del divorcio empezará su tormento al sentirse atrapada en la relación”. En el sistema educativo franquista, el desarrollo intelectual de la mujer se encontraba limitado. “Las mujeres estaban destinadas al hogar y al cuidado de los hijos”.
El de ‘El Violeta’ es un viaje en el tiempo oscuro y amargo, pero necesario. Una luz hacia lo pasado y una bofetada en la cara. “No te olvides de esto”, parece gritar desde sus páginas asfixiadas. Sepúlveda parte de una anécdota que le contó Antonio Ruiz, presidente de Ex-Presos Sociales: él, como Bruno, también fue delatado por una monja y encarcelado solo con dieciocho años. A partir de ahí, su grito de guerra denuncia “todos los abusos policiales, detenciones, encarcelamientos, alejamientos, humillaciones, vejaciones y un largo etcétera que les ocurrieron a miles de españoles homosexuales.”
‘El Violeta’, cuyos derechos ya han sido adquiridos, está cerca de convertirse en una película. “En enero o febrero, la productora presentará el proyecto en un comité de Televisión Española”, cuenta Sepúlveda. “Creo que el colectivo LGTB merece una película como esta para curar las heridas del franquismo”.
Vuelve a ser 1955. Bruno mira a su compañero de celda, que resume el dolor y la injusticia de la historia y de una realidad que aún resuena: “Estamos aquí por ser como somos”.






¡¡Que vienen los rojos.....!!!!


Clamor nacional contra Franco


Clamor nacional contra Franco



Millones de personas reclaman que se aventen sus cenizas en un estercolero. O que se utilicen como materia prima en una fábrica de papel higiénico.

Iglesia y Franquismo en la España de hoy




El Obispado de Pamplona y sus lazos franquistas




Página del Diario de Navarra donde aparece la frase del obispo, 'no es una guerra, es una cruzada'.


08 de Noviembre de 2018 (11:28 h.)

El Obispado sigue amparando a la Hermandad franquista de Voluntarios de la Cruz con la que colabora de forma entusiasta.

En 1952,  el Obispo de Pamplona “excitó a los Hermanos a seguir sus huellas [de Cristo] con el mismo espíritu que les animó en los días de la defensa por Dios y por España”

En artículos anteriores, se ha explicado la labor de enaltecimiento del golpismo franquista y del franquismo en general, desarrollada por la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz desde su fundación en 1939 hasta la actualidad.

En esa labor, la Hermandad ha contado siempre con la colaboración entusiasta del Obispado de Pamplona. Dato elocuente de ella es que en la ceremonia de su constitución estuvo presente el obispo de la época, Marcelino Olaechea, acompañado por dos curas radicalmente requetés: Antonio Añoveros Ataun y Santos Beguiristain Eguílaz.

El obispo Olaechea fue el primer prelado español que interpretó el golpe de estado y la guerra civil subsiguiente como una cruzada en un artículo publicado el 23 de agosto de 1936. Dicha publicación coincidiría con el día de la matanza de Valcardera, la segunda mayor saca colectiva registrada en Navarra. En ella, más de cincuenta republicanos, conducidos en autobuses desde la prisión provincial de Pamplona, fueron asesinados en aquel paraje bardenero. Para mayor escarnio, la masacre se completó con una macroprocesión, celebrada aquel mismo día en Pamplona en honor a Santa María la Real. El acto religioso fue interpretado como un ritual de comunión de las fuerzas implicadas en el levantamiento fascista cuando ya se patentizaba que no sería un sencillo paseo de unas pocas semanas.

En cuanto al cura Antonio Añoveros recordemos que actuó como confesor en aquella carnicería, al igual que otros curas, lo que demuestra la colaboración activa del obispado. También fue conocedor de los pormenores de otros hechos bárbaros como el asesinato de la maestra Camino Oscoz o del requeté Francisco Lizarza en los montes de Urbasa. Nunca hizo públicos sus recuerdos de aquellos sucesos. Con su conducta de falta de autocrítica colaboró con la desmemoria sobre tales hechos. Nunca mostró su condolencia por el sufrimiento de los familiares de las víctimas.

Por el contrario, se mostraría un notorio propagandista del terror rojo en charlas impartidas en Pamplona en febrero de 1939, haciendo campaña por el reconocimiento público de los mártires franquistas. Aún iría más lejos, pues pidió públicamente que se grabaran en los muros de la iglesia de San Nicolás los nombres de los 93 caídos.

Asimismo, en El Pensamiento Navarro de 19 de julio de 1939, mostró su plena conformidad con la interpretación de la guerra civil como “cruzada por Dios y por la Patria. Por eso fue rotundo el triunfo. La Providencia del Señor velaba por sus elegidos”. Participó como conferenciante en 1942 en cursos para instrucción de mandos del Frente de Juventudes. Cuando ese mismo año tomó posesión de la parroquia de Tafalla fue unánimemente alabado por las fuerzas vivas del franquismo.

Como es sabido, Añoveros, por esos azares de la historia, se convertiría en 1974 en una referencia del antifranquismo cuando, siendo obispo de Bilbao, y tras haber leído una homilía en la que aludía a la posesión por parte del pueblo vasco de rasgos culturales propios que le proporcionaban una identidad específica, el Gobierno intentó expulsarlo sin conseguirlo de España.


En lo que se refiere a Santos Beguiristáin, párroco de Azagra en 1936, es conocida su labor de apoyo para poner en funcionamiento la limpieza política de los desafectos en ese pueblo, saldada con el asesinato de 71 personas, llevando privadamente la contabilidad de la misma.

En el curso del tiempo, el Obispado de Pamplona siempre apoyó las actividades de la Hermandad. En los primeros años, celebraba funciones religiosas en la misma capilla del obispo y se reunía frecuentemente con él en el Palacio Episcopal. El obispo solía presidir los Viernes Santos, tras la función de las Siete Palabras, la ceremonia de toma de hábitos que organizaba la Hermandad para los excombatientes que quisieran “seguir defendiendo los santos ideales de la Cruz y la Religión” a través de ella.

Incluso en 1952, en ese acto el obispo “excitó a los Hermanos a seguir sus huellas [de Cristo] con el mismo espíritu que les animó en los días de la defensa por Dios y por España”.
Dos años antes, en 1950, la Hermandad quiso agradecer la ayuda prestada por el Vaticano. Y así, se dispuso a visitar al papa, organizando una peregrinación a Roma, “vistiendo sus pardos hábitos y con las cruces y banderas al frente” para “entrar en el Vaticano entonando las canciones religiosas de la Cruzada y rematándolas con el Viva Cristo Rey, grito de triunfo y plegaria en los combates” y para “agradecer al Santo Padre sus constantes palabras de elogio a la actuación de Navarra en la Cruzada” y reiterarle ser “sus zuavos locales si fuese preciso”. 



No cabe duda que, gracias al Obispado, la Hermandad ha disfrutado del uso del Monumento a los Caídos. Tiene una fundación perpetua de misas en dicho edificio por Decreto eclesiástico de 18 de enero de 1957. Su primera misa y el vía crucis allí celebrados, así como la ubicación en el Monumento a los Caídos de la sede de la asociación, en diciembre de 1958, fueron posibles por un permiso verbal del obispo, ratificados por escrito en 1960.

Por último, cabe decir que el blindaje de la cripta del Monumento a los Caídos, como espacio reservado y secreto para las actividades de la gestión de la memoria franquista de la Hermandad, fue debido a las condiciones impuestas por el Obispado en el acuerdo suscrito con el Ayuntamiento de Pamplona en 1997.

La donación del Monumento a los Caídos al Ayuntamiento pamplonés quedaba limitado por una cláusula de reserva para la parroquia de Cristo Rey colindante “y, en todo caso, para el Arzobispado de Pamplona, del uso y disfrute de perpetuidad y mientras el edificio donado se mantenga en pie, de la cripta central en la que podrán celebrar los actos de culto que tenga por conveniente, así como el uso y disfrute de la totalidad de las dependencias ubicadas bajo el arquerío lateral izquierdo del edificio donado, visto el mismo desde su frente o plaza de Conde de Rodezno”.



Con estos antecedentes, la Iglesia y, más concretamente el obispo de Pamplona, deberían haber cortado desde hace muchos años el cordón umbilical vergonzoso que les une a una Hermandad que rezuma fascismo por todos los lados y a quien, con sus innegables y discriminatorios favores, justifica su existencia sine die, en el pasado, en el presente y, sorprendentemente, en el futuro.



Firman el artículo: Fernando Mikelarena, Víctor Moreno, José Ramón Urtasun, Txema Aranaz



Golpista fascista


Golpista Fascista

Resulta sorprendente e indignante que un individuo de la calaña de Albert Rivera insista machaconamente en llamar golpista a los nacionalistas catalanes y su partido se abstenga de condenar al franquismo que fue el mayor Golpe de Estado, de nuestra historia, que nos condujo  a una guerra civil con miles de cadáveres y un rebelde dictador golpista, militar criminal genocida fascista, cuyos turiferarios todavía veneran en connivencia con la Iglesia Católica que en el 43 aniversario de su muerte celebran misas por su alma.

Quiso que le trasplantaran el cerebro de Franco


Qué fue de Pita Caruncho, el hombre que quiso que le trasplantaran el cerebro de Franco
18 días antes de morir el dictador, este empresario gallego ofreció su cuerpo para que le implantaran su cerebro y pudiera seguir gobernando.

La misiva con su propuesta fue contestada por el secretario particular de Franco y hermano de Carmen Polo.

ElEspañol

18-11-18

Daniel Ramírez  

Francisco Franco languidecía en la cama. Sus acólitos soñaban con algún remedio infalible que mantuviera con vida al dictador, conscientes de que los regímenes caudillistas se asoman al abismo cuando muere el caudillo. Uno de aquellos quijotes, férreo defensor de la "democracia orgánica", era José Luis Pita Caruncho, de El Ferrol, que remaba a su manera desde un pueblecito de La Coruña.

Dieciocho días antes de la muerte de Franco, este director de una fábrica de piensos llamada "NASA" tentó a la ciencia. Se ofreció al equipo médico del General para que colocaran en su cabeza el cerebro del dictador. "Lo hice porque era un hombre irrepetible, sin el cual yo sabía que este país se iba a pique. Quería que mi cuerpo sirviese como vehículo del suyo", confesó a Diario 16, que publicó su testimonio siete años más tarde, en 1982.

"El cerebro es como el conductor del coche. Franco era el mejor piloto; y mi cuerpo, el coche, estaba joven y sano. Si hubiesen trasplantado su cerebro a mi cuerpo, ahora él seguiría en El Pardo para bien de todos", narró Pita Caruncho en su despacho a un joven Melchor Miralles, que se cercioró de que aquello no era una broma. "Hablaba con religiosa veneración. Durante la media hora que permanecí en su oficina no sonrió ni una sola vez", anotó el periodista.

El recorrido de su carta


Pero, ¿qué fue de José Luis Pita Caruncho? Son muchos los que han recuperado -en redes sociales- su figura al hilo de la exhumación de Franco. Este periódico ha confirmado a través de algunos amigos cercanos que el empresario gallego falleció hace ya casi quince años. "Después de aquello no volvió a protagonizar ningún episodio de ese calado. Siguió con su fábrica de piensos y se jubiló", relata una de estas personas.

Pita Caruncho es descrito por sus allegados como "un hombre generoso, dedicado al trabajo y a su familia, un gran padre". Especifican que nunca conoció a Franco, a pesar de compartir las mismas raíces. Tampoco recuerdan ninguna vivencia trágica que pudiera haberle empujado a realizar aquel gesto.

"Don José Luis" tenía 32 años cuando ofreció su cerebro a Franco. El mayor exponente del realismo mágico no lo protagonizó su sacrificio, sino el propio régimen. Véase la secuencia. Pita Caruncho -radicado en Narón, una pequeña localidad cercana a "El Ferrol del Caudillo"- envió una carta al Ayuntamiento. Alcaldía trasladó la misiva al Gobierno Civil, que a su vez lo extendió a la Secretaría de Franco... ¡Y le contestaron!.

La respuesta de los Franco 


Tanto la carta de ida como la de vuelta fueron transcritas al completo por Diario 16. Pita Caruncho escribió: "Ante la serie de dolencias y la enfermedad de S.E. el jefe del Estado Generalísimo Franco, que guiado por Dios y por su fiel y leal servicio a la Patria nos ha llevado al puesto privilegiado del que gozamos hoy en España (...), considerándome buen español con un recto sentido del deber y buena conducta pública y privada (...), pongo todo mi ser orgánico al servicio del equipo médico que atiende a S.E.".

En la misma misiva, Pita Caruncho aseguró "gozar de una economía saneada y un negocio en vías de desarrollo", para el que ya había designado a "una persona" que le sustituyese en su cargo.

Esta es la respuesta que recibió: "Muy señor mío. A través del Excmo. Sr. Gobernador Civil de esa provincia se ha recibido en esta Secretaría fotocopia del escrito dirigido por usted al señor alcalde presidente del Ayuntamiento de esa localidad, en el que ofrece todo su ser orgánico al equipo médico que atiende a Su Excelencia el Jefe del Estado y Generalísimo. La Excma. Sra. doña Carmen Polo de Franco y demás familiares, así como el equipo médico que atiende a Su Excelencia, profundamente conmovidos por su abnegado y desinteresado ofrecimiento, unido a su afectuoso saludo, le hacen presente su agradecimiento de todo corazón aun cuando ello (el trasplante) no parece sea preciso".

Con ese "no parece sea preciso" se acabó la aventura de José Luis Pita Caruncho. La cariñosa respuesta fue firmada por... ¡Felipe Polo Martínez-Valdés! Cuñado del propio Franco, que murió en Madrid en 1979. El obituario de El País recordó su labor como secretario particular del dictador: "Hombre políticamente discreto, aunque de una fidelidad fuera de duda a Francisco Franco, intervino en la gestión económica y negocios de la familia".

Su paso por la AP de Fraga


Pita Caruncho, a finales de los setenta, trató de entrar en política engrosado en las listas de Alianza Popular. No lo consiguió. Los que le "amenazaban" y se reían de él, contaba, eran los mismos que luego le pedían trabajo. Muerto Franco se entregó a otro gallego, Manuel Fraga. Sin posibilidad de resurrección, apostó por el que fuera ministro para dirigir el país.

En su despacho, decorado por un retrato de un Franco "enorme" y "lozano", se quejaba del destino que esperaba a la patria por culpa de los socialistas, que acababan de llegar al Gobierno. Coherente con su ideario, anuló una ampliación de capital y los nuevos contratos que tenía pensados porque el PSOE, pensaba, iba a hundir la economía.

"Si aún estuviera vivo, te habría dado una entrevista seguro", confiesa un allegado. "Ay qué cosas, qué cosas... Sólo ocurren en estos pueblos", acierta a decir otro en un gallego cerrado. El reportaje tuvo su impacto, pero Pita Caruncho nunca se desdijo. Las risas le importaron un pimiento. Él, a lo suyo.

Víctimas de abusos plantean en EEUU una demanda colectiva contra el Vaticano


Víctimas de abusos plantean en EEUU una demanda colectiva contra el Vaticano

Infovaticana

por Carlos Esteban | 19 noviembre, 2018

Seis víctimas han interpuesto una demanda colectiva contra el Vaticano y el episcopado de Estados Unidos y, lo que es más peligroso, invocan en su escrito la ley diseñada para luchar contra el crimen organizado, conocida como RICO.
Seis víctimas de abusos sexuales acaecidos cuando eran menores de edad presentaron el pasado día 13 una demanda civil contra la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) y la Santa Sede en nombre propio y de otras víctimas. Los demandantes se querellan contra el Vaticano tanto en su calidad de Estado extranjero como en su condición de “organización no incorporada” y como “cabeza de una organización religiosa internacional”.

La denuncia, presentada en Minnesota, alega que la USCCB ocultó “al público, a sus feligreses y a la justicia los casos e identidades conocidas de clérigos acusados de abusar sexualmente de niños por todo el país”.

“Este caso -puede leerse en la demanda- trata de la violación y el abuso sexual endémico, sistemático, rampante y continuado de los Demandantes perpetrados por cardenales, obispos, monseñores, sacerdotes, monjas, líderes laicos, miembros de órdenes católicas, educadores… mientas servían en el ministerio activo, con conocimiento de los demandados”.

La reacción del Vaticano y de la USCCB reunida en asamblea la semana pasada ha sido, como hemos contado en estas páginas, diluir responsabilidades y poner sordina en la petición universal de responsabilidades, pero es probable que esta vez la estrategia de la inacción y el silencio no sea suficiente para detener la marea. De hecho, la propia orden vaticana a la asamblea plenaria de no votar medidas contra los abusos podría haber dejado a los obispos a los pies de los caballos en lo que se refiere a la justicia secular.

En efecto, al someterse a la orden perentoria, los obispos dan a entender que deben dar cuenta a la Santa Sede de cuestiones operativas locales relativas a la política de abusos a menores. Esa admisión tendrá, con toda probabilidad, consecuencias imprevisibles en futuros litigios con el Estado Vaticano, porque permiten a los demandantes alegar que los obispos siguen en esto órdenes de Roma, es decir, que hay una línea de responsabilidad.

Más peligrosa aún es la posibilidad de que las autoridades echen mano de la ley RICO, aprobada para combatir a la mafia y otras organizaciones criminales, en los casos de abuso. La Iglesia institucional al completo podría ser juzgada responsable subsidiaria en los casos de abusos, lo que iniciaría una reacción en cadena de incalculables consecuencias.

La posibilidad de que la Iglesia -en América y en el mundo entero- se vea obligada a pagar gigantescas cantidades en concepto de indemnización a las víctimas de abusos se plantea en el mismo momento en que grandes fundaciones de ayuda a la Iglesia como Legatus están tomando la decisión de interrumpir sus donaciones mientras no se aclare la responsabilidad de los abusos y cuando los feligreses empiezan a plantearse castigar la opacidad de sus obispos cerrando sus bolsillos a las colectas eclesiales.




Johnny cogió su fusil. (1971)


Título original
Dalton Trumbo's Johnny Got His Gunaka
Año
Duración
111 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Dirección
Guion
Dalton Trumbo (Novela: Dalton Trumbo)
Música
Jerry Fielding
Fotografía
Jules Brennen
Reparto
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Productora
World Entertainment
Género
Drama | I Guerra Mundial. Discapacidad. Medicina. Cine independiente USA. Película de culto
Sinopsis
Un joven combatiente de la Primera Guerra Mundial despierta totalmente confuso en un hospital, confinado de por vida, ciego, sordo y mudo y con las piernas y los brazos amputados a causa de una explosión sucedida durante un bombardeo. Al principio no es consciente de lo que le ha sucedido y en qué condiciones está, pero poco a poco comienza a darse cuenta... (FILMAFFINITY)
Premios
1971: Festival de Cannes: Gran Premio del Jurado, premio FIPRESCI
1971: Globos de Oro: Nominada nueva promesa masculina (Timothy Bottoms)
1971: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión adaptado drama
Críticas
  • Más que una brutal y desasosegante película antibelicista (que también), se trata de una contundente apología de la eutanasia. El propio Trumbo adapta (eso sí, con una dirección mediocre) su propia novela y nos empuja hasta el borde del precipicio de la vida, nos agota la mente hasta la extenuación, nos exprime los afectos ante la visión de un simple trozo de tela blanca. No apta para corazones sensibles.

Galería


Foto: Luis Viadel

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Sorpresa en el inicio de las exhumaciones en el cementerio de Castellón


Sorpresa en el inicio de las exhumaciones en el cementerio de Castelló

Los primeros trabajos, en la fosa de Rafael Prades, sacan a la luz cajas de otros fusilados que se suponía estaban en el cuadro bajo del cementerio - Los familiares esperan con emoción poder localizar los restos de sus padres y abuelos para "cerrar heridas"

emilio regalado 21.11.2018

Levante

Emoción, expectación, esperanza... Tres sentimientos que se fueron agolpando ayer en torno a la fosa del cementerio civil de Castelló. Estamos junto a la Fila 1, sepultura 8, bajo la que deben encontrarse los restos de Rafael Prades Trueba, fusilado el 21 de agosto de 1939. En ella trabajaron durante todo el día, hasta que cayó el sol, los integrantes del grupo ArqueoAntro, capitaneados por Miguel Mezquida, y bajo la mirada de Carmen Arnal, nieta de Prades, que confía en que los trabajos tengan el éxito que todos esperan para cicatrizar heridas, incinerar los restos y llevarse a casa a «mi abuelo».

No fue la única en acudir en este primer día, tan esperado, para exhumar los restos de los tres primeros represaliados del franquismo del cementerio civil castellonense, todos ellos fusilados en el cauce del río Seco. En el viejo camposanto de San José estuvo también Josep Viciana, nieto de José Monfort Gil, que fue ejecutado el 30 de mayo de 1941. La hija de Monfort, María, tiene 91 años y aún no ha podido viajar a Castelló desde Terrassa, donde viven ahora, pero «espera emocionada el momento de encontrar a su padre, nos comenta Josep Viciana.

La tercera familia que tiene marcado este momento en el calendario es la de Eduardo Ferreres, fusilado el 24 de enero de 1940, pero ayer no habían podido acudir todavía. Su hija, Mercedes Ferreres (91 años), cuenta los días en los que poder localizar a su padre.

La intención de ArqueoAntro, asesorados en todo momento por el Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló, es trabajar sobre el terreno durante dos semanas, tiempo que consideran prudencial para poder localizar los restos de los tres represaliados, primero Rafael Prades y después José Monfort y Eduardo Ferreres. Todas sus historias pueden consultarse en la web de Levante de Castelló.

Los trabajos, iniciado curiosamente un 20-N, comenzaron ya con sorpresas, porque a media mañana se localizaron las placas de dos personas que se suponía estaban enterradas en el cuadro del cementerio civil: Benigno Morata y Andrés Lozano, según informa la investigadora de la Memòria Històrica de Castelló Queta Ródenas. Su aparición, junto a unas cajas, ha llevado a la necesidad de tener que desenterrar los restos de estas dos personas, localizados a primera hora de la tarde, si bien aún deberá cotejarse su identidad.

Según recuerda Queta Ródenas, en marzo de 1939, tal y como recogen los estudios de la Memòria Històrica, comenzaron los enterramientos en el cementerio civil, posiblemente por falta de espacio en el católico. Las investigaciones hablan de unas 530 víctimas que fueron colocadas en 14 filas. Cuando en diciembre de 1942 se acabó también el espacio, se comenzó a utilizar la parte lateral situada en un nivel más bajo. Allí se continuó enterrando hasta 1947, cuando se dio sepultura a Salvador Denia Expósito, la última víctima. Con la llegada del crematorio se construyó el columbario en este cuadro bajo por lo que, según señala Ródenas, los restos que allí había se trasladaron supuestamente al osario. «La sorpresa ha sido que hoy han aparecido las placas de dos de ellos con cajas de reducción», comenta la investigadora, consciente de que estos hallazgos podrían continuar durante los próximos días.

De hecho, según ha podido saber ese diario, en la fosa que ha empezado a excavarse aparece el pico de una tercera caja, aunque el objetivo hoy de ArqueoAntro es trabajar hacia la parte izquierda para centrarse en el objetivo inicial, que es localizar los restos de Rafael Prades. Una vez se localicen se enviarán a la Universidad Complutense de Madrid para analizar el ADN, proceso aún lento que podría llevar a tener que esperar un año todavía para poder determinar la identidad de todos ellos y permitir, por fin, a sus familias cerrar este intenso capítulo emocional, gracias a la implicación del Ayuntamiento de Castelló y su concejala de Cultura, Verònica Ruiz, presente junto a otros representantes municipales.


La Iglesia se moderniza...con cepillos para tarjetas de crédito


La Iglesia se moderniza... con un cepillo para tarjetas de crédito

La Almudena instala un aparato para donar dinero con tarjetas y móviles que se ampliará a más templos

Miércoles, 21 de noviembre de 2018

ElPlural
La Catedral de Santa María la Real de la Almudena ha instalado un 'cepillo electrónico', en colaboración con Banco Sabadell, a través del cual se pueden hacer donativos con tarjetas y móviles, según ha informado a Europa Press un portavoz de la Archidiócesis de Madrid.

Se trata de un cajón para recoger donativos en efectivo que cuenta además con un lector de contactless, y que se instaló el viernes pasado en la Catedral de Madrid.

Varias parroquias se han interesado por este sistema que busca facilitar a quienes no lleven dinero en efectivo que puedan contribuir al sostenimiento de la labor que realiza la Iglesia.
El Arzobispado valorará esta experiencia que se desarrollará por primera vez en Madrid en La Almudena antes de instalar el 'cepillo electrónico' en otras parroquias.


¡Dais vergüenza, hijas de puta! "Alabado sea el señor"


Así fue el sermón del sacerdote en la misa franquista

Lamentaba no poder "hacer nunca un funeral a nuestro general" al tiempo que aseguraba que fue un cristiano ejemplar

D. F./ A. L. Miércoles, 21 de noviembre de 2018

ElPlural


“Alabado sea el señor”. Con estas conocidas palabras arrancaba una de las misas franquistas que aprovechan el aniversario del 20N mostrar sin filtro su devoción por el dictador Francisco Franco. Una de las más polémicas fue la celebrada en la iglesia de San Francisco de Borja, en el barrio de Salamanca, en plena capital de Madrid.

Al acto no le faltó de nada. Dos manifestantes antifascistas se concentraron frente a la iglesia y fueron agredidas. Ambas tuvieron que soportar gritos tales como “¡Dais vergüenza, hijas de puta!” o “¡Franco, Franco!”. El ambiente estaba más caldeado, lo cual no era de extrañar. Los asistentes tenían todos marcado tinte franquista. Y como no podía ser de otra manera, la homilía no les decepcionó.

En el nombre de Franco...


ElPlural.com ha tenido acceso al sermón pronunciado por el sacerdote de la iglesia, quien alabó durante todo el evento “el alma de Franco”.

“Y dejemos que sea la luz de nuestras almas, para lo más sagrado de nuestros sentimientos patrióticos”, o “podríamos decir que Franco se entregó a una vida de completa perfección cristiana” fueron algunas de las consignas que se escucharon en el barrio de Salamanca.

“No podemos hacer nunca un funeral a nuestro general, ni siquiera tampoco a un hijo tan excelso de la Iglesia, que mereció, por parte de esta, la mayor distinción que ofrece. Caballero de la Orden Suprema de Cristo”, lamentaba el sacerdote.

Durante la consagración sonó el himno de España, y al finalizar la misa los asistentes aplaudieron la loa profranquista del sacerdote, quien sin desvergüenza alguna, elogió hasta la sonrisa del dictador. Y es que, el cura comenzó su discurso alardeando de lo orgulloso que estaba de hacer una misa para los familiares del dictador y la Fundación Nacional Francisco Franco.

Incluso, se leyó parte del testamento del dictador: “Pido a Dios que me acoja benigno a su presencia, pues es mi sentimiento morir como católico. En el nombre de Cristo me honra, que ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia”, rezaba el dictador.

Y todas estas consignas nostálgicas en pleno corazón de Madrid.




Galería


Foto: Luis Viadel

La "faceta rapera" de Franco, Hitler y Mussolini