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domingo, 22 de diciembre de 2019

Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, un violador impenitente .(Los Violadores de Cristo)


Los Legionarios de Cristo admiten que su fundador, Marcial Maciel, violó a más de sesenta menores durante décadas 


Un informe de la congregación sostiene que, desde 1941 a la actualidad, 175 menores de edad fueron víctimas de abusos sexuales, cometidos por un total de 33 sacerdotes de la congregación
El informe "condena y deplora" los abusos cometidos, así como "aquellas prácticas institucionales o personales que pudieron favorecer o propiciar cualquier forma de abuso o revictimización"


21/12/19

eldiario.es
Ha sido el mayor depredador en la Iglesia católica. Y el más poderoso. Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo, violó a más de 60 menores, niños y niñas, durante varias décadas. Muchos de ellos, después, se convirtieron en sacerdotes, que a su vez abusaron de otros menores, en una espiral de pederastia y ocultamiento que se prolongó durante ocho décadas.

Así lo ha reconocido la propia Congregación,

, que ofrece una cifra escalofriante. Desde 1941 a la actualidad, 175 menores de edad fueron víctimas de abusos sexuales, cometidos por un total de 33 sacerdotes de la congregación. Once de ellos pasaron de ser violados por Maciel a convertirse en abusadores.

Más de dos tercios de estos abusos fueron cometidos "por Maciel, por una de sus víctimas o por una víctima de sus víctimas", lo que demuestra que la pederastia se arraigó entre los Legionarios durante generaciones.

Una cadena de abusos


Un total de 11 víctimas de Maciel se ordenaron sacerdotes legionarios, y acabaron convirtiéndose en abusadores, que a su vez violaron a decenas de menores. "Hoy por hoy, ninguno de los 11 sacerdotes involucrados en esta cadena ejerce públicamente el ministerio sacerdotal en la Congregación. Tres de ellos han fallecido", admite el estudio. Todo ello, con el silencio, cuando no la cerrada defensa, de la curia vaticana.

 


El informe se conoce el mismo día en que el cardenal Angelo Sodano, a sus 92 años, ha dimitido como decano del Colegio cardenalicio. Un Sodano que durante sus años como secretario de Estado de Juan Pablo II, protegió a Maciel  (Wojtyla denominó al depredador 'guía eficaz de la juventud') 'y a su cohorte de pederastas. Sólo la actuación de Benedicto XVI, que condenó al religioso a una vida de oración y promovió la reconstrucción de la orden, puso coto a los abusos. Pero hasta ahora, con Francisco, no se ha reconocido la magnitud de la tragedia.


18 curas siguen en la congregación


Los 33 sacerdotes representan el 2,44% de los 1.353 legionarios ordenados a lo largo de la historia de la Congregación, admite el informe, que añade que de ellos seis han fallecido, ocho dejaron el sacerdocio, otro dejó la orden y 18 siguen en la Congregación. Todos ellos, con las nuevas normas implantadas por Francisco, han sido apartados del trato pastoral con menores, mientras cuatro de ellos tienen restricciones al ministerio sacerdotal (y un plan de seguridad), y los otros 14 no pueden ejercer el sacerdocio en público.








El informe es el resultado de un estudio amplio realizado durante seis meses por una comisión interna que, dentro de los límites de un trabajo de estas características, ha verificado las diversas acusaciones de abuso sexual de menores a lo largo de la historia de la Congregación de los Legionarios de Cristo.


"Hemos experimentado que cualquier paso de acercamiento a una víctima es un paso esencial hacia la justicia en la verdad" –afirman los legionarios– "y que hacer luz sobre el pasado, por doloroso que sea, es liberador y fundamento indispensable para construir el futuro".






El informe "condena y deplora" los abusos cometidos, así como "aquellas prácticas institucionales o personales que pudieron favorecer o propiciar cualquier forma de abuso o revictimización". Los autores esperan que este estudio sea también para las víctimas "un signo de nuestro deseo de seguir dando pasos en el camino de reconciliación con cada una de ellas".


El estudio se ha realizado en el contexto de la preparación del Capítulo General de la Congregación que tendrá lugar en Roma a partir del próximo 20 de enero.





sábado, 21 de diciembre de 2019

Felices Fiestas


Bon Nadal


Cataluña i Catalunya (publicado en este mismo Blog el 8/11/19)

Cataluña i Catalunya


La bella y las bestias

Es preciso que alguien ofrezca un plan creíble que incorpore de nuevo al proyecto común a los cientos de miles de catalanes engatusados hoy por las promesas del separatismo.

JUAN LUIS CEBRIÁN   21 OCT 2019

Barcelona es una ciudad con un largo historial de algaradas callejeras (George Orwell)
Escribo esta crónica en el crepúsculo de un viernes otoñal, mientras contemplo con estupor y extrañeza la televisión. De su pantalla emanan luces y sombras de mi país, imágenes y sonidos que ilustran mejor que nada la realidad paradójica y amarga de los días en que vivimos. A un lado, una princesa adolescente y bella felicita a científicos y artistas de todo el orbe, premiados por su servicio a la sociedad. Al otro, una jauría de vándalos, lacayos de un poder político ejercido por gentes ignorantes e inmorales, destrozan una de las ciudades más bellas del mundo y ensucian la historia de Cataluña y España. Todo sucede en vivo y en directo.
Esta peculiar evocación de la bella y las bestias podría sugerir a cualquier narrador de cuentos infantiles un relato de terror y ternura para que sociólogos, politólogos y tertulianos se lucieran con interpretaciones escatológicas sobre nuestro devenir político. Por el momento nos sirve al menos para levantar acta del peligro inminente al que se enfrenta nuestra Monarquía parlamentaria, por mucho oropel que la envuelva, y con ella el propio régimen democrático.
Frente a la épica xenófoba de los independentistas, hay que enarbolar una épica de la democracia constitucional.
Cualesquiera que sean el origen y la naturaleza de un Estado, el deber inexcusable de quienes gobiernan es garantizar la unidad de su territorio y el mantenimiento del orden público. Para conseguirlo, sus dirigentes han de promover y lograr la cohesión social en torno a un proyecto común, sin menoscabo de las libertades, la pluralidad de ideas y creencias y el respeto a los derechos individuales. Ni el Gobierno en funciones de Madrid, ni el triste payaso que preside la Generalitat, ni en general la mayoría de los líderes de los grandes partidos parecen por el momento capacitados para ello. En su logomaquia electoral, democracia, libertad, justicia... se proyectan como términos vacíos que no representan valores, sino eslóganes de campaña o gritos de insumisión. Mientras tanto prometen cosas que saben no podrán cumplir, y propician la confrontación al tiempo que jalean la unidad. Esta es la intrahistoria de unos sucesos que amenazan con desembocar en una crisis sistémica del régimen.
La cuestión catalana, el hecho diferencial, va a condicionar irremediablemente el resultado de los próximos comicios. No estamos ante un conflicto de intereses, sino ante una lucha de identidades en la que los argumentos difícilmente se imponen a las emociones. Es por eso a la vez una oportunidad y una amenaza para los candidatos, y de manera específica para el presidente en funciones. De cómo afronte la situación en Cataluña depende en gran medida su posibilidad de formar un Gobierno estable. Conviene por lo mismo que él y sus ministros se aparten de una vez del lenguaje políticamente correcto que les permite evadir el reconocimiento de la gravedad de los hechos. Cataluña no tiene solo ni principalmente un problema de convivencia: este es consecuencia directa de una insurrección popular contra los poderes del Estado, alentada y orquestada por su primer representante, cuya única legitimidad, repetidas veces traicionada, procede de la Constitución que pretende derrocar.
No se trata de algo insólito. Cada vez que en España ha triunfado un régimen democrático, en Cataluña se ha inaugurado un procés hacia la independencia con consecuencias siempre desastrosas no solo para los independentistas, sino para las libertades y derechos de todos los ciudadanos. Ignoro si es verdad que algunos de nuestros próceres no escriben los libros que firman, pero cabe sospechar que en muchos casos no leen los de los demás, pese a que podrían extraer de ellos lecciones valiosas. Ahí están, por ejemplo, el documentado estudio de Alejandro Nieto sobre la rebelión separatista contra la República, el de Gabriel Tortella acerca del entronque de Cataluña en España, y hasta el más antiguo de Américo Castro Sobre el nombre y el quién de los españoles. Son lecturas que ayudan a comprender algunos de los aspectos nucleares del problema catalán, en realidad, un problema español, y de las cuestiones más conflictivas que suscita. La hoja de ruta iniciada en su día por Artur Mas y Carles Puigdemont, con la complicidad de poderosas organizaciones de la sociedad civil, tiene muchos puntos de convergencia con la que en su día siguieron los cabecillas de la revolución derrotada en octubre de 1934. El victimismo separatista y la indignación popular tuvieron su origen, entonces como ahora, en decisiones de la derecha que amplios sectores de la sociedad catalana consideraron auténticas provocaciones. Una ley de cultivos y repetidos contenciosos entre los tribunales de justicia y el Gobierno de la Generalitat empujaron los primeros pasos de la revuelta de Companys. El recurso contra el actual Estatut, incoado por el PP mediante una recogida popular de firmas, y la consiguiente sentencia del Tribunal Constitucional constituyeron por su parte un punto de inflexión en la actual oleada separatista: en menos de diez años ha visto multiplicar por tres sus filas. En 1934 como en 2013 lo que se puso en marcha a partir de dichos sucesos fue un proceso que impulsara la movilización popular y la apelación a los indiferentes para que se sumaran a la causa, en espera del momento oportuno para procurar su triunfo. Claro que es del todo impensable que la infatuada actuación de Puigdemont y su sucesor tenga un desenlace como el de 1934. Un siglo después de entonces España y Cataluña son países infinitamente mejores, más cultos, civilizados y libres que lo eran en tiempos de la II República. El separatismo no apela ya por eso al uso de las armas, prefiere sustituirlo por acuerdos parlamentarios que exceden el cometido de la Cámara y vulneran las leyes de la democracia. Pero es preciso no perder de vista otras similitudes. Companys y sus colegas fueron condenados a 30 años de cárcel y se organizaron protestas populares contra la sentencia. La represión de las mismas galvanizó los sentimientos del electorado, catalizando su respuesta en las elecciones de febrero de 1936 que dieron la victoria al Frente Popular. Se indultó enseguida a los responsables de la revuelta y estos pudieron volver a ocupar el poder. Aunque hoy esté de moda desenterrar a los muertos y convocar a sus fantasmas, mejor no continuar con la memoria histórica de lo que más tarde acaeció. Ernest Maragall, candidato a la alcaldía de Barcelona por Esquerra Republicana, ha denunciado lo que considera la desaparición del espíritu federalista que alumbró la Constitución de 1978.Su argumentación pretendidamente racional, y en ocasiones acertada, está empero empañada de emociones; emocional es también la única solución que sugiere: una república catalana independiente. No existen en Cataluña poder político ni apoyo popular suficiente que la hagan viable. Sabedor de ello, aunque no lo confiese, se pregunta si España tiene una solución para Cataluña mejor que la independencia y demanda que los partidarios de esta sigan “trabajando para convertir la mayoría parlamentaria en mayoría social”. Su interrogante tiene sentido, al margen de la incorrección formal de olvidar que no puede hablarse de una España sin Cataluña, como si fueran entes autónomos a la hora de dialogar entre ellos. España, no solo su Estado, ha existido siempre con Cataluña en su seno, hasta el punto de que el propio vocablo español es de origen occitano e importado por los catalanes para denominar a los pobladores de la antigua Hispania romana. Pero es cierto que nadie ha puesto seriamente sobre la mesa (los partidos catalanes tampoco) esa “solución mejor” al conflicto planteado, cuyo desenlace solo puede transitar por la Constitución si esta se reforma. Es preciso, pues, que alguien ofrezca un plan creíble que incorpore de nuevo al proyecto común a los cientos de miles de catalanes engatusados hoy por las promesas del separatismo. Frente a la épica xenófoba y sectaria de los independentistas, hay que enarbolar una épica de nuestra democracia constitucional que por el momento nadie interpreta. Maragall sabe de sobra, aunque lo niegue, que España es de hecho, y no solo en espíritu, un Estado federal sometido a la imperfección de no reconocerse como tal en las definiciones legales. Necesitamos un acuerdo en las Cortes, única residencia de la soberanía popular, para implementar las reformas precisas que garanticen a futuro esa realidad. Podremos rubricar así con un final feliz la inconfortable historia de la bella y las bestias.


COMENTARIO


Atés que vaig a comentar l´article de J.L. Cebrián “La bella y las bestias”, cal  llegir-lo tenint sempre prensent al personatge:


1. Cebrián i El País han estat un dels principals gossos guardians del règim del 78. Un altre, també fonamental, ha estat el PSOE.

2. Tots dos han estat els més perillosos, perquè s´han encarregat de donar-li una pàtina de credibilitat democràtica a un règim amb la missió de mantenir intactes les linies mestres del franquisme.

3. Els esdeveniments produïts per la crisi econòmica (aparició de Podem, reclamacions catalanes, eclosió de la corrupció sistèmica de PP i PSA) propicien que personatges com aquest es desemmascaren i mamprenga, al seu periòdic, unes virulentes campanyes contra Podemos, contra els catalans independentistes i contra el mateix Pedro Sánchez quan lluitava contra els dinosaures del seu partit. Ara sabem que el tal Sánchez és un arribista que només lluita i arrisca pel seu propi interés i benefici.

4. En relació amb el problema català, cal recordar que Cebrian va ser el primer, amb més d´un any d´anticipació, que va dir al seu periòdic que calia empresonar a tot el govern català i llevar-los l´autonomía. Amb aquesta operació, deia ell, totes les demandes independentistes es centrarien en recuperar l´autonomía i traure el govern de la presó. Eixes instruccions de Cebrián les va dur a terme, fil per randa, la  Soraya. I amb relació a aquest assumpte, un apunt sobre Soraya: quan algú li va proposar de fer alguna concessió per tal d´apaivagar els ànims, la resposta va ser: “no hay ninguna concesión que hacer, estoy en disposición de ganar por diez a cero”. Pur Estat espanyol.

5. També hem de tenir sempre present els origens del personatge: fill del director del periòdic falangista Arriba, ell mateix va ser subdirector del diari Pueblo amb l´intel.ligent franquista Emilio Romero com a cap seu. Cebrián, probablement promocionat per Romero, va ser “el mirlo blanco” que buscava el règim per tal de donar-nos gat per llebre en la nova democràcia. L´altre “mirlo blanco” del règim era, per descomptat, Felipe.

 Amb relació a l´article “La bella y las bestias”, el trobe farcit de supèrbia, prepotència i falsedats. Aniré extraient de l´article determinades frases que em semblen interessants per tal de comentar-les.

-     … “una jauría de vándalos, lacayos de un poder político ejercido por gentes ignorantes e inmorales…ensucian la historia de Cataluña y España”. La història d´Espanya ja està prou bruta pels propis, no necessiten l´ajuda de ningú. La desqualificació quasi pornogràfica que fa dels pollítics independentistes (ignorantes e inmorales) ja en parla per si mateix de la perversa actitud del personatge cap al problema català, i en seria prou per no continuar llegint-lo pel que té d´irrespetuós, irresponsable, intransigent i desqualificador de tot el que diu tot seguit.

-     … “el peligro inminente al que se enfrenta nuestra Monarquía (amb majúscula) parlamentaria … y con ella el propio régimen democrático.”. Això que diu és una constant de la dreta al llarg del temps (parafrasejant Fuster: la democràcia en Espanya o és sota una monarquia o no serà). Volen convencer al personal que quan no hi ha la monarquia borbónica, el poble espanyol es torna ingovernable. Inclús ara, al segle XXI ens ho recorda el dretà i monàrquic Cebrián.

-     …”la épica xenófoba de los independentistas”. Ho trobe en la línia de la premsa i les tertúlies madrilenyes de qualificar els independentistes de nazis, colpistes, racistes, i altres animalades i falsedats. El que volen els catalans és, sencillament, lliurar-se´n d´un estat que no sap governar (com la seua història demostra*), que no els deixa ser catalans, i que els menysté constantment.

-     …”El deber inescusable de quienes gobiernan es garantizar la unidad de su territorio”… El problema no és “la unidad del territorio” el que veritablement hi ha al darrere són els 16.000 milions d´€ anuals que li drenen a Catalunya, i per tal de defensar eixe manà anual caldrà fer “el que faça falta” en el sentit més ample del terme. Ja ho va dir ras i clar Rubalcaba: “España ha de estar preparada para pagar un precio muy alto para impedir la independencia de Cataluña”

-     …”ni el triste payaso que preside la Generalitat”. Que Quim Torra no és un polític està fora de tot dubte. La prova són les seues errades polítiques, el fet de no fer servir el despatx del President de la Generalitat (està intal.lat en un despatx qualsevol) a la vegada que la seua honradesa insubornable i l´amor pel seu país, per damunt de qualsevol altra consideració, incloent-hi la integritat física. Ara, qualificar de “triste payaso” al president de la Generalitat, demostra l´absolut despreci de l´articulista per les institucions catalanes, i el seu tarannà beligerant i nacionalista espanyol que li resta credibilitat per proposar solucions.

-     Dirigint-se a Sánchez…”De cómo afronte la situación en Cataluña depende en gran medida su posibilidad de formar un Gobierno estable”. Amb aquesta frase una mica misteriosa està avançant ja  la “gran coalició” que pretén el règim del 78, i de la qual fa temps que Felipe és el portaveu?. Quina sería, segons ell, la manera adequada de Sánchez “de afrontar la situación en Cataluña” i quina relació pot tenir amb un “gobierno estable”?. Misteri.

-     …”una insurrección popular contra los poderes del Estado alentada y orquestada por su primer representante” (referint-se a Quim Torra). Un altre que no vol vore el que hi ha. Volen creure que Torra és el problema, com abans creien que el problema era Puigdemont, i abans Mas, i abans Pujol. Tot menys afrontar la relitat de vore que hi ha més de dos milions de catalans farts d´Espanya i que volen anar-se´n com siga.

-     …”cada vez que en Espanya ha triunfado un régimen democrático, en Catalunya se ha inaugurado un procés hacia la independencia con consecuencias siempre desastrosas”. Llavors, si ho sabien perquè Catalunya va formar part, com Murcia o La Rioja del “café para todos” de Clavero Arévalo?. Perquè no els donaren el mateix tractament que a bascos i navarresos tenint en compte que, com que Catalunya si haguera pagat el cupo, els altres dos també l´haurien pagat?. Van tenir la barra de dir que l´economia basco/navarresa era xicoteta i Espanya s´ho podia permetre, pero amb la catalana no. Ni més ni menys que estaven reconeixent el drenatge salvatge de diners catalans que pensaven fer. En resum, el café para todos és la plasmació en lleis de l´anticatalanisme espanyol: “no daremos a Catalunya nada que no se le dé al resto de España” (dels bascos ni menció, com si no foren de “el resto de España”).

-     Dedicat a Pedro Sánchez   …”Ignoro si es verdad que algunos de nuestros próceres no escriben los libros que firman”. Encara li diu poc.

-     …”la incorrección formal de olvidar que no puede hablarse de una España sin Cataluña como si fueran entes autónomos a la hora de dialogar entre ellos. España, no solo su Estado, han existido siempre con Cataluña en su seno”. Aquí hi ha, pense jo, una confusió de l´articulista, pot ser interessada, entre l´Espanya física i l´Espanya política. És ben cert que des dels romans hi ha Hispania on físicament s´inclou Catalunya evidentment, però amb la reconquesta la cosa canvia. Hi ha dos models totalment diferents de fer-la i amb diferents conqueridors i repobladors, diferentes llengües, cultura, etc. que donen lloc a dos països imbarrejables com    l´aigua i l´oli. No hi hauria problemes de confusió si Castella hi haguera respectat el nom comú d´Hispania, però la insaciàble fam de conquesta castellana la va conduïr a voler confondre Castella amb Espanya (“Castilla crisol de España”) i a continuació a voler imposar la seua com a cultura única. De tot això se´n oblida l´el.liptic Cebrián.

-      …”que alguien ofrezca un plan creíble que incorpore de nuevo al proyecto común a los cientos de miles de catalanes engatusados hoy por las promesas del separatismo”. Normalment, el “proyecto común” és el que a ells els interesa, i com a mostra ahí està la Transició, que era un “proyecto común” i que ha  esdevingut  desastrós per als catalanoparlants. Però el summum del cinisme o de la ceguesa, no ho sé, és parlar de “los cientos de miles de catalanes engatusados”. Engatusados per qui?. Amb aquest assumpte, la negació de la realitat és de tal calibre que l´articulista no pot ni imaginar-se que siga la gent que vol anar-se´n farta de tants i tants greuges. A banda que per engatussar algú li has de fer promeses d´una vida millor que és el que diu Cebrián que fa equivocadament  l´independentisme. Cal que abandoneu tota esperança de llibertat, rebla Cebrián. Seguireu vivint colonitzats i maltractats perquè és el vostre destí, així que no es deixeu “engatussar” per promeses impossibles de complir.

-     …”frente a la épica xenófoba y sectaria de los independentistas, hay que enarbolar una épica de nuestra democracia constitucional”. No sé d´on es trau que els independentistes catalans són xenófobs i sectaris. Tot al contrari, jo he vist als balcons dels pobles de catalunya, junt a la estelada, el cartell “volem acollir” referint-se als immigrants. De fet, tenen el 25% de tots els musulmans que hi ha a l´estat espanyol. En concret hi han, arredonint, 515.000. A més tenen al parlament una musulmana i el conseller de Treball i Assumptes Socials és el musulmà Chakir El Homrani. I per altra banda, per a sectaris, els inventors de La Inquisició què, malauradament,  segueix en actiu ara mateix mitjançant el Tribunal Constitucional, la Audiencia Nacional (TOP), el Supremo i el jutjat nº 13 de l´Audiència de Barcelona. Però el que em fà gràcia és allò de “la èpica de nuestra democracia constitucional”. Com si no estiguerem assabentats del tipus de “democràcia constitucional” que es va pactar amb el franquisme. Quin cinisme i quina poca vergonya… Quina classe d´“èpica” es pensen que poden fer amb un bunyol com eixe?.

-     …”España es de hecho, y no solo en espíritu, un Estado federal sometido a la imperfección de no reconocerse como tal en las definiciones legales”. Això és la gran fal.làcia del règim del 78, el mantra repetit mil vegades amb el que volen dissimular el “xollo” que ha estat per Madrid      l´invent eixe de les autonomies (d´on ha tret Madrid els milers i milers de milions d´€ que ha malbaratat?) i que ha estat la ruïna per a segons quines comunitats autónomes. Un estat federal on tú recaptes només el 5% dels diners (Junqueras dixit) i la resta te´ls retorna Madrid com li rota?. Un estat federal que no et deixa ni decidir si en van 24 o 25 alumnes per aula en un centre concertat?. Un estat federal on qualsevol legislació pròpia topeta immediatament amb el tribunal constitucional (impost a la banca, impost productes ensucrats, llei de pobresa energètica, etc…)?. Un estat federal on Madrid et dona i et lleva les competències com i quan vol?. Un tocomocho més del règim del 78.


Voldria tancar aquests comentaris fent émfasi, de nou, en els dos principals farsants de la nostra història recent: Cebrian/El País i el PSOE. Sense aquesta parella, és possible que Espanya hauria reaccionat i aconseguit, per fi, convertir-se en un país decent. No ha estat així. Espanya ha continuat sent fidel a la seua impresentable història. Déu ens pille confessats.

Celedonio Pastor Biosca

(*) Campeó mundial de fallides d´estat: 14 al llarg de la seua història i 15ª al juny de 2012 si no arribem a estar dins la UE.

(*)  Un polític del segle XIX del qual no ens ha arribat el nom, ja deia sobre com governar: “gobernar España es sencillo, sólo consiste en incrementar la plantilla de la guardia civil”. Com ara mateix en Catalunya.




viernes, 20 de diciembre de 2019

Imagen de la Justicia Española


Cinco claves para entender la sentencia de la justicia europea sobre Junqueras


Cinco claves para entender la sentencia de la justicia europea sobre Junqueras

Esta sentencia del TJUE profundiza en el refuerzo de garantías, derechos y valores democráticos. Ante dicha resolución no valen falsos patriotismos irracionales
Si la inmunidad despliega sus efectos desde la proclamación de los eurodiputados, resulta previsible que la justicia europea se la reconozca también a Puigdemont

Joaquim Bosch - Magistrado

19/12/19

eldiario.es

1.- La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) supone una clara desautorización jurídica al Tribunal Supremo español. Esta resolución cuestiona diversas decisiones judiciales adoptadas en relación con Junqueras, pero además puede provocar consecuencias de enorme relevancia en otros ámbitos. Lo que indica la justicia europea es que Junqueras gozaba de inmunidad desde que fue proclamado eurodiputado electo. Y ello implicaba que el Tribunal Supremo debería haberle permitido su toma de posesión y los trámites de incorporación al Parlamento Europeo, sin perjuicio de solicitar ante dicha cámara la suspensión de su inmunidad.

2.- El Tribunal Supremo deberá responder ahora a una pregunta fundamental, que se deriva directamente de la sentencia del TJUE y que ya se ha planteado en las actuaciones. ¿Cómo pudo ser condenado alguien que gozaba de una inmunidad que impedía dicha condena? Además, fue condenado sin que nuestro alto tribunal esperase la respuesta a una cuestión prejudicial que él mismo había formulado al órgano judicial europeo. Según la letra de la resolución del tribunal de Luxemburgo, la respuesta jurídica más literal lleva a la declaración de nulidad del fallo condenatorio contra Junqueras. No podía haber sido condenado, según el ordenamiento jurídico vigente, por lo que se habrían vulnerado reglas esenciales de procedimiento que habrían causado indefensión a Junqueras.

La declaración de nulidad implicaría su inmediata puesta en libertad y su incorporación a sus funciones parlamentarias, sin perjuicio de las actuaciones que realizara el Tribunal Supremo para reclamar a la eurocámara la suspensión de su inmunidad. Es cierto que, a la vista de sus actuaciones precedentes, nuestro alto tribunal podría considerar que la contravención de las normas europeas sobre inmunidad no resulta suficiente vulneración de derechos como para declarar dicha nulidad. Pero es igualmente cierto que su decisión será revisada con posterioridad por la jurisdicción europea.


3.- La nulidad difícilmente supondría dejar sin efecto el juicio, pues se celebró antes de que Junqueras fuera proclamado parlamentario europeo y gozara de inmunidad. Por otro lado, me parece dudoso que la nulidad pudiera alcanzar a otras personas condenadas a las que no afectaba la referida inmunidad, ya que en este ámbito no se habrían vulnerado sus derechos. Sin embargo, otra consecuencia importante de la sentencia sería la aplicación de sus criterios jurídicos a Puigdemont, el cual también está ejerciendo sus propias acciones ante el tribunal europeo. Si la inmunidad despliega sus efectos desde la proclamación de los eurodiputados, resulta más que previsible que la justicia europea reconozca también esta protección para Puigdemont. Y ello implicará que este no pueda ser detenido ni perseguido judicialmente en España, mientras el parlamento europeo no deje sin efecto su inmunidad.

4.- Debe recordarse que inmunidad no significa impunidad. Por ejemplo, no se trata de que cualquier persona pueda cometer delitos sin consecuencias penales por el hecho de ser elegido parlamentario. Algo así sería absurdo. La inmunidad supone una garantía para reforzar la separación de poderes. Con ella se pretende que no se puedan producir persecuciones policiales o judiciales sin justificación que puedan alterar el resultado de la voluntad popular en unas elecciones. Una vez el parlamento correspondiente verifique el fundamento de una actuación judicial, a través del suplicatorio o petición formulada por el órgano judicial, podrán continuar las actuaciones penales contra un diputado.

Puede parecer que la falta de cumplimiento de estos requisitos representa una cuestión menor. Sin embargo, estamos hablando de garantías básicas en un Estado de Derecho. No resulta coherente exigir (con razón) a los dirigentes independentistas el cumplimiento del ordenamiento jurídico y luego apoyar que nuestros tribunales cometan infracciones sobre normas esenciales.

5.- A pesar de algunas reacciones desaforadas contra la sentencia, que aseguran que nos quieren imponer decisiones desde fuera, debemos recordar que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea no es un órgano judicial foráneo. También es un tribunal español, porque somos europeos y formamos parte de la Unión Europea. Es un órgano judicial que forma parte de nuestro sistema de derecho y no dicta sus resoluciones desde Australia o Japón. Es el máximo intérprete de las normas comunitarias europeas y las leyes españolas establecen que el poder judicial de nuestro país está vinculado a sus decisiones. Entre los 15 jueces que han dictado esta sentencia, se encontraba también una magistrada española.

Además, la justicia europea supone un significativo punto de referencia. Frente a la pasión con la que en un país concreto se pueden afrontar determinadas situaciones, las instituciones judiciales comunes ofrecen una mirada más analítica y distanciada de los conflictos, para generar unos estándares compartidos mínimos en materia de derechos y libertades. Ya sabemos lo que supone retroceder a tiempos en los que España no formaba parte de los organismos europeos. Esta sentencia del TJUE profundiza en el refuerzo de garantías, derechos y valores democráticos. Ante dicha resolución no valen falsos patriotismos irracionales. Al contrario, de manera constructiva, deberíamos ampliar nuestra perspectiva crítica sobre las decisiones referentes al Procés que puedan resultar discutibles.


La chapuza del Tribunal Supremo lo deja con el "culo al aire"


El problema es el Tribunal Supremo que tenemos

La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea es un varapalo sin muchos precedentes contra el máximo organismo de la justicia de un país democrático
Ha sacado a la luz sus limitaciones y amaños, dejando una vez más muy mal parada a la justicia española a los ojos de Europa


19/12/19

eldiario.es


Sólo dos meses después de la sentencia sobre el procés se ha confirmado lo que se sospechaba desde un principio: que el poderoso juez Manuel Marchena no era tan justo e imparcial como muchos pretendían. Con un añadido: que tampoco es un genio en el manejo de los instrumentos jurisprudenciales. El Tribunal de Justicia de la UE ha sacado a la luz sus limitaciones y amaños, dejando una vez más muy mal parada a la justicia española a los ojos de Europa.Y ahora la pregunta es cuánto tardará el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en concluir que el juicio mismo contra el independentismo se pareció algo a una farsa. Si no es que antes el Constitucional español no aporta más en ese sentido.

La sentencia del TJUE es un varapalo sin muchos precedentes contra el máximo organismo de la justicia de un país democrático. Marchena no sólo vulneró el derecho de Oriol Junqueras a asumir su condición de parlamentario europeo tras permitirle participar en las elecciones al mismo, sino que lo sentenció antes de conocer la opinión del TJUE sobre la cuestión prejudicial de ese asunto que el propio Supremo había elevado.

Son dos irregularidades muy graves y que podrían comportar sanciones muy serias si alguien se atreviera a meterse con nuestro juez estrella. Pero eso hoy por hoy no parece posible. Y si no, mírese el caso de Carlos Lesmes, que sigue presidiendo el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Supremo después del escándalo de las idas y venidas de la sentencia sobre las hipotecas en el que Lesmes tuvo un papel no secundario.

Pero más allá de eso, ¿por qué Marchena se atrevió a tomar iniciativas tan arriesgadas? Sólo caben dos explicaciones. Una, que no creyó que el TJUE llegaría a tanto. Y ahí metió la pata hasta el fondo, indicando que sabrá mucho de cómo moverse por los entresijos de la justicia española pero que ignora buena parte de los usos y costumbres de las más altas instancias de la europea. Y, sobre todo, que indica desconocer que entre las élites de nuestro continente, incluso en sectores de las conservadoras, la respuesta judicial al procés nunca ha sido bien vista. Pues se cree que un asunto como ese no debería haber sido abordada por los tribunales, sino por la política.

La otra razón por la que Marchena decidió atentar contra los derechos de Junqueras es que el cierre definitivo del juicio, con la terrible sentencia, era su prioridad absoluta, al cual cabía sacrificar cualquier escrúpulo procedimental o democrático. Y el final tan poco ejemplar del proceso lleva inevitablemente a preguntarse si todas las iniciativas judiciales adoptadas contra los líderes independentistas no han estado marcadas por una decisión inicial y firme de propinarles un castigo ejemplar. A la que más tarde se fue añadiendo toda la parafernalia jurisprudencial necesaria para llevarlo a cabo.

Cabe recordar que la querella presentada por el entonces fiscal general José Manuel Maza pocos días después del 1 de octubre de 2017 fue prácticamente asumida como propia por Marchena y su tribunal y, por supuesto, por los fiscales del Supremo. Los mismos que ayer tardaron tres minutos en leerse la sentencia del TJUE para concluir que no había que hacerle caso alguno y los que durante la vista oral lucieron su saña inquisitorial contra los procesados, no precisamente acompañada de mucha brillantez ni eficacia profesional.

La iniciativa de Maza fue entendida por algunos como un acto de rabia, seguramente inducido por el gobierno Rajoy, ante el fracaso del operativo montado para impedir el referéndum y de la que el ataque masivo contra los colegios electorales seguramente también era expresión.

El juez Llarena siguió esa línea sin modificarla un ápice. Marchena condujo su proceso sobre esas mismas bases. Al final se vio obligado a retirar la acusación de rebelión porque era demasiado escandalosa, pero dictó unas condenas brutales. Así cumplió con su cometido. Respetando aparentemente todas las normas. Este jueves se ha visto que no era así.

El gobierno tiene ahora una patata caliente en sus manos. El TJUE y el presidente del Parlamento Europeo le han pedido que aplique la sentencia. Esto es, que permita a Oriol Junqueras recibir su nombramiento y ocupar su escaño. Si no actúa en esa dirección Pedro Sánchez puede no ser investido porque Esquerra Republicana no va a mirar para otro lado.

Sorprende que la hipótesis de que algo así ocurriera no hubiera sido tenida en cuenta por los medios de comunicación. Pero mucho más que eso inquieta la incógnita de qué va a hacer el Gobierno con la actual cúpula judicial y con el Tribunal Supremo en particular. Porque un país democrático normal no puede tener a personas como Marchena y como Lesmes, y unos cuantos más, mandando en la estructura judicial.

Sobre todo si por una cobardía suprema o por incapacidad manifiesta para cumplir sus obligaciones, el poder político, el que en su momento representaba Mariano Rajoy y el PP, delega en el judicial la solución de un problema político tan característico y grave como el catalán. Porque por esa vía nunca se van arreglar las cosas, ya que el poder judicial está compuesto por las personas que el poder político ha seleccionado y porque no pocos de nuestros magistrados están demasiado imbuidos de sus convicciones ideológicas como para ser un árbitro en esas cuestiones.

Casi lo de menos ahora es lo que pueda pasar con la investidura. Que puede salir si Sánchez no vuelve a su dogmatismo antinacionalista de hace pocos meses, si comprende que no es momento de defender a Marchena por encima de la evidencia. Más importante que eso es que la política se apreste a acabar con la disfuncionalidad que supone una parte significativa de nuestro poder judicial. Que puede llegar hasta a acabar con nuestra democracia, como la crisis catalana está empezando a demostrar. Se puede hacer. Hace falta coraje. Aunque también inteligencia.


Oriol y su sentencia.


Sobre la sentencia de Junqueras: ha pasado lo que tenía que pasar

La decisión del Tribunal Supremo de impedir que Oriol Junqueras adquiriera la condición de diputado europeo estaba condenada al fracaso porque era radicalmente incompatible con el principio de legitimidad democrática 


eldiario.es

19/12/19

Para evitar confusiones, sigamos el orden que se tiene que seguir.

1. Oriol Junqueras estaba en posesión de todos sus derechos constitucionales en el momento en que fueron convocadas las elecciones al Parlamento Europeo. Estaba en prisión provisional, pero no existía ninguna sentencia firme que le privara del ejercicio del derecho de sufragio activo y pasivo.

2. Oriol Junqueras fue proclamado candidato por la Junta Electoral Central (JEC) dentro de la lista correspondiente, certificándose de esta manera que reunía los requisitos legalmente exigidos para ello.

3. Celebradas las elecciones el 26 de mayo, la JEC procedió a la proclamación provisional de Oriol Junqueras como candidato electo, sin que se interpusiera ningún recurso contra la misma.

4. El 13 de junio, tras el recuento general, la JEC procedió a la proclamación definitiva, ordenando su publicación en el BOE.

Es obvio que si un ciudadano concurre a unas elecciones porque puede hacerlo y es elegido, posteriormente no puede impedírsele acudir a la sede de la JEC para prometer o jurar la Constitución, privándosele de esta manera del escaño obtenido mediante el voto de los ciudadanos. No es admisible que se permita a un ciudadano participar como candidato en unas elecciones y que no se le permita ocupar el escaño para el que ha sido elegido. 

Esto tan obvio es lo que el Tribunal deJusticia de la Unión Europea (TJUE) ha venido a reconocer en la sentencia conocida este jueves. Oriol Junqueras es miembro del Parlamento Europeo desde el 13 de junio, cuando se hizo la proclamación definitiva por la JEC. Desde ese día tenía que haber cesado la prisión provisional, de tal manera que pudiera acudir a la sesión constitutiva del Parlamento Europeo. Para continuar procediendo penalmente contra él, el Supremo tendría que haber solicitado el suplicatorio al Parlamento Europeo y haber esperado la respuesta de este.

El TJUE sanciona el comportamiento fraudulento del Tribunal Supremo de permitir a Oriol Junqueras participar en unas elecciones, pero no aceptar el resultado de las mismas. Oriol Junqueras es diputado europeo desde el 13 de junio, haya jurado o prometido la Constitución o no. Desde entonces debería estar en libertad y poder participar en las sesiones del Parlamento Europeo. Sobre esto no existe duda.

Lo que queda por decidir es si el Tribunal Supremo pudo dictar la sentencia que dictó el 14 de octubre condenando a Oriol Junqueras por delito de sedición. Esta era la cuestión que suscitaba en las dos últimas líneas de sus Conclusiones el Abogado General.

Porque el Supremo cometió un segundo fraude al elevar la cuestión prejudicial al TJUE y no esperar la respuesta de este para dictar sentencia. Temiendo que el TJUE decidiera que Oriol Junqueras era miembro del Parlamento Europeo y que el Tribunal Supremo tenía que ponerlo en libertad y solicitar el suplicatorio para poder continuar procediendo penalmente contra él, no esperó la respuesta y dictó sentencia el 14 de octubre, es decir, el mismo día en que se celebró la vista sobre la cuestión prejudicial en el TJUE.

Con esta conducta el TS corría el riesgo de que el TJUE acabara diciendo que Oriol Junqueras era diputado europeo y portador por tanto de la inmunidad propia de quien ostenta esa condición y que, en consecuencia, el TS no podía dictar sentencia contra él sin solicitar previamente el suplicatorio al Parlamento. El tribunal corría el riesgo de que la sentencia acabara siendo nula de pleno derecho por haber sido dictada contra quien el Supremo no podía dictarla en ese momento.

Sobre este segundo fraude la sentencia del TJUE conocida este jueves no dice nada, pero tendrá que acabar diciendo algo, porque la defensa de Oriol Junqueras solicitará sin duda la nulidad al TS y, dependiendo de la respuesta de este, volverá al TJUE.

Esto se va a empezar a analizar en los cinco días que el TS ha dado de plazo a las partes para que se pronuncien sobre las consecuencias que se deben extraer de la sentencia del TJUE conocida este jueves. 

Atentos.