El
papa nazi y los supervivientes del Golpe de Estado Fascista en España
de 1936 (Matías Borrego)
Si
alguien desea especializarse en hipocresía y cinismo es bueno que se
lea este discurso radiofónico del papa nazi Eugenio Pacelli, alias
Pío XII. No obstante, si por el contrario, el interés es detectar
la falsedad y crueldad disfrazadas al igual que el clero se disfraza
con sus faldas para disimular que son seres desnaturalizados, también
es bueno que se lea este discurso que no resiste la más mínima
visión de humanismo y que canta que es un crimen de lesa humanidad;
justificado por Eugenio Pacelli, iluminado por las palabras
celestiales del Dios del Vaticano, mediante las terrenales palabras
de este baranda supremo de la Peste Ensotanada. Aporto mis
comentarios al discurso para tratar de darle más contenido a este
artículo.
Vamos
a observar los significados de estas manifestaciones de alegría que
cuadran con el regocijo de los que están en los cielos con el Dios
del Vaticano disfrutando la quintaesencia de las entelequias.
Alegrías son para los ensotanados las cantidades de poder, dineros y
propiedades en sus manos de acumular y acumular en la gracia de Dios.
Nos
vamos a ceñir al discurso de regocijo y pasión sobre la victoria
fascista en España. Discurso que soltó este ensotanado cruel,
hipócrita y el más despreciable de todos los papas del Vaticano,
nada comparable a la peor gentuza de los Estados Pontificios hasta
ahora, como el papa san Dámaso, Gregorio I, Hildebrando
Aldrobrandeschi, alias Gregorio VII, Lotario di Conti, alias
Inocencio III, Teofilatto, alias Benedicto IX, Octaviano, alias Juan
XII, Cybo, alias Inocencio III, Rodrigo Borja, conocido como el papa
Borgia, alias Alejandro VI, Guliano della Rovere, alias Julio II,
Pietro Carafa, alias Pablo IV, Antonio Ghislieri, alias san Pío V,
Mastay Ferraty, alias beato Pío IX. Se podrían incluir más, pero
os aseguro que estos no tienen desperdicio. El famoso papa Borgia se
queda pequeño al lado de estos ases de la Puta de Babilonia. Así
llamaban los cátaros a los Estados Pontificios. Al papa Borgia por
ser español los italianos le airearon toda la corrupción y vicios
en los que profusamente muchos los papas nadaban.
Comienzan
las palabras del papa más ruin de la despiadada historia de la
Iglesia, el que deja a al Torquemada ladrón y asesino como un
aprendiz:
“Con
inmenso gozo Nos dirigimos a vosotros, hijos queridísimos de la
Católica España, para expresaros nuestra paterna congratulación
por el don de la paz y de la victoria, con que Dios se ha dignado
coronar el heroísmo cristiano de vuestra fe y caridad, probado en
tantos y tan generosos sufrimientos.”
Desde
luego que hubo muchos sacrificios, pero sólo para que los
capitalistas, caciques y terratenientes españoles lograran los
objetivos de sus intereses, pues para eso habían financiado un golpe
de estado donde invirtieron, a la vez que contó con créditos que
después se tuvieron que comenzar a devolver a partir de la
postguerra. Financiación para semejante crimen.
De
momento España esta aligerada de unos setecientos mil españoles
menos que ha provocado el golpe de estado fascista, entre los que se
encuentran unos cientos de miles de cristianos, pero no sólo de los
que murieron por conseguir que Franco establezca su dictadura
criminal en España, sino que también cientos de miles de creyentes
católicos murieron defendiendo la República española y la
democracia; dentro de los que lucharon en el Frente Popular y de la
derecha del País Vasco y de la derecha catalana nacionalista, entre
los cuales se encuentran los curas que fusila Franco y algún otro
más que no tragaba con el fascismo, como también los curas y las
monjas que mueren en los bombardeos fascistas sobre Durango.
Va
a comenzar en España la paz de los cementerios. El gozo de Pacelli
obvia todos esos cientos de miles de muertos. El gozo de Pacelli no
declarado es que la Iglesia va a disfrutar de muchas más prebendas
de las que está acostumbrada. Más dinero, más poder y más control
sobre la España hambrienta y arruinada. Después probaron esas
exquisiteces también el pueblo alemán, italiano, croata y eslovaco
con Hitler, Mussolini, Ante Palevic y Joseph Tiso, que perdieron sus
guerras; pero esa misma guerra la ganaron antes los fascistas de
España y los curas van a sacar tajada. Aún quedaron por asesinar
unos cuarenta mil españoles más en los piquetes del fusilamiento,
por el garrote vil, el hambre, y los malos tratos en las cárceles
fascistas.
“Anhelante
y confiado esperaba Nuestro Predecesor, de s. m., esta paz
providencial, fruto sin duda de aquella fecunda bendición, que en
los albores mismos de la contienda enviaba «a cuantos se habían
propuesto la difícil y peligrosa tarea de defender y restaurar los
derechos y el honor de Dios y de la Religión» [1]; y Nos no dudamos
de que esta paz ha de ser la que él mismo desde entonces auguraba,
«anuncio de un porvenir de tranquilidad en el orden y de honor en la
prosperidad» [2].”
La
paz de los cementerios es deseada por Pacelli para un porvenir de
tranquilidad, orden y honor para los bolsillos fascistas y los
bolsillos sin fondo de la Peste Ensotanada, ya que se han defendido
los derechos y el honor del Dios del Vaticano, respaldados por los
privilegios y los dineros de los curas; pues los derechos de Dios son
los derechos de los curas, sus derechos, como esos de seguir
embruteciendo a las personas con su retrógrada enseñanza y arruinar
la cultura en España, que la Segunda República Española había
tratado de llevar adelante. De hecho, nuestra República creo miles
de escuelas más. El fascismo se encargaría de destruirlas y
ponernos al Opus Dei como unos gestores más de la enseñanza
fascista.
“Los
designios de la Providencia, amadísimos hijos, se han vuelto a
manifestar una vez más sobre la heroica España. La Nación elegida
por Dios como principal instrumento de evangelización del Nuevo
Mundo y como baluarte inexpugnable de la fe católica, acaba de dar a
los prosélitos del ateísmo materialista de nuestro siglo la prueba
más excelsa de que por encima de todo están los valores eternos de
la religión y del espíritu. La propaganda tenaz y los esfuerzos
constantes de los enemigos de Jesucristo parece que han querido hacer
en España un experimento supremo de las fuerzas disolventes que
tienen a su disposición repartidas por todo el mundo; y aunque es
verdad que el Omnipotente no ha permitido por ahora que lograran su
intento, pero ha tolerado al menos algunos de sus terribles efectos,
para que el mundo viera, cómo la persecución religiosa, minando las
bases mismas de la justicia y de la caridad, que son el amor de Dios
y el respeto a su santa ley, puede arrastrar a la sociedad moderna a
los abismos no sospechados de inicua destrucción y apasionada
discordia.”
El
cinismo de Pacelli vuelve a pasar por alto los cientos de miles de
cristianos que Franco ha asesinado por no ser fascistas, a los que el
clero coloca en el rol de los ateos, a aquellos que se oponían a los
privilegios de los curas y a aquellos que deseaban una España mejor
con más justicia, más educación, más sanidad y más libertad;
aquellos que conocieron las crueldades, zafiedad y expolio
generalizado de lo que es capaz la Iglesia católica, apostólica,
romana y pederasta, junto con sus amigos los fascistas, para seguir
disfrutando de sus prebendas con inmenso gozo. Fascistas y curas
trabajando con el crimen y el robo a favor de los capitalistas
españoles, sus amos.
En
este párrafo Pacelli deja de manera muy clara que su mayor enemigo
es la modernidad, la democracia a la que siempre se la han tenido
jurada los ensotanados, desde los tiempos del papa Barnaba, alias Pío
VII cuando aconteció la Revolución Francesa.
Las
víctimas causadas por la República, refiriéndose a los fascistas
desarmados, teniendo en cuenta que la República nunca planeó un
exterminio sistemático de los fascistas, no habrían llegado a tal
condición de víctimas, si no hubiera habido el Golpe de Estado
Fascista y seguro que todas esas víctimas hubieran continuado
viviendo. Tocaba el trabajo de los fascistas y los curas de convertir
a los asesinos que murieron matando por los intereses de los
capitalistas españoles en víctimas dignificadas.
“Persuadido
de esta verdad el de santo pueblo español, con las dos notas
características de su nobilísimo espíritu, que son la generosidad
y la franqueza, se alzó decidido en defensa de los ideales de fe y
civilización cristianas, profundamente arraigados en el suelo de
España; y ayudado de Dios, «que no abandona a los que esperan en Él
(Jdt 13, 17) supo resistir al empuje de los que, engañados con lo
que creían un idea humanitario de exaltación del humilde, en
realidad no luchaban sino en provecho del ateísmo.”
La
sabandija de Pacelli, en vez de decir que el fascismo se levanta
contra el régimen demócrata legalmente reconocido, mete al pueblo
español por medio, el que va a sufrir hambre, enfermedades, pobreza
y desesperación en una larga posguerra, mientras que los fascistas
van a comenzar a amasar fortunas gracias al estraperlo y la
corrupción generalizada que Franco consiente; para ayudarse a
mantenerse él en el poder como sicario asesino del capitalismo
español, alemán, italiano, croata, rumano y eslovaco, siempre
ayudado por el fascismo clerical. Además, Eugenio Pacelli, alias Pío
XII, sigue insistiendo en llamar ateos a aquellos de diferentes
ideologías, tanto de derechas como de izquierdas y tanto católicos
como no católicos, que lucharon por la república. Y en las
sucesivas décadas de apoyo a los diferentes golpes de estado
fascista, la Iglesia pasa a llamar comunistas, al igual que los
fascistas, a todos aquellos que se oponen a la tiranía y al crimen
bendecida y bendecido por los curas. Lo de ateos ya se había quedado
desfasado.
“Este
primordial significado de vuestra victoria Nos hace concebir las más
halagüeñas esperanzas, de que Dios en su misericordia se dignará
conducir a España por el seguro camino de su tradicional y católica
grandeza; la cual ha de ser el norte que oriente a todos los
españoles, amantes de su Religión y de su Patria, en el esfuerzo de
organizar la vida de la Nación en perfecta consonancia con su
nobilísima historia de fe, piedad y civilización católicas.”
Toda
esta serie de palabras del papa más cruel de la Puta de Babilonia,
vacías, hipócritas y de psicópata en éxtasis vienen a decir que
el Dios del Vaticano se traduce en lo que a los curas se les pase por
la entrepierna, imponiendo su moral retrógrada e interesada en sus
negocios pecuniarios acompañada de la España fascista y dictatorial
encabezada por un asesino: Francisco Franco, caudillo de España por
la gracia del Dios del Vaticano, por la financiación capitalista ,
entre otros muchos del banquero Juan March, el apoyo de la
Internacional Negra, y de los nazis alemanes, los fascistas
italianos, rumanos, eslovacos, portugueses y los otros fascistas
ocultos; como Churchill, el inglés y Roosevelt el nazi-yanki, cuando
aislaron a la República Española para que no pudiera defenderse;
sobre todo cuando ese nazi-yanki dejó que la Texaco suministrara a
Franco toda la gasolina que necesitaba. El negocio es el negocio y
los hijos de puta son los hijos de puta.
El
Dios del Vaticano, sinónimo de fascismo clerical será la ideología
de estercolero que arrastrará a España por el largo camino ruinoso
de la autarquía, la corrupción y la represión hasta nuestros días.
Aún sufrimos, ayudados por el Psoe y Sumar, en España a los
neofascistas corruptos de los rancios fascistas ladrones y asesinos
de Franco, como Vox, Ciudadanos en su día, PP y las mafias judicial,
mediática, militar, policial y la de los mentecatos, palabra
procedente del latín: “mente captus” que se puede traducir por
“privado de la mente tomada”
“Por
esto exhortamos a los Gobernantes y a los Pastores de la Católica
España, que iluminen la mente de los engañados, mostrándoles con
amor las raíces del materialismo y del laicismo de donde han
procedido sus errores y desdichas y de donde podrían retoñar
nuevamente. Proponedles los principios de justicia individual y
social, sin los cuales la paz y prosperidad de las naciones, por
poderosas que sean, no pueden subsistir, y son los que se contienen
en el Santo Evangelio y en la doctrina de la Iglesia.”
Para
que ciertas naciones no puedan subsistir ya se encargan los fascistas
con las bendiciones de los curas, como han destruido los fascistas
del gobierno de EEUU a Iraq, entre otras cuantas naciones. Más
represión sobre los supervivientes del genocidio franquista. A los
que quedaron vivos se les trata de engañados y se les dice que se
olviden de la libertad, pues ésta es arrollada por el fascismo
clerical que no admite otros dictámenes que no sean los de los más
ricos y de los curas. A estos sojuzgados les espera la educación
fascista, la represión mental, la coacción psicológica, el
chantaje moral, la confusión, la ignorancia, la incultura y la falta
de perspectivas, entre los rezos de los curas, el recuerdo de la
guerra y las amenazas de volver a otra guerra civil y a las viejas
desgracias que no se habían ido. Rebuznan los fascistas ¡España,
una, España, grande, España libre! Y tu puta madre también.
“No
dudamos que así habrá de ser, y la garantía de Nuestra firme
esperanza son los nobilísimos y cristianos sentimientos, de que han
dado pruebas inequívocas el Jefe del Estado y tantos caballeros sus
fieles colaboradores con la legal protección que han dispensado a
los supremos intereses religiosos y sociales, conforme a las
enseñanzas de la Sede Apostólica. La misma esperanza se funda
además en el celo iluminado y abnegación de vuestros Obispos y
Sacerdotes, acrisolados por el dolor, y también en la fe, piedad y
espíritu de sacrificio, de que en horas terribles han dado heroica
prueba las clases todas de la sociedad española.”
El
agradecido de Pacelli les otorga a Franco y a los demás asesinos del
pueblo español sentimientos nobles y cristianos, algo muy dispar
entre sí. Nobleza y cristianismo son contrarios, a no ser que la
nobleza se refiera, que se refiere, a los fascistas criminales
defendiendo las granjerías y negocios de la Iglesia, considerados
dentro de la nobleza medieval. Y Pacelli no es que quiera ser
agradecido, es que formula un reconocimiento que ha redundado en su
provecho que formula por motivos políticos y de apoyo que le
solicitan los fascistas para imponer una moral apañada a los
intereses de los capitalistas, que a la vez es apañada a las
granjerías de los curas.
Elogios
a todos aquellos que participaron en la masacre de los republicanos,
tapando el intenso dolor que causa el fascismo, sobre todo contra los
más desfavorecidos. Hubo también miles de fascistas que murieron
cuando andaban asesinando a los republicanos, pasando también a ser
víctimas a su vez del fascismo. Y eso no quita responsabilidades de
algunos republicanos cuando esta gentuza fuera asesinada estando
desarmada.
“Y
ahora ante al recuerdo de las ruinas acumuladas en la guerra civil
más sangrienta que recuerda la historia de los tiempos modernos, Nos
con piadoso impulso inclinamos ante todo nuestra frente a la santa
memoria de los Obispos, Sacerdotes, Religiosos de ambos sexos y
fieles de todas edades y condiciones que en tan elevado número han
sellado con sangre su fe en Jesucristo y su amor a la Religión
católica: «maioremem hac dilectionem nemo habet», «no hay mayor
prueba de amor” (Jn 15, 13).”
Vaya,
si no hubieran apoyado un golpe de estado tan asesino y cruento todos
esos a los que les ha costado la vida, seguro que habrían fallecido
de muerte natural. “Mairem hac odii nemo habet”, la mayor prueba
del odio. No hay mayor prueba de odio que la sublevación militar
apoyada por los curas para defender los intereses capitalistas, a la
vez que los privilegios de los curas y las recompensas a los
fascistas por mantener con las armas criminales la no reforma
agraria, la no reforma de la enseñanza y mantener los salarios de
hambre de la mayoría de los españoles, para así los capitalistas
españoles pillar ranking en el capitalismo mundial. El capitalismo
saqueador y criminal.
Unas
cuantas crueldades concretas de los curas apoyando a los fascistas ya
las menciono en otras historias, comenzando por la jerarquía y
acabando en la mayoría de los curas más bajos. En el País Vasco ya
queda constatado que el clero apoyó la república y catorce
sacerdotes fueron fusilados por Franco, sin que esa jerarquía
fascista clerical hiciera nada para evitarlo. Añado un fragmento de
un artículo para más inri del historiador Julián Casanova:
“La
historia de la Iglesia como en todos los lugares, países y
civilizaciones, siempre está con el poderoso, con el opresor con el
que le da dinero y privilegios. En España las tres guerras Carlistas
fueron financiadas por las sotanas. Y muchos más hechos delatan con
quién está el clero, quien tiene un odio especial a la enseñanza
laica. Así el 13 de octubre de 1909, bajo el pontificado de Giuseppe
Melchiorre Sarto, alias San Pío X, fue fusilado Francisco Ferrer
Guardia fundador anarquista de la Escuela Moderna a instancias del
clero y la oligarquía catalana tras un juicio carente casi en
absoluto de garantías procesales. Se le culpó de ser el cabeza de
la revuelta conocida como la Semana Trágica y se le condenó a
muerte sin haber participado en estos disturbios en contra de la mala
situación de los obreros y de las injustas incorporaciones a filas
de los más pobres para ir a quitarles territorios y matarlos si
hacía falta a los marroquíes, en las guerras coloniales españolas.
La Iglesia de Roma sobre todo lo que más temía era perder el
monopolio de la enseñanza en España, enseñanza deficiente y
oscurantista. Lo fusilaron con ganas”
-ARTÍCULO
DE “EL PAÍS” EL 11/08/2009. JULIAN CASANOVA. CATEDRÁTICO DE
HISTORIA CONTEMPORÁNEA EN LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA
Continuamos
deleitándonos con la lengua viperina y repugnante de Eugenio
Pacelli, alias Pío XII, la rata más putrefacta en la larga y
criminal historia de la repugnante Iglesia católica, pederasta y
romana:
“Reconocernos
también nuestro deber de gratitud hacia todos aquellos que han
sabido sacrificarse hasta el heroísmo en defensa de los derechos
inalienables de Dios y de la Religión, ya sea en los campos de
batalla, ya también consagrados a los sublimes oficios de caridad
cristiana en cárceles y hospitales.”
No
está mal una mención para los caídos por el Dios del Vaticano, por
la España fascista y sobre todo por el poder de Franco sicario del
capitalismo español; una mención para todos aquellos que nunca
tendrían la posibilidad de conocer la fortuna ni de Raimundo ni de
Girón, ni se enriquecerán con el estraperlo; de los cuales miles de
sus cadáveres serán enterrados junto con los de otros muchos
republicanos en el valle de Cuelgamuros, en la cruz fascista por
antonomasia, el Valle de los Caídos. Esos dos eran dos falangistas.
Girón era un pistolero en activo de este grupo paramilitar. La
falange está inspirada en el fascismo italiano del Duce Mussolini;
teniendo ahora el Duce a Georgia Meloni seguidora suya, declarándolo
ella, a quien el señor Pedrito el Lameculos de los fascistas de Vox
y PP del Psoe, le acaba de dar la medalla de la asesina de Isabel la
Católica. Con esto da por bueno Pedro Sánchez, el que se dice ser
socialista. que aquellos bombardeos de la aviación italiana sobre
ciudades españolas, el asesinato del socialista italiano, Giacomo
Mateoti, los soldados puestos a las órdenes de Franco por Mussolini
y de éste la financiación que recibió están bien; a la espera el
señor Pedrito, el que habla como los pijos de Serrano, de recibir su
sillón en alguna empresa tras una puerta giratoria. Ese Girón se
dedicaba a dar golpes de mano contra los republicanos. Girón era uno
de esos asesinos antes del Golpe de Estado fascista, su jefe José
Antonio Primo de Rivera fue fusilado por la República, tras un
juicio de acuerdo a las leyes vigentes. Este señorito pistolero
murió como un hipócrita fascista repugnante diciendo: “Ojalá la
última sangre derramada sea la mía”. Él, que se había pasado
muchos años organizando y azuzando la violencia casi siempre contra
los más pobres. Y, cuando lo van a matar a él, comprende la
crueldad de la violencia. Demasiado tarde cretino falangista,
ricachón asqueroso.
“Ni
podemos ocultar la amarga pena que nos causa el recuerdo de tantos
inocentes niños, que arrancados de sus hogares han sido llevados a
lejanas tierras con peligro muchas veces de apostasía y perversión:
nada anhelamos más ardientemente que verlos restituidos al seno de
sus familias, donde volverán a encontrar ferviente y cristiano el
cariño de los suyos. Y aquellos otros, que como hijos pródigos
tratan de volver a la casa del Padre, no dudamos que serán acogidos
con benevolencia y amor.”
¡Qué
palabras conmovedoras para unos desgraciados niños! Los niños
arrancados de sus hogares afortunadamente estaban lejos de los curas,
a los que en su mayoría les habían sido arrancados sus padres en
los paredones de fusilamientos fascistas o “fusiladeros”
fascistas, con balas fascistas y clericales, con rezos del rosario al
ritmo del tableteo de los fusiles y las ametralladoras, contra esos
demócratas que los curas llaman los sin Dios, contra los
republicanos españoles, contra los que lucharon por un mundo mejor.
Dejen
a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de
los Cielos pertenece a los que son como ellos" (Mateo 19,13-15)
La propaganda cristiana también se acuerda de los niños. Sí de
esos niños a cuyos padres a parte de asesinarlos los proyectiles
fascistas también eran asesinados por el garrote vil, de hambre y de
enfermedades, como a la vez a muchos de ellos también les fueron
robados sus bienes, como en los mejores tiempos de la Inquisición
torturando y asesinando herejes. ¿Y cuántos niños serían robados
en hospitales gracias a las monjas y vendidos a familias pudientes?
“Y cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que
creen en mí, mejor le fuera si le hubieran atado al cuello una
piedra de molino de las que mueve un asno, y lo hubieran echado al
mar” (Marcos 9:42).
Los
curas, cuando la palmó este criminal y nazi de Pacelli, nos
colocaron de papa bueno como indico en otro artículo, al que legisla
proteger a los curas pederastas, Giuseppe Roncalli, alias Juan XXIII.
Como
las reses marcadas con el hierro candente, son los niños para la
Internacional Negra a quienes se les marca con el bautismo, con las
enseñanzas candentes reductoras de cerebros de los hechiceros del
Vaticano; para que sea mucho más fácil que desde pequeños vean
bien que los curas se forren de dineros y propiedades, como algo
natural y que no haya que decirles nada ni actuar contra ese
enriquecimiento que va en contra de todos, al sernos robados dineros
estatales de educación, sanidad y otras necesidades.
Muchos
niños de la posguerra estuvieron en los orfanatos de Auxilio Social
franquista para ser torturados con rezos, rosarios y loas al Dios del
Vaticano, además de sufrir lo mismo que sus padres malos tratos,
hambre y humillaciones morales. Y ésta es la benevolencia y amor de
Pacelli y de sus travestidos, los curas, como payasos siniestros.
También
hubo los asesinatos de niños, mujeres y hombres con los bombardeos
de las ciudades republicanas por los fascistas, modalidad que
aportaron al mundo moderno. El bombardeo sobre ciudades para
desmoralizar a la población y que ésta presionara a los
combatientes para que dejasen las armas. Comenzaron tales prácticas
criminales en España y las copiaron los nazis para hacer más tarde
profusión de ese sistema de bombas y bombas de los fascistas y rezos
y rezos de los curas por ver a Dios nacer. Los aliados también se
apuntaron al mismo carro sobre las ciudades alemanas en cuanto
tuvieron la ocasión.
Además,
miles de bebés fueron encerrados con sus madres en las cárceles
fascistas, donde podían ser robados para traficar con ellos. El
clero tuvo mucho que ver en esos robos de bebes. Estas madres, como
las demás mujeres capturadas, aún sufrieron peores tratos que los
hombres por el hecho de ser mujeres. Vallejo Nájera era un
psiquiatra basado en el modelo nazi para reeducar a los hijos de los
rojos. Las monjas especialmente sádicas entran también en el rol de
los torturadores franquistas. Debieron de aprender de su masoquismo,
pues esa anormalidad hay que sufrirla para meterse a monja en el
reino de los curas y de los fascistas. Mujer y monja, la represión
curil multiplicada cuando se trata de mujeres.
“A
Vosotros toca, Venerables Hermanos en el Episcopado, aconsejar a los
unos y a los otros, que en su política de pacificación todos sigan
los principios inculcados por la Iglesia y proclamados con tanta
nobleza por el Generalísimo: de justicia para el crimen y de
benévola generosidad para con los equivocados. Nuestra solicitud,
también de Padre, no puede olvidar a estos engañados, a quienes
logró seducir con halagos y promesas una propaganda mentirosa y
perversa. A ellos particularmente se ha de encaminar con paciencia y
mansedumbre Vuestra solicitud Pastoral: orad por ellos, buscadlos,
conducidlos de nuevo al seno regenerador de la Iglesia y al tierno
regazo de la Patria, y llevadlos al Padre misericordioso, que los
espera con los brazos abiertos.”
La
política de pacificación consistía en asesinar a cuantos más
demócratas mejor y a los que no se asesinara se les debía de
torturar con palizas, hambre y humillaciones morales. A los que no
habían sido asesinados, sí que se les podía adoctrinar con el
mejor amor cristiano, para corregirles de sus errores. Más les
valía, pues si eso no funcionaba había muchos curas que les decían
a los fascistas sobre determinadas personas republicanas; “apto o
no apto para vivir en la España nacional” Es decir paredón o no
paredón. Garrote vil o no garrote vil.
Y
entre los brazos abiertos de los fascistas y de los curas aún
quedaban por liquidar unas cuarenta mil personas más, entre las
vueltas del tornillo del garrote vil y las descargas abiertas de los
fusiles con el tiro de gracia de los oficiales de los paredones, a
los que a veces sustituían los curas dando gracias a su Dios y a los
fascistas con disparos en las cabezas de las víctimas a miles.
Y
efectivamente la pacificación de Franco y de la Iglesia coincide con
la paz de los cementerios, aireando los negocios de los vencedores,
contando también con la mano de obra esclava de los republicanos
capturados.
“Ea
pues, queridísimos hijos, ya que el arco iris de la paz ha vuelto a
resplandecer en el cielo de España, unámonos todos de corazón en
un himno ferviente de acción de gracias al Dios de la Paz y en una
plegaria de perdón y de misericordia para todos los que murieron; y
a fin de que esta paz sea fecunda y duradera, con todo el fervor de
Nuestro corazón os exhortamos a «mantener la unión del espíritu
en el vínculo de la paz» Así unidos y obedientes a vuestro
venerable Episcopado, dedicaos con gozo y sin demora a la obra
urgente de reconstrucción, que Dios y la Patria esperan de
vosotros.”
Y
Pacelli saca a colación al Yahveh psicópata del Génesis o al de la
Torá judía. El Dios ése que asesina o perdona a gusto caprichoso
del que toman ejemplo los curas para asesinar a gusto de las
granjerías de su propio bolsillo y, cómo no, de sus amigos los
fascistas y de los capitalistas.
La
reconstrucción de la patria pasaba, entre otras medidas, por usar a
los capturados republicanos como esclavos, que fueron miles, en la
reconstrucción de la España fascista, y ponerlos a trabajar en
primer lugar en el Valle de los Caídos, el monumento fascista para
recordar que cientos de miles de españoles murieron y que Franco se
hizo jefe de España. José Agustín Pérez del Pulgar, un jesuita,
un sádico, como no podía ser menos, fue al que se le ocurrió la
redención de penas por el trabajo, o sea la esclavitud, y así lo
planificó con la intención de que ganaran mucho dinero los
fascistas, los oligarcas y sus curas, aparte de degradar a los
capturados moralmente; que es lo que entiende Pacelli por reeducación
de aquellos que no obedecen ni a la peste fascista ni a la Peste
Ensotanada ni a la peste capitalista, tres personas distintas y una
misma porquería permanente.
Muchas
empresas usaron esta mano de obra esclava para la “reconstrucción”
de sus fortunas privadas. Las empresas de la construcción también
como Dragados y Construcciones, A. Marroquín, San Román, Huarte,
Hermanos Nicolás Gómez y Construcciones ABC, Banus, donde se fue el
juez Dívar a gastarse más de veinte mil euros del contribuyente.
Más de una de estas empresas, o mafias, figuran hoy en día en los
papeles de Bárcenas, dando dinero negro a los neofascistas del
Partido Popular. ¡Qué casualidad! ¿No estaremos en el neo
franquismo? ¿No estaremos en el Régimen del 78? También se obligó
a los esclavos a trabajar en obras públicas. Más de un convento y
dependencia de la Iglesia se benefició de los republicanos
convertidos en esclavos.
Sobre
la esclavitud franquista es interesante leer Los esclavos del
franquismo de la revista El Salto. El historiador José Luis
Gutiérrez Molina en su trabajo Franquismo y trabajo esclavo, una
deuda pendiente cuantifica hasta mayo de 1941 a los demócratas
esclavizados por los fascistas y que los neofascistas de hoy en día
se niegan a reconocer.
Tenemos
esclavos que trabajaron para los curas: la Parroquia N.S. de la
Victoria, Madrid, sin especificar esclavos, Religiosas Adoratrices,
Valladolid, sin especificar esclavos, Patronato Reformatorio Sagrado
Corazón, Madrid, setenta esclavos, Niños Desamparados, Valladolid,
diez esclavos, Descalzas Franciscanas de Aranjuez, Madrid, dos
esclavos, Obispado de Vich, dieciocho esclavos, R. Colegio de las
Escuelas Pías de San Antonio Abad, cinco esclavos, Agustinas
Convento de las Madres Petras, Cuenca, dieciséis esclavos,
Franciscanos, Valladolid, seis esclavos y Parroquia de Totana,
Murcia, tres esclavos. Son un total de ciento cincuenta y un esclavos
contados, que pasarían a un total mucho mayor, donde entrarían los
esclavos no cuantificados, como los trabajadores con salarios de
hambre; lo tan buscado por el capitalismo español con las
bendiciones de los curas y la violencia de los fascistas. Fascistas y
curas, sicarios del capitalismo. Los fascistas de exabruptos y curas
de bendiciones.
“En
prenda de las copiosas gracias, que os obtendrán la Virgen
Inmaculada y el Apóstol Santiago, patronos de España, y de las que
os merecieron los grandes Santos españoles, hacemos descender sobre
vosotros, Nuestros queridos hijos de la Católica España, sobre el
Jefe del Estado y su ilustre Gobierno, sobre el celante Episcopado y
su abnegado Clero, sobre los heroicos combatientes y sobre todos los
fieles Nuestra Bendición Apostólica.”
Y
como no podía ser menos las bendiciones caigan sobre los fascistas y
la sangre caiga sobre vosotros y sobre vuestros hijos, los
republicanos derrotados, parafraseando el Evangelio curil. “Y todo
el pueblo respondió: caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros
hijos” (Mateo, 27: 25) refiriéndose a los judíos, a los que había
que asesinar y que Pacelli tal obligación cristiana la llevó al
máximo, cuando le echó una buena mano, o zarpa ponzoñosa a Hitler,
para que llegara al poder, quien mientras tanto iba midiendo su vapor
asesino y nazi asesinando judíos; el que siguió con su pasatiempo
favorito hasta llegar a la guerra y la apoteosis del Holocausto; algo
parecido a las santas Cruzadas, cuyos cruzados por el camino se iban
entreteniendo en asesinar judíos por Europa, antes de llegar a las
tierras de los infieles para asesinarlos y quitarle sus propiedades
con bendiciones e indulgencias de los papas; algo muy parecido a lo
que los curas españoles llaman la Cruzada Española, el Golpe de
Estado Fascista en España de 1936 de Franco, consistente en asesinar
a cuantos más demócratas mejor para el rancio fascismo asesino y el
putrefacto catolicismo criminal.
Y
hemos tenido en el gobierno a los descendientes, a supuestos honrados
millonarios, de aquellos ladrones y asesinos. Los neofascistas, la
basura de Vox, Ciudadanos, PP y las mafias mediática, judicial,
militar, policial, junto a los ignorantes o idiotas, estos ultimo de
cosecha propia o de ver y escuchar tanta porquería de esa mafia
mediática.
¿Son
o no son los curas la Peste Ensotanada?