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jueves, 17 de diciembre de 2015

Mariano, indecente no es un insulto, es un diagnóstico.

Señor Rajoy, indecentes somos casi todos, especialmente los cientos de corruptos del Partido Popular, y nadie entiende cómo se pone a llorar como una plañidera depresiva cuando alguien deja de besarle el culo y le pronostica un diagnóstico. Tiene usted la mente en un “encefalograma plano” y la lengua muy venenosa y viperina. Mire la de improperios y lindezas que salieron por su  boca cuando estaba en la oposición:

Los insultos que Rajoy no quiere recordar
EL HUFFINGTON POST
 16/12/2015
Mariano Rajoy sigue en sus trece: "No estoy dispuesto a que se me insulte y se ponga en duda mi honorabilidad". El presidente del Gobierno y candidato del PP a la reelección ha respondido así a la pregunta de Pepa Bueno sobre su encontronazo con Pedro Sánchez durante el debate celebrado el pasado lunes. "No he visto algo así en mis 30 años de vida política", ha insistido.
De esta forma Rajoy ha querido seguir haciendo hincapié en la falta de respeto que asegura que supuso la acusación de Sánchez, que le llamó "indecente". "Cualquier persona bien nacida se siente agredida en lo más profundo de su intimidad por unas palabras semejantes", ha insistido. Ha sido entonces cuando la periodista ha tirado de hemeroteca y le ha recordado el día en el que él acusó a Zapatero en el Congreso de los Diputados de traicionar a las víctimas de ETA.
Sin embargo, el candidato del PP ha optado por no asumir ningún tipo de responsabilidad y justificar aquellas palabras: "No es lo mismo un plató que el Congreso. En esa tribuna se ha dicho de todo. Ha sido entonces cuando Pepa Bueno le ha planteado la duda de si consideraba "más respetable" la televisión que la tribuna de la Cámara. ¿La respuesta del presidente del Gobierno? Instar a la periodista a que hablaran de su campaña: "Hablemos de mi programa electoral y de mis reformas".
LOS CALIFICATIVOS DE RAJOY
Pero aquellas palabras no han sido los únicos descalificativos que el candidato del PP ha dedicado al por entonces presidente del Gobierno. Rajoy ya había tildado en esa misma Cámara a Zapatero de "bobo solemne", de "cobarde sin límites", de "antojadizo, veleidoso e inconsecuente", de tener una "desfachatez sin límites", de "irresponsable", de "grotesco", de "frívolo", de "acomplejado", o de "confuso".
Por si todo lo anterior fuera poco, la lista sigue: también acusó al presidente socialista de tener "mala conciencia", de chalanear "con los terroristas", de tener "la cabeza de adorno", de "indigno", de "cobarde", de perdedor complacido", de dar "coces", de comportarse como un "hooligan británico", de "radical, taimado y maniobrero", de hablar "en batasuno" , de "chisgarabís", de "insensato", de faltarle "criterio y opinión", de "ambiguo, impreciso, débil e inestable", y así un largo etc.
Especial mención merece el insulto del candidato Rajoy al todavía candidato Zapatero, el 5 de marzo de 2004, cuando pidió a los españoles que no votasen al socialista porque "hay que evitar que La Moncloa caiga en manos de inexpertos e irresponsables".
Con todo, el jefe del Ejecutivo se ha reafirmado en que el comportamiento de Sánchez fue tal cómo él lo describió en el debate -"ruin, mezquino y deleznable"- aunque ahora haya gente "encantada y poniendo pasión" en defenderlo. También ha evitado valorar las palabras del presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, el 'popular', Juan José Imbroda, que el pasado martes llamó a Sánchez "payaso", alegando que no conocía esas palabras y por tanto no quería entrar en ellas.
Eso sí, pese a todo, ha asegurado que no afronta el final de campaña con mal sabor de boca, sino que se encuentra muy bien a pesar de lo exigentes que están siendo los últimos días de campaña. 


Nota:
Señor Rajoy se ha rasgado las vestiduras porque le han dicho que usted no era “decente” y que a raíz de las primeras corrupciones se tenía que haber ido a su casa con viento fresco. En realidad lo que le ha molestado de verdad es eso de “marcharse a su casa” mucho más que el hecho de haberle dicho que no era decente. Pero una vez más disimuló sacando pecho llamando a su contrincante “ruiz, mezquino y deleznable” y que “hasta aquí hemos llegado”. No le quedó nada bien y para más inri añadió “¿Por qué no me puso una Moción de Censura”? ¿Cómo se le ocurre decir esto si con la mayoría absoluta han hecho de su capa un sayo toda la legislatura sin encomendarse “ni a dios ni a su padre”? Muy mal Mariano.
Mire cuando yo era joven recuerdo que en esos momentos de violentas discusiones entre “amigos” cuando uno de ellos ya no sabía que responder le espetaba aquello de “¡Pues…pues tu novia no tiene tetas!” Y eso sí que dolía. Con ese argumento, fuese o no cierto, dejabas al adversario anonadado, apesadumbrado, triste…en definitiva derrotado.
Y aunque parezca increíble el peor insulto, ese que te llegaba a lo más profundo de tu ser, me lo enseñó mi madre. Lo habitual era “Hijo de la Gran Puta” pero la experiencia demostró que era mucho más dañino llamar al otro “¡Mierda seca!”. Llamarle a uno excremento ya es fuerte pero si además le adjuntas el calificativo de “seco” eso no hay quien lo aguante.
Sr. Mariano Rajoy debería usted escuchar a otros que no sean sus turiferarios-lame-culos-estómagos-agradecidos que le rodean constantemente endulzándole los oídos.
Con toda seguridad escucharía más de una vez: “Mariano, eres un mierda seca”  

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