Señor
Rajoy, indecentes somos casi todos, especialmente los cientos de corruptos del
Partido Popular, y nadie entiende cómo se pone a llorar como una plañidera
depresiva cuando alguien deja de besarle el culo y le pronostica un
diagnóstico. Tiene usted la mente en un “encefalograma plano” y la lengua muy
venenosa y viperina. Mire la de improperios y lindezas que salieron por su boca
cuando estaba en la oposición:
Los insultos que Rajoy no quiere recordar
EL HUFFINGTON POST
16/12/2015
Mariano
Rajoy sigue en sus trece: "No estoy dispuesto a que se me insulte y se
ponga en duda mi honorabilidad". El presidente del Gobierno y candidato
del PP a la reelección ha respondido así a la pregunta de Pepa Bueno sobre su encontronazo con Pedro Sánchez durante el debate celebrado el pasado
lunes. "No he visto algo así en
mis 30 años de vida política", ha insistido.
De esta forma Rajoy ha querido seguir haciendo
hincapié en la falta de respeto que asegura que supuso la acusación de Sánchez,
que le llamó "indecente". "Cualquier persona bien nacida se
siente agredida en lo más profundo de su intimidad por unas palabras
semejantes", ha insistido. Ha sido entonces cuando la periodista ha tirado
de hemeroteca y le ha recordado el día en el que él acusó
a Zapatero en el Congreso de los Diputados de traicionar a las víctimas de ETA.
Sin embargo, el candidato del PP ha optado por no
asumir ningún tipo de responsabilidad y justificar aquellas palabras: "No
es lo mismo un plató que el Congreso. En esa tribuna se ha dicho de todo. Ha
sido entonces cuando Pepa Bueno le ha planteado la duda de si consideraba
"más respetable" la televisión que la tribuna de la Cámara. ¿La
respuesta del presidente del Gobierno? Instar a la periodista a que hablaran de
su campaña: "Hablemos de mi programa electoral y de mis reformas".
LOS
CALIFICATIVOS DE RAJOY
Pero aquellas palabras no han sido los únicos
descalificativos que el candidato del PP ha dedicado al por entonces presidente
del Gobierno. Rajoy ya había tildado en esa misma
Cámara a Zapatero de "bobo solemne", de "cobarde sin
límites", de "antojadizo, veleidoso e inconsecuente", de tener
una "desfachatez sin límites", de "irresponsable", de
"grotesco", de "frívolo", de "acomplejado", o de
"confuso".
Por si todo lo anterior fuera poco, la lista sigue:
también acusó al presidente socialista de tener
"mala conciencia", de chalanear "con los terroristas", de
tener "la cabeza de adorno", de "indigno", de
"cobarde", de perdedor complacido", de dar "coces", de
comportarse como un "hooligan británico", de "radical, taimado y
maniobrero", de hablar "en batasuno" , de
"chisgarabís", de "insensato", de faltarle "criterio y
opinión", de "ambiguo, impreciso, débil e inestable", y así un
largo etc.
Especial mención merece el insulto del candidato Rajoy
al todavía candidato Zapatero, el 5 de marzo de 2004, cuando pidió a los
españoles que no votasen al socialista porque "hay
que evitar que La Moncloa caiga en manos de inexpertos e irresponsables".
Con todo, el jefe del Ejecutivo se ha reafirmado en
que el comportamiento de Sánchez fue tal cómo él lo describió en el debate
-"ruin, mezquino y deleznable"- aunque ahora haya gente
"encantada y poniendo pasión" en defenderlo. También ha evitado
valorar las palabras del presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, el
'popular', Juan José Imbroda, que el pasado martes llamó a Sánchez
"payaso", alegando que no conocía esas palabras y por tanto no quería
entrar en ellas.
Eso sí, pese a todo, ha asegurado que no afronta el
final de campaña con mal sabor de boca, sino que se encuentra muy bien a pesar
de lo exigentes que están siendo los últimos días de campaña.
Nota:
Señor Rajoy se ha rasgado las vestiduras porque le
han dicho que usted no era “decente” y que a raíz de las primeras corrupciones
se tenía que haber ido a su casa con viento fresco. En realidad lo que le ha
molestado de verdad es eso de “marcharse a su casa” mucho más que el hecho de haberle
dicho que no era decente. Pero una vez más disimuló sacando pecho llamando a su
contrincante “ruiz, mezquino y deleznable” y que “hasta aquí hemos llegado”. No
le quedó nada bien y para más inri añadió “¿Por qué no me puso una Moción de
Censura”? ¿Cómo se le ocurre decir esto si con la mayoría absoluta han hecho de
su capa un sayo toda la legislatura sin encomendarse “ni a dios ni a su padre”?
Muy mal Mariano.
Mire cuando yo era joven recuerdo que en esos
momentos de violentas discusiones entre “amigos” cuando uno de ellos ya no
sabía que responder le espetaba aquello de “¡Pues…pues tu novia no tiene tetas!”
Y eso sí que dolía. Con ese argumento, fuese o no cierto, dejabas al adversario
anonadado, apesadumbrado, triste…en definitiva derrotado.
Y aunque parezca increíble el peor insulto, ese que
te llegaba a lo más profundo de tu ser, me lo enseñó mi madre. Lo habitual era “Hijo
de la Gran Puta” pero la experiencia demostró que era mucho más dañino llamar
al otro “¡Mierda seca!”. Llamarle a uno excremento ya es fuerte pero si además
le adjuntas el calificativo de “seco” eso no hay quien lo aguante.
Sr. Mariano Rajoy debería usted escuchar a otros que
no sean sus turiferarios-lame-culos-estómagos-agradecidos que le rodean
constantemente endulzándole los oídos.
Con toda seguridad escucharía más de una vez: “Mariano,
eres un mierda seca”
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