Diez marcas
comerciales...
Santísimo Coño de Todos los Orgasmos
20 febrero 2.016
El branding es un terreno resbaladizo en el que se
mueven tanto multinacionales como pequeñas empresas del sector de la
alimentación, todas empeñadas en bautizar sus productos con nombres que sean
recordados por breves, sonoros y que se pronuncien con alegría. Y esta última
semana el que más ha sonado es el de Conservas Potorro, que
con su cadena de eslóganes “saborea un buen Potorro“, “siente el sabor de
un buen Potorro en tu boca” o “¡cómete un buen Potorro!” ha
llenado twitter y sus aledaños de alcachofitas fritas o habitas baby.
Pero
los encargados del marketing gastronómico y la publicidad, o los propios
empresarios, no siempre tienen en cuenta que, además de sonoridad o la
gracieta, las palabras pueden volverse en su contra, en forma de falta
de credibilidad en el producto. Sobre todo, cuando de lo que se trata es de llevártelo a la boca.
Decía
un sabio “Un poco de
sinceridad es algo peligroso; demasiada sinceridad, es absolutamente fatal”,
así que los empresarios, directores de mercadotecnia y, en general, tenderos
deberían tatuarse el aforismo en el brazo izquierdo para no caer en el error de
bautizar su aventura empresarial con un nombre
demasiado sincero, que la cena se puede atragantar. Aunque, eso sí:
¡lo que nos vamos a reír!
Chochitos Ricos
Si
el primer ítem de esta despensa era guarrete, éste es directamente
denunciable. ¿Chochitos Ricos? En realidad, la caja contiene unas pastas de
mantequilla y frutas del bosque fabricadas por la empresa cántabra La Flor de Liébana. El genio que trabaja en ella tuvo la
genial idea de incluir en la parte trasera de la caja un erótico y pertubador poema que termina con la siguiente estrofa:
“Chochito rico, qué rico,
atiende mi petición,
no me dejes sin probarte,
no rompas mi corazón.”
Vino Follador
Técnicamente
no es un insulto pero hay que reconocer que Vino Follador suena tan mal como
Mitsubishi Pajero. Con una leve diferencia: el vitivinícola al menos
conoce gente, como decía el chiste.
Cojones del Anticristo
Seguimos
en España, más concretamente en el Valle del Liébana, con unas pastas
de té de nombre blasfemos a la par que impactante. La coartada de semejante
marca la explica España Bizarra: “para justificar la canallada
cuenta que el Beato de Liébana tenía grandes diferencias teológicas con un «tal
Elipando de Toledo» que al parecer era un «poco hereje», llegando su enemistad
hasta tal punto de llegar a definirlo como «el cojón del anticristo»”.
Espárragos Cojonudos
Un
clásico de las marcas chungas de ayer, hoy y siempre. Cuenta la leyenda que fue el mismísimo Rey Campechano el que bautizó así
el producto, cuando recibió un lote de gran calidad (por el morro, claro) de
unos productores navarros.
Pacharán Que te Den por Culo
La
primera, en el orto. De los creadores del Licor Hijo Puta para los postres, llega a su
minibar más cercano el licor más grosero de la licorería. El Pacharán Que Te Den por Culo está específicamente creado para “regalar a tu ex”,
según reza la etiqueta. También hay versión licor de hierbas y crema de
chocolate, siempre con el Supermaño en la etiqueta.
Aceite Capullo.
..
No, mejor aún: ¡Nuevo Capullo!
Aceitunas Sarasa
Si
lo que pretendemos con nuestra despensa toca-pelotas es hacer outing o
insinuar el gusto por los señores de un semejante en la selección no debe
faltar un bote de Aceitunas Sarasa. Si bien “sarasa” es un calificativo demodé, propio de chiste de
Arévalo, la marca proviene del nombre de la fundadora, la señora Carmen Sarasa,
del pueblo navarro de Andosilla, según informa España Bizara.
Sangría Coño.
Si
uno puede insultar a la familia con un simple orujo de hierbas, ¿Por qué no iba
a bautizarse una sangría con nuestra expresión más nacional? En este caso se
trata de la bebida oficial de La Parguera, un local de Lajas (Puerto Rico).
Pollas en vinagre (con la cara de Rajoy)
¿Por
qué ser ofensivo una sola vez, pudiendo serlo por partida doble? Eso pensó el
artista y provocateur Miguel Ezpania, que
añadió a un producto de nombre cómico, las pollas en vinagre, una etiqueta con
el rostro estupefacto del próximo expresidente del Gobierno, don Mariano Rajoy.
Pero la broma le costó a Espazia ser expulsado con cajas destempladas por sus compañeros del mercado
de la Cebada, en Madrid. Un clásico en la despensa de cualquier gourmet que se
precie de serlo.
…y Cuatro
mucho más
Santísimo Coño de Todos los Orgasmos
Coño Insumiso
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