‘Albert
Rivera es un lagarto de V’ y otras cuestiones que te ocultan sobre el líder de
Ciudadanos
Carlos
Delgado presenta el libro que destapa la cara oculta del “yerno de España” y
“los incumplimientos, los dedazos o los espionajes de grupos de wasap” en su
formación
M. P. | 17/11/2015
ElPlural
“El mayor
fraude democrático”. Así ha definido Carlos Delgado a Albert Rivera, al que
otros llaman “el yerno de España”, en la presentación del libro donde
disecciona al líder de Ciudadanos y su pasado, que
él conoce bien. En una metáfora de la vuelta que ha vivido la tortilla
política, el autor se ha acompañado de Enrique Riobóo, el periodista que
publicó el libro La cara oculta de Pablo Iglesias y que denunció
que, como propietario de Canal 33, pagaba en dinero negro al líder de Podemos
por su tertulia La Tuerka.
En la
presentación también le han custodiado José Luis Sánchez, de Unión de
Ciudadanos Independientes, e Inmaculada Sánchez, de la Plataforma por las
Garantías Ciudadanas, asociación que recoge a afiliados y exafiliados críticos
con Ciudadanos. Quienes han faltado han sido los grandes medios que
brindan “blindaje” a Rivera, según ha denunciado el autor en repetidas
ocasiones. Él, concejal independiente en Leganés, niega por su parte
haber recibido apoyo político para la publicación. “Ni Rajoy ni Más nos han
dado el 3%”, ha asegurado, antes de recordar que el precio “asequible” del
libro será donado a fines benéficos en su integridad.
Delgado
conoce a Rivera y lo demuestra en un libro en el que no se muerde la lengua
desde su propio título: Albert Rivera es un lagarto de V, cuyo primera capítulo es descargable.
Se trata de una obra corta y directa, con un lenguaje fácil de entender y
plagado de guiños pop fieles a la juventud que él y el líder
de Ciudadanos comparten. Rivera no se nos presenta sólo como un lagarto
de la serie V oculto tras una fachada atractiva. Es también un “ciborg”,
“un madelman a pilas” o Rutger Hauer, el holandés que encarnó al replicante de Blade
Runner.
“Es incapaz
de despojarse de la máscara de político profesional. Jamás baja la guardia y
nunca se relaja. Es como si se esforzara al máximo a todas horas por
evitar dejar salir a pasear a su verdadero yo. Un acto de contención
que debe resultar más que fatigoso”, señala Delgado.
El autor,
Carlos Delgado, es líder del partido Unión por Leganés, con quien es concejal
de la localidad madrileña desde 2007, y fundador y presidente de la
Confederación Nacional de Agrupaciones Políticas Independientes (CEPI). Fue
con esta confederación con quien estableció sus primeros contactos con Rivera,
allá por 2006, hasta que el líder naranja les traicionó. La
jefa de prensa de Rivera “decidió que era un buen momento para presentarnos a
Albert Rivera e intentar acercar posturas para conseguir lo que en la teoría
eran nuestros objetivos comunes: romper el bipartidismo, regenerar la política
española y acabar con la corrupción, entre otros muchos”.
Aquella
primera reunión se celebró en Madrid, a caballo entre el Ritz y un pub de la
Milla de Oro madrileña. Y desde entonces empezaron las sospechas de que Rivera
no era como se mostraba. “Albert chasqueó los dedos y como una anguila marina o
una serpiente terrestre apareció un señor mayor que nosotros que se ocupó de
abonar las bebidas”, explica Delgado en su libro -entre los muchos detalles que
da de sus reuniones-. Un gesto que al autor le recuerda a alguien: “un
aspecto en común con el entonces Rey Juan Carlos I: nunca lleva dinero y nunca
paga… lo hace un cortesano por él”. “Me pasó de nuevo años después
cuando le ofrecí una participación de lotería de mi partido, Unión por
Leganés-ULEG. También la pagó otro. Eran 5 euros, cogió sólo una y con dinero
ajeno”, añade Delgado.
De sus
reuniones también destaca la manía de Rivera por llegar tarde: “Otro de los rasgos de su
personalidad: hacer esperar a vecinos, ciudadanos y gente de a pie, o
apartarlos cuando le piden un recuerdo en forma de fotografía o autógrafo y no
le interesa”.
“Mientras
que Pablo Iglesias está actuando cuando hay una cámara, Rivera interpreta su
papel las 24 horas del día. Creo que hasta interpreta en sus relaciones
personales y de puertas para adentro, en su propia casa”, asegura el autor,
“eso sí, sin perder ni un ápice de corrección y sin dejar de sonreír en ningún
momento”.
El uso de la
“dentadura profident” no se borra en la cúpula de Ciudadanos ni en los momentos
más navajeros, que Delgado cuenta con lujo de detalles:“Las purgas, las
primarias teñidas de sospechas, los incumplimientos de sus propios
estatutos, los dedazos o los espionajes de grupos de wasap y tantas
otras fechorías políticas que están perpetrando por toda la tierra ibérica como
la traición ejecutada a la Confederación de Partidos Independientes
(CAPI-Tercera Vía) cuyos avales y campaña a favor de C’s consiguieron para la
formación de Rivera su segundo eurodiputado”.
Rivera es
también un hombre con suerte o, según Delgado, con “baraka”, la misma clase de
fortuna de la que gozó Francisco Franco “en sus campañas marroquíes y por esa
misma, arbitraria e incomprensible ‘baraka’, buena suerte, era temido por las
tribus del Rif”. Y pone como ejemplo que el liderazgo le llegó a
Rivera “no por capacidad, méritos o competencia sino por el tan caprichoso y
más esquivo de los azares, el orden alfabético: sería presidente del
partido la persona cuyo nombre empezara por la letra más baja del abecedario.
El suyo empieza por ‘a’, la primera letra del alfabeto, la más baja. El
secretario fue quien se llamaba Antonio”.
Pero no todo
se basa en la suerte y buena parte de su auge se basa en el apoyo de “los
poderes fácticos”, como explica en un capítulo dedicado sólo a su éxito
reciente. Un apartado en el que se analiza cómo “servicios de inteligencia y
redes internacionales” se han volcado con Ciudadanos, “temerosos del auge de
un Podemos al que no encuentran antídoto y en modo pánico por el
posible desmoronamiento de un régimen corrupto que les permite vivir con los
máximos privilegios”.
“Aúpan a C´s
como hace 40 años lo hicieron con Felipe González y el PSOE por temor al PCE,
incluso con descaradas encuestas
teledirigidas y ultracocinadas”, señala Delgado, poniendo como
ejemplo “la sorprendente encuesta en El País que un
domingo, 11 de enero de 2015 eleva a C´s de un 3% en intención de voto al 9% en
un par de semanas”. “Todo un ejemplo de manipulación de la opinión pública a
través de la opinión publicada”, señala el autor, a la búsqueda del “efecto
Pigmalión”.
Para
algunos, el objetivo del libro podría parecer un ajuste de cuentas tras la
traición sufrida por Delgado y su partido en su apoyo al Ciudadanos primigenio.
El autor no niega que esa experiencia se viviera, pero la usa como aviso a
todos los españoles de lo que está por venir. “Mi conocimiento, experiencia
propia y sinsabores son lo que quiero trasladar a todos los lectores: estos
señores, los de la cúpula de Ciudadanos nos van a engañar, a dejar en la
estacada, nos van a mentir, y van a hacer todo lo contrario de lo que
predican”.
“Los
‘aliens’ de ‘V’, en realidad lagartos gigantes bajo una artificial piel humana,
introducen a los seres humanos en naves, como si fueran pollos a los que meten
en un congelador, para mandarlos a su planeta donde finalmente se convertirán
en alimento de otros reptiles extraterrestres. Es la misma experiencia
e impresión que tengo con Ciudadanos y con ‘V’”.
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