Un juzgado de Murcia admite una querella por presunto homicidio contra un
cura del Opus
La hija del fallecido acusa a su hermano sacerdote de
haber acabado con la vida de su padre para que su muerte coincidiera con la
fecha de beatificación de Escrivá de Balaguer
La Crónica
Francisco Saura
13-7-16
El Juzgado número 2 de Murcia ha admitido a trámite
una querella contra un cura del Opus Dei por presunto homicidio. La denuncia ha
sido puesta por la hija del fallecido y ahora se investiga la muerte en
extrañas circunstancias de Juan Hurtado, un anciano miembro del Opus que
anunció la fecha de su muerte cuatro días antes
La hija del fallecido acusa a un sacerdote numerario
del Opus, hermano suyo, de provocar la muerte de su padre mediante sedación
terminal por métodos caseros para que coincidiera con el aniversario de la
beatificación del fundador Escrivá de Balaguer, según informa
vegamediapress.com. En la querella también se acusa al Opus Dei del vaciado de
cuentas por importe superior a 500.000 euros del anciano
Cuando el jueves 14 de mayo de 2015 Juan Hurtado,
enfermo de cáncer de pulmón, vecino de Murcia, y miembro supernumerario del
Opus (miembros de menor rango dentro del Opus), anunció que le quedaban cuatro
días de vida nadie le creyó. Pero el domingo siguiente 17 de mayo moría en casa
con su hijo cura del Opus al lado, sin asistencia domiciliaria, en la fecha en
que había anunciado con grave preocupación a los cuatro vientos
La hija del fallecido Juan, Josefina Hurtado, médico,
desde Inglaterra acusa al hermano y al Opus de acabar con la vida de su padre
para hacerla coincidir con la onomástica de la Ascensión del Señor y el
aniversario de la canonización del fundador del Opus
Según publicó esta semana la revista Interviú, “nadie
creyó a Juan Hurtado, miembro del Opus, cuando anunció que moriría en cuatro
días, coincidiendo con la celebración de la beatificación del fundador, Escrivá
de Balaguer. Su hija, médica en Inglaterra, ha denunciado a su hermano, cura de
la Obra, por la presunta muerte por sedación de su padre y pide que se
investigue el vaciado de las cuentas bancarias del difunto, que testó a favor
de la congregación
“Mi padre no estaba en fase terminal. Él se duchaba
solo, salía a pasear y tomaba café con unas amigas. El jueves 14 de mayo me dijo
por teléfono que moriría el domingo, que se lo había dicho mi hermano Fernando,
que a su vez lo sabía por el oncólogo”, recuerda Josefina, que, ante la
preocupación por el macabro anuncio de su padre, recibió un mail de
su hermano: “Lo que el médico dice exactamente es que difícilmente llega
al verano”, le escribió Fernando Hurtado, quien no ha querido hacer
declaraciones
Una muerte anunciada
Sin
embargo, Juan Hurtado había anunciado a todos la fecha precisa de su
fallecimiento. A su nieta, estudiante en la Universidad de Gales, se lo contó
por teléfono con mucha angustia: “Me han dado cuatro días de vida. Llevo
dos; quizá mañana ya esté muerto”. A su hijo
menor, Antonio, que viajaba a Madrid todos los fines de semana, le pidió dos
besos porque cuando regresara el domingo “ya estaré muerto”. A sus amigas del salón de estética del barrio,
con las que tomaba café, también les anunció el anciano la fatal noticia.
Josefina Hurtado pidió al servicio de urgencias de
Murcia, donde trabajó años atrás, que acudiera al domicilio de su padre para
comprobar su estado. “El doctor Gregorio Fuertes, que lo atendió, me dijo:
«Para nada le quedan cuatro días, le quedan meses». Ante ese diagnóstico, me
quedé más tranquila”
Pero
las alarmas se le volvieron a encender cuando un día antes de la fecha
señalada, la cuidadora de Juan Hurtado, que también es miembro supernumerario
del Opus, según la querella, informó a Josefina de que el domingo acudiría el
oncólogo al domicilio de su padre. “¿Qué especialista acude un domingo, sin
mediar urgencia alguna, a la casa de un paciente?”, se
preguntó entonces la hija del anciano.
Después supo que su padre había cambiado a su oncólogo
por otro médico, experto en cáncer de próstata, no de pulmón, cuyos hijos
estudian en el colegio Monteagudo-Nelva, de la Obra. Es un centro que segrega
por sexos conforme al ideario Opus
Un aquelarre del Opus
Según la querellante, asesorada por el abogado
murciano José Luis Mazón, ha habido dos elementos propios de un aquelarre del
Opus: la satisfacción del dogma de que ellos como son “la Obra de Dios” tienen
permiso del creador para disponer de vidas humanas y lo hacen para los fines de
la Obra, conducta y digna de una ilegalización general de la organización, y el
elemento económico y es que a su padre, Juan, en un periodo de varios años le
han vaciado las cuentas y vendido el patrimonio para llevárselo a través del
hermano cura de la Obra hacia esta.
El
domingo, el día anunciado de la muerte, a las nueve de la mañana, la hija llamó
a su padre: “Me dijo que había pasado mala noche, que estaba nervioso. Su
voz era normal. Le dije que le llamaría más tarde. Pero aquella fue la última
vez que hablé con él”. La siguiente vez que Josefina llamó la atendió la
cuidadora: “Te tengo que dejar porque el enfermero está aquí”, dijo la empleada, según consta en la querella.
Josefina
siguió llamando en vano, hasta que su hermano Fernando descolgó el
teléfono: “No llames más, que el papá se está muriendo y cada vez que
suena el teléfono abre los ojos”, le espetó el
cura, según la querella. Tres horas y media después, Fernando Hurtado llamó varias
veces a Josefina, que no contestó: “Sabía que era para
comunicarme que mi padre había muerto. Se había cumplido el vaticinio”.
Su abogado, José Luis Mazón, ha pedido la exhumación
del cadáver para comprobar, con un análisis del cabello, la presencia de
sedantes que se le pudieron administrar al anciano antes de morir. De momento,
la jueza que investiga el caso se niega a exhumar. Solo ha pedido el historial
médico del difunto
La querella sostiene que la sedación inducida podría
formar parte de una doctrina del Opus respecto a la muerte. “En escritos de
Escrivá de Balaguer, a los que hemos tenido acceso –explica Mazón–, aparece la
referencia a un médico que sale a la calle a buscar una inyección cuando llega
la hora de la muerte. De hecho, el Opus tiene un hospital de cuidados
paliativos. Le da mucha importancia a la buena muerte, pero otra cosa es
adelantar esa muerte sin consentimiento”.
El Opus Dei Mafia secreta del Vaticano
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