EXCLUSIVA
La
Iglesia española se abre por primera vez a indemnizar a las víctimas de la
pederastia clerical
La
Conferencia Episcopal se plantea pagar con sus propios fondos a quienes
sufrieron abusos sexuales de sacerdotes y religiosos
Sin embargo,
se niega a crear una comisión especial para investigar casos de pederastia
pasados
La Asamblea
Plenaria del Episcopado debatirá la semana próxima un nuevo protocolo de
actuación ante estos casos, que incluye la obligación de comunicar –que no
denunciar– a las autoridades cualquier posible delito
14/11/19
eldiario.es
Sí a las compensaciones
económicas, no a la apertura de archivos del pasado. Los obispos españoles
quieren seguir los pasos de sus colegas franceses, y abrirán la puerta a que
sea la propia Conferencia Episcopal la que financie, con fondos propios, las indemnizaciones
a las víctimas de abusos sexuales del clero. Pero siguen sin querer crear una
comisión de investigación que aborde, de una manera global, los casos de abusos
a menores en las últimas décadas.
Según ha podido saber eldiario.es,
la próxima Asamblea Plenaria del Episcopado, que tendrá lugar del 18 al 22 de
noviembre, debatirá el impacto de la crisis de la pederastia en la Iglesia
española, y los pasos a dar para "un modo común de proceder para todas las
diócesis del Estado" para frenar esta lacra.
Un nuevo protocolo
Ello incluye, entre otras
medidas, un nuevo protocolo de actuación ante los casos de abusos, que incluirá
la obligación de poner en conocimiento de las autoridades cualquier información
de posibles delitos contra menores y personas vulnerables, que ya fue aprobado,
en borrador, por el Comité Ejecutivo del 7 de noviembre, y que tendrá que ser
refrendado por la Plenaria antes de ser enviado a Roma para su aprobación
definitiva.
En dicho borrador se garantiza
"un modo de proceder unitario en todo el territorio, por cuanto contiene
mecanismos jurídico-procesales obligatorios y vinculantes para todos los
obispos diocesanos, y también, dentro de su propio ámbito y respecto de sus
miembros, para los superiores mayores de los institutos de vida consagrada y
sociedades de vida apostólica clericales".
Al tiempo, añade el borrador,
"se reconoce el derecho (de las víctimas) a ser acogidos, escuchados y
acompañados", y se les ofrecerá "el correspondiente apoyo
médico, psicológico y legal", lo que incluirá la posibilidad de una
indemnización, que podría salir de los fondos de la Conferencia Episcopal.
Los obispos están siguiendo
los pasos de la Conferencia Episcopal francesa, que la semana pasada aprobó un plan
para compensar económicamente a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia,
creando un fondo eclesiástico para los afectados. Los pagos reconocerán
"el silencio, la negligencia, la indiferencia, la falta de reacción o las
malas decisiones" que sufrieron las víctimas, tal y como anunció el
arzobispo de Reims, Eric de Moulins-Beaufort. La Iglesia francesa pedirá
donaciones para sufragar este fondo: el Estado no financia a la religión
católica como sucede en España. Aunque no está claro que, de aprobarse, este
dinero salga de la 'X' de la Renta.
Lo que seguirán sin hacer los
obispos españoles es iniciar una investigación –independiente o eclesiástica–
sobre los casos de abusos que se hayan podido producir en diócesis y
congregaciones religiosas de nuestro país en las últimas décadas, y que podrían
demostrar el encubrimiento sistemático de la pederastia clerical.
Investigaciones que sí han comenzado a hacer algunas congregaciones religiosas,
como jesuitas, maristas o salesianos.
La pasada semana, los obispos
franceses presentaron un informe preliminar que mostraba cómo, sólo en cinco
meses, se habían recibido 2.800 denuncias de posibles víctimas que, en el
momento de sufrir los abusos, la mayor parte de las veces a manos de un cura,
eran menores de edad. Más de un tercio apenas había cumplido los diez años. En
España, la postura oficial de los obispos es la que plasmó, hace unos meses, su
presidente, el cardenal Blázquez: "La Conferencia Episcopal como tal no
tiene potestad para obligar a las diócesis a que investiguen los casos de
pederastia. Cada diócesis hará lo que estime oportuno", apuntaba, en una
respuesta oficiosa -la oficial nunca se dio- a la petición del Ministerio de
Justicia de conocer los casos que habían llegado a las oficinas episcopales.
Y todo ello, sin contar con
las víctimas de abusos."Nadie quiere investigar hasta el fondo para
esclarecer lo que sucedió. O investigamos las víctimas, o presionamos las
víctimas, o estos casos no salen a la luz", aseguraba en una reciente entrevista en Religión Digital, Miguel Ángel Hurtado,
víctima de abusos en Montserrat y miembro de la asociación Infancia Robada.
Hurtado recordaba entonces a los obispos que España es una anomalía
en este sentido: "Se ha hecho en Norteamérica, en Bélgica, en Holanda, en
Alemania... hasta en Polonia".
¿Y si no hubiera archivos, como
adujo el portavoz Luis Argüello? "Si esto ha pasado, el Vaticano tiene que
mandar una delegación para investigarlo. Porque, según el código de Derecho
Canónico, cuando hay una denuncia de abuso sexual cometida por un religioso, se
tiene que abrir una investigación canónica que se tiene que documentar, se
tiene que guardar en los archivos secretos y se tiene que mandar copia al
Vaticano. Por lo tanto, si la Iglesia católica, de forma sistemática y
generalizada, se ha pasado por el arco de triunfo el código de Derecho Canónico,
el Vaticano algo tendrá que decir", recordó Hurtado.
"Dicen que no guardan
documentación. Eso es difícil de creer. Pero imaginemos que en todos los países
del mundo hay documentos, y en España los han destruido. Pues busca, genera una
comisión, dale un presupuesto y haz una campaña de sensibilización y de concienciación
pidiéndole a todas las víctimas que se pongan en contacto contigo",
propone Hurtado. ¿Por qué no se hace? "Porque (los obispos españoles)
saben los esqueletos que tienen en el armario. O los pederastas que tienen en
el armario".
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