Señor Feijóo, ni con Mazón ni ahora con los incendios: ¿cuándo piensa pedir una dimisión en el PP?
Con los incendios, el patrón se repite: minimizar, ocultar, culpar a otros y evitar rendir cuentas
ElPlural
Miguel Angel Heredia Díaz
2-9-25
Este verano, más de 400.000 hectáreas de monte han ardido en España. El fuego ha arrasado bosques, casas, medios de vida. Ha destrozado comunidades enteras. Sr. Feijóo, ¿de verdad cree que nadie de su partido debe asumir responsabilidades? ¿De verdad va a mirar a otro lado mientras Castilla y León, Galicia, Extremadura o Andalucía se calcinan entre recortes, negligencias y propaganda?
El caso de Castilla y León es sangrante. Su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, y su consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, recortaron el 90% del presupuesto de prevención de incendios. Lo llamaron “despilfarro”. Incluso acusaron en su día a los ecologistas de ser los culpables de distintos fuegos que azotaron esta comunidad. Pero este verano, cuando los fuegos devoraban pueblos y cosechas en esta comunidad, Mañueco siguió de vacaciones durante tres días como si no pasara nada. ¿Le parece esto normal, señor Feijóo? ¿Va a pedir su dimisión o va a seguir actuando como si nada hubiera ocurrido?
En Galicia, la historia se repite. El presidente autonómico, Alfonso Rueda, ocultó incendios durante semanas, retiró efectivos en plena ola de fuegos y, al mismo tiempo, reclamaba más medios al Estado. ¿Va a exigirle responsabilidades o prefiere seguir protegiendo a los suyos? ¿Y qué hay de la conselleira gallega de Medio Ambiente, desaparecida durante la catástrofe, que reapareció solo para anunciar ayudas… a los cazadores? ¿De verdad eso es lo que usted considera gestión eficaz?
Todo sigue el modelo de Mazón, quien se desentendió absolutamente de la DANA mientras miles de valencianos tenían el agua al cuello. Pese a la vergonzosa gestión, con más de 200 muertes, usted Sr. Feijóo no tuvo la valentía de pedirle que se fuera a su casa. Al contrario, lo aplaudió. Diez manifestaciones ciudadanas reclamaron su dimisión. Y usted calló. Por eso la pregunta es inevitable: si no fue capaz de exigir responsabilidades en Valencia, ¿lo hará ahora tras los incendios?
Sr. Feijóo, ¿de verdad cree que basta con repetir tres frases vacías —“no es nuestra competencia”, “la culpa es de otros”, “hicimos lo que pudimos”— para tapar el desastre? Porque les da igual cuántos pueblos hayan sido arrasados, cuántas familias lo hayan perdido todo, cuántos profesionales se hayan dejado la piel jugándose la vida frente a llamas de treinta metros. En el Partido Popular, todo se tapa con eufemismos y la esperanza de que el tiempo diluya el escándalo.
No es una estrategia nueva. Lo vimos con el Yak-42, con el Prestige, con el 11-M, con el Metro de Valencia, con las residencias de mayores durante la pandemia, con la DANA en la Comunidad Valenciana. Y ahora, con los incendios, el patrón se repite: minimizar, ocultar, culpar a otros y evitar rendir cuentas. Un patrón de irresponsabilidad que pone en riesgo la vida de los españoles.
La realidad es clara, lo dice la Constitución en su artículo 148: las competencias en prevención y extinción de incendios son autonómicas. Y allí donde gobierna el PP, las políticas forestales han sido desmanteladas. ¿El resultado? Hectáreas devastadas, pueblos desalojados, vecinos arruinados y bomberos forestales que se juegan la vida por un sueldo miserable. No es torpeza, es negligencia planificada.
En el Congreso de los Diputados, PP y Vox votaron en contra de la Ley Básica de Bomberos Forestales y de la de Agentes Medioambientales. En Castilla y León, tumbaron una ley autonómica sobre bomberos forestales por incluir igualdad de género. Lo llamaron “panfleto ideológico”. Así tratan a quienes se juegan la vida por proteger nuestros montes: con desprecio, con prejuicios y con recortes.
En Galicia, Alfonso Rueda continúa la política que usted dejó, señor Feijóo: más recortes, menos prevención, nada de planificación. En Extremadura, María Guardiola entregó la política forestal a Vox, debilitando uno de los sistemas más frágiles ante los incendios. En Andalucía, Moreno Bonilla también desapareció en plena emergencia.
A eso hay que sumar el papel de Vox, su socio imprescindible. Un partido que niega la emergencia climática, desprecia a la ciencia y convierte los incendios en terreno para teorías absurdas sobre “piroclimáticos”. Y usted, señor Feijóo, en lugar de poner límites, lo blanquea. Así, lo que debería ser una política de Estado se convierte en un espectáculo partidista. Mientras tanto, España arde.
Este verano, hemos visto imágenes que deberían darles vergüenza. Bomberos forestales de Castilla y León negándose a dar la mano a Mañueco. “¿Somos un despilfarro?”, le espetaban frente a las cámaras. Denuncias de falta de personal, turnos inhumanos, equipos parados por decisiones políticas. El operativo contra incendios se ha desmantelado a golpe de tijera y desidia.
Y mientras todo esto ocurre, el PP bloquea comisiones de investigación, impide plenos extraordinarios y tapa las responsabilidades de sus presidentes. En el Senado, donde tienen mayoría, sí exigen comparecencias urgentes… pero de ministros. Nunca de los suyos, de los que tienen la responsabilidad política. Una doble vara de medir que ya no engaña a nadie.
Porque mientras el Gobierno de Pedro Sánchez siempre ha dado la cara, siempre ha estado, los presidentes autonómicos del PP se escondían. Y mientras los ministros recorrían zonas afectadas, algunos dirigentes del PP estaban en la playa. La deslealtad institucional es ya una seña de identidad.
Sr. Feijóo, el cambio climático no es una exageración. Es una emergencia. Olas de calor, sequías, incendios incontrolables… esto ya no es ciencia ficción. Negarlo o minimizarlo es condenar al país a repetir tragedias. Por eso hace falta un Pacto de Estado contra la emergencia climática, como ha propuesto Pedro Sánchez. Un acuerdo serio, con brigadas todo el año, medios dignos para los bomberos forestales, agentes medioambientales bien dotados y la ciencia como guía.
¿De verdad, Sr. Feijóo, no le preocupa que más de 400.000 hectáreas hayan desaparecido bajo las llamas? ¿De verdad cree que ninguno de sus presidentes autonómicos debe asumir responsabilidades? ¿Así gobernaría usted si llegara a la Moncloa?
La próxima vez que el humo cubra el cielo, habrá que recordarlo: el fuego no distingue colores políticos, pero las responsabilidades sí. Y en esta tragedia, tienen nombres y apellidos: Partido Popular y Vox. Porque los incendios no son solo fuego. Son la metáfora de un país devorado por la irresponsabilidad, la cobardía y el abandono de quienes prefieren salvar su imagen antes que proteger la vida de la gente. Y usted, señor Feijóo, ha demostrado que ni con Mazón ni ahora con los incendios es capaz de exigir una sola dimisión en el PP.
No hay comentarios:
Publicar un comentario