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sábado, 19 de agosto de 2017

El lado oscuro de la Adopción Internacional

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Conozco el lado oscuro de la adopción internacional porque lo he vivido
Sé cuáles son tu nombre y función menos conocidos: abandono. Antes de ganar una familia, tuve que perder otra.
18/08/2017
 Korean American Adoptee, Filmmaker

Estimada adopción internacional:
No siempre eres del todo sincera. No eres quien dices ser. Tu significado cambia según la persona que te define y para quién te define. Personalmente, me gusta compararte con la luna: solo muestras al mundo tu parte luminosa mientras escondes eternamente tu lado oscuro. Tienes cuidado de mostrar solo tu lado bonito a quienes te miran. Y, como le pasa a la luna, tu lado luminoso pasa a ser la parte que te define. Sin embargo, ignorar tu existencia en su conjunto es ignorar la realidad.
Para mucha gente ya has demostrado ser un sistema corrupto y roto, pero a nadie le apetece hablar de ello. En algunos casos, eres simplemente un intercambio de dinero que se hace pasar por una acción altruista. Por tu culpa, algunas personas son arrancadas de un cazo solo para acabar yendo directamente al fuego. Por tu culpa, algunas personas no solo tienen que lidiar con el trauma emocional de no haber sido queridas, sino también con el abuso emocional de aquellas personas que aseguran que las quieren. Por tu culpa, algunas personas han recibido palizas de muerte por parte de aquellas personas que juraron protegerlas. Debido al gran caos en que conviertes la vida, algunas personas se han replanteado si seguir viviendo o no. El hecho de que hayas sido una heroína para algunas personas no te da derecho a que el mundo entero se vende los ojos ante las atrocidades que cometes entre bambalinas.
Personalmente, me gusta compararte con la luna: solo muestras al mundo tu parte luminosa mientras escondes eternamente tu lado oscuro.
No existe ni una afirmación general ni una única opinión que pueda abarcar tu doble naturaleza. Puedes representar una idea para una persona y otra idea completamente distinta para otra. Por eso NADIE puede representar la voz de un adoptado salvo ese mismo adoptado. Ni siquiera otro adoptado. Puede que compartan algunas ideas, pero cada persona tiene una historia distinta, compleja e independiente. Nadie debería tener la obligación de fingir una apariencia de "todo va bien" solo porque otra persona adoptada hable de su experiencia positiva. Todos tenemos una voz propia, solamente nuestra, que nunca debería ser silenciada. Admitir solamente tu lado positivo es invalidar todas aquellas voces de quienes han experimentado tu lado negativo. Lo que el mundo suele pensar de ti es la imagen de "todos salimos ganando", cuando, en realidad, siempre hay alguien que tiene que salir perdiendo. Eres un juego de suma cero y estoy harta de estar siempre en el lado perdedor y de sentirme avergonzada o silenciada por el dolor de la pérdida. Aquellos que piensan que todas las partes relevantes implicadas en el proceso de adopción internacional salen ganando siempre contigo quizás deberían comprobar si la lente desde la que te miran está bien.
Tanto tu lado oscuro como tu lado luminoso son una realidad inamovible. Eres una paradoja agridulce. Eres tanto la piedra angular de mi identidad como la fuente de misterio que rodea todo lo que soy. Eres el velo que separa el lugar en el que me encuentro del lugar que deseo conocer por mucho miedo que me dé lo que pueda descubrir. Eres el motivo de muchísimo dolor, pérdidas, así como de victoria y felicidad.
Sé cuáles son tu nombre y función menos conocidos: abandono. Antes de ganar una familia, tuve que perder otra. Me ofreciste una de tus identidades mientras me escondías la otra, como una ciudad construida sobre ruinas. Me has dado tanto como me has arrebatado. Tienes las respuestas a mis más profundas dudas existenciales: ¿Tengo hermanos? ¿Qué día nací realmente? ¿Cuál es mi historial médico? Son asuntos básicos de la identidad de cualquier persona que no me han sido concedidos, sino arrebatados. Una persona corriente de cualquier familia corriente no necesita plantearse esas cuestiones.
La primera foto que vieron mis padres de mí. En el orfanato me llamaba Shin-Ja Park, código K83-3751

En lugar de respuestas, he tenido que construir una versión Frankenstein de posibles verdades. Me has otorgado un terreno de cultivo perfecto para una vida entera de especulaciones. Idolatrarte fue el único mecanismo de defensa que tenía de niña. Al igual que muchos otros huérfanos de las películas, yo también me preguntaba si era "especial" o si "estaba destinada a hacer algo grande". Acepté y alimenté mis fantasías idealizadas para acallar mi inquietud. Rellené las lagunas de mis orígenes con fragmentos hermosos de historias de Hollywood, pero, desgraciadamente, al convertirme en adulta, esas lagunas pasaron a rellenarse con una verdad mucho menos idílica. He decorado las historias que te reivindicaban como la oportunidad de lograr una vida mejor, pero también he descubierto que eres la fuente de un pozo de vergüenza, que alguien en algún momento pensó que era mejor deshacerse de mí que mostrarle a la sociedad el gran error que había supuesto mi nacimiento. ¿Fue un acto de valentía, de cobardía o, peor, de coerción? ¿Fui yo una mera inconveniencia? ¿O quizás el secreto inconfesable de alguien? ¿Estoy siguiendo las huellas de gente que igual prefiere seguir escondida? ¿Habrá alguien acordándose de mí o estará tratando por todos los medios de olvidarme?
Alguien en algún momento pensó que era mejor deshacerse de mí que mostrarle a la sociedad el gran error que había supuesto mi nacimiento.
Me has convertido en una aprendiza de tu arte de ocultarte entre las sombras. Me has enseñado que tengo que mostrar un rostro feliz y agradecido. De cara al exterior, podría poner cualquier cara de ilusión y felicidad, pero me resulta imposible mostrar mi duelo. Básicamente porque eres una historia completamente distinta para quienes te ven desde fuera. Eras la historia de un rescate, un "y comieron perdices" que insiste educadamente en omitir la parte del "érase una vez". Crecí sintiendo que necesitaba protección y mantuve en mi mente esta concepción unidimensional de tu realidad. Qué injusticia.
Mis sentimientos de duelo no tuvieron vía libre para expresarse o liberarse. Permanecieron en algún lugar de mi interior, intensificándose y haciendo imposible siquiera que cicatrizaran. No quería que la gente me viera como una "adoptada desagradecida". ¿Por qué lamentarme por la pérdida de una familia que no me quería cuando había sido bendecida con otra familia que sí lo hacía? ¿No me daba cuenta de lo afortunada que era? Cada sentimiento de pérdida me parecía una amenaza para mi familia adoptiva, una invalidación de su amor y devoción. Hacer tabla rasa al llegar me pareció lo más considerado que podía hacer. Como tantas cosas que parecían escapar de mi control, sentía que no me correspondía tener mis propios sentimientos (o expresarlos, al menos).
Claro que estoy infinitamente agradecida y me siento afortunada por haber acabado en un lugar en el que criarme y empezar una nueva historia con una nueva identidad. Mi familia adoptiva es mi familia, la única familia a la que he conocido. Han dado lo mejor de sí mismos por mí. Pero el cariño y el hogar estable que me han proporcionado no pueden anular el ardor por la pérdida de mi primera familia. Ambas facetas conforman a partes iguales lo que soy.
Retrato de la familia Neville alrededor de 1991

Pero mi relación contigo no ha sido del todo mala. Me has moldeado en algunos aspectos y te doy las gracias por ello. Me has enseñado a trazar mi propio camino y a escribir mi historia. Me has dado la paciencia y la valentía para plantar cara a comentarios racistas. Como no encajo en los pequeños moldes por los que mucha gente me intenta definir, he aprendido a no juzgar por las apariencias, sino por la forma de ser. Me hiciste ser la persona que llama siempre la atención entre el resto, el incómodo tema inicial de conversación, la pieza que no encaja en la sociedad, la eterna incomprendida. También gracias a todo eso, me has hecho una firme defensora de la empatía hacia los demás y la comprensión.
Me gusta destrozar los estereotipos. Soy una superviviente. Me adapto a lo que venga. Pero, sobre todo, fui una marginada, yo sola en el mundo, y Dios dispuso en mi vida sus planes y su piedad. Así que, por favor, deja que Él se lleve el mérito, no tú.
Conforme maduré, el mecanismo de defensa con el que te idealizaba aún seguía ahí, pero había evolucionado. Solo cogí las imágenes más bonitas de tu realidad para construirme una armadura. Quiero creerme la historia de la pobre madre joven que tuvo que tomar esta valiente pero difícil decisión. Y creo que muchos padres adoptivos también necesitan creérselo. Tengo que admitir que yo, más que nadie, he sido culpable de vendarme voluntariamente los ojos para no ver tu lado oscuro. Te he mantenido a una distancia segura para evitarme el mal trago de aceptar determinadas realidades duras pero aleccionadoras. Observarte más de cerca implicaba tener que distinguir entre las supuestas y valientes verdades que me había inventado de las verdades frías, desagradables y duras que también encierras en tu interior. En tu forma abstracta, con todas tus variables y secretos, eres una explicación mucho más sencilla para el dolor del abandono que el hecho de responsabilizar a una persona, a una madre, mi madre.
Estamos vinculadas, tú y yo, como la Tierra y la Luna con las mareas. El rostro que nunca revelarás voluntariamente ha ocultado también parte de mi identidad. Has estado siempre ocultándome secretos, pero también has sido paciente, una barrera y un escudo contra la verdad que solo ahora estoy lista para conocer. Aunque las dudas que nunca me has resuelto me duelen, tenía miedo de que las respuestas fueran aún más dolorosas. Ahora ya sé que, en los años que he tardado en reunir el coraje para buscar la verdad de forma activa, he estado demasiado nerviosa como para ver tu otra cara. ¿Con cuál de tus dos caras te quedarás?
Por primera vez en mi vida, estoy preparada para descubrir quién eres y no imaginármelo. Me ha costado toda mi vida llegar a este punto. He pasado muchísimo tiempo contemplando tu largo pasillo de preguntas sin resolver, demasiado asustada como para adentrarme. Ya he asumido que el viaje será doloroso, pero soy consciente de que ese dolor me hará pasar página, no será un destino en el que permanecer y languidecer. Espero que seas amable conmigo y me permitas asumir lo que pasó, que es lo que llevo tanto tiempo deseando. Ya estoy preparada para aceptar quién eres con todos tus matices, ya no hace falta que seas lo que yo necesitaba que fueras. Estoy lista para borrar los cuentos de hadas con los que rellené mis lagunas y sustituirlos por la cruda verdad, por muy desagradable que sea. Si, después de todo, no tienes ninguna respuesta que ofrecerme, si te llevas tus secretos a la tumba, espero tener el suficiente coraje como para aceptarlo.
Ojalá el mundo empiece a mirarte con mayor detenimiento y descubra una versión más realista de ti. Pero no será posible si aquellos que han sido adoptados no alzan la voz. Hay quienes se encuentran más bajo tus sombras que bajo tu luz. Cuantos más adoptados dejen de morderse la lengua, más realista será la imagen que el mundo tenga de ti. Eres un mosaico de experiencias variopintas, tanto positivas como negativas y una amplia gama de grises por medio. La primera imagen de la cara oculta de la Luna no llegó a la Tierra hasta 1959, gracias a una sonda espacial rusa. Esperemos que las voces de los adoptados sigan la estela de aquel satélite para mostrarle al mundo tu retrato. Tu verdadera identidad.
Este post fue publicado originalmente en Dear Adoption, apareció posteriormente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.


El Guernica,

Carta abierta

Carta a un comentarista anónimo
Dirigida al que clama contra el islam y aboga por la expulsión de todos los árabes y/o musulmanes del país
Sarah Babiker
Ctxt
18 de Agosto de 2017

Comentarista anónimo:
Los tiempos que añoras no van a volver. Seguramente tu vida es peor que antes, por muchas razones además del terrorismo. Seguramente te cuesta habituarte a diversas incertidumbres, la personal, la económica. Todo es más difícil, no puedes fiarte de nada. Miras a tu alrededor y además están ellos. Gente diferente, percibes, musulmanes que tienen carnicerías halal y hacen el ramadán una vez al año, mujeres con velo, jóvenes que hablan árabe por el móvil. Algunas personas que practican el Islam, una parte mínima, han cometido actos tremendos. Sobre todo contra otras personas de su misma religión, y que hablan, como esos vecinos diferentes, variantes del árabe. También en tu ciudad, comentarista anónimo, por las calles que tantas veces has transitado, en lugares donde podías haber estado tú. ¿Cómo no estar asustado?
Lo que corresponde ahora, en tu opinión, es expulsarlos a todos. No me queda claro, comentarista anónimo, si son los árabes los que deben irse, o los musulmanes. O los árabes musulmanes, o cualquiera que tú consideres que podría ser árabe o musulmán. Quisiera, para empezar, comentarte, que no todos los musulmanes son árabes, ni todos los árabes son musulmanes. Ya que estamos, te aclaro que no todos los musulmanes son practicantes, de los practicantes solo una parte son islamistas, y la inmensa mayoría de estos últimos no son terroristas. Siento la necesidad de explicártelo porque no parece que lo sepas.

Comentarista anónimo, tu ignorancia no es del todo responsabilidad tuya. Primero falló el sistema educativo, más preocupado de que aprendieras los reyes godos, de que memorizaras ríos y afluentes que de instruirte sobre el mundo en el que vives. Tienes un continente aquí al lado, del que desconoces todo. No sabes nada de la gente que allí vive, de la expropiación de recursos y vidas que aún sigue sucediendo, de sus luchas y resistencias, y como no sabes nada de ellos, ni siquiera puedes pensarlos como personas, y por ello no empatizas, y es así como solo les ves como invasores o, en el mejor de los casos, como víctimas para las que no hay lugar. Una víctima, así, sin más biografía, no es una persona. Quizá, comentarista anónimo, acabaste hasta la universidad, sin saber lo más mínimo sobre la segunda religión monoteísta del mundo. No ya sobre la religión, aquí no es la religión lo importante, es la gente que la practica y cómo son sus vidas. ¿Qué te contaron de las personas de tradición islámica en la escuela? ¿Qué sabes de la historia de sus países, de su vida cotidiana? ¿Qué sabes de las personas musulmanas que viven aquí? ¿Qué sabes de los árabes más allá de que muchos de ellos practican el Islam? 
Comentarista anónimo, encima los medios masivos de comunicación no ayudan. La mayor parte de los periodistas fueron (mal) educados del mismo modo que tú, el foco puesto en un nosotros “occidental” del que éramos el Sur, y afuera todo sombras y campos de saqueo, espacios de impunidad. Periodistas que cuanto menos saben con más firmeza proclaman mierda eficazmente expandida por la caja de resonancia privilegiada que son los medios. Medios de comunicación que pueden dedicar páginas dobles a la ropa que llevaba Letizia en la última recepción real, reportajes al forúnculo de un afamado futbolista, pero para los que África no existe, y Latinoamérica o el mundo árabe existen en la medida en que interese a sus accionistas.

En nada ayudó tampoco la socialdemocracia, comentarista anónimo. En lo económico asumieron las prácticas del liberalismo, dejaron que el Estado de Bienestar se achicase, que el trabajo se hiciera un bien escaso y mal pago, que la vivienda fuera un lujo, y cuando los empobrecidos locales empezaron a percibir a los empobrecidos foráneos como enemigos, como competidores por los recursos, los progresistas en el poder les dijeron: está feo ser racistas e imprimieron muchas pegatinas en las que ponía: “somos diferentes, somos iguales”. Y hasta ahí llegó la cosa. Bajo lo políticamente correcto se incubó toda esa mierda que ahora brota en forma de comentarios anónimos en todos los medios. Los socioliberales tuvieron la flojera de trabajar mucho el discurso, y poco la educación, y mucho menos las realidades materiales. Entre sus grandes proclamas por la igualdad dejaron que se extendieran páramos de exclusión, desigualdad real y cotidiana, con jóvenes sin lugar ni futuro, listos para alistarse a una causa que dé sentido a sus vidas vacías.
Comentarista anónimo, por cada comentario tuyo identificando a todos los musulmanes como el enemigo tras un atentado, hay un comentario de otro tipo anónimo, que culpa a todo Occidente de la situación del mundo musulmán, de los millones de muertos en Irak, de la guerra interminable en Afganistán, de la situación en Palestina. Los dos sois igual de útiles para unas élites que lo único que están dispuestas a repartir es odio. Los dos basáis vuestros “nosotros” y “ellos” en una ignorancia muy funcional al poder. Pero “ellos” estarás pensando, comentarista anónimo, vienen aquí y nos matan, mientras “nosotros” no vamos a sus países a matarlos. Hay muchas formas de matar, comentarista anónimo. Matan las guerras ilegales, matan las armas de cuya venta se benefician tus élites, matan los discursos del odio financiados con el simpático dinero de los saudíes, con los que ufanamente comercian nuestros gobiernos.

Comentarista anónimo, siento tristeza, porque sé que eres una persona. No eres un “islamófobo”, o un “racista” o un ser abstracto a quien tenga que combatir con discursos. No eres un idiota ajeno del que burlarme en las redes sociales. Eres mi vecina de arriba, mi primo, mi compañero de la facultad, mi amiga de la infancia. Eres quizás la señora que le acarició la mejilla a mi hija pequeña, el joven que fue a donar sangre justo después de los atentados. Siento mucha tristeza y mucho miedo, porque lo que tú dices no son ideas peregrinas de gente radicalizada, racismos bárbaros de iletrados. Lo que tú dices, es cada vez más el sentido común de estos tiempos. Y es de este sentido común, tan bien alimentado de ignorancia y desinformación, al que solo alcanzamos a poner parches discursivos, del que brotarán los peores fascismos. Ya lo estamos viendo.
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Sarah Babiker es periodista especializada en género y mundo árabe.


viernes, 18 de agosto de 2017

Los cuatro sospechosos buscados por la policía


 Atentado terrorista en Barcelona Estos son los cuatro sospechosos buscados por la policía por los atentados
Tienen edades comprendidas entre los 17 y los 24 años, residen en las localidades de Ripoll y Ribes de Freser y tienen nacionalidad marroquí. 

Madrid
Público / Europa Press
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están buscando a al menos cuatro personas de nacionalidad marroquí y residentes en las localidades gerundenses de Ripoll y Ribes de Freser, según han informado fuentes policiales.
Uno de ellos es Moussa Oukabir, hermando de Driss Oukabir, detenido ayer por los Mossos, aunque alegó que iba a denunciar el robo de su documentación. Moussa tiene 17 años de edad y vivía con sus padres en Ripoll. Carecía de antecedentes.
Además, están siendo buscados otros tres hombres, también de nacionalidad marroquí: Said Aallaa, Mohamed Hychami y Younes Abouyaaqoub.
De hecho, los Mossos d'Esquadra están registrando la casa de Said Aallaa desde las 16:50 horas de esta tarde, situada en la céntrica plaza Gran de Ripoll (Gerona).
Según los datos policiales, Said Aallaa nació en Naour (Marruecos), en agosto de 1998, por lo que cumpliría este mes los 19 años y no contaría con antecedentes policiales por delitos de terrorismo.
Mohamed Hychami y Younes Abouyaaquoub, que cuentan con 24 y 22 años, respectivamente, nacieron en la misma localidad de Marruecos, Mrirt y los padres de ambos están domiciliados en Ripoll, al menos desde el año 2006. Ninguno contaba hasta ayer con antecedentes por terrorismo.



La ventaja


Desde Barcelona

Desde Barcelona
18/08/2017
ElEuffPost

Doctora en Filología Románica

Primero fue el estruendo de los helicópteros. Como no era ni el 11 de septiembre, ni el 1 de mayo, ni ningún día señalado, al cabo de un rato reaccioné y me conecté.
Por les Rambles, la aorta siempre llena de vida de Barcelona, ​​se iba la vida a borbotones. Los mazazos, sordos e implacables, se fueron sucediendo uno tras otro.
Salgo a la calle y en mi barrio la gente va a cámara lenta, como anestesiada, con el teléfono en la mano. Muy poca circulación, ningún taxi libre. Han ido a ayudar y ejercer de servicio de emergencias. La gente empieza a acudir hacia los hospitales a donar sangre. No es verdad que se paralice todo.

Primera hora de la mañana. Salgo de casa y justo en ese momento pasa el V15, uno de los buses que cruzan Barcelona de arriba a abajo. Me monto en él. El autobús no sólo funciona sino que también lo hace el aire acondicionado, y pienso en el infierno multiplicado que deben ser los atentados en cualquier lugar del Yemen, Irak, Pakistán, Afganistán o Siria.
Bajo a una plaza de Catalunya con mucho menos ruido del habitual (por debajo, además, se percibe un silencio espeso), puesto que no hay circulación privada. Además de las fuerzas del orden, hay coches de bomberos y otros servicios, vuelvo a pensar en el infierno multiplicado.
Inicio la bajada por unas Rambles insólitamente vacías. Muy poca gente, alguna, poca, se autorretrata. El silencio es ensordecedor en consonancia con el estupor de la gente: quien habla lo hace en voz baja, casi musitando.


Tímidamente empiezan a abrir los quioscos y algunos bares. Las paradas de flores, no; quizás más tarde, tal vez, mañana.

El reloj de la Acadèmia de les Bones Lletres, imperturbable, sigue marcando la hora oficial.
La Boqueria, el vientre de Barcelona, está cerrada a cal y canto, un símbolo grande de anormalidad, de vida parada.


El mediterráneo, bello y colorido regalo de Joan Miró en el centro de les Rambles, frente al Liceo, que ayer era el siniestro blanco donde fue a parar la furgoneta asesina, hoy está tomado por los medios de comunicación, las teles, las cámaras. Como si necesitaran un punto de anclaje. Tímidamente, alguien ha depositado un ramo de flores, un cartel verde, algunas velitas. Es posible que se convierta en el punto 0 de la conmemoración de las víctimas.

 A partir de ese punto, cada vez menos gente. Paso por el lado de cuatro mossos de aspecto tranquilo, uno dice: «Me ha parecido entender que media hora para comer sí la tendríamos». El día será largo.
Al final de les Rambles, el mar azul, como el reloj, imperturbable y ajeno a todo. Nadie en la Passarel.la.
No es hasta que desando el camino que me doy cuenta de lo que es un rumor mortecino que de vez en cuando se oye y que confieso que me asustaba cada vez que la oía, era como si se formase una nueva tormenta sobre nuestras cabezas. Son los metros que pasan por el subsuelo. La vida de les Rambles, la cava llena de vida en Barcelona, ​​hace que no se oigan jamás.
Pasan camiones y camionetas de recogida de residuos seleccionados; alguna ambulancia estacionada en la acera recuerda que en el hospital del Mar y en muchos otros centros trabajan a destajo. Vuelvo a pensar en los infiernos multiplicados en lugares que parecen lejanos pero que en realidad tan próximos.
Los servicios de limpieza se han esforzado y lo siguen haciendo. Ni rastro, ni indicios, que horas antes aquello fuera un pozo de víctimas mortales, de tanta gente herida gravemente, de tanto daño para toda la vida.
Ni rastro tampoco del cochecito de bebé estrellado en un alcorque de un plátano de les Rambles, cochecito que de golpe y porrazo pasó de ser un flamante vehículo a un despojo repleto de humanidad. Espero que la criatura esté bien; que unos brazos amorosos se la hayan podido arrebatar a la muerte.
Debería haber un lugar donde tanta sangre, donde tanto dolor, donde tanta muerte, donde tanto sufrimiento de todo tipo, físico, moral, de todo orden, se convirtieran en energía y esperanza. Hoy cuesta de creer.
Fotos: EULÀLIA LLEDÓ



Primer va ser l'estrèpit dels helicòpters. Com que no era ni l'11 de setembre, ni l'1 de maig, ni cap diada assenyalada, al cap de poca estona vaig reaccionar i em vaig connectar.
Per les Rambles, l'aorta sempre plena de vida de Barcelona, s'escolava la vida a borbollons. Els cops de massa es van anar succeint, sords i implacables, un darrere l'altre.
Surto al carrer i al meu barri la gent, amb el telèfon a la mà, va a càmera lenta, com anestesiada. Molt poca circulació, cap taxi lliure. Han anat a ajudar i a fer de servei d'emergències. La gent comença a enfilar cap als hospitals a donar sang. No és veritat que es paralitzi tot.
Primera hora del matí. Surto de casa i just en aquell moment passa el V15, un dels busos que creuen Barcelona de dalt a baix. Hi pujo. L'autobús no tan sols funciona sinó que també va l'aire condicionat i penso en l'infern multiplicat que deuen ser els atemptats a qualsevol lloc del Iemen, Irak, Paquistan, Afganistan o Síria.
Baixo a una plaça de Catalunya amb molt menys brogit de l'habitual (per sota, a més, s'hi percep un silenci espès), atès que no hi ha circulació privada. A més a més de les forces de l'ordre, hi ha cotxers de bombers i d'altres serveis, torno a pensar en l'infern multiplicat.
Inicio la baixada per unes Rambles insòlitament buides. Molt poca gent, alguna, poca, s'autoretrata. El silenci és eixordador en consonància amb l'estupor de la gent: qui parla ho fa en veu baixa, gairebé en un xiuxiueig.
Tímidament comencen a obrir els quioscos i alguns bars. Les parades de flors, no; potser més tard, potser, demà.
El rellotge de L'Acadèmia de les Bones Lletres, impertorbable, continua marcant l'hora oficial.
La Boqueria, el ventre de Barcelona, està tancada i barrada, un símbol gran d'anormalitat, de vida aturada.
El mediterrani, bell i acolorit regal de Joan Miró al bell mig de les Rambles, davant del Liceu, que ahir era el sinistre blanc on va anar a raure la furgoneta assassina, avui està pres pels mitjans de comunicació, les teles, les càmeres. Com si necessitessin un punt d'ancoratge. Tímidament, algú hi ha dipositat un ram de flors, un cartell verd, algunes espelmetes. És possible que es converteixi en el punt 0 de la commemoració de les víctimes.
A partir d'aquell punt, cada cop menys gent. Passo pel costat de quatre mossos d'aspecte tranquil, un diu: «M'ha semblat entendre que mitja hora per dinar sí que la tindríem». El dia serà llarg.
Al final de les Rambles, el mar blau, també impertorbable i aliè a tot. Ningú a la Passarel.la.
No és fins que pujo que m'adono què és una remor somorta que de tant en tant se sent i que confesso que m'espantava cada cop que la sentia, era com si es congriés una nova tempesta. Són els metros que passen pel subsol. La vida de les Rambles, la cava plena de vida de Barcelona, fa que no se sentin mai.
Passen camions i camionetes de recollida de residus seleccionats; alguna ambulància estacionada a la vorera recorda que a l'hospital del Mar i a molts d'altres centres treballen a preu fet. Torno a pensar en els inferns multiplicats en indrets que semblen llunyans però que són casa nostra.
Els serveis de neteja s'han esforçat i ho continuen fent. Ni rastre, ni indicis, que unes hores abans fos un pou de víctimes mortals, de tanta gent ferida greument, de tant mal per a tota la vida.
Ni rastre tampoc del cotxet de criatura estavellat en un escossell d'un plàtan de les Rambles que, en un obrir i tancar d'ulls, va passar de ser un flamant vehicle a una desferra plena d'humanitat. Espero que la criatura estigui bé; que uns braços amorosos l'hagin pogut arrabassar de la mort.
Hi hauria d'haver un lloc on tanta sang, on tant dolor, on tanta mort, on tant de sofriment de tot tipus, físic, moral, on els patiments de tot ordre, es convertissin en energia i esperança. Avui costa de creure.


Las Ramblas

Por qué Las Ramblas no es cualquier lugar de Barcelona
El escenario este jueves de un mortífero atentado, es la gran avenida popular de la ciudad catalana.
18/08/2017
  • Redacción El HuffPost

·         Los terroristas no eligieron cualquier lugar para sembrar el terror en Barcelona. Fueron a causar el máximo daño y dolor posibles y por eso optaron por Las Ramblas, ese lugar mundialmente conocido, amado y admirado.
·         Las Ramblas es la gran avenida popular de Barcelona, el lugar en que históricamente la ciudad celebraba los triunfos del Barça, se manifestaba o daba rienda suelta a sus bajas pasiones.
·         En el siglo XIX, Barcelona destruyó las murallas que limitaban su crecimiento y se construyó un paseo para unir la parte alta de la ciudad al mar, naciendo las Ramblas.

·         Aunque últimamente los barceloneses parecen haberse visto obligados a cederlo al turismo, ese paseo del centro histórico, que discurre entre la plaza Cataluña y el viejo puerto, ocupa un lugar especial en el corazón de la ciudad.

·         Tanto, que da lugar a un verbo barcelonés, "ramblear", que significa recorrer el paseo. En otros tiempos, coincidían en ella los grandes burgueses catalanes que acudían al teatro de la ópera del Liceo, con los marineros estadounidenses, las prostitutas, las floristas, los vendedores de pájaros y los marchantes de la Boquería, el mercado de alimentos más emblemático de la ciudad.
·         Las Ramblas atravesaban el corazón de la ciudad, y a su alrededor están la sede de los poderes políticos, el gobierno catalán y el de Barcelona, el espiritual, con la catedral y la gran iglesia de Santa María del Mar, y el monetario, con las sedes de La Caixa o la medieval Llotja del Mar, al final del paseo, tocando al mar, donde se cerraban los detalles de las expediciones comerciales mediterráneas de la Corona de Aragón.

·         El paseo está dividido en cinco tramos. Empezando en su parte alta, se le llamaba 'la Rambla de Canaletas, donde está la fuente de Canaletas, una fuente del siglo XIX de la que dicen que quien bebe de ella vuelve a Barcelona', explica el ayuntamiento.
·         El siguiente tramo era la Rambla de los Estudios, porque albergó una de las primeras universidades de Barcelona, y que acogía además el palacio de la Virreina, regalo del virrey del Perú hacia su segunda esposa.

·         Le seguían la Rambla de las Flores, por sus puestos de floristas, la de los Capuchinos, con el mítico Mercado de la Boquería y el Liceo, y acababa en la de Santa Mónica, desembocando al mar allí donde se erige la gran estatua de Cristobal Colón señalando a América.

·         Todo aquel que lo visita admira su disposición, sus flores, la alegría y vida que lo invaden. Con eso han querido acabar los terroristas, pero desde el minuto cero tanto los barceloneses como el resto de personas han dicho que no, que no lo van a conseguir. Las Ramblas son y serán uno de los símbolos de esa ciudad tan mágica que es Barcelona.

Una sola agente de los Mossos abatió a cuatro de los terroristas.

Una sola agente de los Mossos abatió a cuatro de los terroristas en Cambrils
El Audi A3 en el que circulaban volcó en una rotonda después de atropellar a varios peatones y embestir a un coche policial.
18/08/2017
Redacción El HuffPost EFE
Una sola agente de los Mossos d'Esquadra abatió de madrugada a cuatro de los terroristas que acababan de volcar con el coche en el que circulaban en la rotonda del Club Nàutic de Cambrils, según han confirmado a Efe diversos testigos.
Un Audi A3 con cinco terroristas volcó en esa rotonda, situada en la confluencia del Passeig Miramar, el Passeig Marítim y la Rambla de Jaume I, en la zona del Puerto de Cambrils, tras atropellar a diversos transeúntes.
El Audi volcó después de embestir a un coche policial que les cerraba el paso, lo que provocó heridas a una agente en una pierna y en la cabeza.
Del coche volcado bajaron cuatro terroristas, armados con armas blancas como cuchillos, machetes y hachas, y se dirigieron hacia una agente de los mossos, que los abatió con su arma reglamentaria.
Se da la circunstancia de que a escasos 50 metros de esa rotonda se halla el Hotel Mónica, donde Mohamed Atta pasó una noche en agosto del 2001 para preparar el atentado de las Torres Gemelas de Nueva York, tras pernoctar también una noche en una pensión de la vecina localidad de Salou.
Un quinto terrorista marchó corriendo hacia Salou empuñando un cuchillo y fue interceptado por agentes de paisano de los Mossos, que dispararon intimidatoriamente hasta que, al comprobar que ni tiraba el arma ni se entregaba, le abatieron, como se observa en un vídeo grabado por un vecino de Cambrils.


Además de otra agente de los mossos herida, los terroristas atropellaron o agredieron a seis transeúntes, uno de los cuales, una mujer cuya identidad no ha sido facilitada, ha fallecido hoy en el Hospital Joan XXIII de Tarragona. 

No pongáis vuestras sucias manos sobre la muerte

No pongáis vuestras sucias manos sobre la muerte
Juan Carlos Monedero
Público
18/08/2017


No, no es lo mismo publicar la foto de Aylan que la de la niña asesinada por los fanáticos islamistas o los vídeos de los cadáveres atropellados en Las Ramblas. Una busca generar conciencia. Las otras alimentan el odio. Y precisamente porque el odio ciega, le hacen el caldo gordo a los asesinos. Asesinos que merecen, sin una brizna de duda, la más contundente de las repuestas. Y como la ira que desatan es comprensiblemente enorme, hay que combatirles con inteligencia. Nada les complace más a los bárbaros del ISIS que lograr en los telediarios la retransmisión de un degüello. Los que odian en diferentes sitios terminan necesitándose.
No se publican las fotos por las mismas razones. Una nace del dolor y la intuición de que se podía haber evitado esa muerte y la de miles de refugiados que sólo porque ya se sienten muertos van a morir encima de una embarcación de juguete para llegar a Europa. La otra nace de la estupidez, del odio racista -que es un derivado de la estupidez- y de la justificación de las propias ideas xenófobas y supremacistas que pretenden hacer suyas las víctimas aunque eso multiplique el dolor de las verdaderas víctimas.



Resulta curioso que quienes dicen que publicar ambas fotos responde a un idéntico criterio son los mismos que tienen en la cabeza una sociedad donde la corrupción no es un problema determinante para estar o no estar en el gobierno; son los mismos que antes de tener información ya acusaban a las CUP y decían que el atropello era un asunto de turismofobia (algún dipsómano incluso ha llegado a decir que las invasiones occidentales en Oriente Medio, África, Asia o América Latina eran una forma de turismo occidental que generó “turismofobia” en locos como, por ejemplo, Gandhi. Opiniones de borracho); son los mismos que consideran que los fascistas de Charlotesville son iguales que los antifascistas y suelen coincidir con los descerebrado que creen que es lo mismo la bandera de una dictadura -la franquista- que la bandera de un gobierno legítimo y legal -la de la República-. Equidistantes mientras no puedan imponer su distancia.
Las fotos en un medio de comunicación son en sí mismas el editorial del medio. Por eso los medios pantuflos publican todos los días ataques con información falsa a Podemos, truculencias, accidentes y, por supuesto, desnudos múltiples de señoras o líos redundantes entre famosos. Su ideario es la basura y sus fotos son una apología de la basura porque editorializan la basura. Por eso publican fotos o vídeos de las víctimas. Porque viven de ofrecer basura. Una foto de una víctima, especialmente del terrorismo islamista, por lo general está desprovista de contexto. A Aylan le mató el mar, que era el único camino que le dejó Europa para huir de las guerras que precisamente Europa ha creado. Pero le asesinó nuestra indiferencia. Su cuerpo sin vida en la orilla es la metáfora cruel de un proceso que nace con Occidente impidiendo que prosperen gobiernos progresistas en Oriente Medio, que organiza invasiones que rompen con arrogancia demente cualquier convivencia -los criminales Aznar, Bush y Blair en Las Azores- y que vende armas a los locos porque el negocio está por encima de cualquier dolor. Ese niño en la orilla nos habla de nuestro modelo de vida y de nuestras políticas públicas. Los padres de Aylan no querían que su niño terminara en el orilla. Los asesinos de las Ramblas querían que esa niña terminara en la acera. Compararlos es no entender que publicar esa foto es complacer a los asesinos. Es evidente que los medios -y twiteros- que han publicado las fotos y vídeos no lo hacen por connivencia con los asesinos. Pero su odio y su manera de estar en el mundo está tan quebrada que ni siquiera se dan cuenta de a quién terminan sirviendo.
Para luchar contra el terrorismo, contra cualquier terrorismo, Occidente necesita unidad. Y la unidad sólo puede lograrse sobre dos principios: que la democracia sea la base que nos una, y que sepamos que habrá que ceder parte para que nos encontremos en lo relevante, que es luchar contra los enemigos de la democracia. No es tan sencillo.
Primero hay que ponerse de acuerdo en cuáles son las bases de la democracia tanto en Europa como en otros lugares del mundo. Las propuestas de la derecha para frenar la violencia islamista son evidentes: más insistencia en el supremacismo cristiano y occidental, más represión interna y externa, más sospechas sobre la sociedad, más ley mordaza, más desconfianza y descalificación ante los que piensen diferente y, por supuesto, más castigo militar en las sociedades rotas de Irak, Siria, Libia, Yemen o Afganistán (al tiempo que no se dirá nada sobre, por ejemplo, el gobierno de Marruecos o el de Arabia Saudí). En cambio, la derecha no estará de acuerdo en acabar con los paraísos fiscales, en dejar de vender armas a gobiernos dictatoriales, en invertir para revertir la influencia cultural del islamismo radical, en recuperar económicamente a los países donde el islamismo radical aprovecha la pobreza para extenderse y en aumentar el gasto en inteligencia y prevención como forma de prevenir atentados. Ni en reconocer que desde que se decidió invadir Irak, el mundo está mucho más roto.
La izquierda por su parte tendrá que entender que el miedo social es legítimo, que no se ha avanzado gran cosa en el diálogo entre civilizaciones y religiones y que la solución no viene de ninguna afirmación simple sobre la bondad humana. En resumen, la derecha y la izquierda tendrán que apelar a la inteligencia, y viendo el mundo que se ha construido desde que unos bandidos decidieron invadir Irak no es nada sencillo. Ahí está Trump al que le cuesta incluso condenar el racismo. Malos tiempos.
Publicar la foto de Aylan nos hace mejores personas porque apela al compromiso, a la responsabilidad, a no mirar para otro lado. Publicar las fotos de las víctimas de un atentado islamista -sea en Barcelona, Niza, Londres o París- es apelar el odio y al ojo por ojo que terminará dejándonos a todos tuertos. Una foto va al corazón y a la cabeza. La otra al vientre. Por eso, los que quieren acabar con el drama de la muerte, de cualquier muerte, hablan con la muerte con dolor y respeto. En otro lado están los que sólo tienen un espacio pequeño para la empatía y sienten muy selectivamente. Son los que han defendido a los nazis de Charlottesville, los que piden “echar a los moros” de España como en 1492, los que presentan el apoyo a las Primaveras Árabes en 2011 (que hubieran frenado tanta locura) con un apoyo a los asesinos del ISIS, los que son incapaces de trenzar un artículo sin armar una milicia para entrar en guerra, los que utilizan la conmoción para barrer para una casa, la suya, que está cada vez más sucia.


¡Van a por tus hijos! (Gracias por avisarnos)

La avioneta de Hazte Oír vuelve a la carga: "Ley Mordaza LGTBI.
 Van a por tus hijos"
Superados los problemas administrativos por falta de permiso de vuelo y los metorológicos, la organización ultracatólica sobrevuela las playas
ElPlural
Jue, 17 Ago 2017

La avioneta de la organización ultracatólica HazteOír ha podido emprender el vuelo este jueves después de dos fallidos intentos, el primero cuando descubrió que no tenía permiso de vuelo. Lo hizo justo después de anunciar a bombo y platillo su nueva campaña contra lo que llama "Ley Mordaza LGTBI". Superado este escollo, la avioneta tenía previsto salir ayer con el inquietante lema “Ley Mordaza LGTBI: van a por tus hijos”.  No pudo hacerlo por las condiciones climatológicas adversas.

Esta mañana ya ha despegado para recorrer las playas de la provincia de Cádiz de Sotogrande y Guadiaro, en la costa mediterránea. En los próximos días la organización tiene la intención de hacer recorridos por el resto de provincias del litoral levantino hasta Girona. 

La avioneta es la segunda parte del bautizado por las organizaciones LGTBI como el autobús del odio. Con él Hazte Oír se ha movilizado contra la que llama dictadura LGTBI para impedir que se apruebe la "ley podemita" contra la discriminación discriminación por orientación sexual e identidad de género, y de igualdad social del colectivo LGTBI. Se refiere a la Ley de Igualdad LGBTI presentada en el Congreso el pasado mes de mayo por la Federación Estatal de Lesbianas Gais Transexuales y Bisexuales (FELGTB).


“Es imprescindible parar esta norma totalitaria que acaba con la libertad de educación, de información y de expresión de todos con el pretexto de proteger los ‘derechos’ de algunos”, afirmó Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír.

¿Leerías el final?


¡¡TERRORISTAS!!

ETA usaba las pistolas y las bombas para conseguir sus objetivos, al igual que hicieron Franco y los nazis. Todos eran iguales, dictadores  terroristas.

Franco, asesino genocida, por la Gracia de Dios

Barcelona Love


Catalunya 17- A