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jueves, 24 de octubre de 2019

El Dictador Genocida Franco, es deshauciado


eldiario.es

Volvamos a descorchar el champán 


Hoy nos encontramos en una situación que tiene muchos paralelismos con lo ocurrido hace casi 44 años: sobre la mesa volvemos a tener el cadáver del tirano que, esta vez, realiza el viaje de regreso desde su tumba dorada
Demasiadas preguntas sin respuesta que demuestran hasta qué punto España sigue siendo un país profundamente anormal si lo comparamos no solo con Italia, Francia o Alemania si no también con Argentina, Chile y hasta Camboya
Somos anormales, democráticamente hablando, cuando los tres partidos de la derecha española defienden, abierta o encubiertamente, la dictadura


23/10/19



l 20 de noviembre de 1975 miles de familias españolas celebraron la muerte del dictador. Aquel día había pocas certezas sobre lo que ocurriría en el futuro. Nada hacía pensar, y de hecho así fue, que el régimen fuera a desmoronarse de la noche a la mañana, arrastrado por la desaparición de su sanguinario Caudillo. Los miedos y la incertidumbre ganaban por goleada a la esperanza. ¡Quedaba tanto camino por recorrer! Sin embargo, los luchadores antifranquistas, los verdaderos demócratas sacaron de la nevera el champán que tenían reservado para la ocasión, lo descorcharon sin hacer demasiado ruido y brindaron con alegría y emoción. Nadie pudo arrebatarles aquel instante de profunda felicidad.

Hoy nos encontramos en una situación que tiene muchos paralelismos con lo ocurrido hace casi 44 años. Sobre la mesa volvemos a tener el cadáver del tirano que, esta vez, realiza el viaje de regreso desde su tumba dorada. Es una gran noticia y, sin embargo, hay tantos "peros", tantas cosas mal hechas, tantas asignaturas pendientes que la incertidumbre vuelve a imponerse a la esperanza. ¿Por qué la nueva tumba de Franco seguirá estando sufragada con el dinero de todos los españoles? ¿Qué va a pasar con ese monumento a la dictadura y ese insulto a sus víctimas que es El Valle de los Caídos? ¿Cómo se permite continuar allí a una congregación religiosa dirigida por un abad fascista que se ha reído abiertamente de nuestro régimen constitucional?

¿Cómo es posible que José Antonio Primo de Rivera, el fundador del partido fascista español, continúe allí enterrado? ¿Durante cuantos años más la basílica sevillana de La Macarena va a servir de sepulcro a ese criminal de guerra que incitaba a violar mujeres llamado Queipo de Llano? ¿Llegará el día en el que en España no haya ni una calle, ni una plaza, ni una estatua, ni un símbolo dedicado a honrar la memoria de los líderes franquistas? ¿Podremos alguna vez desenterrar, homenajear y dar una digna sepultura a los más de 100.000 hombres y mujeres que asesinaron las huestes del dictador por mantener ideas democráticas?

¿Estudiarán algún día nuestros niños la Historia real de España y no un relato falseado que dulcifica el régimen franquista? ¿Lograremos que se persiga a quienes niegan o justifican los crímenes cometidos durante la dictadura? ¿Se anularán alguna vez las sentencias dictadas por los tribunales-farsa que funcionaron en aquel negro periodo? ¿Tendrán los policías torturadores de la Brigada Político Social que cambiar sus medallas por un asiento en el banquillo de los acusados?

Demasiadas preguntas sin respuesta que demuestran hasta qué punto España sigue siendo un país profundamente anormal, en términos democráticos. Anormal si lo comparamos no solo con Italia, con Francia o con la Alemania que hoy sigue juzgando a antiguos miembros de las SS de Hitler. También profundamente anormal si lo confrontamos con naciones como Argentina, Chile y hasta Camboya que han acabado poniendo en el ominoso sitio que se merecen, al menos en parte, a los antiguos responsables de sus respectivas dictaduras.

Somos anormales, democráticamente hablando, cuando los tres partidos de la derecha española defienden, abierta o encubiertamente, la dictadura. Somos anormales, democráticamente hablando, porque los gobiernos socialistas de Felipe González permitieron que el pueblo español siguiera viviendo en la ignorancia histórica, los verdugos en la más absoluta impunidad y las víctimas en el olvido. Somos anormalesdemocráticamente hablando, porque decenas de políticos, periodistas, empresarios, militares y hasta magistrados se atreven a hacer apología de aquella dictadura y a insultar a los asesinados.

Las armas de estos negacionistas, de estos defensores de la anormalidad son la ignorancia y la mentira. Por eso siempre, y especialmente un día como hoy, la mejor respuesta pasa por repetir los datos, por contar la verdad y recordar quién fue Francisco Franco.
·         Un joven comandante que elogiaba a los legionarios que cortaban orejas a sus enemigos
·         Un general que rompió su juramente de lealtad a la Constitución republicana y dio un golpe de Estado para acabar con la democracia


·         Un líder golpista que desencadenó una cruenta guerra en la que contó con el decisivo apoyo militar de la Alemania nazi y la Italia fascista

·         Un "Generalísimo" que creó 300 campos de concentración por los que pasaron cerca de un millón de españoles
·         Un dictador que apoyó decididamente a Hitler durante la II Guerra Mundial, llegando a enviar a 50.000 soldados a combatir bajo la bandera del III Reich

·         Un fascista que llenó España de esvásticas, pactó con el Führer la deportación de más de 9.000 españoles a campos de concentración nazis y no quiso evitar el exterminio en las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau de decenas de miles de judíos de origen sefardí
·         Un "Jefe del Estado" que convirtió a las mujeres españolas en seres humanos de tercer nivel cuya única misión era la de satisfacer a sus maridos y criar a sus hijos
·         Un corrupto que se enriqueció a costa de las arcas del Estado y se apropió de pazos, palacios y obras de arte

·         Un "Caudillo" que secuestró nuestras libertades durante 40 años, convirtió en trabajadores esclavos a decenas de miles de hombres y torturó y encarceló a decenas de miles de personas por sus ideas políticas
·         Un tirano que en 1974 seguía asesinando con métodos, como el garrote vil, más propios de la inquisición y que, de hecho, no dejó de matar hasta pocas semanas antes de su muerte.

Este es el siniestro personaje sobre el que hoy todavía continuamos debatiendo en esta España anormal. Y aunque tener que seguir haciéndolo nos llene de rabia y de frustración, recordar quien fue Francisco Franco nos debería también permitir saborear la importancia de este momento. Hoy es una jornada histórica, a pesar de todos los "peros" y todas las incertidumbres. El general golpista, el líder fascista, el criminal de guerra, el genocida aliado de Hitler y de Mussolini ya no descansará en un lugar privilegiado dentro del mayor monumento construido en nuestro país.
Queda mucho camino por recorrer, pero volvamos a descorchar el champán. Saquemos las copas y brindemos por los cientos de miles de víctimas de la dictadura. Brindemos por los hombres y mujeres que lucharon contra el franquismo y que no han podido ver este día. Que nada ni nadie nos prive de este momento de felicidad.






¡Franco ha muerto!

Hoy, 24 de Octubre de 2.019, el dictador genocida Francisco Franco ha muerto definitivamente.. Gracias a Dios.

miércoles, 23 de octubre de 2019

Fusilados del franquismo enterrados junto a su verdugo


ldiario.es

Las exhumaciones pendientes de los fusilados del franquismo enterrados junto a su verdugo

Mientras todos los ojos están pendientes de la salida de Franco del Valle de los Caídos, familiares de los represaliados trasladados allí sin permiso siguen peleando por recuperar sus restos 

El decreto que autoriza la exhumación del dictador establece que en la mayor fosa común de España, "solo podrán yacer" las víctimas de la Guerra Civil, lo que abre la puerta a otras exhumaciones

"A papá me lo quitaron dos veces. Me lo mataron y me lo escondieron. Y tengo derecho a recuperarlo", dice Mercedes a sus 86 años

Marta Borraz

21/10/2019


Algunas de las personas enterradas en el Valle de los Caídos a las que buscan sus familiares. Asociación de Familiares Pro Exhumación de los Republicanos enterrados en el Valle de los Caídos


Celebran con satisfacción contenida lo que para muchos llega 40 años tarde. La exhumación de Franco del Valle de los Caídos, que finalmente será este jueves, corrige una anomalía democrática, pero aunque todos los ojos miren estos días al dictador, los suyos se fijan en otros restos. Son los familiares de los represaliados enterrados en Cuelgamuros, la mayor fosa común de España, que aún pelean para recuperar lo que quede de ellos y sacarles de donde, dicen, nunca deberían haber estado.

A sus 86 años, Mercedes Abril describe minuciosamente el momento en el que vio a su padre, Rafael, por última vez, cuando tenía tres. Fue el 17 se septiembre de 1936, apenas dos meses después del inicio de la guerra. "Estaba afiliado al PSOE. Mi abuelo había conocido a Pablo Iglesias. Ese fue su único pecado, fíjate. La Guardia Civil se lo llevó en un camión mientras mamá y yo estábamos en casa", cuenta a eldiario.es. Cuatro cartas enviadas desde el Mercado de Abastos de Calatayud, convertido en cárcel, fue lo poco que supieron de él hasta que dejaron de recibirlas. 

Nadie les contó a Mercedes y a su madre dónde estaba Rafael hasta que descubrieron pasados los años que, tras permanecer en una fosa en la ciudad zaragozana, su cadáver había sido trasladado al Valle de los Caídos. "Nos causó mucho dolor pensar que estaba junto al autor de su muerte y al responsable de tanto sufrimiento en la familia". Por eso, sacar a Franco del mausoleo en el que le enterraron con honores es un consuelo, pero insuficiente. "A papá me lo quitaron dos veces. Me lo mataron y me lo escondieron. Y tengo derecho a recuperarlo. Tenemos derecho a los nuestros", anuncia.

Como ella, otras tantas familias buscan sin descanso a sus familiares enterrados en Cuelgamuros, adonde el traslado de cuerpos sin permiso se efectuó desde fosas comunes y cementerios de casi todos los puntos de España. En él están enterrados 33.815 cadáveres, 21.423 de ellos identificados, según el mapa de fosas elaborado por el Ministerio de Justicia. Sin embargo, ninguno de ellos ha sido exhumado aún a pesar de que un juez autorizó ya hace tres años que una familia tenía derecho a ello. Se trata de los hermanos Lapeña, Manuel y Antonio Ramiro, fusilados en 1936. 

Los hermanos Lapeña / ARICO Memoria Aragonesa

El fallo arrojó esperanza porque las familias esperan que el caso abra la puerta a otras exhumaciones, al menos las del grupo de trasladados al Valle desde Calatayud, como el padre de Mercedes. Sin embargo, el fallo judicial inauguró un laberinto lleno de obstáculos en el que aún no se atisba la salida. Eduardo Ranz, abogado de la familia, apunta a que la paralización se ha debido, en un principio, "a la negativa del prior de la Abadía, Santiago Cantera" –que también ha intentado obstaculizar la exhumación de Franco–, y ahora a la "inacción por parte de Patrimonio Nacional".

El organismo, que debe autorizar los trabajos técnicos, ha pedido recientemente nuevas aclaraciones al Instituto Eduardo Torroja del CSIC, que le ha entregado un informe en el que concluye que es posible el acceso y la extracción de cajas sin dañar la estructura de la cripta. Pero parece que aún no es suficiente. "En la práctica, exhumar a los Lapeña es exhumar al resto de Calatayud, que son seis, porque trabajamos con la hipótesis de que están en la misma caja", explica Ranz. Sin embargo, cada familia debe contar con una autorización que reconozca este derecho, algo que tienen de momento cuatro. 

La ley lo contempla

Todo ello teniendo en cuenta que el decreto que autoriza la exhumación de Franco añadió un apartado nuevo a la Ley de Memoria Histórica en el que se establece que en el Valle de los Caídos "solo podrán yacer los restos de personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil española" para simbolizar "la conmemoración, recuerdo y homenaje a las víctimas de la contienda". El preámbulo establece que uno de sus objetivos es "poner fin" a la situación que impide este propósito y, en consecuencia, "habilitar la exhumación de los restos mortales de personas distintas a las caídas durante la guerra".

Ranz razona que la cada vez más próxima exhumación del dictador "debería abrir la puerta" al resto, aunque especifica que hay diferencias. "Franco está en suelo religioso y los restos de los represaliados están en suelo administrativo, que es competencia de Patrimonio Nacional". Esta, la competencia de este organismo, es, de hecho, la respuesta que ofrece el Ministerio de Justicia a las preguntas de este medio al respecto.

Mientras, las víctimas denuncian su hartazgo. "No podemos entender por qué llevamos tanto tiempo esperando. Es una humillación que estén enterrados ahí, junto a su verdugo", lamenta Silvia Navarro, presidenta de la Asociación de Familiares Pro Exhumación de los Republicanos enterrados en el Valle de los Caídos y sobrina nieta de uno de ellos. El tiempo, explica, es "crucial" porque "mucha gente es muy mayor y está esperando solo a esto. Otros ya se han muerto...". Su madre, Josefa, que va a cumplir 78 años, lleva reclamando la exhumación de su tío desde hace más de diez, pero aún aguarda. 

Silvia y su madre sabían que Jose Antonio Marco Viedma, al que llaman Pepe, había sido fusilado el 2 de septiembre de 1936, el mismo día que fue secuestrado en su casa por agentes de policía, falangistas y guardias civiles, pero siempre pensaron que estaba enterrado en una fosa común. Posteriormente descubrieron que había sido traslado a la basílica en 1959. "Basta ya de seguir reproduciendo el dolor que se infringió hace tanto. Estamos viendo cómo se pone toda la carne en el asador para exhumar a Franco, pero ¿qué pasa con nosotros?", se pregunta Silvia.

"Abrazar" los restos de su padre

Esta mujer recuerda el momento en que Patrimonio Nacional les ofreció hace unos años ir al Valle de los Caídos "cuando quisiéramos" a visitar los restos de Pepe, pero "mi madre se negó en rotundo. Siempre dice que lo único que quiere es ir a la verja a recoger la caja, nada más". Mercedes también sueña con ese día, con poder "abrazar" los restos de su padre y darle una sepultura digna, en Valladolid, donde ella vive y está enterrada su madre. Ambas se vieron obligadas a trasladarse allí con sus abuelos tras el asesinato de Rafael, que era ferroviario, porque fueron expulsadas de la casa en la que vivía la familia, la de la estación de tren de Calatayud.

Mercedes es una de las personas que el pasado mes de marzo accedió junto a otros familiares al Valle de los Caídos por primera vez en una visita simbólica acordada con el Ministerio de Justicia a la espera de las exhumaciones. Unos meses antes se procedió a la toma de muestras del ADN de algunos familiares para, en el futuro, ser cotejados con los restos que se saquen del Valle. El Gobierno ha dado algunos pasos en este sentido durante este año, pero nada ha culminado todavía en lo que esperan las víctimas. 

En este sentido, Ranz denuncia que el "Consejo de Administración de Patrimonio Nacional pueda más que el Consejo de Ministros" y califica de "incoherencia" que las familias subieran a Cuelgamuros y "recibieran una explicación encaminada a que iba a continuar el trabajo y todavía sigan así". A Silvia, además, le preocupa otra cuestión más de fondo relacionada con el hecho de que sean los propios familiares los que tengan que iniciar los trámites para pedir las exhumaciones. "En el fondo, la Ley de Memoria Histórica privatiza la memoria", señala.

En todo este proceso, durante todos estos años, solo algunas veces, dice Mercedes, la desesperación impregna su ánimo. Su voluntad inquebrantable, sin embargo, la mantiene en el empeño. "Mientras pueda haré todo lo que sea posible por encontrar los huesos de papá", exclama con la voz de quien aún tiene todo por ganar. "El tiempo se me agota. Y tengo paciencia y la voy a tener, pero la paciencia se termina cuando llega el final". 

La demagogia de la ultraderecha


Estos datos y hechos sobre el franquismo dinamitan la demagogia de la ultraderecha



22 de octubre de 2019



Decía esta semana el presidente de la Fundación Francisco Franco, Juan Chicharro, a El Independiente que el empeño de Pedro Sánchez por sacar al dictador del Valle de los Caídos “de alguna manera, ha resucitado a Franco”. Un efecto que se habría traducido en un aumento de sus socios, que se han triplicado de los 600 a los 1.800 desde que se anunciase la exhumación en junio de 2018, pero también un incremento del dinero en donaciones para pagar a los abogados y defender que Franco se quedase donde ha estado desde su muerte. Más socios, más dinero y más imágenes como las vistas a las puertas del Valle de los Caídos de seguidores de Franco alabando sus virtudes y montando en cólera porque no les dejaban pasar.

  



Un sentimiento franquista que estaba ahí, pero que se ha visto avivado o animado a salir a la calle debido a la decisión del Gobierno de exhumar al dictador y trasladarle a un lugar menos público en virtud de la Ley de Memoria Histórica. A menos de un mes de que se cumplan 44 años de la muerte del dictador, sus seguidores siguen estando presentes y existe la sensación de que ahora alzan más la voz. Algunos los llaman ‘nostálgicos’ de una época que los libros de historia recogen como de represión y dictadura, pero que ellos no ven así. De hecho, es recurrente que usen argumentos desmontados hasta la saciedad para ese ensalzamiento del régimen franquista que se hace desde la ultraderecha y que contradicen los datos y hechos históricos.

Hace un tiempo, cuando el anuncio de Sánchez hizo que algunos despertasen, el periodista de eldiario.es Carlos Hernández, “atónito” por lo que había visto y oído, decidió contestar con cifras y citas contrastadas a quienes acusó de “tergiversar" la verdad como llevan décadas haciendo los negacionistas del Holocausto, por ejemplo.

Algunas de todas esas mentiras que propagan desde la ultraderecha tienen que ver con el hecho de querer legitimar lo que no fue otra cosa que un golpe de estado contra un Gobierno elegido en las urnas. Las fechas contrastadas de cuándo y cómo se preparó el levantamiento demuestran que este no se produjo, como han intentando hacer creer algunos, como respuesta al asesinato de Calvo Sotelo; tampoco por una amenaza del comunismo -cuya presencia explica Hernández era mínima en aquel momento- e historiadores e investigadores han demostrado que tampoco fue respuesta a un supuesto pucherazo en las elecciones del 36 porque no lo hubo.

La violencia con la que Franco y los suyos reprimieron al bando contrario no fue una respuesta a la violencia republicana. Existe un texto previo al levantamiento firmado por el general Mola en el que daba directrices como que “la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo” y ponía en el punto de mira a “comunistas, anarquistas, sindicalistas, masones…”. Señala Hernández también en su análisis que en los lugares donde la victoria fue temprana la violencia contra el considerado enemigo y los asesinatos también se perpetraron.

Que Franco era un dictador de ideología fascista es algo que no se puede negar. Siempre estuvo del lado de sus coetáneos Adolf Hitler y Benito Mussolini y envió a 40.000 españoles a combatir al lado del ejército nazi. Alemania fue su aliada hasta que su dictador comenzó a perder e intentó alejarse de él.

Durante el franquismo, no había libertad. Las mujeres estaban relegadas mayoritariamente al ámbito del hogar y supeditas a maridos, padres y hermanos, los homosexuales eran perseguidos y los intelectuales contrarios a la ideología imperante eran asesinados, como Miguel Hernández y Federico García Lorca. Y estos son solo algunos ejemplos de la ausencia de libertad.

Los años y las investigaciones posteriores a su muerte han demostrado que se aprovecho de su poder para enriquecerse, tanto él como su familia.

El citado periodista de eldiario.es no es el único que en los últimos tiempos ha destinado energías y esfuerzos en desmotar algunos de los argumentos de la ultraderecha para ensalzar la figura de Franco. De aquellos días del verano de 2018 es también un hilo que se volvió viral en Twitter recogido por La Sexta en el que se echaban por tierra algunos de esos mitos extendidos sobre las supuestas cosas buenas que hizo el dictador por España.

Elaborado por Mesa Memoria Histórica del distrito de Latina y con referencias históricas, desmontaba así la creencia de que Franco dejo en herencia a los españoles la Seguridad Social. “Franco no creó la seguridad social – La seguridad social se inicia a través de la comisión de reformas sociales de 1883 y es en 1900 cuando se comienzan a aplicar estas políticas. La seguridad social queda institucionalizada en 1908 a través del instituto nacional de previsión”, se leía en uno de sus mensajes.

Otro mito es el de las vacaciones pagadas. Tampoco fueron cosa de Franco. “Las primeras vacaciones pagadas se aprobaron en 1918 a los funcionarios del Estado, en 1919 a los capitanes y oficiales de la marina mercante y en 1931 la ley de contratos de trabajo en su artículo 56 lo reconocía para todos los trabajadores”, explicaba esta cuenta sobre la Memoria Histórica.

Un bulo muy extendido sobre el franquismo es que los pantanos se le deben a él. No fue así, ya que, como se aclara en este hilo viral, “fueron programados en el plan Badajoz de 1933 y desarrollados por el Ministro de Industria Indalecio Prieto. El plan Badajoz comenzó a gestarse a principios del siglo XX”.

Y estas son solo algunas de las falacias o verdades a medias que quienes comulgan contra ultraderecha esgrimen en ocasiones para intentar hacer creer al resto que el franquismo no fue tan malo.


La momia del dictador Franco, los monjes de la Gloriosa Orden de San Benito y la "pasta gansa"


eldiario.es

Cronología de la exhumación de Franco: del entierro con honores en 1975, al panteón de Mingorrubio en 2019


Este 24 de octubre, 44 años de su muerte y entierro, el dictador Francisco Franco será exhumado del Valle de los Caídos y reinhumado en Mingorrubio (El Pardo)
Desde que el gobierno de Pedro Sánchez anunció la medida en junio de 2018, se ha encontrado con impedimentos legales, la objeción del prior o el deseo de la familia de trasladarlo a La Almudena, en pleno centro de Madrid
Esta es la cronología de un proceso que tiene sus mimbres en la Ley de Memoria Histórica de 2007 y que se comenzó a tramitar como una Proposición no de Ley en 2018.


22/10/2019



En 1940 comienza la construcción del Valle de los Caídos por orden de Francisco Franco, en gran medida con trabajos forzados de presos del régimen. El objeto es rendir honor a su "gloriosa cruzada". El 1 de abril de 1959, el dictador Francisco Franco inaugura el Valle de los Caídos. Los monjes de la "Gloriosa Orden de San Benito" ocuparon la Abadía del Valle en 1957 por un decreto franquista que en 2019 sigue todavía vigente. Por él, a los benedictinos les llegan cada año 340.000 euros por transferencia de Patrimonio Nacional.

  

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https://gloria.tv/video/pqGeXEvxaj9S4UB2svjfj3vkw


Los privilegios de los monjes del Valle: 340.000 euros por rezar, gastos pagados y al amparo de una fundación opaca y franquista

La veintena de benedictinos que viven en el Valle de los Caídos tienen pagados con dinero público la ropa, la comida, el teléfono, la "lavandera", los libros, el material de misa o las excursiones. El Estado también repara los edificios
Reciben anualmente 340.000 euros por "mantener el culto" o "seguir la evolución del pensamiento social", gracias a un decreto de Franco de 1957 que sigue en vigor
El prior, que ha anunciado que no va a acatar la sentencia de la exhumación de Franco, se niega a presentar un presupuesto de ingresos y gastos al Gobierno, que le ha suspendido la subvención hasta que haga las cuentas


9/10/19

Los monjes del Valle de los Caídos cobran del Estado por dar misa, hacer ejercicios espirituales o "seguir el pensamiento social". Son 340.000 euros anuales que les llegan por transferencia de Patrimonio Nacional cada año y que los religiosos utilizan para comprar comida, pagar el teléfono, contratar a la "limpiadora" y la "lavandera", hacer excursiones con los niños de la escolanía, comprar velas para las misas o renovar los hábitos benedictinos cuando se desgastan. Así lo dejó atado el dictador Francisco Franco en un decreto de 1957 que sigue vigente en democracia y que convertía a los monjes de la "Gloriosa Orden de San Benito" en los gestores del conjunto monumental franquista a través de un instrumento franquista y opaco: la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.

Según los deseos del dictador, debían irse a vivir al Valle de Cuelgamuros al menos veinte monjes y tenían que cumplir unos fines: "mantener el culto en todo su esplendor", "dirigir la escolanía", "recopilar la doctrina de los pontífices" y "rogar a dios por las almas de los muertos en la Cruzada Nacional". A cambio de hacer estas labores, eran sostenidos por fondos públicos, una situación que se ha alargado hasta 2018. En ese año, y en plena batalla por la exhumación de Franco, el Gobierno de Pedro Sánchez congeló la transferencia anual de 340.000 euros porque el prior se ha negado a presentar un presupuesto de ingresos y gastos ajustado. De hecho, el Tribunal de Cuentas ya alertó en un duro informe en 2016 de que no existía rendición de cuentas y detectó todo tipo de deficiencias contables en las cuentas de los monjes. En 2017, y con Rajoy todavía en la Moncloa, Patrimonio Nacional (que es el patrono de la Fundación del Valle de la que son beneficiarios los benedictinos) asumió parte de esas recomendaciones y acordó que en 2018 se presentara un presupuesto completo, algo que, después de 60 años recibiendo dinero público, los religiosos no han hecho.


eldiario.es tuvo acceso a través del Portal de Transparencia a algunos de esos gastos que se han hecho sin control y con confusiones contables. El concepto en el que más dinero público gastaron los monjes benedictinos, que no tienen salario puesto que han hecho voto de pobreza, es en comer. Son 405.000 euros en el periodo 2014-2017.


En qué se gastan los 340.000€ anuales del Valle de los Caídos

Presupuesto destinado por la Abadía Benedictina del Valle de los Caídos y la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos a cada partida de gasto entre 2014 y 2017

Gastos de personal (nóminas, facturas de asesoría)

89.821€

Alimentación

76.834€

Combustibles

75.600€

Mantenimiento (reparaciones, ascensor, caldera, desinfección)

42.760€

Gastos educativos (profesorado, libros, transporte, uniformes, material de oficina)

28.744€

Energía eléctrica

12.884€

Comunicaciones

10.863€

Gastos de culto (velas, cera)

2.534€



https://stats.datawrapper.de/Dds3P/pixel.gif?r=https%3A//www.eldiario.es/sociedad/Valle-espacio-publico-fundacion-franquista_0_950855545.htmlEn el capítulo de "gastos educativos" hay excursiones que han organizado los religiosos para los niños cantores: "Visitas al Zoo y Aquarium de Madrid, al Centro de Naturaleza Ambiental Cañada Real y al Monasterio de Piedra". Todo a cargo del Estado. También han invertido el dinero público en folios "DIN A4 80 mgr", fotocopias o "lote de orlas". En cuanto a los gastos de culto, los financian igualmente las arcas públicas, de las que han salido 5.200 euros anuales para la celebración de misas, entre ellas, algunas en honor al bando franquista. Los monjes han comprado para la liturgia "lamparillas de cera, botellas de cera líquida y velones" con ese dinero.

Pero no solo tienen cubierto el funcionamiento, también es el Estado el que se encarga del mantenimiento de la abadía, la basílica, la escolanía, la hospedería, la gran cruz y la explanada. Cualquier desperfecto, obra o remodelación se paga con dinero público. Se emplean unos 250.000 euros públicos anuales de media: desde el mantenimiento del funicular que no funciona (más de 100.000 euros en tres años), conservación de los brazos de la cruz (22.000 euros), reparación de cornisas de la Abadía (11.610 euros) o la enfermería para los monjes (45.000 euros).

Respecto a la fundación creada por Franco que gobierna el Valle, el informe de expertos encargado en 2011 por José Luis Rodríguez Zapatero ya evidenció que tenía apariencia de fundación pero no lo era: sus ingresos provienen del Estado y gestiona bienes del Estado, de modo que debería ser un Real Patronato, no una fundación público-privada, que propicia mayor opacidad. También recomendaba renegociar el convenio con la Iglesia respecto a los monjes benedictinos por "anacrónico", ya que debería distinguir y separar las labores de culto de las civiles.

Han pasado ocho años desde ese informe y sesenta desde la llegada de la orden benedictina al Valle de los Caídos sin que haya habido cambios en el estatus de los monjes, que amenazan ahora con desacatar la sentencia de la exhumación de Franco y ponen en apuros la relación de España, la Iglesia española y el Vaticano.


martes, 22 de octubre de 2019

La fortuna de los Franco.

ANATOMÍA de la EXHUMACIÓN DE FRANCO (Estamos en la cuenta atrás)

Enterrar a Franco y al franquismo


eldiario.es

Enterrar a Franco y al franquismo

Cuatro décadas de democracia. Dos años desde que el Congreso de los Diputados aprobó sacar al cadáver de Franco de allí. El tiempo da la medida de muchas cosas y, en este caso, de la enorme sombra que la dictadura aún proyecta sobre España


24/9/19

Cuesta imaginar un monumento más perverso que el Valle de los Caídos. Un mausoleo funerario faraónico, levantado por mano de obra esclavizada por una dictadura, donde están enterradas contra la voluntad de muchas de sus familias 33.000 víctimas de esa misma dictadura. Y como guinda de ese siniestro pastel, la tumba del propio dictador: un genocida enterrado con honores sobre los huesos de la matanza que él mismo provocó.

Imaginen, es un suponer, que en Alemania existiera un monumento así, en honor al cadáver de Adolf Hitler, levantado por mano de obra esclava sobre los osarios de los campos de concentración. O en Italia, para Mussolini. O en Chile, para la momia de Pinochet. O en cualquier otro país democrático de todo el planeta Tierra. Porque no hay ni una democracia digna de tal nombre que mantenga un mausoleo así, pagado por el dinero de todos, en honor de un sangriento dictador.

Cada día de todas estas décadas que el cadáver de Franco ha permanecido y aún permanece allí, honrado con misas diarias por su alma, venerado sobre los muertos que su régimen genocida asesinó, han sido una mancha horrenda para la democracia española. La prueba de que España era diferente a esos países europeos a los que queríamos imitar. Un lugar donde miles de víctimas de la dictadura eran humilladas por una democracia que, durante décadas, las despreció.

44 años tras su muerte, al fin los familiares de las miles de víctimas del franquismo lograrán una mínima reparación. Imaginen ser una de ellas. Una de las decenas de miles de personas cuyos familiares fueron asesinados por el franquismo en una cuneta, que fueron trasladados a Cuelgamuros contra su voluntad, y que hoy están enterrados allí. Imaginen qué es tener los restos de tu abuelo, de tu padre o de tu tío en Cuelgamuros, en un centro de peregrinación del fascismo mundial. No poder depositar unas flores en su tumba. No poder enterrarle en otro lugar porque sus huesos están mezclados con los de miles de víctimas más. Y que en lo alto de ese siniestro monumento esté glorificado el genocida que los asesinó. 

Cuatro décadas de democracia. Dos años desde que el Congreso de los Diputados aprobó sacar al cadáver de Franco de allí. El tiempo da la medida de muchas cosas y, en este caso, de la enorme sombra que la dictadura aún proyecta sobre nuestro país. 

Franco está muerto, pero una parte del franquismo no lo está. Y lo difícil que ha resultado para un gobierno democrático cumplir con el mandato de un parlamento democrático y sacar los restos de Franco de ese puesto de honor, explica muchas cosas. Una parte del franquismo sigue vivo, y por eso tocar sus símbolos genera unas resistencias así. Franco saldrá del Valle de los Caídos, pero el juez José Yusty seguirá en su juzgado.

La decisión del Tribunal Supremo no podía ser otra: un presidente democrático, un gobierno democrático y un parlamento democrático están por encima del capricho de una familia, por mucho que esa familia crea seguir siendo la dueña del país. La ley se ha cumplido de principio a fin. La aplicación de esta sentencia –por mucho que haya quien critique al Gobierno en funciones y a Pedro Sánchez de electoralismo– no se debería retrasar más, menos aún después de los enormes retrasos que este traslado acumula ya.

"La democracia ha sido generosa con la familia Franco", decía Zapatero. Y tenía toda la razón.  Aún mantienen el botín robado, la fortuna que el dictador corrupto acumuló: más de 400 millones de euros, calculan algunos investigadores. Pero más que generosa, la democracia lo que ha sido es cobarde, asustadiza y olvidadiza ante un problema que Suárez ignoró, que Felipe ignoró, que Aznar ignoró y que solo Zapatero con la ley de Memoria Histórica y ahora Sánchez con esta decisión se han atrevido a afrontar.

Ni aquella ley de la Memoria Histórica ni esta exhumación de Franco son suficientes. Aún quedan muchos problemas por resolver. Seguirán pendientes mientras la derecha española no rompa definitivamente con su pasado franquista. Es algo que parece aún difícil de lograr, entre otros motivos, por la competencia con Vox por el voto y el discurso de ultraderecha. Es terrible ver a Pablo Casado y Albert Rivera cuestionar a Pedro Sánchez por la exhumación cuando esa decisión parte de una votación por mayoría absoluta en el Congreso, donde el PP y Ciudadanos se abstuvieron. "No era urgente", decían, ya que no se atrevieron a votar que no. No era urgente, 44 años después.

La familia de Franco ya ha anunciado que no se rendirá. Sus abogados van a recurrir la decisión del Supremo ante el Tribunal Constitucional y el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos. Es de una hipocresía difícil de superar: los Franco reivindicando la Constitución democrática y los Derechos Humanos. Los mismos principios que el sangriento dictador pisoteó.




El sacerdote homosexual James Alison interpreta los "textos paliza"


Un sacerdote abiertamente homosexual asegura que el Papa le dio “el poder de las llaves”

INFOVATICANA


Carlos Esteban | 27 septiembre, 2019

Naturalmente, uno no está obligado a creer lo que un tipo vaya diciendo por ahí que le dijo el Papa, igual que no teníamos que creer que Francisco le dijera a Eugenio Scalfari que el infierno no existe o que le asegurara al homosexual chileno Juan Carlos Cruz que “Dios te ha hecho así”.

En ese sentido, no es obligatorio creer el relato que cuenta el sacerdote abierta y activamente homosexual James Alison en Religión Digital, según el cual y en vista de su situación irregular, el mismo pontífice le telefoneó para transmitirle el siguiente mensaje: “Quiero que camines con plena libertad interior, siguiendo en el espíritu de Jesús. Y te doy el poder de las llaves, ¿me entiendes? Te doy el poder de las llaves”.

Imaginamos que con esto se refiere al poder de atar y desatar y, al parecer, Alison sigue administrando los sacramentos. También, por supuesto, aboga por la licitud de las relaciones homosexuales al mismo tiempo, reclutando ahora el apoyo tácito de Su Santidad: “¿qué tal un Jubileo de la honestidad para el clero, inaugurado con amnistía para todos los que tengan una doble vida en tanto en cuanto que no sea ni abusiva ni criminal? ¿Que la formación clerical buscara, como eje principal, la capacidad de rendir cuentas de quien es honesto consigo mismo, y que lo practiquen primero los formadores? ¿Que el armario ya ni forma, ni refuerza, el armario? ¿Que a los obispos se les dé cinco años para aprender a superar su incapacidad para discernir y negociar con gente que tiene vidas reales, ministerios reales a favor de la gente real con quienes se han comprometido?”.

El artículo contiene un vídeo en el que Alison reinterpreta algunas de las más conocidas condenas bíblicas de la sodomía, que llama “textos paliza”.

No nos cabe la menor duda de que se pueden encontrar formas de interpretar cualquier texto bíblico de forma que no diga lo que parece decir. Es una de las razones por la que, en cuanto Lutero proclamó el dogma de ‘Sola Scriptura’ y aseguró que cualquier fiel puede interpretar por sí mismo y sin la guía de magisterio alguno las Escrituras empezaron a proliferar las confesiones incompatibles.

Lo extraño es oírlo o leerlo de un sacerdote católico, que debe saber que en la Iglesia tenemos una interpretación autorizada, y que en este caso es clara e indisputada desde el principio.

Alison termina su artículo haciéndose preguntas sobre el futuro de la Iglesia, de un estilo que refleja a la perfección el tipo de mensaje que acostumbramos a leer en los ‘apóstoles de la renovación’, empezando por los responsables de este portal de información religiosa. “¿Cómo será el ministerio en la Iglesia que nace?”, se pregunta Alison. Y en esa expresión, “Iglesia que nace”, está la clave de todo.

Porque la Iglesia lleva dos mil años sobre la tierra, y es la Iglesia de Cristo, la Esposa de Cristo, la portadora del mensaje salvífico que no pasará cuando hayan pasado cielo y tierra. Si lo que esperan los ‘renovadores’ de las reformas en curso o en fase de ideación es una iglesia que nace ahora, sencillamente no es la Iglesia, sino, curiosamente, un grupo cismático.

Es algo que resulta evidente para cualquiera, pero ellos mismos parecen no darse cuenta. Si la Iglesia de hoy proclama doctrinas que contradigan la doctrina de siempre, la conclusión es que esa Iglesia no tiene la verdad, sino una opinión, por maravillosamente razonable que resulte.

No se trata de que yo sea conservador o progresistas, de que tal doctrina me guste o me disguste, me parezca incómoda o incomprensible, o que case estupendamente con mi visión particular de las cosas. Aunque mañana abolieran la doctrina que más pueda aborrecer y que acepte más a disgusto, mi reacción no sería, no podría ser, descorchar el champagne, sino concluir que la Iglesia no es fuente de verdad, sino un club mejor o peor intencionado, más o menos sabio y erudito, que cambia cuando cambian los tiempos, al compás de las modas ideológicas del mundo, aunque coincidan plenamente con mis mayores anhelos. Y, por tanto, que no hay salvación en ella, en cuyo caso podría decir de ella lo mismo que decía Flannery O’Connor de la Eucaristía si resultaba ser solo un símbolo: ¡al diablo con ella!