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sábado, 2 de octubre de 2021

 

Maldita Hemeroteca

Los obispos se ponen de perfil ante la propuesta de hacer santo a Franco

domingo, abril 25, 2021



La Voz de la República




La iniciativa lanzada por Pilar Gutiérrez, hija de un ministro de la dictadura, fue presentada por escrito a todos los responsables de la Iglesia en España, que optaron por el silencio. Hubo algunas promesas de apoyo "pero no por escrito", según asegura su promotora, que llegó a recoger más de 5.000 firmas para pedir que la Iglesia atendiese este reclamo.

Los obispos se ponen de perfil ante la propuesta de hacer santo a Franco  / Danilo Albin:

 


La exaltación de la dictadura franquista también tiene su vena ultracatólica. Al menos unas 5.200 personas creen que el dictador Francisco Franco no sólo debe ser exaltado y aplaudido, sino también venerado y convertido en santo debido a sus "milagros". Así lo defiende el Movimiento por España que lidera Pilar Gutiérrez, hija del exministro del régimen Joaquín Gutiérrez Cano. Los obispos, lejos de condenar esta iniciativa, optaron por la vía del silencio oficial. 

La supuesta acción milagrosa del dictador es defendida a capa y espada por Gutiérrez, quien estos días prepara la redacción de un texto en el que relatará la última obra que sus seguidores atribuyen a Franco desde el más allá: nada más y nada menos que la decisión de los jueces de mantener en libertad a 11 de los 14 ultraderechistas condenados por el asalto al centro cultural Blanquerna en septiembre de 2013. Otros dos están huidos y el restante no tenía requerimiento de entrada en prisión. 

"Hicimos un grupo de oración para que se hiciera justicia con los falangistas del caso Blanquerna y no se les encarcelara. Contra todo pronóstico, el Tribunal Constitucional paró la sentencia de cárcel del Supremo", afirma Gutiérrez a Público. "Ahora tendrían que haber entrado en prisión –continúa–, pero de nuevo se ha parado. Eso es fruto de la oración, concretamente a Franco". 



El denominado "Movimiento por España" que lidera esta mujer es uno de los grupos que se movilizó contra la decisión del Gobierno de sacar los restos del dictador del Valle de los Caídos. Entre sus objetivos sigue presente la recolección de testimonios sobre milagros obrados por el dictador. Sus responsables consideran que existen los suficientes y necesarios como para hacer que Franco sea objeto de un proceso de canonización, algo que intentaron en 2019 ante las jerarquías de la Iglesia católica. No recibieron un sí, pero tampoco un no.

El primer paso fue enviar una carta a todos los obispos de España. "Reverendo monseñor, deseamos solicitarle en nombre de los 5.241 firmantes de nuestro Manifiesto Católico que presente ante la Santa Sede, junto con los demás obispos de España a quienes dirigimos este ruego, nuestra petición de abrir la causa de beatificación del siervo de Dios y de la Iglesia Francisco Franco Bahamonde", decía la carta remitida a los jerarcas eclesiásticos y publicada por El Periódico algunos meses después de que Gutiérrez anunciara desde el Valle de los Caídos que intentarían elevar a Franco a la categoría de santo.

La petición escrita no recibió respuesta oficial de los obispos, que tampoco aprovecharon la ocasión para rechazar categóricamente la idea de canonizar al dictador. En tal sentido, Gutiérrez asegura que algunos representantes de la Iglesia le señalaron "de forma personal" que apoyaban su iniciativa. "No voy a dar sus nombres para no perjudicarlos", indicó. 

Más de un obispo nos ha manifestado de palabra su solidaridad con nuestra iniciativa"

"La Conferencia Episcopal no ha dado señales de vida, porque representa a una Iglesia que ha dejado de ser la garante de la Ley de Dios para ser una institución al servicio del globalismo y en contra de la soberanía de las naciones, al revés de lo que logró Franco, que España fuera soberana", critica la promotora de esta campaña. "Por eso no han contestado, ni creo que lo hagan, pero no es necesario, porque no todos los santos están en los altares, ni necesitan estarlo para estar en el Cielo y hacer milagros. Sin embargo, más de un obispo nos ha manifestado de palabra su solidaridad con nuestra iniciativa", remarcó.

Misas sí, "homenajes no"

El nombre del dictador suele reaparecer en la vida eclesiástica cada 18 de julio y cada 20 de noviembre, dos fechas trascendentales en el calendario de los nostálgicos del régimen. Ya sea en el aniversario del golpe de estado o en el aniversario de la muerte del dictador, varias iglesias españolas permiten que se oficien misas en honor a Franco.

El secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, respondió a Público que a la Iglesia "le parece bien" que se eleven oraciones "por cualquier tipo de difunto", aunque marcó una línea roja: "hacer de las exequias homenajes o actos políticos no no parece bien ni adecuado". "Me consta que en bastantes diócesis se han querido hacer de las celebraciones litúrgicas actos de significado político, y hemos hecho lo posible por tratar de evitarlo", indicó. 

Algo de eso le ocurrió a Gutiérrez y su grupo de seguidores cuando decidieron abrir una "cadena de oración" para pedir que los ultras de Blanquerna no acabaran en la cárcel. Los primeros rezos fueron en una parroquia ubicada cerca de la sede de La Falange en Madrid. "Cuando supieron por qué rezábamos, nos echaron", relata. En cualquier caso, los devotos franquistas continuaron con los rezos desde casa. Hoy Gutiérrez sonríe: cree que si los ultras están libres ha sido por obra y gracia de Francisco Franco.


viernes, 1 de octubre de 2021

 

Ya lo decía el profesor Tierno Galván

 que los hijos de los fascistas, son más

 fascistas que sus padres como lo es

 Adolfo Suárez Illana

 Cartel contundente


 Estampas religiosas

 


Imágenes del mundo

 

 

Foto: Luis Viadel

 


 Estampas callejeras

 

ESTRENOS DE CINE

'Benedetta': monja, santa, lesbiana y no apta para estómagos delicados

Lo nuevo de Paul Verhoeven


 confirma la habilidad del holandés a


 la hora de transitar la fina línea que


 separa lo sublime de lo ridículo



    Alejandro Alegré

01/10/2021

El Confidencial


Paul Verhoeven lleva medio siglo atentando contra las convenciones morales a fuerza de explorar asuntos relacionados con el sexo, la violencia y la religión y en concreto de retratar episodios de voyeurismo, sadismo, masoquismo, perversión, represión, rebelión y luchas por el poder. Todos esos elementos están también en ‘Benedetta’, que asimismo confirma la habilidad del holandés a la hora de transitar la fina línea que separa lo sublime de lo ridículo.

Todas sus películas, después de todo, bordean el absurdo porque aspiran a funcionar a modo de sátiras sobre asuntos como el imperialismo americano —'Starship Troopers' (1997)—, la sexualización de la industria del entretenimiento —'Showgirls' (1995)— y el autoritarismo policial —'RoboCop' (1987)—; y lo mismo puede decirse de su decimosexto largometraje, que dota su retrato de corrupción religiosa de dosis considerables de humor macarra aunque, eso sí, sin dejar por ello de tomarse en serio a su heroína y sus creencias.

Igual que en títulos previos como ‘Elle’ (2016) e ‘Instinto básico’ (1992), aquí Verhoeven retrata a una mujer dispuesta a todo para imponer su dominio frente a las reglas impuestas por los hombres. Se basa en la historia real de Benedetta Carlini, una abadesa del siglo XVII que fue investigada por la Iglesia católica a causa de las visiones místicas y milagros que se atribuía, y que pasó décadas entre rejas por haber mantenido relaciones sexuales con otra monja. Su caso está exhaustivamente documentado en el libro ‘Afectos vergonzosos: sor Benedetta, entre santa y lesbiana’, de la historiadora Judith Brown, que la película toma como modelo.

Según lo esperable de un director como él, mientras retrata la vida en el convento las teatinas de Pescia el holandés trata de desafiar lo que comúnmente se conoce como buen gusto a través de un interés explícito en las funciones y los fluidos corporales; es una película decorada con sangre, heces, vómito y bubones. Varias de sus escenas están protagonizadas por una estatuilla de la Virgen María reconvertida en consolador; en otra de ellas, una criada se extrae leche de uno de los senos frente a la libidinosa mirada de un nuncio; y el primer contacto entre la protagonista (Virginie Efira) y la joven Bartolomea (Daphne Patakia) tiene lugar en las letrinas, a ritmo de la música que emiten los intestinos.

 

Varias escenas las protagoniza una estatuilla de la Virgen María como consolador

 

Benedetta asegura no solo haber visto a Jesucristo, sino también haberlo tocado, e insiste en que las marcas y heridas que tiene en el cuerpo son verdaderos estigmas causados por esas experiencias místicas. La película, además, nos la muestra sufriendo supuestos ataques de posesión no muy distintos de los que aparecen en ‘El exorcista’ (1973). ¿Son su cuerpo y su alma realmente un transmisor de la divinidad? ¿Es la mujer, en cambio, una mentirosa sedienta de poder que ha estado urdiendo su plan desde la niñez? ¿O quizá simplemente se halla tan atrapada en su férreo sistema de creencias que es incapaz de distinguir la realidad del delirio? ‘Benedetta’ no ofrece respuestas al respecto, pero en todo caso relata cómo, gracias a la publicidad que se genera en torno a ella, la protagonista se aúpa a lo más alto de la jerarquía del convento —lo que le permite tener una habitación privada— y muestra un sadismo, una hipocresía y unas capacidades de manipulación propias de Catherine Tramell. Su fama es un imán para las donaciones y las peregrinaciones, pero eso no impide que la abadesa depuesta, la Hermana Felicia (Charlotte Rampling), busque el apoyo de las autoridades eclesiásticas para desenmascarar a quien considera una impostora y saciar así sus ansias de venganza. Entretanto, una plaga mortal avanza —Verhoeven, ojo, rodó la película hace tres años—, y amenaza con sembrar de muerte la región.

 

Mientras todo eso sucede, ‘Benedetta’ va transitando entre el drama monjil, el romance tórrido, la comedia bufa y el terror apocalíptico, y contrarresta momentos sibilinos de politiqueo en la sombra con escenas de demencia religiosa que incluyen flagelaciones desgarradoras, instrumentos de tortura vaginal, serpientes imaginarias, linchamientos, decapitaciones y autoinmolaciones; y entretanto, mezclando la ironía y la rabia genuina, señala con el dedo a una institución hipócrita y avariciosa, que controla los deseos humanos más esenciales y estimula abusos de poder, que castiga o beatifica de acuerdo a intereses nada espirituales, y que predica la necesidad de trascender lo corpóreo pese a que al mismo tiempo se muestra obsesionada con la carne. Por todo ello, es casi inevitable que ofenda a ciertos sectores de la cristiandad, adalides del MeToo y pregoneros de la corrección y la rectitud más convencionales en general. Seguro que a Verhoeven eso no le parece del todo mal.


 

"Toma el dinero y corre": la obra que demuestra cómo el arte conceptual sigue estafando a los museos

29 septiembre 2021,

Albert Sanchis

Magnet



Hace poco más de un siglo, Marcel Duchamp empujó los límites de lo que podría considerarse arte cuando cogió un urinario, lo giró 90 grados, lo firmó con el seudónimo “R. Mutt” y lo envió a la exposición inaugural de la Sociedad de Artistas Independientes en Nueva York. El arte conceptual sigue levantando ampollas en algunos de los críticos de arte e intelectuales de todo el mundo, y sin embargo, muchos museos abrazan y ensalzan este tipo de obras como originales y disruptivas.

Pero ahora, todo esto ha ido demasiado lejos. Un artista ha vendido dos lienzos en blanco a un museo. Título de la obra: “Toma el dinero y corre”.

¿El timo del siglo?

 El Museo de Arte Moderno Kunsten en Aalborg, Dinamarca, nunca hubiera esperado semejante resultado cuando le dio la cuantía de 80.000 euros a un artista danés para que lo utilizara en su próximo proyecto. Se le pidió a Haaning que recreara dos de sus trabajos anteriores: "Un ingreso anual promedio danés" y "Un ingreso anual promedio de Austria", exhibidos por primera vez en 2007. Ambos usaron efectivo real para mostrar los ingresos promedio de los dos países.

En cambio, el artista, Jens Haaning, le entregó al museo dos lienzos en blanco y dijo que se titulaban "Toma el dinero y corre".

¿Qué había pasado? 

Además de los 80.000 euros por su trabajo, el contrato incluso establecía que el museo le daría a Haaning 6.000 euros adicionales para actualizar el trabajo, si fuera necesario. Los encargados de la institución ya no sabían si reír o llorar. Pero veamos, ¿Cómo debían ser las obras a entregar? En el momento en que se exhibieron inicialmente, la piezas destacaban los ingresos medios de 328.000 coronas, mientras que el salario medio austriaco ilustrado era de alrededor de 25.000 euros.

El museo  recuerda que cuando hablaron con el artista sobre la realización a principios de año, aceptó el contrato e indicó que era “un trabajo bastante fácil". Posteriormente, pudieron constatar que el dinero no se había invertido en la obra.

La explicación.

 Cuando finalmente vieron el título de la nueva obra, todo estaba claro. Jens es conocido por su arte conceptual y activista con un toque humorístico. Y dio eso precisamente, pero también un pequeño toque de atención, ya que todos saben a dónde se fue el dinero. Según un comunicado de Haaning, "la idea subyacente era mostrar cómo se pueden utilizar los salarios para medir el valor del trabajo y mostrar las diferencias nacionales dentro de la Unión Europea. Pero cambiando el título del trabajo a “Take the Money and Run”.

Haaning cuestiona los derechos de los artistas y sus condiciones de trabajo para establecer normas más equitativas dentro de la industria del arte. "A todos les gustaría tener más dinero y, en nuestra sociedad, las industrias laborales se valoran de manera diferente", explicó. "Es una declaración que dice que también tenemos la responsabilidad de cuestionar las estructuras de las que formamos parte. Y si estas estructuras son completamente irracionales, debemos romper con ellas. Puede ser su matrimonio, su trabajo, puede ser cualquier tipo de estructura social”, agregó.

No devolverá el dinero.

El artista no tiene intención de devolver el dinero en efectivo. “Por supuesto que no lo devolveré”, dice. "El trabajo es que tomé el dinero y no lo devolveré". El museo ha colgado los marcos vacíos en el lugar designado para el trabajo en la exposición, junto con su correo electrónico explicando el nuevo trabajo conceptual. "No es un robo. Es incumplimiento de contrato y el incumplimiento de contrato es parte del trabajo". Haaning dice que es poco probable que el trabajo se convierta en una serie. “Si alguien tiene demasiado dinero, querrá regalarlo”, se ríe. "Estoy abierto a invitaciones".

Otro caso español.

Karmelo Bermejo, un reconocido y polémico artista español ha protagonizado casos similares en nuestro país. Hace años enterró en la calle 10.000 euros que recibió de una subvención pública. El artista aseguró que la caja estaba bajo una placa de bronce que avisaba dónde estaba el tesoro. “España 2016, 10.000 euros, dinero público en un punto concreto y difundido… que cada uno saque sus conclusiones. Podría romperse la placa y robar el dinero. Podría, incluso, venderse la placa en el mercado del arte”, contaba.

Hace cinco años tuvo que devolver una subvención del Ministerio de Cultura por no haber realizado ninguna de las obras de arte para las que fue otorgada. Karmelo cogió el documento oficial y el documento bancario, los enmarcó y los convirtió en pieza artística. En otra ocasión, en 2012, mostró la financiación otorgada por el Banco Santander para la realización de una obra de arte, que Bermejo utilizó para especular con acciones de Bankia. “El capital aumentado con las plusvalías fue destinado a la adquisición de todos los billetes de un vuelo regular con origen en Europa y destino en África para que hiciese su recorrido vacío”.

Arte conceptual.

 El arte se cuestiona siempre a sí mismo”. Según esa definición del mismo Karmelo, cualquiera que ofrece resistencia al mercado y a las políticas museográficas podría considerarse artista. Al igual que hizo el mitiquísimo Piero Manzoni, desvelando la fatiga de lo nuevo, la mentira de la firma, la diferencia entre el valor del arte y su precio. Con ironía.

El artista contemporáneo Richard Prince le dio también un giro "siglo XXI" al concepto en su última exhibición en el Museo de Arte Contemporáneo de Detroit y también provocó controversia. Prince hizo capturas de pantalla de las publicaciones de Instagram de otras personas y agregó sus propios comentarios sin sentido en las respuestas de la publicación. Luego amplió las capturas de pantalla, imprimiéndolas en lienzos.

¿Es arte? Por supuesto. ¿Es buen arte? Eso siempre ha dependido del espectador.


jueves, 30 de septiembre de 2021

 Imágenes del mundo



Estampas...religiosas 



 Imágenes del mundo



Foto: Luis Viadel
 

 Estampas callejeras



 

La frase de Yolanda Díaz en el Congreso cada miércoles.







Los beneficios de las eléctricas son “groseros” 

Los beneficios sobre ventas de las eléctricas españolas se sitúan en el 18,5%, mientras que la media europea es del 10,5% y la alemana del 5,6%. Además, según datos del Banco de España, el beneficio sobre ventas de las eléctricas españolas en relación a todas las empresas del país, es del doble.

Y no solo es cuestión de los beneficios, sino también de los dividendos. En el caso de Endesa, cuyo último lote vendió el PP, sus accionistas se embolsaron en diez años 27.641 millones de euros en dividendos. 

miércoles, 29 de septiembre de 2021

 

Carteles urbanos



 



Las monjas lesbianas de Verhoeven crean escándalo: protestas frente a la proyección de 'Benedetta' en Nueva York

Una reducida grey de católicos indignados se manifiesta contra el filme más místico del maestro holandés. 

Cinemanía 

27.09.2021




Hay directores que siembran el escándalo sin proponérselo, y otros que, como Paul Verhoeven, no se quedan a gusto si su nuevo filme no levanta una controversia o dos. Tras hitos de la especialidad como Instinto básico, Showgirls y Elle, el maestro holandés va camino de marcarse un nuevo tanto con Benedetta, en la que Virginie Efira encarna a una monja lesbiana y visionaria en el siglo XVII.




Por supuesto, ese argumento tiene que herir alguna susceptibilidad que otra, como ha demostrado la protesta contra el filme en el Festival de Nueva York. Durante la proyección de la película en el Lincoln Center, un grupo de alrededor de 30 personas se congregó para denunciar una película que consideraban ofensiva contra sus creencias. 

En las imágenes de la manifestación pueden verse pancartas en las que Benedetta aparece descrita como "la película blasfema de lesbianas" que "insulta la santidad de las monjas". 

Según IndieWire, y como puede verse en los vídeos, los manifestantes (pertenecientes a un grupo denominado 'America Needs Fatima') se dedicaron a rezar el Ave María y a atronar a los asistentes con gaitas y tambores. 



Este ataque contra Benedetta, poco notable por lo demás, convierte al filme en el último que despierta las iras de la grey católica en EE UU tras Dogma, de Kevin Smith.


 
Por otra parte, la cinta de Verhoeven podría unirse a la lista de filmes perseguidos por supuesta blasfemia, en la que figuran títulos de Jean-Luc Godard (Yo te saludo, María), Martin Scorsese (La última tentación de Cristo) y los Monty Python (La vida de Brian), entre otros.






 Imágenes del mundo



 Estampas callejeras