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jueves, 2 de mayo de 2024


 






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Estampas religiosas





   Foto: Luis Viadel

 Pedro Sánchez envía una carta a la militancia en el 145º aniversario del PSOE

El presidente del Gobierno recuerda cómo se creó el partido el 2 de mayo de 1879 y manda un importante mensaje a la militancia

ElPlural

Luis Abascal

2-5-24



El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha envidado una nueva carta, esta vez a la militancia socialista, en la que recuerda cómo Pablo Iglesias fundó el partido hace 145 años. Durante el texto, Sánchez ha reflexionado sobre el liderazgo histórico del PSOE en la lucha por derechos, libertades y justicia social. Según el presidente, los socialistas han enfrentado desafíos constantes, siempre del lado de los menos privilegiados, además de que su fuerza radica en la solidaridad y la unidad, especialmente en tiempos difíciles.

Asimismo, el secretario general reconoce el apoyo recibido y la importancia de la causa socialista, que defiende la libertad y la democracia. Por otra parte, alerta sobre la amenaza de una ultraderecha que busca destruir mediante difamaciones y falsedades. Para Sánchez, en este aniversario, se reivindica una política limpia, basada en el respeto, la dignidad y el debate de ideas fundamentadas en la verdad.

A continuación, puede leer la carta de forma íntegra: 

Querido compañero, querida compañera:

Hoy, 2 de mayo, se cumplen 145 años desde la fundación de nuestro partido. A las mujeres y a los hombres del PSOE nos gusta imaginar aquella comida clandestina de 25 trabajadores y profesionales tan valientes como para -en plena prohibición de reunión y asociación política de los trabajadores- elegir por lugar de reunión una fonda situada precisamente a escasos metros del entonces Ministerio de la Gobernación. Y tan visionarios como para crear un partido que, casi un siglo y medio después, sigue liderando la ampliación de los derechos y las libertades, el progreso y la justicia social. El coraje y la lucidez de aquellos compañeros son valores que hoy siguen inspirando la acción política de las mujeres y los hombres del PSOE del presente.

Ninguna generación de socialistas lo tuvo fácil. En una lucha que es estructuralmente asimétrica, nosotros elegimos ponernos del lado de quien no tiene, de quien no puede. Elegimos el lado de la gente de a pie frente al poderoso; no una vez, sino siempre.

Si, a pesar de ello, hemos sido capaces de mejorar la vida de las personas y cambiar la historia de España es porque, en estos 145 años, nos tenemos los unos a los otros. Hemos aprendido que cuando las cosas se ponen difíciles, es la solidaridad de los compañeros y las compañeras lo más valioso, nuestro principal activo. Por eso los socialistas, que defendemos la diversidad y la pluralidad como valores irrenunciables, en los tiempos difíciles nos unimos con más fuerza si cabe.

Estos días he sentido el apoyo de miles de socialistas, de progresistas, de demócratas. Hay deudas que, aunque nunca podremos pagar, si debemos reconocer. Y yo, como vuestro secretario general, tengo una inmensa deuda de gratitud con todas esas personas, con todos vosotros y vosotras.

He sentido el cariño personal, la preocupación por mi familia y por mi. Es precisamente esa preocupación por las personas el motor último de nuestra causa política. Porque el socialismo es humanismo. Pero sé bien que no es el apoyo a mi persona lo que nos une. Por encima de todo, nos une el apoyo a una causa. Pablo Iglesias, nuestro fundador, escribió que el socialismo es la libertad. Millones de personas han comprendido que lo que está en juego -y no solo en España- es la democracia como una forma de convivencia en libertad.

Nuestra democracia, como las del resto del mundo, se enfrenta al avance de una internacional ultraderechista que trata de imponer su agenda regresiva. No mediante el debate de ideas y el contraste de propuestas, sino por la destrucción del adversario. Para lograrlo, ponen en marcha la máquina del fango, alentada. por la derecha y la ultraderecha, junto a páginas web y asociaciones ultraderechistas que fabrican bulos y mentiras. Bulos que a continuación se propagan en tertulias y en las tribunas para después judicializar falsas denuncias, deteriorando gravemente nuestra democracia y nuestra convivencia. Estos días hemos comprendido que defender la democracia no consiste únicamente en acudir a votar cada cuatro años. Debemos defender nuestra democracia todos los días, rechazando a aquellos que convierten la política en un barrizal de insultos y falsedades.

Hoy, en el 145 aniversario de nuestra organización, reivindiquemos la política limpia. La politica del respeto y la dignidad; la del debate de ideas basado en hechos y no en bulos.

Los miles de personas que se concentraron el pasado sábado a las puertas de nuestra sede de la calle Ferraz, y los cientos de miles que mostraron su apoyo en cartas, a través de las redes y las casas del pueblo de toda España, han enviado un poderoso mensaje de coraje y lucidez a nuestra sociedad: que no estamos dispuestos a asistir impasibles al deterioro y la degradación de nuestra democracia.


 El espionaje en el PP de Madrid (IV): “Todo el rato diciendo que si nos vamos de putas”

Nueve miembros del PP de Madrid denuncian prostitución, espionaje, maltrato, y tráfico de drogas dentro del partido

ElPlural

J.M.G./S.G

2-5-24


La política debería ser un reflejo de los valores y aspiraciones más altos de una sociedad, un ámbito donde la integridad y el respeto mutuo prevalezcan. Sin embargo, las recientes denuncias dentro del Partido Popular de Madrid pintan un cuadro muy diferente, uno plagado de excesos y prácticas reprobables que se esconden tras las puertas cerradas del poder.

Así, según denuncian miembros de las Nuevas Generaciones (NNGG) del PP de Madrid a ElPlural.com, el espionaje, el acoso y prácticas moralmente cuestionables se han convertido en herramientas de poder y control dentro del organigrama de la formación popular.

En este sentido, la denuncia de un miembro del PP, que prefiere mantenerse en el anonimato por miedo a represalias, es estremecedora: “Todo el rato diciendo que si nos vamos de putas". Esta frase encapsula la cultura de excesos que, según los testimonios, incluye bullying, xenofobia, machismo y fiestas con alcohol y drogas para captar militantes. Más alarmante aún es la supuesta utilización de la prostitución como método para obtener información y manipular a miembros del partido.

El ansia de poder y control es palpable en los relatos de hasta nueve personas diferentes que han hablado con ElPlural.com. Todas ellas describen un ambiente tóxico y desagradable, marcado por la amenaza, el desprecio y la vejación hacia aquellos considerados una amenaza para los intereses personales y políticos de ciertos dirigentes.

Nos enseñaron un vídeo porno y se rieron”

A. C., uno de los militantes, recuerda un incidente particularmente perturbador: "Nos enseñaron un vídeo porno y se rieron". Este suceso ocurrió durante un Comité Ejecutivo en La Latina, poco después de que este cumpliera 18 años. “Que si las putas, que si los maricones. Todo el rato lo mismo. El tema de los maricones, como se refieren ellos, y las prostitutas”, añade.

Los comentarios despectivos y las referencias constantes a la prostitución y la homosexualidad son una muestra de la falta de ética y el desdén por la dignidad de las personas. "Todo el rato diciendo que si nos vamos de putas, que si vamos a un Congreso y antes paramos en un puticlub a follar", relata A. C., evidenciando una normalización preocupante de estas conversaciones entre algunos miembros del partido.

Incluso durante eventos importantes como el Congreso de Sevilla de Feijóo, se reportaron comentarios de dirigentes que expresaban su deseo de visitar prostíbulos. “Dos miembros del partido dijeron que querían irse de putas. Dirigentes del partido aprovechando el Congreso para ir a un antro de carretera y mantener relaciones sexuales con prostitutas. No sé si sería una broma o sería verdad, pero los comentarios existían”, subraya.





El espionaje en el PP de Madrid (III):

 “Se referían a nosotros como el ejército de maricones”

Nueve miembros del PP de Madrid denuncian prostitución, espionaje, maltrato, y tráfico de drogas dentro del partido

ElPlural

J.M.G./S.G.

2-5-24


La política, en su ideal, es una vocación de servicio público, un compromiso con la sociedad y sus valores más nobles. Sin embargo, las recientes revelaciones dentro del Partido Popular de Madrid muestran una realidad distorsionada, donde el poder y la influencia se han convertido en fines en sí mismos, eclipsando los principios éticos y morales.

Las confesiones, recogidas por ElPlural.com, describen un escenario donde el bullying, la xenofobia y el machismo son moneda corriente. Las fiestas con alcohol y sustancias estupefacientes se utilizan como anzuelos para captar militantes, y la prostitución se menciona como un método para obtener información y manipular a los miembros del partido. Estas revelaciones provienen de hasta nueve personas diferentes, algunas de ellas todavía siguen formando parte del organigrama del partido, todas coincidiendo en haber experimentado o sido testigos de un clima sumamente desagradable.

En este sentido, uno de los testimonios más impactantes proviene de J.L. -nombre ficticio por temor a represalias-, quien relata cómo se intentó aprovechar de él sexualmente para alcanzar objetivos políticos. "Aprovechando el tirón que tengo entre los homosexuales del partido, se valían de que les gustaba a muchas personas para conseguir más afiliaciones, y también me controlaban", explica. “Me preguntaban por cuestiones personales: una vez me fui de viaje con unos amigos y me empezaron a preguntar por ellos, cuando son personas normales que no tienen nada que ver con la política. Era una forma de espionaje y seguimiento, para asegurarse que nadie sacaba los pies del tiesto”, añade.

Se estaban intentando aprovechar de mí sexualmente para conseguir sus objetivos”

Una ambición desenfrenada por el poder que llevó a algunos dirigentes a proponer estrategias de captación que incluían el uso de su influencia entre los miembros homosexuales del partido. “Me dijeron que aprovechase esa situación [su orientación sexual para atraer más personas al distrito”, revela J.L., quien inicialmente no entendía que se referían a miembros ya existentes del partido. “Me di cuenta de que estaban intentando aprovecharse de mí para conseguir algo que estaba mal. Y noté que se estaban intentando aprovechar de mí sexualmente para conseguir sus objetivos”, lamenta.

Sin embargo, las propuestas no se quedaron ahí, sino que le llegaron a proponer fiestas con “alcohol y drogas”, con el único objetivo de “atraer a jóvenes” y ganar visibilidad. “El objetivo era conseguir el máximo número de afiliados posibles para hacerse notar, dando igual los métodos. No había ningún límite. Incluso por ejemplo, en el Orgullo, me dijeron que me fuese a Chueca y que los que me siguieran y me hicieran caso, me los trajera para aquí para hacer una fiesta. En el momento en el que vi el rumbo que estaba tomando la cosa, decidí salir de allí”, reconoce este.

La homofobia, aunque no experimentada directamente por J.L., es otro de los problemas señalados: “Conozco gente del partido que sí la ha experimentado, a pesar de la gran cantidad de homosexuales que hay en el partido. Que tenemos que ser de cierta manera por ser gays, como cayendo en muchos clichés, se referían a nosotros como el ejército de maricones para ir a los actos”. “El tono era muy despectivo, y era un poco hipócrita que dijeran ese tipo de cosas y que luego me estuvieran pidiendo que utilizara mis encantos para atraer más gente al partido”, sentencia.

Este panorama sombrío plantea serias preguntas sobre la integridad y los valores del partido. ¿Cómo puede una organización política permitir y, en algunos casos, fomentar tales comportamientos? ¿Qué medidas se tomarán para erradicar estas prácticas y restaurar la confianza en el sistema político?




 El espionaje en el PP de Madrid (II): “Me instaron a mantener relaciones sexuales para conseguir información”

Nueve miembros del PP de Madrid denuncian prostitución, espionaje, maltrato, y tráfico de drogas dentro del partido

ElPlural

J.M.G./S.G

2-5-24




En las profundidades de la política madrileña, un escándalo de proporciones alarmantes ha sacudido los cimientos del Partido Popular (PP). Las recientes denuncias realizadas por miembros de las Nuevas Generaciones (NNGG) del PP de Madrid han destapado una serie de prácticas que desafían la ética y la moralidad, poniendo en tela de juicio la integridad de la organización.

Según testimonios recogidos por ElPlural.com, el ansia de poder y control dentro del partido ha trascendido los límites aceptables, llevando a algunos dirigentes a emplear métodos reprobables para mantener su influencia.

Entre las confesiones más estremecedoras se encuentra la de un afiliado que fue instado a mantener relaciones sexuales con el fin de extraer información de otros miembros del partido. Este relato no es aislado; se suma a una serie de acusaciones que incluyen bullying, xenofobia, machismo, y el uso de alcohol y sustancias estupefacientes en fiestas destinadas a captar nuevos militantes.

La gravedad de estas acusaciones se intensifica al considerar la utilización de la prostitución como herramienta de espionaje y manipulación. "Me ofrecieron mantener relaciones sexuales con una secretaria de la Consejería de Economía y Hacienda para ganarme el favor de otra persona y obtener información", confiesa un miembro del partido, que prefiere mantenerse en el anonimato por temor a represalias, evidenciando una práctica que parece ser habitual y sistémica dentro de las NNGG. “Esto es habitual. Siempre hay gente que tiene que hacer favores de todo tipo, incluidos de ese, para obtener beneficios”, reconoce.

Auténticas torturas e insultos"

Estos actos, descritos por algunos como "auténticas torturas" y "vejaciones", han generado un ambiente tóxico y desagradable que contradice los valores y la identidad que el partido proclama defender. “Auténticas torturas e insultos, otros afiliados me trataban como un auténtico apestado. El sectarismo que se respiraba era infame. Todo esto lo he denunciado en el Comité de Derechos y Garantías del partido, y no he obtenido ningún tipo de respuesta. Los instructores mostraban una actitud bastante poco agradable”, denuncia A. X.

Este escándalo plantea interrogantes profundos sobre la cultura política que impera en ciertos sectores del PP de Madrid. ¿Cómo es posible que un partido, que se presenta como garante de la democracia y la libertad, permita que tales prácticas ocurran bajo su techo? ¿Qué medidas se tomarán para asegurar que la justicia prevalezca y que los responsables rindan cuentas?



 El espionaje en el PP de Madrid (I): “Planeaban la utilización de personas con fines sexuales para conseguir lo que querían”

Nueve miembros del PP de Madrid denuncian prostitución, espionaje, maltrato, y tráfico de drogas dentro del partido

ElPlural

J.M.G/S.G

2-5-24



En el corazón político de Madrid, una serie de acusaciones han surgido desde las filas del mismo Partido Popular (PP), sacudiendo los cimientos de la organización y poniendo en tela de juicio la integridad de sus prácticas internas. Un miembro del partido, que prefiere mantenerse en al anonimato por miedo a represalias, ha levantado la voz, denunciando una cultura de “bullying, xenofobia y machismo”, así como el uso de “alcohol, drogas y prostitución” como herramientas para ganar influencia y manipular a los militantes.

Las Nuevas Generaciones (NNGG) del PP de Madrid, según las confesiones recogidas por ElPlural.com, se han convertido en un escenario donde el ansia de poder y control se manifiesta en su forma más oscura. En este sentido, uno de los testimonios más impactantes proviene de H.R., quien describe a Alberto González, concejal de José Luis Martínez Almeida y secretario general del partido de los 21 distritos de la capital, como una figura que, lejos de representar los valores del partido, ha ejercido “amenazas” y comportamientos “violentos” hacia otros miembros.

Así, en el relato de H.R., González emerge como un personaje dispuesto a sabotear campañas políticas y a utilizar cualquier medio para asegurar su posición de poder, incluso si eso significa perjudicar las posibilidades electorales de figuras como Alberto Núñez Feijóo. “Unos meses antes [de las elecciones], Alberto González me decía que me tenía que preparar para una guerra futura en el partido a nivel nacional. Se queda ahí la cosa, pero cuando llega la campaña, González hace lo indecible para que no se haga ningún tipo de campaña por Feijóo. Es más, lo que quieren es que Feijóo pierda las elecciones”, subraya.

Unas acusaciones que se extienden a actos de violencia y discriminación. H.R. recuerda cómo González amenazó violentamente a un cargo de NNGG y cómo se refería despectivamente a colaboradores sudamericanos, llamándolos "panchitos" o "putos sudacas": “No se cortan nada, y los propios sudamericanos denunciaban que los echaban directamente de la sede cuando terminaban los actos porque ya les sobran allí”.

Asimismo, más allá de las agresiones verbales y físicas, se denuncian también prácticas de espionaje y seguimiento a miembros del partido, así como la planificación de actos para captar jóvenes utilizando alcohol y drogas. “Planeaban la utilización de personas con fines sexuales para conseguir lo que querían, o con cualquier otro fin que fuera necesario […] No había límites de ningún tipo, hasta el punto de animar a compañeros a prostituirse. A una compañera la llamaron también a prostituirse a cambio de conseguir un favor mío, que yo me quedé alucinado”, denuncia H.R.

Unas prácticas mafiosas que también incluyen grandes dosis de machismo. “Se intentó espiar a altos cargos del partido mediante prácticas sexuales para sacar información de lo que hiciera falta. Yo ya había oído comentarios como que las mujeres solo servían para sexo y para fregar, y eso ya era habitual, pero también fueron capaces de llegar al punto de utilizar la prostitución para obtener información”, denuncia este. “Y eso está pasando actualmente en el partido”, sentencia.




Nueve miembros del PP de Madrid denuncian prostitución, espionaje, maltrato y tráfico de drogas dentro del partido

"Fueron capaces de llegar al punto de utilizar la prostitución para obtener información", revelan miembros 'populares'

ElPlural

José maría Garrido

2-5-24


Bullying, xenofobia, machismo, fiestas con alcohol y sustancias estupefacientes para captar militantes, e incluso la utilización de la prostitución como método para conseguir información y manipular a miembros del partido. Estas son solo algunas, que no todas, de las confesiones que miembros que han militado en las Nuevas Generaciones (NNGG) y del Partido Popular de Madrid han querido realizar ante los micrófonos de ElPlural.com.

El ansia desmedida de poder, de control y de influencia en el que se movieran los referenciados en los testimonios, era un motor tan fuerte que les llevaban a despreciar, amenazar, vejar e incluso espiar a todo el que consideraran una amenaza para su propio beneficio personal y político. Así lo cuentan hasta nueve personas diferentes con las que ha hablado este medio. Todas ellas -algunas siguen incluso dentro de la formación y ocupan cargos relevantes-, coinciden en algo: en haber vivido un ambiente sumamente tóxico y desagradable, ya sea por haberlo sufrido en sus propias carnes o por haber sido testigos de ello en la cercanía.

Estas nueve personas han aceptado que ElPlural.com grabe su testimonio, pero han pedido mantener en parte su anonimato por miedo a represalias. De ahí que se les presente con sus iniciales y la voz distorsionada. Además, tal y como ha podido saber este medio, todas estas personas ya han denunciado las prácticas que se van a enumerar a continuación al Comité de Derechos y Garantías del PP de Madrid.

H. R.: "Alberto González amenazó violentamente a un cargo de NNGG"

"Alberto González (hoy concejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid que presuntamente ordenó espiar a varios consejeros del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso) no tiene ningún valor en comparación con el Partido Popular como organización, pero yo le he visto tener comportamientos muy desagradables", apunta H.R. 

Pregunta (P): Decías que te llegaban a impedir, en este ambiente tóxico, hacer campaña por Alberto Núñez Feijóo.

Respuesta (R): "Sí. Unos meses antes [de las elecciones], Alberto González me decía que me tenía que preparar para una guerra futura en el partido a nivel nacional. Se queda ahí la cosa, pero cuando llega la campaña, González hace lo indecible para que no se haga ningún tipo de campaña por Feijóo. Es más, lo que quieren es que Feijóo pierda las elecciones. Nosotros como personas de partido hicimos campaña igual con los pocos medios que nos dieron".

P: ¿Has presenciado actos de violencia de dirigentes hacia militantes?

R: "Sí. Por ejemplo, a la salida de un acto del PP de Latina, a un cargo de NNGG, Alberto lo cogió de la cara y le amenazó violentamente. Algunos miembros de NNGG estaban planteándose dimitir por unos asuntos económicos y González le cogió y le amenazó diciéndole que aquí no dimitía ni dios. Hay una persona del partido que ha estado ingresada dos veces y cuando se comenta la situación en Derechos y Garantías se ríen o cambian de tema". 

"También he presenciado insultos y vejaciones xenófobas. En unos actos que organizamos con sudamericanos, Alberto González los llamaba panchitos o putos sudacas que solo sirven para llenar actos. No se cortan nada, y los propios sudamericanos denunciaban que los echaban directamente de la sede cuando terminaban los actos porque ya les sobran allí".

He presenciado insultos y vejaciones xenófobas

P: Se han denunciado actos para captar jóvenes con alcohol y drogas.

R: "Sí. Para ellos el fin justifica los medios y vale todo. Se hace de la manera que sea. Prácticas de espionaje en las NNGG y en el partido. Por aquel entonces, González me dice que no quiere ninguna persona vinculada con Bea Fanjul y que haga un informe de seguimiento de muchísima gente del partido para ponerles la cruz y sacarles de Madrid". 

P: Aparte de Beatriz Fanjul, ¿otros fueron espiados o seguidos?

R: "Sí, en la Comunidad de Madrid. En la cena de Navidad, González me dice que va a mandar una persona del Ayuntamiento a excitar y poner cachondos a su jefe en aquel entoncesJavier Lasquetty, y a un viceconsejero con la idea de sacarles información. Planeaban la utilización de personas con fines sexuales para conseguir lo que querían, o con cualquier otro fin que fuera necesario. Así era Alberto González. No había límites de ningún tipo, hasta el punto de animar a compañeros a prostituirse. A una compañera la llamaron también a prostituirse a cambio de conseguir un favor mío, que yo me quedé alucinado".

Planeaban la utilización de personas con fines sexuales para conseguir lo que querían

"Además, los militantes se ponían en contacto conmigo porque no se atrevían a enfrentarse a Alberto González. Él me ha tenido pagando los gastos de la sede de mi propio bolsillo y otros gastos personales como tabaco o cerveza". 

"He visto muchas situaciones incómodas, pero por destacar una, una vez estaba tomando algo en una cafetería con unos compañeros del partido y me empezaron a insultar por ser persona del partido, y me dijeron que aquí se estaba por intereses económicos y personales. En aquel momento, una de estas personas no tenía ningún cargo institucional, pero ahora sí lo tiene. Él dijo que estaba militando para lucrarse a costa de lo que hiciera falta".

P: ¿Has visto trato denigrante a las mujeres?

R: "Muchas veces. Desde comentarios delante de toda la gente de la sede, a cuando se manda espiar al consejero Lasquetty utilizando prácticas sexuales. Se intentó espiar a altos cargos del partido mediante prácticas sexuales para sacar información de lo que hiciera falta. Yo ya había oído comentarios como que las mujeres solo servían para sexo y para fregar, y eso ya era habitual, pero también fueron capaces de llegar al punto de utilizar la prostitución para obtener información. Y eso está pasando actualmente en el partido". 

Se intentó espiar a altos cargos del partido mediante prácticas sexuales

 P: ¿Los datos personales de los afiliados se tratan de forma seria?

R: "Para nada. Un día desaparecen de la sede, se comunica el tema y nadie quiere saber nada. En 2014, la Policía Nacional ya tuvo que irrumpir en la sede por un problema de esta índole y parece volver a estar ocurriendo. No existe ningún tipo de control. Se han abierto afiliaciones y se han cargado cuotas a personas que no están afiliadas". 

V. M.: "No tienen en cuenta para nada a los miembros de NNGG"




"Yo también presencié el momento en el que González intimidó a un compañero. "Aquí no dimite ni dios", le dijo, mientras le agarraba de la cara y le daba una pequeña bofetada", comenta ante los micrófonos de ElPlural.com. 

P: ¿Has vivido otros momentos incómodos similares?

R: "Todo mi recorrido en NNGG ha sido incómodo. Nos hacían muchísimos feos, no nos tenían en cuenta y de un día para otro empezaban a tratarnos mal".

A. B.: "He presenciado insultos, risas y bullying" 



P: Has sido afiliado de NNGG en Madrid. Comentas que lo has pasado mal con casos de bullying. do afiliado de NNGG en Madrid. Comentas que lo has pasado mal con casos de bullying.

R: "Lo he sentido en primera persona y todos los de NNGG lo hemos experimentado. Un cambio radical de un día para otro, como que ni siquiera nos reconocían. Nos hacían el vacío. También he presenciado insultos o risas por la vestimenta de un alto cargo de las NNGG. No es nada agradable para nadie que se rían de la manera de vestir de uno y no debería de ser habitual experimentar esta clase de sufrimientos. Lo pasé fatal y sufrí una gran presión".

A. X.: "Me instaron a mantener relaciones sexuales para conseguir información"




"Entré en NNGG porque creo en sus valores y en su identidad de partido, pero lo que viví ahí dentro fue muy desagradable. Pasé por muy malos tragos, estuve medicado con tranquilizantes. Pasé por una etapa muy complicada en mi vida y me pasó mucha factura", señala.

P: Hablas incluso de torturas.

R: "Auténticas torturas e insultos, otros afiliados me trataban como un auténtico apestado. El sectarismo que se respiraba era infame. Todo esto lo he denunciado en el Comité de Derechos y Garantías del partido, y no he obtenido ningún tipo de respuesta. Los instructores mostraban una actitud bastante poco agradable. 

P: ¿Te insinuaron prostituirte para sacar información a otros cargos del partido?

R: "Me ofrecieron mantener relaciones sexuales con una secretaria de la Consejería de Economía y Hacienda para ganarse el favor de otra persona y obtener información. Esto es habitual. Siempre hay gente que tiene que hacer favores de todo tipo, incluidos de ese, para obtener beneficios". 

J. L.: "Estaban intentando aprovecharse de mí sexualmente para conseguir sus objetivos"



P: Además de las fiestas con drogas y alcohol a instancias de cargos del PP para conseguir afiliaciones y controlar los distritos, ¿había algo más?

R: "Aprovechando el tirón que tengo entre los homosexuales del partido, se valían de que les gustaba a muchas personas para conseguir más afiliaciones, y también me controlaban. Me preguntaban por cuestiones personales: una vez me fui de viaje con unos amigos y me empezaron a preguntar por ellos, cuando son personas normales que no tienen nada que ver con la política. Era una forma de espionaje y seguimiento, para asegurarse que nadie sacaba los pies del tiesto". 

P: Cuando te proponen que aproveches tu tirón entre las personas del partido, ¿te lo proponen altos cargos?

R: "Me lo proponen en una reunión concreta en la que solo estaba yo, y me dijeron que aprovechase esa situación para atraer más personas al distrito. Yo al principio no lo entendía, pensaba que se referían a gente de la calle, nuevos afiliados para el partido, pero en realidad se referían a miembros del partido. Me di cuenta de que estaban intentando aprovecharse de mí para conseguir algo que estaba mal. Y noté que se estaban intentando aprovechar de mí sexualmente para conseguir sus objetivos. Tomar el control de la sede, todo valía: el único objetivo era atraer gente joven para llamar la atención. Fiestas con alcohol, drogas..." 

P: ¿Un alto cargo del partido puede decir que se hagan fiestas con alcohol y drogas si eso le va a generar beneficios y afiliaciones al partido?

R: "Sí, puede ocurrir y no sería la primera vez. El objetivo era conseguir el máximo número de afiliados posibles para hacerse notar, dando igual los métodos. No había ningún límite. Incluso por ejemplo, en el Orgullo, me dijeron que me fuese a Chueca y que los que me siguieran y me hicieran caso, me los trajera para aquí para hacer una fiesta. En el momento en el que vi el rumbo que estaba tomando la cosa, decidí salir de allí. También había ciertas personas en las NNGG a las que insultaban y no respetaban, solamente les utilizaban para sus propios fines, como montar mesas, asistir a eventos y otros asuntos. El ambiente era muy incómodo". 

P: Homofobia. Dadas las peticiones que has sufrido, ¿qué me puedes contar al respecto?"

R: "Yo no he sufrido de ello, pero conozco gente del partido que sí la ha experimentado, a pesar de la gran cantidad de homosexuales que hay en el partido. Que tenemos que ser de cierta manera por ser gays, como cayendo en muchos clichés, se referían a nosotros como el ejército de maricones para ir a los actos. A H.R. le decían: "Coge tu ejército de maricones y llévalos a los actos". El tono era muy despectivo, y era un poco hipócrita que dijeran ese tipo de cosas y que luego me estuvieran pidiendo que utilizara mis encantos para atraer más gente al partido". 

Se referían a nosotros como el ejército de maricones para ir a los actos

F. M. M.: "Algunos responsables se bajaban la cuota de manera unilateral"



P: Aseguras haber visto casos de acoso en el PP de Madrid.

R: "He visto solicitar de manera repetitiva informaciones para agotar a la víctima, mensajes de texto... El ambiente es muy tóxico, ataques sin ningún motivo, personas que recibían una fijación constante, menosprecios... y también cierta discriminación por raza u orientación sexual".

P: En cuanto a la financiación y las cuotas, ¿estaban claras?

R: "Comités de dirección y comités ejecutivos dejaban claro cuál era el aporte que teníamos que hacer todos los miembros. Los afiliados pagábamos aproximadamente unos 10-15 euros, y otros cargos de mayor responsabilidad tenían que abonar cuotas bastante más elevadas. Sin embargo, algunos miembros del partido, de manera unilateral, se bajaron la cuota personalmente alegando que no ganaban dinero para suplir los pufos que pudiera tener la sede por otras cuestiones".

J. A.: "Me discriminaron por mi origen desde el principio"



"Nací en Perú y me afilié a las NNGG y al PP. Noté discriminación por mi origen desde que entré en el partido por parte de varias personas. Comentarios despectivos, vejaciones, mofas... Mensajes como 'que bajen los panchitos para hacer bulto', utilizarnos en los mítines para dar una imagen de inclusividad cuando no era así... Esos comentarios no hacen gracia. Cuando es una primera vez te lo puedes tomar a broma, pero cuando es día a día, causan un malestar", revela.

"Yo pedía que me trataran bien, y se calmaban un poco durante un tiempo, pero por las espaldas continuaban diciendo lo mismo y luego volvían a la carga. Sigo militando en el partido porque no considero que esos actos sean la filosofía del partido, sino el comportamiento de unas personas que no están haciendo una buena ejecución de su cargo", argumenta.

A. C.: "Nos enseñaron un vídeo porno y se rieron"



"A poco de que yo cumplí los 18 años, celebramos un Comité Ejecutivo en La Latina. Un dirigente del partido nos llama a varios miembros de las NNGG porque tenía algo muy gracioso que enseñarnos, según nos dijo. Estaba viendo un vídeo porno de un señor masturbándose, lo cual me parece bastante patético. Se nos acercó diciendo: 'Mirad qué gracioso' y fue bastante incómodo para todos los que estábamos allí", expresa.

"Cosas como las que te acabo de contar hasta otra clase de comentarios. Que si las putas, que si los maricones. Todo el rato lo mismo. El tema de los maricones, como se refieren ellos, y las prostitutas. Constantemente lo mismo. Todo el rato diciendo que si nos vamos de putas, que si vamos a un Congreso y antes paramos en un puticlub a follar, yo esas cosas las he escuchado", expone.

Todo el rato diciendo que si nos vamos de putas, que si vamos a un Congreso y antes paramos en un puticlub a follar
 

"En el Congreso de Sevilla de Feijóo, en la sede, después de celebrarlo, dos miembros del partido dijeron que querían irse de putas. Dirigentes del partido aprovechando el Congreso para ir a un antro de carretera y mantener relaciones sexuales con prostitutas. No sé si sería una broma o sería verdad, pero los comentarios existían", cuenta.

C. C. R.: "Tuve que acompañar a un compañero al hospital por ansiedad"




"Tuve que acompañar un compañero en el hospital tras sufrir presiones y acoso de gente importante del partido. Estuvo tomando antidepresivos y relajantes y tenía tanta ansiedad que tenía crisis de pánico que le llevaban al hospital porque no aguantaba, todo ello por el trato que recibía del partido. No éramos menores de edad, pero casi, teníamos 18 años. Daba mucho miedo porque yo no estaba tan implicada, pero veía estas cosas de cerca y me echaban mucho para atrás. Sigo afiliada, pero estoy mucho menos implicada que antes", confiesa. 

"Fueron muchos momentos en los que pasaba esto, muchos episodios de ansiedad y de tener que apoyarle porque lo pasaba fatal y llevaba un día a día muy duro. Yo también me he sentido incómoda en muchas ocasiones. No recibí amenazas hacia mi persona, pero viendo cómo eran, prefería no involucrarme para no recibir ese mismo trato. Preferí estar más alejada", señala, ante las actitudes y malos tratos sufridos por otros compañeros.

Alberto González se limita a “respetar el procedimiento”

Consultado al inicio de esta serie de informaciones sobre el caso de espionaje en el PP de Madrid, González señaló a ElPlural.com que “es una denuncia interna del partido” y que tiene que “respetar el procedimiento” de manera que “cuando se resuelva, se podrá hablar”.

Este periódico también se puso en contacto con el Ayuntamiento y con el PP de Madrid. Fuentes municipales mantienen que se trata de un "tema de partido", mientras que el partido reconoce haber recibido el burofax con la denuncia de estos hechos, pero que "todo lo referente a ese caso fue tratado por el Comité de Derechos y Garantías del PP de Madrid". 

Asimismo, asegura que "tras tomar declaración a las partes y abrir un expediente el denunciante no pudo demostrar ni una sola de sus declaraciones y se archivó y notificó a ambas partes en tiempo y forma". "No sabemos si el denunciado va a tomar medidas contra el denunciante en defensa de su honor", añade.

Sin embargo, los denunciantes aseguran no haber recibido documentación alguna sobre el archivo del caso.