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jueves, 12 de septiembre de 2024
Julio Pacheco, torturado por el franquismo: “Estuve tres días atado a un radiador. Nos ponían pistolas en la cabeza”
ElPlural habla con la primera persona que declaró ante una jueza por esta práctica franquista tras una denuncia contra el ex comisario Villarejo y otros tres policías de la Brigada Político Social
ElPlural
12-9-24
Rubén Rozas
1975. El franquismo dando sus últimos coletazos. Franco, dispuesto a morir de pie. Un país que, sin saber si estaba preparado para cambiar las cosas, intentaba autogestionarse a golpe de calle y clandestinidad. Julio Pacheco representa esa imagen de los y las estudiantes que corrían delante de los 'grises' Ciudad Universitaria abajo. A los que tantas veces cantó Ismael Serrano.
Detenido cuando solo tenía 19 años, fue uno de los infinitos detractores del régimen que las autoridades franquistas torturaron en la Dirección General de Seguridad (DGS), ahora sede de la Comunidad de Madrid; el único que lo ha contado ante una jueza de manera presencial dentro de nuestras fronteras. Antes de él, las víctimas únicamente habían hablado por videollamada o desde países como Argentina.
“Nos amenazaban continuamente de muerte, nos ponían pistolas en la cabeza, nos daban golpes en las plantas de los pies, te pasaban como si fueras una peonza entre cinco o seis personas (…) Te hacían sentir que no valías nada”, relata en declaraciones a ElPlural.com
Aquellas atrocidades, por las que denunció al excomisario Villarejo, Álvaro Valdemoro, José Luis Montero Muñoz y José María González Reglero -solo dos de ellos están vivos- llegaron a juicio, aunque la magistrada ha archivado la causa (pero no está todo acabado, pues está recurrida a la Audiencia Provincial). A pesar de este jarro de agua fría, Pacheco pide no desviar la atención de lo (otro) importante y emplaza a sacar valentía, la que mostraron él y otros tantos con la libertad por bandera: “Los que vivimos aquella época tenemos una responsabilidad especial. Somos la última generación que la vivió y tenemos el deber de contarlo, para crear conciencia y que no se repita. Es duro, pero hace falta (…) Fuimos miles”.
PREGUNTA (P): ¿Cómo recibiste la noticia de que ibas a ser la primera persona en declarar ante una jueza por torturas durante el franquismo?
RESPUESTA (R): Fue una explosión de alegría. Algo esperanzador y muy bonito. Íbamos con la idea de que rompíamos el muro.
P: No sé si eres del todo consciente de que, independientemente del resultado momentáneo, has asentado un precedente.
R: Los medios lo calificaron de histórico, pero yo creo que no fue para tanto (…) Es verdad que supuso un avance, y claro que tuve esa sensación de cierto éxito.
P: Y ahora, el jarro de agua fría de la prescripción…
R: El sentimiento es bien distinto. De pena y rabia. No sé decirte cuál de las dos gana. Es verdad que después de una sentencia desfavorable del Tribunal Constitucional (TC) ya con la Ley de Memoria Democrática en vigor, nos lo imaginábamos. De hecho, el auto viene a decir que la instrucción no puede seguir porque el TC corta cualquier continuidad.
P: ¿Cómo fueron aquellos años? Hasta donde quieras contar porque entiendo que nunca son fáciles de recordar.
R: No te preocupes, estos días he vuelto a recordar un montón… Fue una época que nos tocó vivir -a mí y a mucha gente- y no podíamos hacer mucho más. Yo tenía 19 años (1975), estaba en Segundo de Biológicas en la Complutense y era lo que había… Existía tal falta de libertad… No se podía leer, ir al teatro… Si tenías cualquier inquietud no te quedaba más remedio que movilizarte contra Franco. Fueron años de muchas detenciones y mucha agitación en la calle.
Si tenías cualquier inquietud no te quedaba más remedio que movilizarte
P: ¿A ti por qué te detienen? ¿Qué alegan?
R: Yo militaba en la Federación Universitaria Democrática de España (FUDE), la organización universitaria del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP). Caímos, creo recordar, 36 miembros.
P: ¿Qué os hacían cuando os llevaban a la Puerta del Sol?
R: A mí me tuvieron siete días retenido. Durante una semana fueron torturas continuas, paraban de vez en cuando, te interrogaban… En este caso estaban buscando a quienes habían hecho el atentado al teniente de la Guardia Civil Antonio Pose. Los que caímos fuimos sometidos a torturas brutales porque querían encontrar un culpable como fuera.
P: Cuando hablamos de torturas nos referimos a palizas…
R: Amenazas de muerte continuas, nos ponían pistolas en la cabeza, golpes en las plantas de los pies -esto es súper doloroso porque el dolor aumenta con cada golpe-, te pasaban entre cinco o seis personas como si fueras una peonza y ahí te tiraban, te golpeaban (…) A todo eso súmale el factor psicológico; te hacían sentir que no eras nada, un muñeco. Yo estuve tres días atado en el radiador de un despacho y cualquiera que pasaba por ahí me podía pegar o insultar. Es una sensación de que no vales nada.
Ante eso lo teníamos el orgullo de decir que éramos antifascistas, que ese era el motivo por el que estábamos allí. Nos mostrábamos más fuertes que ellos en el sentido de que no hablábamos, no colaborábamos… todo con el objetivo de que no cayera más gente por nosotros. Y es eso lo que te mantiene un poco fuerte. Paradójicamente, sentíamos como una victoria mantener con el silencio nuestra personalidad, lo que nos querían quitar a golpes.
Ante sus golpes, el orgullo de ser antifascistas (...) El silencio era nuestra victoria
P: A la hora de denunciar tienes que demostrar que todo esto que cuentas es cierto. ¿Cómo es ese proceso, muy duro y que mucha gente desconoce?
R: Cuando te decides a presentar la querella, antes incluso, al hablar con el abogado, empieza a ser complicado. Se ajustan al protocolo de Estambul (…) En mi caso el peritaje psicológico me lo hizo el grupo Sira y la verdad es que son grandes profesionales… La manera en la que llevaron a cabo el interrogatorio… No sé, se me hizo menos duro. El resultado fue que mi relato contenía una alta verisimilitud.
Y en la querella colabora mucha gente de forma altruista, lo cual se agradece mucho. Presentamos también un informe de contexto histórico con el que veníamos a demostrar que se trata de delitos de lesa humanidad, porque estaban dirigidos a una población concreta, fue sistemático durante la dictadura, etc.
Demostramos asimismo que los cuatro policías que yo denunciaba formaban parte de la Brigada Político Social y que habían recibido 25.000 pesetas por detenernos. La jueza refleja todo esto muy bien en el auto.
Villarejo -y el resto de policías- recibieron 25.000 pesetas por detenernos
P: Es imprescindible no olvidar. Es fundamental educar.
R: Es vital para que la democracia española sea una democracia real. Hay que mirar al pasado, reciente además. Que muchas de estas cosas no estén en los libros de texto de las nuevas generaciones, que se corra un tupido velo… provoca que la democracia cojee.
Estamos experimentando un aumento reaccionario, de reivindicación del franquismo, que niega lo que fue realmente aquello. ¡Es que fue una dictadura! No existía ningún tipo de libertad, todo era censurable… y los hay que quieren volver. Si realmente la juventud conociera todo esto, seguramente a esa ideología le costaría mucho más posicionarse de lo que lo está haciendo.
P: ¿Por dónde pasarían los cambios desde un punto de vista legal? Porque todavía tenemos una ley de amnistía que data de 1977, caduca a ojos de mucho; una reciente de Memoria Democrática en la buena dirección, pero insuficiente para algunos…
R: Lo primero es derogar la ley de amnistía, y luego que el principio de legalidad internacional se aplique según el derecho internacional. Que las torturas del franquismo se tipifiquen como delitos de lesa humanidad.
Si la juventud conociera todo, a los reaccionarios les costaría más posicionarse
P: Me gustaría terminar esta entrevista dedicando la última pregunta a tu mujer. Ella te ayuda mucho en el proceso, presenta también una denuncia, pero es verdad que en un principio la cuesta. Es normal, por otra parte. ¿Qué mensaje lanzas a aquellas personas que no se atreven a denunciar, bien por miedo, por no recordar o, sencillamente, porque piensan que no va a servir de nada?
R: Que los que vivimos aquella época tenemos una responsabilidad especial. Somos la última generación que lo vivió. Y tenemos el deber de contarlo, también para crear conciencia y que no se repita. En definitiva, es duro, pero hace falta. Fuimos miles.
miércoles, 11 de septiembre de 2024
martes, 10 de septiembre de 2024
lunes, 9 de septiembre de 2024
domingo, 8 de septiembre de 2024
sábado, 7 de septiembre de 2024
miércoles, 4 de septiembre de 2024
Inmigrantes, solo cuando quiero: sustentan las pensiones y aportan diez veces más de lo que reciben
Los 2,8 millones de trabajadores extranjeros aportan un 10% de toda la recaudación de la Seguridad Social, pero reciben un 1%
ElPlural
Roberto Ugena
4-9-24
El aumento del flujo migratorio de la ruta canaria y la incapacidad de las instituciones insulares y de las ONGs de acoger en condiciones óptimas a los menores migrantes que llegan a las playas buscando una vida mejor han recuperado un eterno debate. La solidaridad del resto de comunidades autónomas podría haber puesto fin a la crisis, pero los gobernantes del Partido Popular (PP) no están por la labor de auxiliar al Gobierno canario y la formación a nivel nacional, acompañada de Vox y Junts, ha decidido tumbar la tramitación de la reforma de la ley que pretendía obligar al reparto solidario.
Este escenario es el campo perfecto para esparcir racismo y xenofobia y plantar bulos que, pese a tener una escasa credibilidad, calan en la sociedad. Despersonalizando a niños que llegan a tierra, los que sobreviven, después de días naufragando por el mar, el mito del inmigrante que viene a quitarte el trabajo y, a la vez, a vivir de paguitas empieza a poblar bocas ultraderechistas. Y si no, pues vienen a robar y delinquir. Lo cierto es que ninguna estadística o cifra oficial sustenta esta basura racista que algunos cuelan por discurso.
Ninguna persona debe se tratada como un número y el abordaje de “los inmigrantes son necesarios para trabajar en España y pagar las pensiones” solo replica un discurso neoliberal. El inmigrante es bueno porque viene a trabajar e impulsa la economía, defiende parte de la socialdemocracia, como si personas fuesen herramienta de trabajo. No obstante, más allá de que el migrante debe ser considerado bueno por el mero hecho de ser persona, independientemente de su procedencia, lo cierto es que la afirmación coincide con los datos.
Aportan mucho más de lo que reciben
La Unión Europea (UE) está vieja y el libre mercado se ha encargado de que sus generaciones jóvenes sean incapaces de formar una familia sin tener que renunciar a comer o pagar el alquiler. Aquellos que llevan trabajando décadas llegan a su merecida jubilación y cada vez más disfrutan de esta cuantía gracias al trabajo de los migrantes que desprecian. En España, el número de trabajadores extranjeros no para de crecer, seis veces por encima de la media nacional, y, para desgracia de los racistas, no son los rubios de ojos azules que tanto les gustan.
Los trabajadores extranjeros representan ya el 13,5% del total de afiliados a la Seguridad Social, con sus cuotas e impuestos que financian las pensiones de la población nacional. Casi tres millones (2.870.742) entre asalariados y autónomos que se desempeñan en España, siendo la mayoría de fuera de la UE (1.948.832). El principal país de procedencia es Rumanía (334.187), parte de los Veintisiete, seguido de Marruecos (319.166), Colombia (217.946), Italia (199.127), Venezuela (164.478) y China (119.078), con fecha del 31 de julio de 2024.
La necesidad de trabajadores migrantes para mantener la ratio cotizante/pensionista ya la ha anticipado el propio Banco de España, que habla de 24 millones de trabajadores extranjero más. Y ya se está dando. En 2023, las personas extranjeras ocuparon el 40% de los nuevos empleos y en lo que va de año han sumado otros 200.000 afiliados más a sus filas de la Seguridad Social (de 2,66 a 2,87 millones), de los poco más de 400.000 totales que ha incrementado el conjunto del país (de 20,77 a 21,19 millones).
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, estima que España requerirá de entre 200.000 y 250.000 migrantes anuales para sostener las empresas privadas y los servicios públicos porque, además de trabajar, cuestan poco a las arcas del Estado. Los datos del propio Ministerio evidencian que aportan anualmente el 10% de todo lo recaudado por la Seguridad Social y tan solo son beneficiarios de un 1% del gasto. Una diferencia positiva para las cuentas públicas que asciende a millones de euros.
Los empresarios también ven filón en la realidad migratoria, sabedores que no conseguirían ocupar muchos de los puestos que ofertan, con condiciones miserables, si no pudiesen aprovecharse de la necesidad de las personas migrantes. Los trabajos más duros, peor pagados y que presentan mayor vulneración de la normativa laboral, según la propia Inspección de Trabajo, son aquellos que emplean a más migrantes. Medio millón en la hostelería, otro medio entre la Construcción y la Industria manufacturera. Ni que decir de los trabajos de cuidados de ancianos o la recogida temporal de los múltiples frutos que crecen en España.
Así todo, la extrema derecha actual reniega de los migrantes, apoyándose en datos y acusaciones no fundamentadas. Por su parte, las opciones liberales y socialdemócratas, que no dudan en tornarse más radicales si lo requieren los votos, defienden ahora una migración ordenada, circular y laboral, vendiendo como un favor lo que realmente es una necesidad de occidente. Mientras, miles de personas mueren diariamente en el mar escapando de guerras, persecuciones y miseria y son tratadas como meras cifras incluso antes de saber si sobrevivirán a su viaje.
domingo, 1 de septiembre de 2024
La derecha no cree en Dios
El cristianismo de la derecha va por barrios: en materia de aborto o eutanasia son más cristianos que nadie, pero en materia de pobres o inmigrantes son ferocísimos ateos
ElPlural
Antonio Avendaño
1-9-24
Malos tiempos para la fe, y no porque haya demasiados descreídos sino porque los creyentes que quedan no se toman en serio su propia fe religiosa, pero sí y mucho su propia fe política. La derecha de hoy no se toma en serio a Dios, no se respeta a sí misma como creyente, únicamente lo hace como derecha: la fe política es infinitamente más poderosa y determinante en sus vidas que la fe religiosa, de modo que cuando ambas chocan la victoria es siempre para la primera.
Dios, Cristo, San Pablo, san Francisco, los Evangelios… vale, sí, están bien, pero siempre que la doctrina que imparten no coincida con lo que cree o sostiene la izquierda, pues la verdadera encarnación de Satanás en este mundo es, carísimos hermanos, precisamente la izquierda y no el olvidado Belcebú, que solo es capaz de infundirnos miedo cuando sale en ‘El exorcista’: ¡para eso ha quedado, el pobre! En el Occidente próspero y descreído, el temible Ángel de las Tinieblas de antaño es hoy un pobre diablo al que nadie echa cuentas.
Basta echar una mirada a los Estados Unidos para constatar hasta qué punto el cristianismo ha sucumbido ante el conservadurismo. La fe verdadera es el derechismo y Trump es no ya su profeta sino su Mesías. Aunque hay pocos pecados que el delincuente y candidato semifascista a la Casa Blanca no haya cometido -adúltero, putero, jactancioso, golpista, defraudador, mentiroso…-, prácticamente toda la derecha cristiana norteamericana está con él: sus delitos, sus faltas, sus pecados son para ella irrelevantes, lo que cuenta de Trump es que es la encarnación misma de la Verdadera Fe, un ‘pack’ donde uno encuentra un poco de todo: integrismo, machismo, autoritarismo, antifeminismo, negacionismo… Comparadas con los discursos de Trump, las cartas de San Pablo son una mariconada.
El papa de Roma y el ‘papa de Génova’
A este lado del Atlántico las cosas no son muy distintas. Y no solo ahora a propósito de los inmigrantes, en cuya defensa ha salido el papa Francisco y cuya deportación masiva sugiere el Partido Popular. Cuando en 2003 Aznar se sumó a la guerra contra Irak promovida con mentiras por George W. Bush y rechazada ejemplarmente por Juan Pablo II, la derecha española se alineó ciegamente con ‘el papa de Génova’, no con el papa de Roma. La fe política fue entonces mucho más poderosa que la fe religiosa: esta última está bien para las bodas, bautizos, comuniones y misa de doce, pero no para las elecciones.
La inmigración es hoy el asunto en que se aprecia de forma más nítida y contrastada esa pugna entre la fe religiosa y la fe política donde la primera sucumbe sin remedio a manos de la segunda. Esta semana, el papa Francisco ha vuelto a recalcar la posición del Vaticano: “Repeler por todos los medios” a las personas migrantes, ha dicho, es “un pecado grave”, pues “el Señor está con nuestros migrantes en el ‘mare nostrum’, no con los que rechazan a quienes huyen de la guerra, de la violencia, de la persecución y de tantas calamidades”; la solución, añadía el pontífice, no está en “militarizar las fronteras, sino en ampliar rutas de acceso seguras”.
La posición del PP es justo la contraria. Su portavoz parlamentario Miguel Tellado decía esto: “Mientras Alemania e Italia hablan de deportaciones masivas y acuden a los países de origen para frenar la salida de esos inmigrantes irregulares, Sánchez habla de regularizaciones masivas y acude a los países de origen a alentar las salidas, que es lo contrario de lo que habría que hacer en estos momentos”. Era la respuesta del partido de Alberto Núñez Feijóo a la gira del presidente Pedro Sánchez por varios países del África occidental, guiado precisamente por la idea de “ampliar rutas de acceso seguras”. Y es que el cristianismo de la derecha va por barrios: cuando se habla del aborto o la eutanasia son más cristianos y fraternales que nadie, pero cuando se habla de pobres o de inmigrantes son unos ferocísimos ateos.
Una paradoja de nuestro tiempo
El presidente ha viajado a Gambia, Mauritania y Senegal y el PP se ha apresurado a acusarlo de estar promoviendo un efecto llamada. Naturalmente, si Sánchez hubiera anunciado que no viajaría a esos países, el PP le habría afeado no hacerlo, con el argumento de que solo cerrando acuerdos con esos gobiernos podría frenarse la inmigración irregular y promover la legal. La fe antisanchista del PP tal vez no mueva montañas, pero sí patrañas.
La paradoja, no ya política sino incluso teológica, de nuestro tiempo es que hoy los verdaderos cristianos son los ateos, pues no en vano los valores que defienden las descreídas hordas de la izquierda están mucho más cerca del mensaje fraternal del Galileo y de Pablo que los defendidos por quienes secularmente han representado y se han identificado con la Iglesia inspirada por el primero y fundada por el segundo. La izquierda toma mucho más en serio al papa que la derecha; esta, en cambio, solo lo hace cuando las palabras del pontífice no contradicen su fe conservadora: ocurrió con Juan Pablo II y la guerra de Irak y vuelve a ocurrir con Francisco y la inmigración. Incluso alguien tan cordial y civilizadamente conservador como Luis Alberto de Cuenca (¿para cuándo, por cierto, el Premio Cervantes par él, maldita sea?), al serle requerida en RTVE por el periodista Jenaro Castro su opinión sobre el papa Francisco, respondía displicente el gran poeta: “Un peronista simpático”. Seguro que su respuesta habría sido más piadosa de haber sido preguntado por el conservador Juan Pablo II.
sábado, 31 de agosto de 2024
jueves, 29 de agosto de 2024
miércoles, 28 de agosto de 2024
Libro recomendado
lunes, 26 de agosto de 2024
domingo, 25 de agosto de 2024
viernes, 23 de agosto de 2024
jueves, 22 de agosto de 2024
miércoles, 21 de agosto de 2024
Muere María Branyas, la mujer más longeva del mundo, a los 117 años
"La muerte me encontrará gastada de haber vivido tanto", había compartido la centenaria en días recientes
ElPlural
S.S.
20-8-24
María Branyas, reconocida como la mujer más longeva del mundo y la octava persona más vieja de la historia, falleció este lunes a la edad de 117 años en la residencia Santa María del Tura, en Olot (Girona), donde había residido durante más de dos décadas. Su muerte fue confirmada por sus familiares a través de un emotivo mensaje en su cuenta oficial de 'X' (anteriormente conocida como Twitter), donde compartieron las últimas palabras de María y pidieron que su fallecimiento no fuera motivo de tristeza, sino de paz.
Las primeras señales de alarma surgieron el mismo lunes por la mañana, cuando la familia de Branyas publicó un mensaje en la red social que dejaba entrever que el final estaba cerca. "Y cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando", rezaba el mensaje, acompañando la solicitud de María de que no se llorara su partida. "Me siento débil. Se acerca la hora. No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo no sufráis por mí. Ya me conocéis, allí donde vaya seré feliz, pues de algún modo os llevaré siempre conmigo", expresó la anciana en uno de sus últimos mensajes, compartido por sus seres queridos.
A pesar de no padecer ninguna enfermedad significativa más allá de las naturales limitaciones de la edad, como la pérdida de visión, oído, memoria y movilidad, sus familiares reconocieron que durante el último año habían notado un deterioro lento pero constante en su estado general. Aun así, María Branyas continuó mostrando su fortaleza y serenidad hasta el último momento, cumpliendo su deseo de morir en paz, mientras dormía, sin dolor.
Este martes por la mañana, la familia de Branyas confirmó la peor de las noticias a través de un comunicado en el que anunciaban su fallecimiento y destacaban su legado de sabiduría y bondad. "Un día que desconozco, pero que está muy cerca, este largo viaje habrá terminado. La muerte me encontrará gastada de haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriendo, libre y satisfecha", había compartido la centenaria en días recientes, según recordó su familia en el comunicado.
La muerte me encontrará gastada de haber vivido tanto
Nacida el 4 de marzo de 1907, María Branyas había ostentado el título de la persona más anciana del mundo desde la muerte de la francesa Lucile Randon en enero de 2023. Con su partida, el título pasa ahora a la japonesa Tomiko Itooka, nacida el 23 de mayo de 1908.
Este martes por la mañana, los restos de María Branyas fueron incinerados en una ceremonia privada en el cementerio municipal de Olot, siguiendo la voluntad de la anciana de que su despedida fuera un acto íntimo, alejado del sufrimiento y las lágrimas, y en paz, como ella siempre deseó. Su legado de longevidad y sabiduría perdurará en la memoria de quienes la conocieron y la admiraron.
Llegó a superar el coronavirus
Lucile Randon -así era su nombre de nacimiento- sorprendió al mundo en el año 2021 cuando superó el Covid-19 sin problemas, lo que supuso para muchos un halo de esperanza en un momento en que la enfermedad se estaba cobrando muchas vidas. De hecho, la mujer acabó recibiendo cartas procedentes de todos los rincones del mundo por este motivo.
Nacida en el seno de una familia protestante, pero a los 26 decidió convertirse al catolicismo. “Cuando me convertí, [mi hermano] André lloró, estaba enfadado conmigo. Luego aceptó", explicó a la revista Famille Chrétienne. No obstante, su vocación religiosa no llegó hasta más tarde, a los 40 años. En todo caso, pese a tomar los hábitos tan tarde, lo cierto es que su salud le ha permitido dedicarse a la religión casi ochenta años.
lunes, 19 de agosto de 2024
88 años del asesinato de Lorca: 39 mujeres fueron fusiladas por los fascistas en el mismo lugar que el poeta
Los golpistas las “seleccionaron” para fusilarlas por su implicación política o sindical y su fuerte compromiso social
ElPlural
Juan Luis Valenzuela
18-8-24
Federico García Lorca fue asesinado el 18 de agosto de 1936 en su Granada natal. Hoy se cumplen 88 años de lo que Antonio Machado inmortalizó con su poema 'El Crimen fue en Granada'. Federico fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX y, sin duda, sigue siendo el más universal.
Mucho se ha escrito sobre este execrable asesinato y el de las otras víctimas acribilladas junto al poeta en la madrugada del 18 al 19 agosto de 1936 en Víznar: el maestro Dióscoro Galindo y los dos banderilleros anarquistas Joaquín Arcollas y Francisco Galadí. También mucho se ha escrito sobre las circunstancias que lo rodearon. Sin embargo, con relación al hecho de que en el mismo lugar del barranco de Víznar donde fusilaron y arrojaron a Lorca, también fueron asesinadas 39 mujeres, se conoce mucho menos.
La investigadora y memorialista Silvia González ha estudiado profundamente estos casos y ha escrito sobre estas mujeres. Un trabajo de investigación modélico y concienzudo para salvaguardar la memoria de estas mujeres de condiciones sociales modestas y que defendieron, hasta pagar con su vida, las libertades y la democracia.
En tres destacados y documentados reportajes publicados en octubre de 2022 en el periódico EI Independiente de Granada bajo el título de 'Mujeres fusiladas entre Víznar y Alfacar. ¿Quiénes eran?', González aborda quiénes eran las 39 mujeres que un día fueron asesinadas en los parajes entre Víznar y Alfacar. Según la investigadora y memorialista, muchas de ellas fueron pioneras del feminismo y de la política y que, por ello, por no estar enmarcadas en los que eran los estereotipos de la mujer que el nuevo régimen impuso, pagaron con sus vidas esa “osadía”. Eran 39 mujeres de extracción social humilde, de clase trabajadora que fueron asesinadas y hechas desaparecer en los primeros días de la sublevación fascista. En su inmensa mayoría, eran residentes y vecinas de la ciudad de la Alhambra.
Cabe destacar en la siniestra selección de las mujeres asesinadas entre Víznar y Alfacar, su implicación política o sindical, activistas y con fuerte compromiso social. Muchas de ellas estaban integradas en los principales gremios en los que trabajaban las mujeres, principalmente dedicadas al servicio doméstico, al sector textil y al campo. En aquellas fechas era muy frecuente que las mujeres estuvieran registradas en el padrón de Granada con profesiones como la de modista o sirvienta, pero, sin embargo, “sus labores” englobaba a muchas mujeres que trabajaban en el campo en labores agrarias. Silvia González señala en sus reportajes que de las veintiuna mujeres que conforman estos dos grupos, nueve trabajan en el sector textil, tres son sirvientas, dos vendedoras, una trabaja en el sector del tabaco y cinco mujeres se dedican a “sus labores”.
Detenidas en sus domicilios y luego presas, rapadas y maltratadas
De las investigaciones se concluye que los encarcelamientos se produjeron en un primer momento en Torres Bermejas, fortaleza situada en la colina del Mauror, frente a la Alhambra y que fue un espacio de reclusión para las mujeres granadinas durante la Guerra Civil durante el verano de 1936. Posteriormente, las nuevas autoridades granadinas decidieron acondicionar el Convento de San Gregorio Bajo, junto a Calderería, al pie del barrio del Albaicín, para la población penitenciaria femenina de la capital. En esa cárcel, las presas eran rapadas y maltratadas.
De las cárceles a las fosas
La serie de reportajes 'Mujeres fusiladas entre Víznar y Alfacar. ¿Quiénes eran?', desvela cómo en el Gobierno Civil de Granada se confeccionaban las listas de las personas presas que debían ser conducidas a Víznar. Las transportaban en coches, camiones o, incluso, el grupo más numeroso del 23 de noviembre, fue obligado a subir en un autobús de la Alsina.
Se cometieron numerosos asesinatos en la carretera entre Víznar y Alfacar siendo, según diversos testimonios, el primer grupo fusilado en Puerto Lobo el 7 de agosto. Más tarde, para tal siniestro fin, se usaría el Prado de la Casilla (paraje en el que fueron fusilados y enterrados los catorce concejales socialistas del Ayuntamiento de Granada ajusticiados en los primeros días del golpe militar). A partir del 24 y el 25 de agosto, se utilizaron los pozos de Víznar. Lo único que comunicaban al puesto de mando del sector era el número de “trajes” que iban a recibir. A partir del 14 de agosto de 1936 el capitán Nestares ordena al escribiente que recoja los datos de los reos. Luego eran conducidas a La Colonia, un cortijo de Víznar donde Federico García Lorca, pasó sus últimas horas de vida, utilizado por la República como colonia de verano para los hijos de los obreros, de ahí su nombre, pero convertido en prisión por los franquistas. No siempre fue así. En otras ocasiones las prisioneras fueron conducidas directamente, y después salían en un vehículo hacia el Barranco de Víznar donde eran fusiladas.
En este día del 88 aniversario del asesinato de Federico, hemos querido recordar a otras víctimas, injustamente asesinadas por defender unas ideas o no aceptar el estereotipo que los nuevos gobernantes, los fascistas, quisieron, y lograron imponer. En este caso, se trata de 39 mujeres. En la madrugada del día 5 de otro mes de agosto,, de 1939, Julia Conesa, una de las 13 Rosas, le escribió una carta a su familia en donde decía “que mi nombre no se borre en la historia”. La joven iba a morir fusilada y le transmitía esta última voluntad. Fueron otras mujeres asesinadas. Este es nuestro recuerdo y homenaje a esas 39 mujeres fusiladas en el mismo lugar que Federico, entre Víznar y Alfacar. Para que sus nombres no caigan en el olvido, para que sus nombres tampoco se borren en la historia: El crimen fue en Granada.