Buscar este blog

martes, 31 de marzo de 2015

Gracias Verónica

Gracias Verónica
Ya estoy aquí. Ya he regresado.    
El pasado 16 de marzo sufrí una caída tonta (todas lo son) y me fracturé el tobillo.
Un problema de coagulación de la sangre impidió a los facultativos operar inmediatamente por lo que estuve una semana ingresado con un tratamiento hasta visitar el quirófano. El resultado fue una placa metálica y un tornillo…durante mes o mes y medio.
Y aquí estoy con la pata escayolada hasta la rodilla escribiendo estas líneas.
Evidentemente quiero reanudar el Blog pero cada día nos desayunamos tantas noticias que nos desbordan. Las iremos recuperando.
Con estas líneas solo pretendo reivindicar una vez más la Sanidad Pública que con las privatizaciones y tanto recorte este gobierno la quiere convertir en un lucrativo negocio para unos pocos. Muy pocos países en el mundo son capaces de tener una Sanidad Pública como la nuestra.  La están empobreciendo con tanto recorte y en consecuencia repercutiendo en la calidad tan alta que había alcanzado.
No voy a enumerar una vez más los graves problemas de nuestra Sanidad tan conocidos por todos: colapsos en urgencias, masificaciones, camas en los pasillos, etc…etc…prefiero resaltar el alto grado de ética y profesionalidad de todo el personal sanitario que pese a la dramática situación se esfuerzan denonadamente en paliar sus efectos.
Mi agradecimiento a la enfermera Vero así como al resto de sanitarios que a lo largo de estos días me hicieron más soportable mi estancia en la 6ª planta de La Fe con su amabilidad y gran profesionalidad.
El sábado 21 de marzo me llevaron al quirófano de urgencias que son los que están operativos los fines de semana. La primera sensación fue la de cierto desorden mientras un grupo entre diez o quince personas (hombres y mujeres) se movían con mucha precisión. Después de sentarme en la mesa de operaciones me fueron colocando cables por todo el cuerpo mientras una atractiva joven que se presentó como mi anestesista, me hacía preguntas.
Asustado y tapado con varias mantas (en este quirófano hace un poco de frío, me dijo alguien) noté una agradable sensación hasta dormirme. A los pocos minutos (había un reloj digital en la pared que estaba a mi alcance) noté ciertos movimientos que me parecieron algo bruscos pero ninguna otra sensación. Pasaban junto a mi cabeza en un ir y venir diría que frenético aunque no podría precisarlo. Notaba la lengua pesada y que las palabras no me salían con total claridad cuando les preguntaba como iba el evento. Me contestaban inmediatamente con aquello de que todo iba bien y su tono de voz me lo confirmaba. Pasó otra hora.
Me encontré de nuevo en la camilla: ahora te haremos otra radiografía ¿vale? Claro que vale.
Mientras me sacaban del quirófano levanté los brazos agitando las manos diciéndole adiós a todo el personal y dándoles las gracias por el tratamiento del que  había sido objeto.
Radiografía, reanimación y de nuevo a la planta 6ª.
Me llamó la atención que casi todo el personal llevase en la solapa una chapa con la leyenda: POR UNA SANIDAD PUBLICA.
Nota: Gracias Amparo, gracias MariAngeles…y a mis amigos Dani, Ana, Visan, Euge, Boti, Ana, Jose, Wendy…




No hay comentarios:

Publicar un comentario