El mamporrero se esconde
Actualizada 15/12/2014
InfoLibre
Al Gobierno de España le parece que las palabras que el presidente
venezolano ha dicho de Aznar –“Porque él es responsable de la muerte de 1.200.000
iraquíes. Porque él promovió la guerra con
Bush”– no son más que “difamaciones y calumnias”.
Es de suponer que desearían que su ley mordaza se extendiera al otro lado del Atlántico, pero por
desgracia para todos los amantes de la paz y la libertad, esas palabras sólo
esconden una gran verdad. Si con su apreciación se refieren al cómputo de
muertos, no sé si se trata de una cifra exacta o de una exageración, pero en lo
demás no hay nada que objetar, salvo el empeño de este Gobierno en vivir
permanentemente en la mentira, tergiversar la realidad y revisar la Historia.
No sé si querrán hacernos creer que Aznar con
sus socios y colaboradores estaban al frente de las manifestaciones del No
a la guerra, pero mi memoria me dice lo
contrario. El señor Bush, cuyos negocios familiares están relacionados con el
petróleo, encontró la excusa perfecta en el 11-S para promover la invasión de
Irak, el único país laico de toda la zona, el único en el que Al Qaeda no tenía
presencia y era perseguida con contundencia. Su padre ya intentó ese expolio
con otra guerra, y no salió bien. La excusa era estupenda: Sadam
Husein era un dictador y había que llevar la democracia a aquel país. Aznar y los suyos, que ahora nos gobiernan, acusaban
entonces a cualquiera que se le ocurriera cuestionar ese genocidio de amante
del totalitarismo y defensor de las dictaduras. No han dicho nada de las torturas
de Guantánamo, consecuencia de la
imposición de la democracia en Irak.