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miércoles, 26 de julio de 2017

La diarrea mental de Rajoy se convierte en cagalera.

¿Por qué tiene que declarar Rajoy?
El Tribunal Gürtel le cita para recabar información que el presidente del Gobierno tiene -o debería- "por los cargos que ocupaba"
ElPlural
Adrián Lardiez
Mar, 25 Jul 2017

El 6 de junio de 1944 se produjo el desembarco de Normandía. Se acuñó un término para referirse a esa jornada como el Día D, una locución que los militares utilizan con cierta asiduidad para referirse al día en el que se inicia una operación de combate. Pues bien, la batalla judicial de Mariano Rajoy en el marco del caso Gürtel arranca este miércoles. La fecha señalada en rojo en el calendario se acerca inexorable. Todo un presidente del Gobierno de España será interrogado en calidad de testigo en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares para rendir cuentas sobre la financiación ilegal de su partido. En concreto, deberá responder sobre la pieza separada que investiga la corrupción popular en las comunidades Madrid y Valencia entre 1995 y 2005. Pero, ¿por qué declara Rajoy exactamente?

Trama Gürtel, el macrocaso de corrupción por antonomasia
El caso Gürtel es el nombre con el que se conoce la investigación de la Audiencia Nacional que indaga en la presunta financiación ilegal del Partido Popular. Los populares acudían dopados a las elecciones gracias, presuntamente, a las mordidas aportadas por empresarios que, a cambio, recibían licitaciones públicas a dedo. El empresario Francisco Correa (quien da nombre al caso -Gürtel significa ‘correa’ en alemán) hacía las veces de intermediario y conseguidor. Era la correa de transmisión, tal y como él mismo ha declarado en sede judicial, entre empresarios y el Partido Popular, siendo el extesorero Luis Bárcenas el hombre con el que mantenía contacto directo.

“Es el momento”: Rajoy, a juicio
La Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE) pidió al Tribunal Gürtel que citara al presidente del Gobierno. Sin embargo, su solicitud fue desestimada ehasta en dos ocasiones. En una de ellas, mediante un auto fechado a 4 de febrero de 2016, con un matiz: “… sin perjuicio de que en otro momento se pueda acordar por la Sala que testifique, de considerarlo necesario, a la vista del desarrollo del juicio oral”. En este sentido, “ese momento ha llegado”, rezaba un auto emitido por el tribunal gürteliano el 18 de abril.
¿La razón? La “significativa posición procesal del Partido Popular”, motivo por el cual, a fin de “contar con todo el material probatorio necesario que debidamente propuesto por las partes nos permita llegar a una deliberación en las mejores condiciones”, se cita a declarar a Mariano Rajoy como testigo “por los cargos que ocupaba” y la “actividad que en función de ellos debía desarrollar en el periodo temporal abarcado”.

Rajoy siempre ha estado ahí
Si hay alguien en el PP que siempre ha estado ahí, ese, es Rajoy. Desde 1990 es el único que ha ocupado la vicesecretaría general, la secretaría general y la presidencia de la formación popular. En otras palabras, mientras la Gürtel campaba a sus anchas por el partido, él ocupaba altos cargos. De hecho, la primera pieza investiga hasta 2005, y desde 2004 Rajoy es presidente del PP.
El propio Luis Bárcenas se encargó de dejar claro que fue Rajoy quien echó a Correa de Génova 13. En este punto nos preguntamos si le conocía, si le echó porque era consciente de las actividades que venía desarrollando o si bien le relegó al exilio porque no le cayó del todo bien. Además, el nombre de Rajoy aparece en los Papeles de Bárcenas. ¿Quién mejor que él para explicarlo?

Rajoy se niega a abandonar el plasma
Tras conocer la citación, el Partido Popular emitió un comunicado asegurando que a pesar de “no compartir” que Rajoy tuviera que acudir en calidad de testigo, lo respetaban y colaborarían con la Justicia. Un argumentario al que han recurrido cada vez que algún dirigente -incluido el propio presidente del Gobierno- era preguntado. Sin embargo, la cooperación tuvo poco recorrido. Rápidamente, el PP remitió un documento a la Audiencia Nacional pidiendo que la declaración se realizara por videoconferencia alegando motivos de agenda dado su cargo público y razones de “seguridad” y “orden público”.

¿Dónde se sentará?
El presidente del Gobierno puede dormir tranquilo este martes: evitará la misma foto que Correa o Luis Bárcenas. Rajoy se sentará a la derecha del Tribunal, a la misma altura que los abogados. El Partido Popular se libra así de una fotografía que marcaría la presidencia de su líder, pero no lo ha conseguido solo. El presidente del Tribunal, Ángel Hurtado, se ha encargado de echarles una mano desde dentro: emitió un voto particular para evitar su citación y, después, una vez llamado a declarar, emitió otro voto particular pidiendo que lo hiciera vía plasma.

Lo que dirá
Independientemente del lugar que ocupe en la Sala, Rajoy tendrá que responder preguntas. El presidente del Gobierno lleva varios días encerrado con sus abogados preparando el interrogatorio. Hay tres argumentos que se barrunta que utilizará. En primer lugar, el ya conocido “yo no sabía” o “no me consta”. Por otro lado, dejará todo en manos del siguiente en desfilar por la Audiencia, el presidente del Senado, Pío García- Escudero, el encargado de la campaña electoral de 2003, que se financió con fondos de la Gürtel. También puede recurrir al “yo eché a Correa”. Sin embargo, esta última tesis puede suponer un arma de doble filo para Rajoy. Si le echó es porque le conocía y podía estar al tanto de actividades irregulares, lo que podría provocar que Rajoy entrara al Juzgado como testigo y saliera como investigado. ¿Quién sabe que ocurrirá? Solo el Día D tendremos la respuesta.
 Adrián Lardiez es redactor de El Plural




No lo se, no me consta, no lo recuerdo....¡Hace falta ser tonto!


martes, 25 de julio de 2017

Me echan del Valle de los Caídos

24 Jul 2017
Público
Alfredo González-Ruibal
Arqueólogo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid
El Valle de los Caídos es un lugar de enorme interés para cualquiera que investigue sobre patrimonio cultural, memoria colectiva y dictaduras. Es la apoteosis del régimen franquista, el espacio conmemorativo en el que realizó una mayor inversión tanto simbólica como económica. El monumento dice mucho sobre la dictadura, pero también sobre nuestra presente democracia. Por eso este sábado decidí organizar una visita con mis estudiantes norteamericanos.

La experiencia resultó ser doblemente interesante por un evento que tuvo lugar en el interior de la basilíca. El evento en cuestión, al que ahora me referiré, puede entenderse como lo que en psicoanálisis se denomina analizador institucional, un hecho que revela un conflicto oculto o un problema que permanece en el inconsciente y por lo tanto no verbalizado. Un analizador institucional puede ser una escena espontánea que obliga a los actores que se ven involucrados en ella a reaccionar de forma no planificada y por lo tanto a exponer comportamientos, creencias y valores institucionalizados que no se manifiestan explícitamente en circunstancias normales. Describo brevemente la escena.
Me acerco a a la cabecera de la basílica del Valle de los Caídos, donde se encuentra la tumba de Francisco Franco, y me encuentro a un hombre de entre 60 y 70 años que acaba de depositar un ramo de flores y hace el saludo fascista, ante la indiferencia de personal a cargo del monumento, guardias de seguridad y un monje benedictino. Me acerco a la tumba, recojo el ramo y me dispongo a dejarlo en otro lado. En ese momento una de las encargadas me grita “¡Qué está usted haciendo!”. Intento reproducir con la mayor fidelidad el diálogo subsiguiente. Entre corchetes mis comentarios a posteriori.

González-Ruibal: Estoy retirando este ramo de flores.
Encargada: Usted no tiene que tocar nada aquí [Efectivamente, lo deberían hacer ustedes] ¿Por qué lo ha hecho?
GR: Porque es ilegal [Artículo 16.2 de la Ley 52/2007, referente al Valle de los Caídos: “En ningún lugar del recinto podrán llevarse a cabo actos de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas o del franquismo”.]
E: No estamos aquí para decidir lo que es o no es legal [Cierto, de eso se encarga el  Parlamento, que es el órgano legislativo en una democracia; los empleados tienen que hacer cumplir la ley, no debatir sobre ella] ¡Usted lo que tiene que hacer es mostrar respeto!
GR: No creo que tenga que mostrar ningún respeto por Franco [¿Es exigible el respeto a un dictador en una democracia?].
E: ¡Este es un lugar de culto!
GR: Lo sé y no estoy haciendo nada que sea ofensivo para la religión católica.
E: Si no le gusta esto, ¿entonces para qué viene? [Ergo, al Valle de los Caídos hay que venir si eres afín a la dictadura y respetas a Franco; siempre había pensado que era así, pero nunca me lo habían dicho tan claramente].

GR: Porque soy historiador [Si le digo que soy arqueólogo habría perdido un tiempo precioso en matizaciones epistemológicas].
E: Pues no es el único.
GR: Lo sé [pero gracias igualmente por la información].
E: ¡Si usted es historiador entonces tendría que asumir la historia!
GR: La asumo, pero esto no tiene nada que ver con aceptar la historia [Debería hablarle de la diferencia entre recordar y rendir homenaje, pero la encargada no parece muy dispuesta al diálogo].
Mis argumentos no hacen mella en la empleada del monumento. Me sorprende la excesiva indignación con la que habla, como si en vez de la tumba de Franco fuera la de un familiar suyo. Le tiembla la voz de rabia. Me dice que tengo que devolver el ramo a su sitio y abandonar la basílica. Llama a una guardia de seguridad que me escolta hacia la salida. Mientras me alejo, oigo al fondo la voz de la empleada. Continúa su diatriba, con el benedictino de interlocutor, en voz bien alta para quien quiera escucharla. El caballero del saludo fascista observa la escena con gesto aprobatorio. Acaba su visita tranquilamente.

Un resumen para acabar: un señor realiza una ofrenda floral y un saludo fascista ante la tumba de un dictador, contraviniendo una ley aprobada en sede parlamentaria y vigente a día de hoy; otro señor protesta y retira la ofrenda aduciendo que es un acto ilegal de exaltación franquista. Expulsan al señor que protesta.

Texto publicado originalmente en el blog de Alfredo González-Ruibal

¿Para qué?


Andrés Vázquez de Sola cumple 90 años

Vázquez de Sola y Angélica: queremos vuestra sonrisa
'Los debates con Andrés son duros, pero sin perder la sonrisa. He aprendido mucho a su lado, y sigo aprendiendo'
ElPlural
Joaquin Recio
Mar, 25 Jul 2017

Una madre te da la vida y la familia te proporciona los primeros mimbres para construirla. Los amigos en cambio te dan la forma que poco a poco vas a ir tomando durante toda la vida. Desde muy pequeño me he rodeado de superhéroes con diferentes poderes que han hecho más mágica mi vida.

Me presentaron a Andrés Vázquez Sola hace ya un porrón de años en Sabinillas, en casa de unos maestros inolvidables, José y Amalia. Ya lo conocía, por un programa de Canal Sur, entonces sería Telesur, donde Andrés dibujaba en directo caricaturas de personajes de la cultura. Me encantó sin duda conocerle. La suerte sería que mi primer trabajo remunerado en mi vida fuera ordenar y clasificar la gran biblioteca de Andrés. En ella estaba el compendio de su vida: la literatura fascista de un familiar, las lecturas obligadas de su seminario, las primeras lecturas francesas en el exilio, la literatura marxista leída y subrayada, las novelas de García Márquez dedicadas por el autor como los poemarios de Blas de Otero… Sin duda aquel trabajo marcaría para mí un antes y después para dedicarme a lo que me he dedicado toda mi vida: a los libros. Y aquellas mañanas en Villa Paloma entre olores de lienzos frescos y el polvo de los estantes fue un maravilloso verano difícil de olvidar. Conversaciones, baños en la piscina central tan loca que había dentro de la casa…y aquellos ponientes y aquellos levantes.

El día que se casó con Angélica Carmenate fue un día genial. Nunca había perdido el humor, nunca su sonrisa…pero cuando se casó con ella creo que la felicidad llegó para quedarse. El enlace matrimonial fue en la casa de veraneo de la familia de Blas Infante en Manilva, fue conducida por mi padre, entonces concejal y a la sazón cura laico, en la que estaban gente tan genial como Juan José Téllez, José María Sánchez Casas o José Antonio Barroso. Como diría un amigo: mucho leninista mucho mucho. Con todos ellos me uniría después una buena amistad.

Creo que en toda mi vida siempre he tenido relación con Andrés y Angélica y me parece mentira que llegue a los 90 años, porque quién lo puede decir ¡si el año pasado estuvimos en La Habana juntos! Ha llegado Andrés a las 90 primaveras con todo un acervo y un pasado honesto, sin igual, de trabajo y defensa de los derechos humanos. Un resistente del siglo XXI.

En estos años de amistad con Andrés por supuesto que también hemos discutido, y mucho. No tanto por la cuestión vasca, un tema apasionante, que en eso quizás coincidíamos más, pero sí sobre los modelos de organización del comunismo o el protagonismo de los nuevos movimientos sociales. Los debates con Andrés son duros, pero sin perder la sonrisa. He aprendido mucho a su lado, y sigo aprendiendo. Ahora le ha dado por seguir escribiendo, dibujando, pintando…y claro, ya sabéis, amenaza con seguir publicando. En Atrapasueños estamos encantados con un libro escrito por Andrés y Felipe Alcaraz, en homenaje a la Revolución Rusa de 1917. Así que queda un otoño caliente de actos y lucha por la memoria revolucionaria, eso sí, sin perder la sonrisa.

A Vázquez de Sola cada vez que lo descubre una persona joven, gana un adepto. Esa es su mayor virtud. También cuando algún dibujante lo descubre se queda impresionado, no podría ser menos. Cuesta mucho romper el cerco del silencio que el mercado genera en torno a artistas de su talla y compromiso. Aún así desde “la institucionalidad” se ha conseguida abrir brecha o directamente desde la intervención cultural. 

El documental Trazos de una vida o las exposiciones más recientes han conseguido doblegar el peso de ese silencio. La medalla de Andalucía que recibió hace dos años quizás consiguió abrir una puerta, pero es complicado cuando la libertad de expresión o una voz libre en este país se sigue persiguiendo , o si no ¿por qué no está Vázquez de Sola en los centros de arte contemporáneos de Andalucía? Queda seguir trabajando en colectivo para romper el silencio sobre la vida y la obra de Andrés. Esta semana celebrará su 90 cumpleaños, yo no podré estar, y escribo este artículo precisamente como ejercicio de resistencia por la amistad que nos une.

Ya me comí el pastel de los 83 años con Fernando Macías, Natalia Robles, Manuel Gerena… en Trebujena, también cumplía 50 años de carné del PCE. Después otro homenaje y cumpleaños en Medina Sidonia en 2013, era su 85 cumpleaños. Qué buenos momentos han sido estos años de tanto caminar junto a Vázquez de Sola y Angélica. Creo que vamos a seguir caminando juntos. Andalucía necesita a hombres y mujeres libres, como ellos, que nos hacéis libres. Así que gritamos más que nunca: ¡queremos vuestra sonrisa!.

Joaquín Recio es escritor y coordinador de la cooperativa editorial Atrapasueños.

El Párroco Azulito

El cura homófobo de L'Hospitalet se coge año sabático
El párroco afirmó que la homosexualidad "es un pecado gravísimo" y dedicó una misa a la División Azul, llenando la iglesia de simbología fascista
ElPlural                                                                  
Mar, 25 Jul 2017

El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha decidido apartar durante un año al polémico sacerdote de L'Hospitalet de Llobregat, Custodio Ballester, otorgandole "un permiso de ausencia" para que se tome un "año sabático". Durante una homilía, llegó a afirmar que la homosexualidad lejos de “estar bien” y “ser guay” es un “pecado gravísimo”.  También celebró una misa en honor de la División Azul, llenando la iglesia de simbología fascista. 

Entonces, la Generalitat denunció las palabras homófobas emitidas durante la misa ante la fiscalía de delitos de oído y el Arzobispado anunció que tomaría medidas contra este cura. Un mes después, en el boletín del arzobispado consta la concesión de un “permiso de ausencia” para que se tome un “año sabático”.

Custodio Ballester explica las razones de su año sabático
"El Sr. Cardenal me ofreció completar mis estudios teológicos en el Instituto Bíblico de Jerusalén, el más prestigioso del mundo en esta materia, o en el Instituto Católico de Lyon, más cercano. Creo que D. Juan José me ha querido preservar de las posibles dificultades suscitadas por las diversas tensiones sociopolíticas y también pastorales que se viven en la Archidiócesis y que podrían afectar a mi ministerio sacerdotal", ha declarado el sacerdote en un comunicado recogido por Infocatólica. 

Según Custodio, la decisión del año de retiro es meramente personal con el fin de "completar mi tesis doctoral en Teología Fundamental y poder atender a la vez a mi anciana madre".  "La pedí yo mismo a D. Juan José como un favor personal y el accedió gustosamente", ha declarado. Sin embargo, también afirma que acepta la decisión del cardenal y pide que "nadie haga juicios de valor y que nuestro Arzobispo pueda ser, con la ayuda de Dios y la vuestra, el pastor de todos". 


lunes, 24 de julio de 2017

Mariano Rajoy mentiroso peripatético

Rajoy miente, y ¿qué?
El presidente declarará como testigo en el juicio del caso Gürtel y tiene obligación de decir verdad
CTXT
23 de Julio de 2017
Así como el más vil de los escritores tiene sus lectores, así la más grande de las mentiras tiene sus creyentes; y sucede a menudo que, si una mentira es creída por sólo una hora, ha realizado ya su tarea y no hay más tarde ocasión de desmentirla.
(En El arte de la mentira política, panfleto atribuido a Jonathan Swift y John Arbuthnot)

Usted sabe que el presidente del Gobierno de España miente. No cabe escándalo sobre esta afirmación. A estas alturas, pocos son los ciudadanos que no lo sepan. Rajoy miente, además de no decir la verdad. Son dos cosas distintas. Que Rajoy miente ha quedado demostrado en medios de comunicación y tribunales, pero también por el sencillo ejercicio de superponer sus propias afirmaciones. En cuanto a que Rajoy no dice la verdad, basta con repasar sus múltiples “no lo sé”, “no lo recuerdo” o “no me consta”.
Viene esto al caso, porque este miércoles 26 de julio el “ciudadano” Rajoy está llamado a declarar como testigo en el juicio del caso Gürtel. Según el Código Penal español, como testigo tiene obligación de decir verdad. O sea, no solo de no mentir, sino de decir verdad. Son cosas distintas.

En el Artículo 458 del Código Penal se afirma: “El testigo que faltare a la verdad en su testimonio en causa judicial, será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de tres a seis meses”. En el 460 se añade, y esto podría resultar sustancial en caso de mediar voluntad: “Cuando el testigo, perito o intérprete, sin faltar sustancialmente a la verdad, la alterare con reticencias, inexactitudes o silenciando hechos o datos relevantes que le fueran conocidos, será castigado con la pena de multa de seis a doce meses y, en su caso, de suspensión de empleo o cargo público, profesión u oficio, de seis meses a tres años”.
Las reticencias, las inexactitudes, y el silenciado de hechos o datos relevantes podrían dibujar un buen retrato.

El retrato
El 3 de febrero de 2013 Rajoy pronunció una de sus frases más conocidas, quizás sólo superada en su propia contradicción por los pagos en diferido de María Dolores de Cospedal.
En Berlín, de pie ante la prensa, junto a la canciller alemana Angela Merkel, afirmó: “Desde luego, todo lo que se refiere a mí, y que figura allí, y a los compañeros de partido mío que figuran allí, no es cierto, salvo alguna cosa que es la que han publicado los medios de comunicación. O, dicho de otra manera, es total y absolutamente falso”.


 Un par de semanas atrás, el 18 de enero, el diario El Mundo había publicado: “Bárcenas pagó sobresueldos en negro durante años a parte de la cúpula del PP”. El 31 de ese mismo mes, solo tres días antes de la declaración del presidente, El País publicaba los llamados Papeles de Bárcenas.
O sea, que Rajoy afirmaba que lo publicado era verdad –“salvo alguna cosa que es la que han publicado los medios de comunicación”–, para aseverar acto seguido que era “total y absolutamente falso”. Se trata solo de un ejemplo, ya que todo el ejercicio de Rajoy como presidente está trufado de afirmaciones de este tipo, donde las contradicciones se alternan con el absurdo.
Sin embargo, en la declaración de Mariano Rajoy como testigo, más que las inexactitudes o los silencios, pesa la posibilidad de la mentira.

La mentira
De nuevo se trata solo de un ejemplo, y también del más relevante. Si bien sobre el presidente del PP cunden las acusaciones de mentir en campaña electoral o en los debates sobre el estado de la nación, así como las sospechas referentes a cobros y pagos en B, hay un caso del que no cabe duda: el que rodea al archiconocido SMS que Rajoy envió a Luis Bárcenas.
En las fechas está la clave.

El 18 de enero de 2013, el hoy presidente del Gobierno envió un SMS a Luis Bárcenas donde se leía: “Luis. Lo entiendo. Sé fuerte”. El ex tesorero del PP ya había sido imputado en el caso Gürtel, ya se había dado de baja del PP, ya había renunciado a su escaño como senador, y la Audiencia Nacional había reabierto su caso después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) lo archivara “por falta de pruebas”.
En todo lo enumerado en el párrafo anterior no media la mentira. En esto sí: Justo una semana después de enviado el SMS, el 25 de enero, Rajoy aseguró a la prensa que no recordaba la última vez que había hablado con Bárcenas. Todavía faltaban meses para que El Mundo publicara la noticia de los mensajes telefónicos.
Pero no fue el único embuste sobre este tema. El presidente volvió a mentir, esta vez en sede parlamentaria.

Durante el pleno sobre Bárcenas que se celebró en el Congreso de los Diputados el 1 de agosto de 2013, el presidente afirmó a modo de disculpa: “Creí en la inocencia de esta persona, como creería en la de cualquiera de ustedes que se encontrara en un trance semejante, mientras los hechos no desvirtuaran esa presunción de inocencia. (…) Creí en su inocencia. Lo hice hasta el momento en que, a los cuatro años de iniciadas las investigaciones, llegaron datos que confirmaban la existencia de cuentas millonarias en Suiza, no declaradas a la Hacienda Pública, a nombre del señor Bárcenas”.

Mucho se podría detallar del apoyo del PP en general y de Rajoy en particular a Bárcenas, que incluye el pago de abogados y sueldo una vez “fuera” del partido. Sin embargo, si una se ciñe a la referencia del presidente en el Parlamento, la mentira es incontestable: El 16 de enero de 2013 se hizo pública la noticia de que Suiza había comunicado a la Audiencia Nacional que Luis Bárcenas había llegado a tener hasta 22 millones de euros en varias cuentas allí. Rajoy envió el SMS donde le pedía “Sé fuerte” el día 18 de enero de 2013, o sea, dos días después de conocida la noticia.
Es decir, cuando Rajoy explica que envía un SMS de apoyo y aliento a Luis Bárcenas porque no conocía “la existencia de cuentas millonarias en Suiza”, miente. Miente como un bellaco. Hacía un par de días que lo sabía. Resulta, además, sorprendente la soltura o impunidad con la que deja caer tales falsedades, cuando un golpe de hemeroteca basta para dejarlas en evidencia.

Sirva, pues, la mentira tejida en torno a los famosos SMS como ejemplo de lo que es capaz de afirmar el presidente Rajoy a la hora de justificar la corrupción que ha rodeado sus mandatos. Y el papel que ha jugado en ella.
Sin embargo, el Tribunal no lo llama a testificar como presidente del Gobierno, sino como “ciudadano”.

El ciudadano
El ciudadano Mariano Rajoy Brey nació en Santiago de Compostela en 1955, y 26 años después ya era diputado en el Parlamento gallego por Alianza Popular, partido fundado por su padrino, Manuel Fraga. Desde entonces ha recorrido un camino político uniforme y pertinaz: presidente de la Diputación Provincial de Pontevedra (1983-1986), vicepresidente de la Junta de Galicia (1986-1987), vicesecretario general del PP (1990-2003), ministro de Administraciones Públicas (1996-1999), ministro de Educación y Cultura (1999-2000), vicepresidente primero del Gobierno (2000-2003), ministro de la Presidencia (2000-2001/2002-2003), ministro del Interior (2001-2002), portavoz del Gobierno (2002-2003), secretario general del PP (2003-2004), presidente del PP desde 2004 y presidente del Gobierno de España desde 2011.
En cuanto al juicio que nos ocupa, el actual presidente del Gobierno ha insistido siempre en que la distancia entre él y Francisco Correa, cabecilla de la Gürtel, es sideral. De hecho, existe un cierto consenso en los medios de comunicación a la hora de negar cualquier relación entre ambos.

En este sentido, cabe recordar que fue Mariano Rajoy, personalmente, quien colocó a Luis Bárcenas como tesorero del PP. Corría el año 2008. Cuando lo hizo, Rajoy sabía que Bárcenas llevaba una década haciendo negocios con el jefe de la Gürtel, también conocido como Don Vito. Entre otras cosas, porque mientras Correa saqueaba (presuntamente) las arcas públicas, Rajoy fue ministro de Administraciones Públicas, de Educación y Cultura, de la Presidencia, de Interior, vicepresidente del Gobierno y presidente del PP. Pero también porque la presencia de Correa en la sede de Génova era prácticamente diaria, más allá de haber ejercido de padrino en la boda de la hija de José María Aznar con su amigo Alejandro Agag.
En cuanto a la financiación ilegal y la corrupción en campañas electorales, en informaciones conocidas hace solo un par de meses la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil aporta pruebas contundentes de que la campaña de Rajoy de 2008 fue financiada de forma fraudulenta, a base de cursos de formación inexistentes.

A quién le importa
Este mismo mes de julio, el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, afirmaba: “Es una declaración como testigo, creo que es importante recalcarlo, en la que siempre hemos dicho que creemos que va a aportar muy poco”.
Usted sabe que Mariano Rajoy Brey, presidente del Gobierno de España, miente. Además, no dice verdad. Todos los hechos relatados en este artículo son de sobras conocidos por los españoles, hasta el punto de haberse convertido en objeto de chanza, y suponen solo un par de ejemplos. Sin embargo, este ciudadano llamado a declarar como testigo tiene obligación de decir verdad ante el Tribunal que juzga una parte del caso Gürtel.

Cabe preguntarse por qué un presidente del Gobierno que ha mentido ante los medios de comunicación, ante el Congreso de los Diputados y, por lo tanto, ante todos los ciudadanos, iba a dejar de hacerlo ante un tribunal.
Cabe preguntarse también, visto lo visto, a quién iba a importarle. Hasta este momento, y siendo de todos conocido, no parece haber hecho mella alguna. Y, en este sentido, efectivamente “va a aportar muy poco”.