Antonio Asunción. In
memoriam
Antonio Asunción fue un amigo y un político honesto
Baltasar Garzón
5-3-2016
Público
Hace apenas
tres semanas, Antonio vino a casa a verme. Creo que a despedirse. Cuando salí a
recibirlo en la calle, le vi aparentemente bien aunque bastante pálido. No
sabía nada de su enfermedad. Me dijo que yo tenía buen aspecto y al contestarle
que también él, me dijo que padecía cáncer pero que estaba peleando con toda su
alma para vencerlo. Con una fuerza interior que me dejó impresionado, detalló
toda su lucha y se preocupó por mi situación, diciéndome que tenía muchos
proyectos para desarrollar, pero que antes tendría que vencer al cáncer.
La semana
pasada me envió un mensaje, contestación a otro mío en el que me decía:
"Estoy resistiendo, noto una ligera mejoría, es probable que el fin de
semana, me envíen a casa. Muchas gracias querido. Fuerte abrazo. Antonio".
Después, hablamos por teléfono y me comentó que la dolencia se había extendido
al cerebro: Finalmente el 2 de marzo le mandé energía y fortaleza en la
denodada lucha que estaba librando por la vida. La siguiente noticia ha sido el
mazazo de su muerte.
Conocí a
Antonio Asunción en el marco de sus responsabilidades como director general de
Instituciones Penitenciarias, después como secretario de Estado con la misma
responsabilidad y como ministro de Interior. Nuestra vinculación política fue
corta pero intensa. Le debo respeto porque asumió la dimisión como una
obligación y sin que nadie se la pidiera tomó la decisión de marcharse ante la
fuga de Luis Roldan. A partir de ese momento y según me confesó, no se portaron
bien con él. Pero ese es el canon político que se paga por la discrepancia.
Hoy, nos
queda el recuerdo de un buen hombre, excelente persona, servicial y preocupado
por el devenir político de nuestro país. Nuestra última conversación larga, en
mi caso, se centro en el análisis de la situación política y en los posibles
pactos que se avizoraban como posibles y ahora como frustrados. Ambos
coincidimos en la necesidad de un pacto de progreso que de momento, no se ha
producido.
Aunque
estaba alejado de la política era un hombre con una excelente perspectiva de
primer orden de lo público, pero que como tantos otros se desencantó y ha
terminado sus días librando una batalla que en todo caso pienso que ha ganado
aunque haya perdido la existencia.
Resistir
frente a la adversidad, no rendirse, buscar lo imposible es lo que hace que las
personas se superen a sí mismas y trasciendan de lo individual al ejemplo
colectivo. Creo que Antonio Asunción se incluía en ese grupo selecto de
personas que han dado mucho más por los demás de lo que han recibido. Descanse
en paz.
Baltasar
Garzón es Magistrado y presidente de FIBGAR
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