El futuro
del PSOE (y de Susana Díaz) en nueve sentencias y media
ANTONIO
AVENDAÑO / 28 Jun 2016
Andaluces.es
UNO
Los
resultados del Partido Socialista en 26J cierran el ciclo de Pedro Sánchez como
secretario general. Y se diría que, por sus gestos y su lenguaje corporal, él
lo sabe. El 26J Pedro tal vez no haya restado, pero desde luego no ha sumado:
lo malo es que en política no sumar equivale a restar.
DOS
Esta vez y
al contrario que el 20D, el partido sí ha interpretado correctamente los
resultados electorales: toca irse a la oposición y no permitir que Mariano
Rajoy no lo intente, aunque por supuesto esta vez lo intentará y además lo
logrará.
TRES
El PSOE
necesita reinventarse y la condición necesaria, aunque absolutamente
insuficiente, para ello es un nuevo liderazgo.
CUATRO
De los
posibles candidatos a sustituir a Sánchez la mejor posicionada sigue siendo
Susana Díaz, cuya derrota el domingo es dolorosa a efectos políticos para la
organización andaluza en clave interna pero poco significativa a efectos
orgánicos para la organización federal en clave sucesoria.
CINCO
Llegado el
congreso del partido hacia el mes de octubre, Susana Díaz no es ya que
deba disputar la Secretaría General: es que no puede no disputarla, aunque
eso entrañe riesgos políticos y personales para ella dado que no es probable
que disfrute para entonces de la alfombra roja que tuvo bajo sus pies dos años
atrás.
SEIS
El periodo
comprendido entre el 20D y el 26J ha sido simplemente un paréntesis, una tregua
durante la cual las espadas regresaron a sus vainas. Y ahí deben seguir por
unos meses, hasta octubre. Durante el tiempo que resta hasta entonces los
contendientes se dedicarán a afilarlas y está bien que lo hagan. Solo una cosa
cabe pedirles: que lo hagan sigilosamente.
SIETE
El tropiezo
del domingo en Andalucía no cambia la realidad del Partido Socialista: su
crisis galopante, la debilidad de su liderazgo, la desesperanza de sus bases,
la falta de unidad, la dispersión orgánica, el envejecimiento de su electorado,
la amenaza de Podemos… Casi nadie entendería –y muy pocos le perdonarían– que
Díaz se quedara en casa.
OCHO
Dada la
crisis del PSOE prácticamente en todas partes, solo el apoyo de Andalucía puede
proporcionar solidez y estabilidad al secretario general que resulte elegido.
NUEVE
El
PSOE de Andalucía no puede apostar otra vez por un secretario general
interpuesto. Lo intentó con Sánchez y ha sido un fracaso. Intentarlo Madina o
con cualquier otro también lo sería.
NUEVE Y
MEDIA
¿Es Díaz la
persona adecuada para coser, unir, liderar y renovar el Partido Socialista y,
de paso, ir recuperando la cartera que le ha robado Podemos? Solo hay una maldita
manera de saberlo.
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