La sala
porno Bagdad protesta por la caída de clientes por culpa de la crisis catalana
"De golpe y porrazo,
¡pum!", explicó a la AFP su propietaria, Juani De Lucía, describiendo la
caída de espectadores que sufrieron a principios de octubre y de la que no se
han recuperado.
10/11/2017
ElHuffPost
El Bagdad es un
establecimiento clásico de la noche de Barcelona cuyos espectáculos
pornográficos forjaron leyendas como el fakir Kumar y Tiger Man,
y que ahora sufre la crisis política catalana como muchos otros locales de ocio.
"De
golpe y porrazo, ¡pum!", explicó a la AFP su propietaria, Juani De Lucía,
describiendo la caída de espectadores que sufrieron a principios de octubre y
de la que no se han recuperado.
Todo
empezó el 1 de octubre con el referéndum de
autodeterminación de Cataluña, al que siguió la proclamación de independencia,
la destitución del gobierno catalán, el encarcelamiento de ocho de sus miembros
y el viaje a Bélgica del resto.
Barcelona
es un hervidero, las manifestaciones se suceden y el miércoles Cataluña vivió
su segunda huelga general en mes y medio, un paro que afectó gravemente al
transporte.
Esa
noche, apenas un par de clientes asistían al espectáculo del Bagdad, en cuyo
escenario se suceden actos sexuales explícitos en los que a veces participan
los espectadores.
El local está
situado en la calle Nou de la Rambla lindando con el Paralelo, la gran avenida
teatral de Barcelona, en la que ese miércoles, poco antes de la medianoche,
apenas se veía un alma.
"UN PAÍS NORMAL"
El actor
independentista Quim Masferrer, que protagoniza la obra Tiempo en un
teatro de Barcelona, apeló a recuperar el ocio: "Si queremos un país
normal, tenemos que hacer vida normal", dijo a la radio Rac1.
De Lucía estima
haber perdido hasta el 70% de los clientes.
"Es el problema
político, todas las imágenes que se están proyectando al exterior. La gente
tiene miedo de venir a Barcelona, espero que pase pronto", sostiene la
propietaria, cuya clientela se compone mayoritariamente de visitantes,
ejecutivos entre semana y amigos en despedida de soltero el fin de semana.
"Nosotros
estamos en Barcelona y sabemos que uno puede moverse libremente por la ciudad,
pero la gente de fuera no lo sabe. Tengo muchas chicas extranjeras y sus
familias las llaman alarmadas".
En las dos semanas
posteriores a la consulta, el sector turístico catalán vio como su cifra de
negocios caía un 15% respecto al mismo periodo del año anterior, según la
federación patronal Exceltur, que incluye a grandes cadenas hoteleras.
Cataluña es la
región española que recibe más turistas extranjeros. Más de 18 millones de
ellos visitaron la región en 2016, cerca de un cuarto de todos los visitantes
recibidos por España ese año.
LA ECLOSIÓN DEL PORNO
El Bagdad abrió en
diciembre de 1975, un mes después de la muerte del dictador Francisco Franco,
que abriría el camino a una liberación sexual largamente aplazada, a la
eclosión de la pornografía y el erotismo que inundó el cine o los quioscos.
Su nombre evocaba Las
mil y una noches, pero De Lucía encontró su inspiración en Sankt Pauli, el
barrio rojo de Hamburgo.
"Era muy joven,
y al llegar a Sankt Pauli y ver aquellas salas inmensas, con sex shops, con
cabinas de peep show, con todo tipo de artículos, me sentí en otro
planeta: todo legal, abierto 24 horas", explica.
Con su marido
decidieron alquilar lo que había sido hasta entonces un tablao flamenco,
propiedad de La Bella Dorita -una actriz legendaria del Paralelo-, e imitar
aquellos locales de Hamburgo, de donde se trajeron incluso algunos actores.
"Fue
arriesgado. A lo mejor si lo hubiésemos hecho tres meses antes nos hubiesen
fusilado", recuerda.
Pero la popularidad
fue inmediata, "impresionante. Las colas daban la vuelta a la esquina. Nos
quedamos sorprendidos. En aquel tiempo la gente peregrinaba a Perpiñán (sur de
Francia) a ver 'El último tango en París', ¡Peregrinaban a Perpiñán sólo para
ver una película! Y claro, el éxito fue enorme".
El Bagdad, en
palabras de su propietaria, "es una escuela" de la que han salido
actores y actrices pornográficos conocidos, como Nacho Vidal y el uruguayo
Marco Banderas.
Otros, como el fakir
Kumar y Tiger Man eran objeto de chistes y respeto por igual en Barcelona,
por levantar una campana de 30 kilos o una bombona de gas butano con sus
miembros viriles.
Los actores y
actrices del Bagdad comparten la preocupación de la propietaria. "Jamás
vimos un bajón así: ha sido muy grande y muy de repente", explicó Marco
Banderas.
A su lado, Alba de
Silva expresa su esperanza de "que todo mejore incluso antes de que lo
haga la situación política".
De Lucía no teme de
momento por su Bagdad: "tiene más de 40 años, tenemos muchos clientes,
tenemos muchas referencias, es un negocio fuerte".
"El Bagdad
seguirá en su sitio, seguirá vivo, porque más de 40 años no se pueden borrar en
un día", sentenció.
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