Los abusos sexuales como arma
represiva en el franquismo: "A presos como la Rampona la llegaron a violar
ocho veces al día"
Las jornadas abiertas de la Modelo
de Barcelona descubren capítulos silenciados como la violación sistemática de
los presos del colectivo LGTB
Público
Manifestación del colectivo LGTB en Barcelona en
1977
SEVILLA
MARÍA
SERRANO
En la
cárcel Modelo de Barcelona aún existen historias inéditas. En su jornadas
de puertas abiertas, a través del proyecto ‘La Model ens parla’ iniciado tras
su cierre definitivo el pasado verano, se han descubierto capítulos
silenciados. Uno de los más fuertes, la represión vivida a finales del
franquismo por el colectivo LGTBI. La impunidad de los funcionarios del
régimen unido a las violaciones a la que los presos más jóvenes y afeminados
eran sometidos es hoy un tema oculto para muchos conocedores de la Modelo.
“Se vivía
este negocio sexual en los pabellones y celdas de los que muchos
quedaron con secuelas para toda la vida, tanto físicas como psíquicas”,
recuerda a Público el investigador catalán Leopold Estapé. Unos
cien presos fueron trasladados entre 1968 y 1975 a la Modelo por su condición
de homosexual o transexual. “El resto de los detenidos, aproximadamente
270, serían acusados por otros delitos de vagancia, escándalo público o
peligrosidad social”, aclara.
Cuando
entraban a las celdas de la Modelo, a los presos “afeminados” le asignaban
directamente un nombre de mujer
Cuando
entraban a las celdas de la Modelo, a los presos “afeminados” le
asignaban directamente un nombre de mujer. Algunos trans ya lo traían. La
Gilda, la Candela, la Rampona o la Katy. “Así era menos duro para los presos
heterosexuales y sobradamente masculinos violarlos sin tener remordimiento”
apunta este investigador. Más tarde les pegaban una paliza. Y desparecía todo
el estigma que aquellos delincuentes sentían cuando pagaban a los funcionarios
por encuentros sexuales obligados. “Ahí estaban las principales víctimas, las
que tenían menos recursos y eran obligados a entrar en esa red de tráfico
durante el tiempo que estaban en la cárcel”. Estapé habla de una represión
“clasista” en la dictadura hacia el colectivo LGTBI, en función de los
ingresos y el origen familiar de las víctimas.
Francesc
Oliver, La
Rampona, fue una de aquel centenar de jóvenes salvajemente sometidas a esta
prostitución. Nunca ha podido superar aquellas palizas y violaciones que
soportó durante meses tras ser acusada por la Ley de Peligrosidad Social
y acabar como presa en la Modelo a principios de los 70. Leopold afirma que fue
detenida con tan solo catorce años de edad. Una vez en la Modelo fue a parar al
pabellón de invertidos para menores. Explica que dentro de la celda los
delincuentes comunes pagaban a los vigilantes para colarse y violar a los
jóvenes recluidos.
La Rampona
habla con mucha dificultad de aquel episodio. "He tenido más
violaciones que relaciones consentidas por los traumas que viví allí”. Otro
de los peores castigos dentro de la Modelo fue cuando decidió contar en
confesión las condiciones en las que se encontraba. Le costaría muy caro
hablar. Fue sometida a fuertes castigos y a una celda de aislamiento. Leopold
aclara que este es uno de los casos más llamativos. "A presos como la
Rampona la llegaron a violar ocho veces al día en las celdas”.
Francesc
Oliver alias La Rampona
La Candela
fue otro de los presos que vivió en primera persona las vejaciones de la
Modelo. Ingresó en 1966 para quince días pero permaneció casi tres meses. La
Candela quería huir de España, ir a Francia donde decían que había más
libertad. Venía de Sevilla donde ya había tenido sido fichada por la policía.
Esta
sevillana no se caracterizaba por ir vestida de mujer. Solo se maquillaba un
poco cara. Tras su llegada a Barcelona, fue detenida y trasladada a la
famosa comisaría de Conde Asalto. Después en los sótanos de Via Laietana donde
era insultada. "Te vamos a matar maricón”, le repetían
continuamente.
El juez que
firmó la orden de la Candela la acusó de escándalo público y vagancia. Su
delito, llevar la “cara pintada y no tener contrato laboral”, algo que
ocurría con frecuencia en aquellos años. “Yo no había hecho nada, solo trabajar
en muchos lugares sin contrato ".
"He
tenido más violaciones que relaciones consentidas por los traumas que viví
allí”
En la Modelo
trabajó haciendo cunas de mimbre y como esclava para uno de los funcionarios.
Leopold relata que la Candela llegó a tener “un novio en prisión”, algo
que era muy peligroso. “Si te cogían, te metían cuarenta días en la celda de
castigo”. Los funcionarios solo permitían a determinadas parejas de hombres
dentro de los pabellones para darles protección. Y es que en aquel
espacio pudieron hacinarse casi una docena de presos a principios de los 70.
De la
historia de la Gilda no se conoce su nombre de pila. Este camarero ingresaría
en la Modelo con 22 años de edad, acusado por la Ley de Vagos y Maleantes.
Otro de los reclusos fue Juan Soto, alias la Katy. Su historia es traumática.
Con quince años, huyó de su pueblo, Haro en la Rioja tras la violación por
parte de un grupo de soldados italianos durante la guerra. Sería acusado de prófugo,
vagancia y prostitución. Pasa por la Modelo de Barcelona y un sinfín de
cárceles hasta finales de los 70.
Muchos de
estos transexuales y homosexuales vinieron hasta Barcelona para llegar al
barrio del Raval donde podían vivir con una mínima libertad y trabajar de
camareros, peluqueros o dependientes. Sin embargo, aquel céntrico barrio
barcelonés también fue una red de detenciones para la policía franquista
que arrestaban a muchos de ellos para trasladarlos hasta la Modelo.
Ser homosexual no fue delito en España hasta 1954
Estapé
recuerda que a “Franco no le interesaría en los primeros años de dictadura
perseguir al colectivo LGTBI. Todas las leyes se centraban en acabar con
las condiciones de los presos políticos”. Por ello, la homosexualidad no estuvo
penalizada en España hasta 1954, aunque no era una conducta permitida. “Todo el
país era una cárcel, un gesto, una insinuación o un comentario bastaba para ser
detenido y encerrado sin tener una sentencia condenatoria”, afirma el
historiador.
La Candela
fue otro de los presos que vivió en primera persona las vejaciones de la Modelo
En Barcelona
desarrollaron su vida profesional jueces como Antonio Sabaté que redactaría la
conocida Ley de Peligrosidad Social de 1970. Esta ley junto al artículo
del Código Penal por escándalo público fue usada, de forma sistemática, para la
represión de la homosexualidad y la transexualidad a finales del
franquismo.
Estapé
aclara “cómo este colectivo tuvo antecedentes penales hasta el año
2002”. La Ley de Peligrosidad Social “fue solamente desactivada” tras la
aprobación de la Constitución, sacando solo la palabra “homosexual de su
articulado”. Una despenalización “por la puerta de atrás” afirma el
investigador, por parte del nuevo gobierno democrático.
Sin denuncias ni nombre de aquellos policías
En pleno
siglo XXI ninguno de aquellos presos ha podido denunciar a los funcionarios que
realizaban esta prostitución obligada en esta prisión. “No me consta ninguna
denuncia ni un nombre que haya salido a la luz, a pesar de que son historias de
hace solo cincuenta años”.
Investigadores
de la Transición declaran que los principales torturadores de aquellos años sí
tenían nombres en la Barcelona de los 70. Atilano del Valle sería uno de
los inspectores de la BPS que propinaba palizas en los interrogatorios a los
detenidos de Via Laietana. Los hermanos Creix, Antonio y Vicente, también
sembraron el pánico en aquella Barcelona. Su sadismo no tenía límites. Eran
implacables. Sin embargo, ninguno de los detenidos del colectivo LGTBI ha
declarado en contra de ninguno de aquellos miembros del Cuerpo de Seguridad del
régimen.
Vicente y Antonio Juan Creix
Leopold
apunta que la persecución y hacinamiento empezó a disiparse a finales del 78 en
la Modelo. “Con la aprobación de la Constitución y la lenta
modernización que ya empezaba a verse en España todo iba cambiado”. El Pabellón
de Invertidos desapareció y las celdas tenían a dos o tres presos, no la docena
que llegó a ocupar a principios de los 70.
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