Spielberg desvela los secretos de 'La lista de Schindler' 25 años después
Rodaba las
cámaras de gas mientras aún no había acabado 'Parque Jurásico', Robin Williams
lo llamaba para darle ánimos, Scorsese pudo ser el director...
Redacción El HuffPost Agencia EFE
27-4-18
Veinticinco
años después de su estreno, el cineasta estadounidense Steven Spielberg volvió a ver La lista de Schindler
(1993) en un cine y acompañado del elenco gracias a la retrospectiva que le
dedicó el Festival de Tribeca,
en Nueva York.
Spielberg
dijo que anoche había reparado en un nuevo detalle de la escena final en la que
los judíos depositan piedras en la tumba de Oskar Schindler. Concretamente, quedó impresionado por
la "mirada prolongada y duradera" de Emilie Schindler a la lápida de
su marido, ya que al estar en Jerusalén era la primera vez que la visitaba.
El
director confesó que en un principio tuvo miedo a que la gente no creyese que
la historia era real, tanto por lo inverosímil de la trama como por el hecho de
que la dirigiera un cineasta como él, que venía de rodar E.T., y
por ello grabó esa escena final con los supervivientes reales a los que salvó
Schindler.
Spielberg aseguró que se sentía "muy
orgulloso" de la película y que no se ha sentido así de
"realizado" con ninguna de las que ha dirigido después, pese a que le
costó diez años aceptar el encargo.
En
1982, le enviaron una crítica del libro que inspira la película, El arca de Schindler, pero le llevó un mes leérselo, ya
que estaba repleto de datos y no imaginaba cómo podía llevar a la gran pantalla
un relato tan "denso". Finalmente, le enviaron un guión y, tras
leerlo entre lágrimas, decidió que se embarcaría en el proyecto pese a estar
inmerso en el rodaje de Parque Jurásico. De hecho, tras las sesiones de rodaje en
Polonia tenía que conectar con el equipo de Parque Jurásico para supervisar las imágenes de los
T-Rex que habían recreado al otro lado del charco.
Rodar
la escena de las cámaras de gas fue duro tanto para Spielberg ("Fue el día
más traumático de mi vida", dijo), como para las actrices, algunas de
ellas judías polacas que "no estaban actuando",
sino "experimentado" el horror de las cámaras de gas, y varias de
ellas sufrieron crisis de ansiedad y estuvieron días sin rodar.
Otro
momento desagradable lo vivió cuando en mitad del rodaje una vecina polaca vio
a un actor enfundado en su uniforme de las SS y gritó que ojalá
los nazis volviesen para "protegerlos".
El
director reveló cómo consiguió mantener su ánimo esas semanas: Robin Williams lo llamaba cada día y durante 15 minutos
se esforzaba en hacerlo reír. "Nunca se despedía. Siempre me colgaba
cuando escuchaba mi carcajada más sonora", explicó.
También
aprovechó para aclarar dos rumores que circulan en la red: nunca ofrecieron a Mel Gibson interpretar el papel de Oskar Schindler,
pero los productores sí que barajaron a Martin Scorsese como posible director.
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