José María Aznar ha comparecido hoy durante más de
cuatro horas en el Congreso para dar cuenta de la Caja B del Partido Popular en
su etapa como presidente. Se ha comportado continuando siendo fiel a sí mismo:
mintiendo, insultando, calumniando, amenazando, ofendiendo, difamando,
injuriando… en su más puro estilo. Ha quedado como lo que es.
La Ley establece que el compareciente No puede
mentir. En cualquier país ya estaría imputado. Aquí estas cosas de mentir salen
más baratas.
Hizo continuamente alarde de su prepotencia, despotismo, vanidad, egoísmo,
egocentrismo, narcisismo, presuntuosidad, petulancia, endiosamiento…resumiendo con frase
solemne: ¡No me arrepiento de nada!
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