22/09/2018
Ocho razones por las que quizá sientes dolor durante el sexo
El sexo
doloroso es un fastidio, pero no tiene por qué ser permanente.
Ali Drucker
A
pesar de ser un problema que afecta a casi el 75% de las mujeres, las relaciones sexuales dolorosas
—a veces llamadas dispareunia— pueden hacerte sentir increíblemente aislada.
Por suerte, comprender la incomodidad concreta que estás sufriendo te ayudará a
ti y a tu médico a encontrar el tratamiento adecuado.
La
edición estadounidense del HuffPost se ha puesto en contacto con expertos para
informarse sobre las enfermedades y las causas que provocan relaciones sexuales
dolorosas, así como las posibles soluciones que merece la pena probar. Al fin y
al cabo, el sexo debería ser placentero.
1. Es posible que no estés completamente excitada y, por lo tanto, no estés totalmente lubricada
Hay
muchos factores que contribuyen a la falta de excitación. ¿Uno grande? El
exceso de presión que las mujeres se imponen en la cama, asegura la terapeuta
sexual Vanessa Marin.
Según
Marin, el mito de que los hombres siempre están listos para el sexo hace que
las mujeres se sientan culpables por necesitar más tiempo para el juego
preliminar, lo que resulta en una penetración demasiado ajustada, casi
irritante. Si te sientes totalmente excitada pero notas que tu vagina está
tensa y seca, un lubricante de silicona puede ser una solución estupenda.
2. Podría ser vaginismo
El
vaginismo es la "hipercontractilidad involuntaria de los músculos del
suelo pélvico con penetración o intento de penetración vaginal", explica
Leah Millheiser, directora del Programa de Medicina Sexual Femenina del Centro
Médico de la Universidad de Stanford (EE UU). En otras palabras, los músculos
de dentro y alrededor de la vagina se tensan, haciendo que la penetración sea
extremadamente difícil y más dolorosa.
Las
causas varían, pero es probable que haya un factor emocional. Si alguien ha
sufrido un trauma pasado, ya sea un ataque sexual o una lesión de la ingle
durante la infancia, puede causar ansiedad asociada con la penetración y
provocar un apretamiento como medida de protección.
"Por
desgracia, una vez que alguien percibe que algo va a doler, aprieta aún más los
músculos", señala Rebecca Brightman, obstetra y ginecóloga.
Afortunadamente, con la terapia cognitiva o la terapia física del suelo
pélvico, Brightman y Millheiser han visto pacientes con vaginismo recuperarse
por completo.
3. Tal vez tengas una ETS u otra infección
Las
enfermedades de transmisión sexual como la clamidia y la gonorrea pueden causar
dolor pélvico durante las relaciones sexuales, según Brightman y Millheiser. Si
experimentas dolor externo alrededor de la vulva, quizás se deba a un brote de
herpes. Si ves lesiones o llagas, ve al médico; te recetará medicamentos para
ayudar a controlar los brotes. También puede recetarte antibióticos para otras
ETS.
Una
infección por hongos no es una ETS, pero eso también provoca comezón y rozaduras
externas o quemaduras internas que hacen que las relaciones sexuales resulten
incómodas. Con el medicamento adecuado podrás combatirlo lo antes posible.
4. La técnica de tu pareja es inadecuada para ti
Aprender
a pedir lo que te gusta en la cama puede ser un desafío, pero es de vital
importancia, no solo para tu intimidad emocional, sino también para tu
comodidad física. Para ayudaros a ambos a descubrir qué es lo mejor, Marin
recomienda una ronda sutil de "¿esto o lo otro?".
Haz
que tu pareja toque la misma zona de dos maneras diferentes para ver cuál te
gusta más. ¿Prefieres un masaje o algo más duro? ¿Un golpecito o un toque? No
es necesario resolver todo en una sesión, pero dar estos pasos ayudará a que tu
pareja y tú tengáis mejores relaciones sexuales, sugiere la experta.
5. Podría ser endometriosis
La
endometriosis es una afección por la que el tejido que
normalmente recubre el interior del útero crece fuera de él, lo que produce una
acumulación dolorosa de tejido cicatricial que duele especialmente durante las
relaciones sexuales.
Los
órganos se mueven un poco durante las relaciones sexuales, pero si el tejido cicatricial
hace que la pelvis y el cuello uterino estén menos móviles, es doloroso.
Además, la endometriosis puede provocar quistes en los ovarios (o puedes tener
quistes ováricos debido a tu ciclo menstrual), lo que quizás cause molestias.
Tratamientos
como la terapia hormonal o la cirugía ayudan con la
endometriosis. Y si un quiste ovárico está causando dolor intenso durante el
coito, tal vez sea lo suficientemente grande como para justificar la
extirpación quirúrgica, señala Millheiser.
6. Podría ser tu método anticonceptivo
Un
dispositivo intrauterino desprendido puede causar un dolor profundo y agudo
durante las relaciones sexuales. O quizás el culpable sea tu tratamiento
anticonceptivo.
Algunos
anticonceptivos, como la píldora o el anillo, detienen la producción natural de
hormonas y las reemplazan con dosis más bajas que se encuentran en el
medicamento, explica Millheiser. El resultado de esos niveles más bajos de
estrógeno y testosterona provoca a veces un adelgazamiento de la piel de
alrededor de la vulva, lo cual puede causar inflamación e irritación cuando se
estimula (un problema a veces conocido como vestibulodinia provocada). Consulta
con tu médico sobre otros anticonceptivos para encontrar la mejor opción para
ti.
7. Podría estar relacionado con el parto
Como
ocurre con algunos métodos anticonceptivos, las mujeres que se extraen la leche
o amamantan después del parto tal vez sufran alguna relación sexual dolorosa.
Tanto Brightman como Millheiser explican que el cambio en los niveles
hormonales puede causar que la vagina se seque y la piel adelgace.
Con
tratamientos como la terapia de estrógenos vaginales (un tratamiento
medicinal mediante píldoras, supositorios o parches), o simplemente con un buen
lubricante, las relaciones sexuales resultarán más cómodas durante ese periodo,
señala Millheiser.
8. Puedes tener un problema gastrointestinal
Es
muy fácil echarle la culpa a un problema ginecológico cuando se trata de un
dolor que no comprendes, pero es posible que tus intestinos sean en realidad la
causa.
Si
una persona está estreñida o padece el síndrome del intestino irritable y
mantiene relaciones sexuales, podría estar ejerciendo presión sobre una parte
del cuerpo ya irritada, lo que daría lugar a una sensación de malestar en los
intestinos, afirmar Millheiser. El médico puede diagnosticar ambas afecciones y
recetar medicamentos para aliviar esos síntomas.
Aunque
hay muchas causas potenciales de dispareunia, también existen muchos
tratamientos. El sexo doloroso es un fastidio, pero no tiene por qué ser permanente.
Este artículo fue publicado originalmente en el
'HuffPost' Estados Unidos, fue traducido del inglés.
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