19 marzo, 2019
(CNN) — Durante más de tres décadas, la Iglesia católica ha sido sacudida por escándalos de abuso sexual en todo el mundo.
Y durante décadas, la iglesia ha sido acusada de protegerse a sí misma en lugar de a las víctimas de abuso sexual infantil.
Estos son algunos escándalos y revelaciones importantes que involucran a la Iglesia Católica con denuncias de abuso sexual.
2019
En marzo de 2019 el cardenal australiano George Pell, el funcionario de mayor rango del Vaticano condenado por abuso sexual hasta la fecha, fue condenado a seis años de prisión por agredir sexualmente a dos niños del coro de la iglesia a fines de los años noventa.
Pell, de 77 años, fue declarado culpable de un cargo de penetración sexual de un niño y cuatro cargos de cometer un acto indecente con un niño, en diciembre de 2018, después de un juicio secreto de cinco semanas.
Hasta febrero de 2019, Pell se había desempeñado como tesorero del Vaticano, considerado por muchos como el tercer puesto más importante dentro de la iglesia católica romana.
En 2013, fue nombrado uno de los ocho cardenales encargados de investigar formas para reformar la iglesia. Es el miembro de mayor rango de la Iglesia Católica en Australia, pero se le asignó permiso para ausentarse del Vaticano mientras se investigan las acusaciones.
Una comisión del gobierno de Australia de 2017 determinó que el 7% de los sacerdotes australianos fueron acusados de abusar de niños entre 1950 y 2015.
También ese año, el papa Francisco no aceptó la renuncia del cardenal francés Philippe Barbarin, quien fue declarado culpable de no informar sobre un abuso sexual en un tribunal francés en marzo, según el portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti.
El cardenal Barbarin dijo en una declaración que el papa Francisco, “invocando la presunción de inocencia, no quiso aceptar la renuncia”.
2018
Un jurado investigador de Pensilvania publicó un informe en agosto de 2018 que detallaba décadas de presuntos abusos sexuales cometidos por sacerdotes y encubrimientos por parte de obispos.
El informe dice que los documentos internos de seis diócesis católicas en Pensilvania, algunos de ellos guardados en un archivo secreto para el que solo el obispo tenía una llave, mostraron que más de 300 “sacerdotes depredadores” han sido acusados de abuso sexual de más de 1.000 niños víctimas.
El papa Francisco emitió una carta inusualmente contundente seis días después de la publicación del informe, reconociendo “con vergüenza y arrepentimiento” el hecho de que la Iglesia Católica no actuó, escribiendo “no mostramos interés por los pequeños; los abandonamos”.
La carta se refería directamente al informe de Pennsylvania, que “detallaba las experiencias de al menos 1.000 sobrevivientes, víctimas de abuso sexual, abuso de poder y de conciencia a manos de sacerdotes durante un período de aproximadamente 70 años”.
Mirando hacia el futuro, el pontífice dijo que la iglesia estaba trabajando en una política de “tolerancia cero” en materia de abuso y encubrimientos. Añadió: “Si, en el pasado, la respuesta fue de omisión, hoy queremos que la solidaridad, en el sentido más profundo y desafiante, se convierta en nuestra forma de forjar la historia presente y futura”.
Estados Unidos, 2018
En julio de 2018, el papa Francisco aceptó la renuncia del cardenal Theodore McCarrick, de 88 años —quien una vez dirigió la Arquidiócesis de Washington y fue clave en la política estadounidense— luego de una acusación de abuso sexual a un monaguillo durante décadas. Esto obligó al Vaticano a sacarlo del ministerio público.
Un mes antes, McCarrick emitió una declaración diciendo que estaba impactado por las acusaciones: “Si bien no tengo ningún recuerdo de este abuso denunciado, y creo en mi inocencia, lamento tanto el dolor que ha sufrido la persona que presentó los cargos, como el escándalo y el dolor que esos cargos causan a nuestra gente”.
McCarrick también fue acusado tres veces de conducta sexual inapropiada con adultos “décadas atrás” mientras se desempeñaba como obispo en Metuchen y Newark, Nueva Jersey, dijeron los obispos actuales de esas ciudades en junio. Dos de esas denuncias dieron lugar a acuerdos, dijeron los obispos.
McCarrick negó las acusaciones en su contra. Pero luego de que el papa Francisco ordenara una investigación del Vaticano en 2017 sobre las acusaciones, McCarrick renunció al Colegio de Cardenales cuando estas se hicieron públicas.
El Vaticano dijo que el papa Francisco había ordenado a McCarrick “una vida de oración y penitencia hasta que las acusaciones formuladas contra él se examinen en un juicio canónico regular”.
Chile, 2018
El papa Francisco llamó a los obispos del país a Roma en mayo después de que recibió un informe de 2.300 páginas que detallaba los abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Chile.
El informe alegó que durante décadas, los funcionarios de la iglesia en Chile habían conocido casos de abuso sexual y llevaron a un encubrimiento masivo, incluso destruyendo registros.
Siete años antes, el Vaticano había encontrado al sacerdote chileno Fernando Karadima culpable de abuso sexual infantil.
En enero, mientras visitaba Chile, Francisco defendió al obispo chileno Juan Barros de acusaciones de que había ocultado los abusos, diciendo que había sido “calumniado”.
Pero después de que los investigadores del Vaticano dijeron que los funcionarios de la iglesia en Chile habían ayudado a encubrir múltiples casos de abuso sexual por parte del clero, el papa se disculpó.
Después de la cumbre de emergencia de 3 días en el Vaticano en mayo para discutir el escándalo de abuso sexual, el papa aceptó la renuncia de tres obispos chilenos, entre ellos la de Barros, de los 34 que le ofrecieron su renuncia después del encuentro.
Barros ha negado saber sobre los “graves abusos” de Karadima y dijo que nunca aprobó o participó esas acciones. Karadima fue condenado por pedofilia y abuso en su posición en 2011. Fue sentenciado a una vida de penitencia y oración. En 2018 fue expulsado de la Arquidiócesis de Santiago de Chile.
En junio, el Vaticano dijo que el papa Francisco estaba enviando a los investigadores a Chile.
En agosto, la policía arrestó a un ex sacerdote por el presunto abuso a siete menores. Los fiscales dicen que hay 158 personas, incluyendo obispos, sacerdotes y laicos bajo investigación.
Australia, 2018
El arzobispo australiano Philip Wilson, de Adelaida, fue declarado culpable en mayo de ocultar el abuso de los monaguillos en la década de 1970 por el sacerdote pedófilo James Fletcher, que murió en prisión tras haber sido hallado culpable de abuso sexual.
Wilson fue el funcionario católico de más alto rango en ser condenado por encubrir el abuso sexual.
En julio, dijo que tenía la intención de apelar el fallo bajo el “debido proceso legal” y que dimitiría si su apelación no tenía éxito.
La próxima semana, el Vaticano anunció que el papa Francisco había aceptado la renuncia de Wilson.
República Dominicana, 2014
En 2014, Jozef Wesolowski, exembajador del Vaticano en la República Dominicana, fue declarado culpable de abuso sexual de menores por un tribunal del Vaticano y fue expulsado de la Iglesia ese año.
El sacerdote fue acusado de abuso sexual de menores y posesión de pornografía infantil durante su tiempo como nuncio papal en la República Dominicana. El diario italiano Corriere della Sera informó que la computadora portátil de Wesolowski contenía más de 100.000 archivos con imágenes y videos pornográficos.
Wesolowski fue en ese entonces el funcionario católico de más alto rango arrestado por presunto abuso sexual de menores.
Murió en 2015, antes de poder ser juzgado.
Países Bajos, 2011
Miles de niños sufrieron abusos sexuales en la Iglesia Católica Romana Holandesa durante más de seis décadas, y se identificaron alrededor de 800 “posibles perpetradores”, según una Comisión de Investigación independiente, que publicó el reporte en 2011.
La comisión dijo que recibió 1.795 informes de abuso sexual de menores relacionados con la iglesia y que los “informes contenían información sobre posibles perpetradores”.
Varios países, 2010
Las denuncias de abuso sexual se difundieron en media docena de países, entre ellos Austria, Alemania, Países Bajos, España, Suiza y Brasil, hogar de la mayor población católica del mundo.
Las revelaciones sobre el abuso de la iglesia incluyeron la arquidiócesis de Munich, Alemania, donde el papa Benedicto XVI una vez sirvió como arzobispo.
Bajo el mandato del papa como arzobispo a principios de la década de 1980, la arquidiócesis de Munich ignoró las advertencias para mantener a un sacerdote abusando de los niños, dijo el médico, Werner Huth, quien emitió esas advertencias.
Huth exigió que el sacerdote Peter Hullermann nunca más volviera a interactuar con niños. En cambio, la iglesia permitió que el sacerdote volviera a trabajar y tratara con los niños.
Hullermann fue declarado culpable de abusar de menores en 1986. El papa Benedicto había dejado la archidiócesis de Munich para un nuevo puesto en 1982.
Irlanda, 2009
Un informe explosivo encargado por el gobierno irlandés concluyó que la Archidiócesis de Dublín y otras autoridades de la Iglesia Católica en Irlanda cubrieron hasta el abuso infantil de oficina.
El informe de 720 páginas de la Comisión de Investigación de la Arquidiócesis de Dublín dijo que “no hay duda de que el abuso sexual infantil en el clero fue encubierto” desde enero de 1975 hasta mayo de 2004, el tiempo cubierto por el informe.
La comisión se creó en 2006 para investigar las denuncias de abuso sexual infantil contra el clero en la capital irlandesa.
El informe nombró a 11 sacerdotes que se habían declarado culpables o fueron condenados por agresiones sexuales a niños. De los otros 35, dio seudónimos a 33 de ellos y redactó los nombres de dos.
Estados Unidos, 2004
Niños acusaron a más de 4.000 sacerdotes de abuso sexual entre 1950 y 2002, según un informe compilado por el Colegio de Justicia Criminal John Jay.
El informe, basado en los registros de la iglesia, encontró que 6.700 de las 11.000 denuncias fueron investigadas y fundamentadas, y otras 1.000 no fueron confirmadas. Los 3.300 restantes no fueron investigados porque los sacerdotes involucrados habían muerto en el momento en que se hizo la denuncia.
Estados Unidos, 2002
El exsacerdote John Geoghan se convirtió en una figura central en la crisis de abuso sexual del clero en Boston, junto con el cardenal Bernard Law, quien admitió haber recibido una carta en 1984 en la que describía las denuncias de abuso infantil contra Geoghan. Law asignó a Geoghan a otra parroquia a pesar de las acusaciones.
De 1962 a 1995, Geoghan abusó sexualmente de aproximadamente 130 personas, en su mayoría niños de escuelas, según las víctimas. A lo largo de los años, los funcionarios de la iglesia le ordenaron que lo trataran o lo transfirieran a otras parroquias, pero lo mantuvieron como sacerdote. La cobertura del diario The Boston Globe sobre el abuso sexual por parte del clero puso el tema en primer plano.
Geoghan fue declarado culpable de abusar sexualmente de un niño en una piscina y condenado a prisión en 2002. Un año después, murió después de un ataque de otro recluso en la prisión estatal.
Law renunció como arzobispo de Boston en 2002.
En 2004, el arzobispo Sean O´Malley emitió un comunicado diciendo que las 815 personas habían hecho denuncias de abusos sexuales a un menor por un sacerdote y 150 contra un un diácono, no vínculado (a una diócesis) o una orden religiosa entre 1950 y 2003.
En 2011, O’Malley publicó los nombres de 159 clérigos acusados de agresión sexual durante ese período. Los nombres de 91 clérigos adicionales que habían sido acusados no se incluyeron por razones como su muerte antes de completar las investigaciones, cuando no habían sido acusados públicamente.
Austria, 1998
El cardenal Hans Hermann Groër, de Viena, se vio obligado a renunciar a todos sus deberes en medio de acusaciones de haber acosado sexualmente a jóvenes. En una declaración, Groër pidió perdón, pero no admitió culpabilidad, reportó BBC.
Estados Unidos, 1985
El padre Thomas Doyle advirtió sobre el abuso sexual por parte del clero en un informe dado en la conferencia de obispos de los Estados Unidos. Fue ignorado.
Gilbert Gauthe en Louisiana se convirtió en el primero en obtener atención nacional en un caso de un sacerdote acusado de abuso sexual. En 1985, admitió haber abusado de 37 niños y se declaró culpable de 34 cargos criminales, informó el New York Times. Fue sentenciado a 20 años de prisión, pero liberado después de 10 años.
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