Imputado un cura de
Badajoz por presuntos abusos a un niño
El juez impone una orden de
alejamiento al supuesto acosador. Tras la información de EL PAÍS el Obispado de
Plasencia decide apartarlo de toda actividad parroquial
JOAQUÍN GIL Madrid 22 ENE 2015 -
El sacerdote
José Donoso Fernández daba un consejo a la decena de jóvenes que recibían
catequesis en el municipio pacense de Mengabril: “Tened
cuidado: Las mujeres son muy putas”.
El Juzgado
de Instrucción número 1 de Don Benito (Badajoz) preguntó el
martes a Donoso por este exabrupto en el marco de una investigación por un
presunto caso de abusos sexuales contra un niño de 12 años. El religioso habría
acosado al menor durante las sesiones de catequesis celebradas en la única casa
parroquial de Mengabril, de 500 habitantes, según el menor.
A sus 66
años, Donoso entró en el juzgado como imputado y salió con una orden de
alejamiento del niño de 100 metros. “No tengo nada que ver con la víctima”,
señaló a EL PAÍS el religioso. También negó haber abusado de una joven cuya
identidad afloró durante el interrogatorio. El alcalde de Mengabril, el
concejal de Servicios Sociales y los padres del niño supuestamente vejado
declararon como testigos. La Fiscalía de Menores y la Policía Judicial
investigan el caso.
Las
pesquisas sobre los presuntos abusos sexuales se iniciaron hace seis meses
cuando el Ayuntamiento de Mengabril recibió una denuncia sobre la actividad
presuntamente delictiva del cura. Los servicios sociales del Consistorio
elaboraron entonces un informe que remitieron al Defensor del Menor de la Junta
de Extremadura. Y advirtieron a la Guardia Civil de los movimientos de este
clérigo que aterrizó en el pueblo hace cinco años.
J. G.
La
trayectoria del sacerdote José Donoso Fernández (Don Benito, Badajoz, 1948)
gravita sobre la docencia en seminarios y otros centros frecuentados por
menores. Licenciado en Filosofía, el clérigo trabajó como formador del
Seminario Menor de San Antón de Badajoz y ejerció como profesor de Geografía,
Historia y Arte en los Institutos de Educación Secundaria (IES) Castelar (Badajoz),
Santiago Apóstol (Almendralejo) y Albárregas (Mérida).
Donoso está
jubilado de su actividad en los institutos y acude cada tarde a la parroquia
Santa Margarita de Mengabril, él único templo de este pequeño municipio de 500
habitantes. También está adscrito a la parroquia de San Sebastián de Don
Benito, donde reside.
En la biografía colgada en la web del templo de
Mengabril se puede leer lo siguiente: “A [Donoso] le retiraron sus padres de la
escuela a los 11 años para llevarlo a trabajar al campo, ya que era el mayor de
tres hermanos y se necesitaba su ayuda y no había medios para darle estudios”.
El currículo prosigue: “A los 16 años sintió su vocación sacerdotal. Se preparó
solo con la enciclopedia Álvarez Segundo Grado”.
Los
encontronazos entre el sacerdote y el municipio arrancaron hace dos años. El
Ayuntamiento se reunió entonces con Donoso para pedirle explicaciones sobre la
frase que vinculaba a las mujeres con las prostitutas. “Se disculpó. Pero nos
dijo que eran cosas normales”, indica esta fuente que fue alertada del
exabrupto por los padres del colegio Santa Margarita, donde el sacerdote daba
clases. Donoso negó ayer este capítulo y atribuyó las acusaciones a “una
posible venganza”. Se mostró tranquilo, pausado en su relato, y no esquivó
ninguna pregunta de este periódico. Admite que el foco de la investigación
podría ampliarse. El sacerdote acogió hace unos meses en la casa parroquial Santa Margarita de Mengabril a un
matrimonio rumano con tres hijos de 13, 4 y 5 años. Los servicios sociales de
la Junta de Extremadura tutelan desde el pasado viernes a los menores en un
centro de Badajoz ante la sospecha de que hayan podido ser también víctimas.
Uno de ellos padece una discapacidad. Fuentes municipales sostienen que el cura
impedía “por todos los medios” la entrada de las asistentas del Ayuntamiento a
la casa parroquial. “Su negativa a que viéramos a la familia rumana impidió que
percibieran una subvención de 1.000 euros que ya había sido concedida por la
Junta de Extremadura para personas en riesgo de exclusión social”.
En el
Consistorio pacense tildan de “singulares” los hábitos educativos del
religioso. “Le gustaba impartir la catequesis con los menores de forma
individual. Las madres de los niños llegaron a quejarse”. Y reconocen que los
rumores sobre los presuntos abusos sexuales de Donoso planean sobre el pueblo
desde 2010. Donoso carece de antecedentes penales y —dice— “es la
primera vez” que es objeto de una investigación por abusos. “Todo es nuevo”,
matiza tranquilo. Tras declarar en el juzgado de Instrucción número 1 de Don
Benito, el religioso informó el martes por correo electrónico a la Diócesis de
Plasencia sobre el procedimiento. En los próximos días, podría mantener un
encuentro con su superior, el arzobispo Amadeo Rodríguez Magro.
La Diócesis de Plasencia ha hecho pública
una nota en la que informa que como "medida preventiva" ha suspendido
de sus funciones al sacerdote y ha abierto "la investigación canónica que
indica la normativa para estos casos". El organismo religioso señala que
ante la información de EL PAÍS el Obispado de Plasencia "quiere manifestar
que estamos atentos y colaboramos en la investigación que está llevando a cabo
la autoridad civil".
investigacion@elpais.es
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