¿Dónde
dormirán los pájaros si no hay árboles?
Preámbulo
Ganó el Premio “Gonzalo Fullana Barber” de Narrativa
Corta-Cuento de VI Certamen Literario Tertulandia
2005.
Maribel Olmos Pastor escribió el Prólogo siguiente:
Reír
o llorar
Ante todo
vaya por delante mi total admiración por todo aquél –o aquella- que se enfrenta
a un papel en blanco –actualmente el ordenador- y decide contarnos alguna
historia, elaborar un ensayo, escribir versos o, como en este caso, narrar un
relato corto…que no es nada fácil…y si no, inténtenlo.
¿Dónde dormirán los pájaros si no hay
árboles? Excelente título que sirve de base al autor para
introducirnos en ese mundo que, hasta no hace mucho, llamábamos “manicomios” y
que plantea la siguiente paradoja: si no hubiera “locos”, no existirían los
llamados “cuerdos”. Actualmente han desaparecido los centros psiquiátricos de
nuestro país, por lo que el relato nos traslada a un ayer no muy lejano, y que
todavía perdura en la memoria de muchos de nosotros que hemos tenido la ocasión
de visitar alguna vez un centro hospitalario de este tipo.
Utilizando
el humor como vehículo transportador, el protagonista nos sumerge en un mundo
de “locura”, en el que no necesariamente los que necesitan ayuda son los que se
encuentran de muros hacia adentro. A través de personajes como el Chispa,
Jacinto, Evaristo, Luzdi, Avelio, Asun…, logramos divertirnos, enternecernos,
apenarnos –me recuerdan mucho a otros personajes de Eduardo Mendoza-.
Involucrándonos en sus historias, podemos llegar a comprender…
Me parece
un buen recurso literario que el autor intercale, a lo largo de la narración,
algunos poemas que enriquecen notablemente el mensaje y están perfectamente
ensamblados en el relato.
Nos
encontramos ante un texto bien escrito, que nos produce sensaciones, que nos
plantea interrogantes. En definitiva, esto es la literatura. ¿O no?
Nota del autor
Hace algunos años en nuestro país existían unos
centros hospitalarios llamados “Manicomios” donde se “internaba” a todos
aquellos enfermos que la medicina de aquellos tiempos consideraba “locos” y
estaban dejados de “la mano de dios”.
Por diversas
circunstancias tuve la oportunidad de contactar con algunos de sus “residentes”
y un día decidí escribir unas líneas sobre ellos. Aquí están.
Todos los
personajes son reales, han existido, aparecen con sus nombres propios y los
hechos que se relatan son verídicos. Incluso ese librito, con los versos que se citan, es auténtico.
El autor se
ha tomado ligeras modificaciones para darle consistencia al relato. Como por
ejemplo: aprovecharse del título que fotografió en una pared lejos de donde se
desarrolla todo el relato.
Luis Viadel Cócera