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viernes, 17 de febrero de 2017

Estamos de los Borbones hasta los mismísimos....

Estamos de los Borbones hasta los mismísimos...

Los periódicos, las revistas y las cadenas de televisión de medio mundo han lanzado la noticia del inminente divorcio del rey emérito Juan Carlos I. Aseguran que muy pronto la Casa Real española lo hará público. Parece ser que un bufete muy famoso de abogados está redactando los documentos. Dicen las malas lenguas que pretende dejar en la “indigencia” a su todavía resignada esposa, que no cesa de fumar cigarrillo tras cigarrillo, ya que su inmensa fortuna pasaría a manos de su nueva esposa Corinna con la que lleva mucho tiempo conviviendo, bajo la atenta y condescendiente mirada de los embajadores de Su Santidad. La Corte Real disimulando durante tantísimos años los avatares del miembro viril de su Majestad, mirando hacia otro lado, agasajándole mientras en su desenfreno mataba elefantes, recibía (recibe) elevadísimas comisiones de sus “hermanos” árabes y follaba sin el menor recato con actrices, cantantes, aristócratas y finalmente con una pseudo-princesa alemana con la que lleva algunos años y piensa contraer nuevas nupcias.

Franco pactó con su padre que tuviese una preparación castrense y lo enviaron a la Academia Militar de Zaragoza donde fue instruido en el manejo de las armas, lo que hace sospechar que la muerte de su hermano pudiese ser intencionada. Por la trayectoria de la bala y por el secreto más absoluto de la autopsia.
Parece ser que durante su formación militar tenía un “tutor” que le proporcionaba castas esposas de la alta sociedad para calmar su priapismo juvenil. Lo casaron con una joven poco agraciada princesa griega que le ha sido fiel toda su vida y con la que ha tenido dos hijas y un hijo, nuestro actual rey. Después de la tercera fecundación la abandonó sexualmente y empezó a fornicar a diestro y siniestro hasta el extremo de tener un hijo y una hija bastardos que le han solicitado reiteradamente comparar sus ADN y siempre se ha negado.

La lista de los “coños” reconocidos es muy larga pero algunos han salido en los medios, sin el menor recato, al pertenecer a ese mundillo llamado “fama”.

Incluso el caso más sonado fue con la Bárbara Rey que parece ser tenía unas grabaciones con el monarca  y le ofrecieron mucho dinero por ellas.

La hipocresía se ha convertido en un arte que nuestra “Alta Suciedad” aplica constantemente. Tendremos muy pronto otra boda ¿real, principesca…cómo se llamará? Con nuestro Juan Carlos, antes Rey, ahora emérito, pero en cualquier caso el Enemigo Público Número 1. Sencillamente un famoso delincuente, aforado…desvergonzado y prepotente  que se pasea por el mundo ufano y a la vez patético, al considerarse fuera del alcance de las leyes humanas.


Eso sí, con la Bendición Apostólica de Su Santidad. Amén.





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