Austwichz en Madrid: "No hace mucho, no muy lejos"
La capital de España sede de una
gran exposición mundial sobre el campo de concentración con más de 600 objetos
originales
ElPlural
Juan Luis Valenzuela
Dom, 25 Feb 2018
Auschwitz no
solo fue el mayor campo de concentración y exterminio nazi, sino también el más
letal de todos ellos: más de 1.100.000 personas fueron asesinadas tras sus
alambradas. Convertido en el símbolo inequívoco de los horrores cometidos
por la Alemania nazi, sus restos e historia sirven hoy como advertencia
universal de los peligros derivados del odio, la intolerancia y el
antisemitismo y nos confrontan, asimismo, con los límites de la barbarie
humana.
Ahora en Madrid, en el Centro de
Exposiciones Arte Canal, existe la gran oportunidad de conocer de cerca que
significó, como se creó, como era y numerosos aspectos más del siniestro lugar
a través del estreno mundial de la gran exposición
"Austwichz, no hace mucho no muy lejos". Su inauguración mundial tuvo
lugar en Madrid el 1 de diciembre de 2017 y se mantendrá abierta hasta el 16 de
junio de 2018. Este será su único destino en España antes de partir a
un periplo por grandes capitales mundiales. Por primera vez en la
historia, más de 600 objetos originales se exponen en la
primera exposición itinerante sobre Auschwitz coproducida por Musealia y
el Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau; un emotivo y riguroso recorrido
por uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad que, sin
duda, removerá la conciencia del mundo.
ELPLURAL ha visitado recientemente esta
inmensa muestra que reúne más de
600 piezas originales de gran valor histórico y humano.
Estos testigos directos de los horrores de Auschwitz y el
Holocausto sirven como vehículo conductor de una emotiva y rigurosa narración sobre la historia del campo y, también, la
de sus habitantes: prisioneros y verdugos.
Aportación de 20 museos internacionales
A través de esta sobrecogedora selección de objetos, cedidos por más de una veintena de instituciones y museos internacionales, la exposición Auschwitz retrata la compleja realidad del infausto campo, símbolo universal del horror nazi, y el universo de víctimas y verdugos, con una clara intención: esclarecer cómo un lugar así pudo llegar a existir y ahondar en el modo en que su existencia afecta aún hoy a nuestra visión del mundo. La gran mayoría de estos objetos no ha sido nunca antes mostrada al público.
A través de esta sobrecogedora selección de objetos, cedidos por más de una veintena de instituciones y museos internacionales, la exposición Auschwitz retrata la compleja realidad del infausto campo, símbolo universal del horror nazi, y el universo de víctimas y verdugos, con una clara intención: esclarecer cómo un lugar así pudo llegar a existir y ahondar en el modo en que su existencia afecta aún hoy a nuestra visión del mundo. La gran mayoría de estos objetos no ha sido nunca antes mostrada al público.
Coleccionistas privados
La creación de la exposición itinerante Auschwitz ha sido posible gracias a la colaboración inestimable del Museo Estatal de Auschwitz Birkenau, coproductor de la muestra junto a Musealia, y otras 20 entidades internacionales y coleccionistas privados que han cedido parte de sus colecciones personales para su exposición en un limitado número de capitales mundiales.
La creación de la exposición itinerante Auschwitz ha sido posible gracias a la colaboración inestimable del Museo Estatal de Auschwitz Birkenau, coproductor de la muestra junto a Musealia, y otras 20 entidades internacionales y coleccionistas privados que han cedido parte de sus colecciones personales para su exposición en un limitado número de capitales mundiales.
Los campos de
concentración nazis comenzaron a construirse en Alemania en 1933.
A partir de entonces estos se convirtieron en el destino forzoso de los
oponentes al régimen hitleriano, judíos y todas aquellas
personas consideradas por los soldados nazis como “elementos indeseables”
(por motivos tan dispares como escuchar
una emisora de radio prohibidao ser comunista), primero poco a poco y
después, de manera cada vez más frecuente.
Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Alemania empezó a instalar esos campos en sus territorios ocupados a lo largo y ancho de Europa y, a su vez, ordenó la deportación a estos campos de prisioneros provenientes de otros territorios.
Un lugar siniestro
Auschwitz fue el más letal (1.1 millones de asesinados) de entre los miles de campos creados y operados por la Alemania nazi y sus colaboradores. Además, este complejo de campos fue el de mayores dimensiones, albergando en un territorio de 40 km cuadrados de zona de interés los 3 elementos principales del sistema de campos nazi (estos suponían solo una parte del campo). Además, otros cerca de 50 subcampos y comandos externos donde se explotaba a los prisioneros como esclavos se construyeron entre 1942 y 1944 en las inmediaciones de Auschwitz.
La capacidad de cremación de los crematorios en Birkenau superaba las 4000 personas diarias, como
atestiguan los archivos de la compañía Topf and Soehne. El método de asesinato
en las cámaras de gas era la liberación de un gas contenido en el pesticida Zyklon
B. En los períodos más frenéticos del campo, acaecidos
durante la primavera de 1944, esta cifra llegó a superar las 10000 personas
diarias.
Su ubicación a unos 60 km del
oeste de Cracovia, en una zona rodeada de un paisaje de foresta y pantanos y en
un punto clave de las vías de comunicación terrestres no fue, en absoluto,
casual. Ningún detalle de la maquinaria de exterminio nazi lo era.
900.000 gaseados y quemados
De los 1.3 millones de personas deportadas a Auschwitz por el régimen nazi de Hitler, apenas se registró e internó en el campo a 400.000. Los 900.000 prisioneros restantes fueron gaseados y quemados en los hornos crematorios del campo en un plazo de apenas unas horas desde su llegada en tren.
De los 1.3 millones de personas deportadas a Auschwitz por el régimen nazi de Hitler, apenas se registró e internó en el campo a 400.000. Los 900.000 prisioneros restantes fueron gaseados y quemados en los hornos crematorios del campo en un plazo de apenas unas horas desde su llegada en tren.
Aún así, superar esa primera
criba de la SS no aseguraba, en absoluto, la supervivencia. El proceso de asesinato sistemático estaba
industrializado y tan orientado a lograr la máxima eficiencia,
que una vez dentro del campo, las extremas condiciones de vida de los
prisioneros hacían que la esperanza de vida media no superara las pocas
semanas.
Hambre y muerte por extenuación
De las personas que fueron internadas en Auschwitz más del 50 % falleció a causa del hambre, el trabajo extenuante, las ejecuciones, torturas y castigos de distinto tipo, enfermedad y epidemias, experimentación pseudo-científica y las duras condiciones del día a día en el campo. Asimismo, cuando los alemanes se vieron acorralados por el ejército soviético, que liberó el campo, transportaron a casi todos los restantes prisioneros a otros campos, en lo que se conoció como las marchas de la muerte.
De las personas que fueron internadas en Auschwitz más del 50 % falleció a causa del hambre, el trabajo extenuante, las ejecuciones, torturas y castigos de distinto tipo, enfermedad y epidemias, experimentación pseudo-científica y las duras condiciones del día a día en el campo. Asimismo, cuando los alemanes se vieron acorralados por el ejército soviético, que liberó el campo, transportaron a casi todos los restantes prisioneros a otros campos, en lo que se conoció como las marchas de la muerte.
Gran parte de ellos moriría
también como consecuencia del agotamiento, la inanición, el frío y los disparos
que los miembros de la SS efectuaban a aquellos sin fuerzas para continuar
caminando.
Desde ELPLURAL.COM recomendamos la visita a esta
exposición. Porque como reza la muestra este genocidio ocurrió "No hace
mucho, no muy lejos". Un exposición que reivindica el derecho a no olvidar
y la obligación que tenemos a que no se repita la historia.
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