La compleja realidad de la Mutilación Genital Femenina
ElHuffPost
27/02/2018
La Mutilación Genital Femenina (MGF)
es una realidad dolorosa y compleja. También en suelo europeo. También tiene
consecuencias en España. La Mutilación Genital Femenina es un hecho que resulta
difícil abordar, tiene muchas aristas, presenta resistencias culturales y está
inserto en las más profundas raíces del machismo.
La Mutilación Genital Femenina
representa, en muchas etnias, un ritual de paso y, por tanto, no se percibe por
parte de los padres y madres como algo negativo, sino más bien como todo lo contrario:
como un hecho sociocultural necesario para seguir formando parte clave de la
sociedad. Esta es la realidad en una buena parte de los casos. Y es
precisamente esta realidad la que convierte en profundamente complejo el hecho
de la MGF; la consideración positiva de este hecho por parte de los padres de
las menores hace que el abordaje de la Mutilación Genital Femenina tenga
necesariamente que contener un componente sociológico y cultural no solo
imprescindible, sino más bien inevitable.
En el abordaje y prevención de la
Mutilación Genital Femenina es más importante conocer la etnia de procedencia
de las menores que simplemente el país de origen
En España, y en los países
occidentales en general, a las menores no se les practica la Mutilación Genital
Femenina. Es cuando viajan a sus países de origen cuando se producen la mayoría
de las veces dichas mutilaciones. Un componente importante a destacar es la
etnia de procedencia de estas menores; dentro del mismo país conviven distintas
etnias, en algunas está establecida la MGF y en otras no. Es por esto que en el
abordaje de la Mutilación Genital Femenina y en su prevención es más importante
conocer la etnia de procedencia de las menores que simplemente el país de
origen. Es la etnia la que nos indica el riesgo real que recae sobre estas
menores.
Es por esto
que el riesgo real se evidencia en los viajes a sus países de origen, en las
verbalizaciones de los padres de una postura favorable a la MGF y también por
el desconocimiento de las complicaciones de la MFG para la salud biopsicosocial
de las mujeres y niñas (NANDA 2018-2021). Estos hechos, y la importancia de la etnia
de procedencia, nos dan un margen amplio para la prevención de la MGF.
Aunque no
hay cifras exactas, se estima que hay unas 200 millones de mujeres y niñas mutiladas en el mundo. Por
fortuna hay ya muchos países de África en los que sus ciudadanos apuestan por
la finalización de esta práctica, como Togo, Kenia o Tanzania. En cambio, en
Occidente, deberíamos tomarnos más en serio la prevención de esta realidad
machista y violenta que es la Mutilación Genital Femenina, sin perder nunca de
vista que en muchos de los casos las madres y los padres de estas niñas no
perciben este hecho como algo negativo, y por tanto, es también en ellos donde
debemos hacer un ejercicio de comprensión e intervención, además de en la
población infantojuvenil.
Necesitamos implicarnos en los
países de origen, entender sus procesos y cambiarlos desde su propia
idiosincrasia
Es cierto que tendemos a percibir
los problemas que ocurren en África como algo ajeno, extraño. Y también es
cierto que tendemos a ofrecer soluciones occidentales a problemas que no lo
son. Es por esto que me preocupa que no sepamos abordar diligentemente este
complejo tema, y que queramos solucionarlo desde una óptica colonial, obviando
así los complejos procesos culturales que se han producido en las sociedades
que han llegado a la práctica de la MGF.
Es para todos claro que la MGF es un
hecho violento y machista a perseguir y a condenar; pero también debería ser
para todos claro que con esta óptica no es suficiente para erradicar de un modo
efectivo y cierto la MGF. Necesitamos implicarnos en los países de origen,
entender sus procesos y cambiarlos desde su propia idiosincrasia. Todo lo que
sea alejarnos de esta vía e intentar obviar la cultura de los países del cuerno
de África nos hará estar vanidosamente orgullosos de nuestras soluciones y nada
más, pero la realidad seguirá, tozuda como siempre, imponiéndose. La realidad
seguirá siendo la misma en el cuerno de África aunque prefiramos no verla.
Gracias a la Asociación DEMUSA
y al Dr. Ismael Jiménez Ruiz por ampliarme la visión en el complejo tema de la
Mutilación Genital Femenina. Gracias por vuestro incansable trabajo de
concienciación y sensibilización.
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