El Blog de Lilih Blue
Historias
de amor, sexo y otros delirios
Manual de
masturbación para primerizas
DUQUESA DOSLABIOS 11 DE ABRIL DE 2018
El otro día una de mis amigas,
(entre copas, también hay que decirlo) me confesó que nunca había tenido un orgasmo.
“¿Es grave?” Me preguntó sabiendo que el sexo
es uno de los temas con los que más familiarizada estoy gracias a este espacio.
A ver, que pasados los 25 años nunca hayas
tenido un orgasmo no es grave como tal.
Grave es que te diagnostiquen una enfermedad, pero no el hecho de no haber alcanzado
nunca el clímax.
Curiosidad, deseo sexual y relaciones
sexuales precedentes placenteras tenía y había tenido, por lo que quedaban descartadas muchas alteraciones.
Cuando me preguntó que si me masturbaba o
no y que cómo lo hacía, entendí que podía ser un
simple problema de “no saber por dónde empezar“.
No todas
tenemos el mismo desarrollo sexual,
las hay que empezamos a frotarnos inocentemente contra cojines a edades muy
tempranas y las que pasados los 40 descubren que el cepillo de dientes se puede
utilizar en más sitios además que en la boca.
El camino es diferente para cada una de
nosotras, pero el punto de partida
siempre es el mismo: el clítoris. Lo reconocerás porque es el lugar donde
sientes un cosquilleo cuando estás viendo una película y Zac Efron se quita la
camiseta.
Esa zona, debidamente estimulada, nos
permite alcanzar el pico del placer, el orgasmo. Y para ello no necesitamos
vibradores, juguetes alternativos o cosas ajenas, necesitamos un dedo
(normalmente el índice de la mano que se use para escribir, ya que tenemos más
soltura con él) y un movimiento,
como definirían en el colegio, circular
uniforme.
Un estímulo circular o de izquierda a
derecha hará que al cabo de un tiempo empecemos a notar cierta sensación de
presión (siempre placentera). La clave es continuar
hasta que toda esa presión se libere en forma de un espectacular
orgasmo.
Obviamente, ayudas como un dedo o dos
introducidos en la vagina de la otra mano, estímulos
visuales (pornografía, la parte tórrida del libro que estás leyendo) o
una persona jugando con tus pezones o mordisqueando zonas sensibles como el
cuello harán que lo alcances mucho antes.
Liberar la mente, conocer el cuerpo y
entender que la sexualidad es una cosa
normal del ser humano y, ante todo, disfrutar, conseguirán que vivamos
la experiencia con plenitud (y podamos repetirla después acompañadas y con
conocimiento de causa).
Duquesa Doslabios.
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