06/05/2018
La carta de tres juezas a la víctima de 'La Manada': "Gracias por tu
valentía, coraje y honestidad"
Tres
magistradas de Barcelona, Bilbao y Lugo defienden que el tribunal creyó a la
joven, pero creen que fue violación y no abuso.
·
Redacción
ElHufPost
·
La web Viento Sur ha publicado este
domingo la carta de tres juezas de Barcelona, Bilbao y Lugo dedicada a la
víctima de La Manada.
En ella, las tres
magistradas, Dalia Dopazo, Nekane San Miguel y Angels Vivas, defienden que el
tribunal que juzgó este terrible suceso sí creyeron la versión de la víctima,
pero no comparten que sentenciaran que se trató de un simple abuso, ya que
creen que fue una violación.
Este es el contenido
íntegro de la misiva, que concluyen agradeciendo a la joven su "valentía,
coraje y honestidad" durante el juicio.
Empezamos pidiéndote disculpas por el atrevimiento de
pensar que, habiéndose dicho tantas cosas sobre la sentencia que conocimos el
pasado jueves, 26 de abril, podemos aportar algo aún. Disculpas por sentir la
necesidad de contar nuestra lectura de la sentencia.
La reacción de la
gente ha incomodado a una buena parte de quienes cada día hemos de sentenciar,
pero es a partir de esa reacción de las mujeres y de los movimientos
feministas, desde donde debemos analizar con sosiego si hemos de cambiar este
sistema penal androcéntrico y con graves sesgos sexistas, y sobre todo, qué es
lo que hemos de cambiar.
La sentencia
mayoritaria (la opinión de dos sobre tres) declara probados los hechos que
leemos y que han sido conocidos. Frente a ese relato ha habido indignación, y
hemos oído y leído los motivos de esa indignación.
Hemos escuchado
lo de Yo sí te creo, pero queremos decirte que, en nuestra opinión, el tribunal
(dos sobre tres) ha creído tu relato y lo ha declarado probado, con evidencia,
más allá de toda duda razonable. Si no te hubieran creído, es imposible
escribir lo que se dice en los hechos probados de la sentencia; tampoco diría
la sentencia que tu testimonio es coherente y digno (lo califica de este modo
en los fundamentos jurídicos). Los argumentos de las defensas cuestionando tu
persona y tu relato son rechazados por la sentencia con respeto y
consideración. Leemos cómo les has convencido con tus explicaciones, por qué te
han creído.
También se ha
dicho que la sentencia coloca a las mujeres en una grave situación de riesgo,
pero no leemos en ella nada que nos lleve a esa conclusión, porque la sentencia
analiza algo que vemos cada día, y que es que cada mujer reacciona de modo
distinto ante un ataque (cada persona es un mundo) y explica la sentencia que,
en ocasiones, quien se siente agredida responde resistiéndose; en otras,
tratando de ganar tiempo para eludir la agresión; y en otras, adoptando una
actitud pasiva y esperando que termine cuanto antes, y que ninguna de esas tres
reacciones implica consentimiento. Por eso en los argumentos de la mayoría (dos
sobre tres) se deja claro que en ningún momento consentiste, y también explica
la sentencia por qué resulta evidente que no querías que nadie (en este caso
los cinco acusados) te tratara como lo hicieron aquel día de San Fermín.
Dice la sentencia
que existió abuso y no violación. Aquí sí queremos pararnos para explicar
también nuestro punto de vista:
a) Quienes
firmamos esta carta hemos mantenido que las palabras son muy importantes; son
un método para comunicar ideas, emociones, deseos. Por medio de símbolos y
significados el lenguaje transforma la conciencia humana porque permite nuevas
formas de pensamiento y adquisición de conocimientos; los significados de las
palabras sufren un proceso de transformación. Va variando el significado que
damos a las palabras porque la relación entre la palabra y el pensamiento no es
solo un hecho, es básicamente, un proceso (del pensamiento a la palabra y de la
palabra al pensamiento).
b) Si se
describen unos hechos probados como los que hemos leído, es imposible que la
gente esté conforme con llamar abuso (al margen de la calificación
técnico-jurídica) a esos hechos. Para la mayoría de las personas, abusar es
usar mal o en exceso, pero usar, al fin y al cabo, y la palabra usar no la
refiere el diccionario para las personas, sino para las cosas (hacer servir una
cosa para algo).
c) Creemos que
mantener esa palabra (abuso) en el Código Penal para referirse a las relaciones
sexuales no consentidas, parte de la idea de que las mujeres seguimos siendo
objetos para servir al placer del hombre, y que solo si se exceden los hombres
en ese uso, se les castiga, pero solo si se exceden. Y esa idea que se adivina
bajo la palabra abuso es muy dolorosa para cualquier mujer, haya sido o no objeto
de abuso.
d) La gente ha
protestado porque han considerado que estamos ante una violación, y en esto sí
estamos de acuerdo. Desde un examen técnico, jurídico, violar (en el Código
Penal) es utilizar fuerza, violencia contra la persona violada, y/o intimidarla
para acceder sexualmente a ella. Intimidar a alguien es meterle miedo, y es
verdad que el miedo es muy subjetivo (unas personas lo tienen rápido y otras
no) pero en nuestro trabajo de juzgar debemos examinar qué datos objetivos,
probados, han resultado en el juicio. En tu caso, los datos objetivos
sustentan, refuerzan y asientan la idea, clara y que pocas explicaciones
merece, que en el portal de la calle... En lo que describiste (te han creído y
te creemos) cualquier persona sentiría miedo y ante el miedo, cada persona
reacciona de modo distinto y tú reaccionaste cómo pudiste en aquel momento. Y
esto no te hace culpable de nada, pese a que las defensas trataron de desplazar
la responsabilidad y la culpa a tu persona, como ocurre con frecuencia, cuando
nos recuerdan que somos nosotras las provocadoras de todo lo que nos hacen (no
nos pasa sin más). ¡¡¡Que no se te pase por la cabeza ni un ápice de culpa!!!
e) Nos gustaría
que no pensaras que después de lo que te han hecho vas a padecer secuelas de
por vida. No tiene por qué ser así. Ya lo dice la sentencia: ese día no se
acabó el mundo ni la vida para ti. Eres joven y valiente, y se nota que tienes
a tu alrededor gente que te ayuda y te quiere (se adivina esto) y seguirás
siendo una mujer alegre, que disfrutará del sexo y de la vida. Rechazamos (con
toda la energía de que somos capaces) el argumento de que: "como no hay
secuelas psíquicas, como sigue llevando fotos a Instagram, o a Facebook se lo
pasó en grande, consintió, no le ha pasado nada". Pese a quien pese y
aunque sí te violaron, podrás convivir con ese dolor, gestionarlo y que estos
hechos no arruinen tu futuro.
Dice la gente que
la violación les ha salido gratis: nueve años de cárcel no es ninguna tontería,
pero sí creemos que la pena debió ser mayor porque (ya lo hemos dicho) debió
calificarse y castigarse como violación. Además, en la sentencia se declaran
probados otros hechos, otros ingredientes que hacen más grave el delito, y por
ello, la respuesta del sistema penal debió ser más elevada.
La sentencia, por
tres veces, explica que cuando uno de los acusados te quitó el móvil no era con
la intención de robarte, sino de dejarte desamparada, sin que pudieras pedir
ayuda, para que tardaras en reaccionar, para humillarte aún más..., y eso no es
un robo; eso es mucho más grave, mucho más indigno..., al igual que el hecho de
que grabasen en vídeo y difundieran la violación, pero principios procesales
impidieron al tribunal ir más allá.
No queremos
terminar estas líneas sin estas últimas reflexiones:
a) No vamos a
comentar el voto particular; todo acto de juzgar tiene una carga de
subjetividad, y sabemos que cuando escribimos una sentencia nos retratamos.
Dicho esto, llama la atención el modo en que el discrepante de la mayoría (en
su voto), disecciona, desmenuza tus varios relatos. Nos parece una idea
particular sobre el comportamiento de la memoria humana, del relato, de la
palabra de una joven de dieciocho ó veinte años, de vuestros modos de contar
las cosas..., de explicaros...Y quizás no dar importancia a lo que nos aporta
la psicología forense experimental, y a todos los condicionantes que influyen
en el relato de cualquier ser humano.
b) Cuando
utilizamos el lenguaje, el mínimo respeto lleva a que tengamos en cuenta las
características lingüísticas de las personas a las que va dirigido. El respeto
a los derechos básicos de todas las personas a las que destinamos nuestras
resoluciones exige que escribamos en un lenguaje claro, igualitario, inclusivo,
no sexista, respetuoso, gramatical y sintácticamente correcto y que la
redacción sea eficaz. Son muchos los efectos que tiene nuestro modo habitual de
redactar: uno de ellos es que, llenar folios y más folios en ese lenguaje, hace
que no te reconozcas (puede parecer que no es tu asunto).
Terminamos dándote
las gracias por tu valentía, por tu coraje y por la honestidad que transmite la
sentencia sobre tu modo de proceder en este juicio. Estamos seguras de que ha
tenido que ser duro, muy duro estar en el centro de esta vorágine, y resistir
como lo has hecho (también es algo que adivinamos) porque suponemos que, en más
de una ocasión, durante estos largos meses, habrás pensado si no hubiera sido
mejor para ti el haberte ido de Pamplona cuando llegó tu madre a recogerte, y
no pasar por el Juzgado, pese a que las dos fuisteis conscientes de lo que te
habían hecho unos hombres que piensan y tratan a las mujeres como mero objeto.
Un abrazo
Dalila Dopazo, Magistrada en Lugo
Nekane San Miguel, Magistrada en Bilbao
Angels Vivas, Magistrada en Barcelona
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