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martes, 11 de julio de 2023

 


Feijóo enfanga con mentiras el único debate electoral





    • El candidato del PP entierra en

    • falsedades el cara a cara frente a

    • Pedro Sánchez, un debate donde

    • se habló más de ETA que de la

    • educación, la dependencia o la

    • Sanidad



ElDiario.es

Ignacio Escolar


11-7-23




Feijóo tenía un plan. ¿Su objetivo? Embarrar el único debate –no ha habido más porque el candidato del PP se negó– y evitar de ese modo cualquier tipo de contraste de ideas que le pudiera perjudicar. Frenar la remontada de la izquierda, aunque fuera con patadas al tobillo. Evitar el más mínimo desgaste electoral, en un momento en el que el Partido Popular lidera las encuestas, pero con menos holgura de la que la derecha desearía. 

Un debate, por otra parte, para olvidar. Donde se ha hablado más de ETA que de la crisis climática, de la sanidad o la educación. Que empezó siendo muy duro y después no mejoró.

Para un ciudadano poco informado, el plan de Feijóo probablemente funcionó. Porque para alguien que no tuviera el contexto o los datos, la impresión que ha dado el líder del PP ha sido la de un político más seguro, más sólido, más contundente que su rival. Un líder al que se ha visto menos nervioso que al presidente al que quiere echar, que no supo defenderse en el barro. Otra cosa es el fondo: lo que ha dicho Feijóo y su compleja relación con la verdad.

Alberto Núñez Feijóo: “Teníamos un pacto de Estado (contra la violencia de género). Lo habíamos firmado todos, todos salvo Podemos”.

Falso. Es justo al revés. El único partido que no está en ese pacto de Estado es Vox, no Podemos. Algo fácil de imaginar, teniendo en cuenta que Vox niega siquiera que exista la violencia machista y hasta se sale del minuto de silencio cada vez que matan a una mujer.

Feijóo: “El PP ha votado a favor del incremento de las pensiones por el IPC”.

Falso. Votó en contra.

Feijóo a Sánchez: “¿Qué ha pasado con el Pegasus? ¿Con el móvil? ¿Qué información tienen de usted? (...) Hoy el juez ha archivado el caso por falta de colaboración de usted”.

Falso. El juez ha cerrado la investigación, y cito textualmente, por la absoluta falta de colaboración de Israel”

Feijóo: “Entre el año 2018 y 2019 fueron calificadas más de 2.500 viviendas protegidas en Galicia”.

Falso. Fueron apenas una decena. Y en los últimos diez años de Feijóo al frente de la Xunta, apenas 300 en total.

Feijóo: “España es el último país en recuperar el PIB prepandemia con la República Checa”.

Falso. Alemania está hoy por debajo del PIB de antes de la pandemia, y España no. Y en el primer trimestre, España tuvo un crecimiento interanual del 4,2%: cuatro veces más que la media de la UE. Mientras Alemania está en recesión. 

Feijóo: “La excepción ibérica no la voy a derogar yo, la va a derogar la Unión Europea”. 

Falso. La Unión Europea ha ampliado este mecanismo hasta el 31 de diciembre de 2023 –un año menos de lo que pedía España–, pero Bruselas en ningún caso ha planteado derogar este medida, que ya ha supuesto un ahorro de 5.000 millones de euros para los consumidores españoles. 

Feijóo: “Soy el presidente de una comunidad autónoma que menos ha incrementado la deuda de toda España”.

Falso. Feijóo llegó a la Xunta con una deuda del 6,8% del PIB –3.594 millones– y la dejó en el 18,5% –11.175 millones de euros–. En comparación con las demás , Galicia tiene más deuda que una decena de comunidades autónomas. Y solo hay 17 autonomías.

Feijóo: “No se puede gobernar perdiendo”.

Falso. En un sistema parlamentario –como el español– gobierna el que más apoyos consigue, no la lista más votada. Por eso en 2019 Ayuso gobernó en Madrid perdiendo frente a Ángel Gabilondo, o Juanma Moreno gobernó en su primera legislatura en Andalucía perdiendo frente a Susana Díaz. O José Luis Martínez Almeida en la ciudad de Madrid, perdiendo en 2019 frente a Manuela Carmena.

Feijóo: “Nosotros no gobernaremos perdiendo”.

Falso. María Guardiola gobernará perdiendo. Y el PP gobierna con Vox en decenas de ayuntamientos en toda España –como Burgos, como Elche, como Valladolid– donde tampoco ganó las elecciones.

Este martes comienza el debate de investidura en Canarias. Donde gobernará Fernando Clavijo (Coalición Canaria) con el apoyo del PP, frente al candidato más votado, que fue Ángel Victor Torres, del PSOE. 

Feijóo: “Usted era consejero de una caja y la quebró. También quebró usted Caja Madrid”.

Falso. Y de todas las mentiras con las que Feijóo ha embarrado el debate electoral está, probablemente, ha sido la más obscena. Y la más tóxica. Porque todo bulo se basa siempre en medio gramo de verdad.

Pedro Sánchez nunca estuvo en el Consejo de Administración de Caja Madrid. Nunca. Formó parte de la Asamblea General durante su época como concejal del Ayuntamiento de Madrid, un órgano con 323 miembros donde estaban representados todos los municipios de la región, también la capital. Allí los vocales del PSOE pintaban aún menos que un diputado de la oposición en el parlamento de la Comunidad de Madrid, donde Ayuso tiene la mayoría absoluta.

Quien lideró Caja Madrid durante las dos décadas que condujeron a su quiebra fue, en solitario, el Partido Popular. Primero Miguel Blesa, el amigo de Aznar. Después Rodrigo Rato, el vicepresidente de Aznar.

El colapso de Bankia –donde Caja Madrid se fusionó con varias de las cajas controladas por el PP– ha acabado costando a los españoles más de 25.000 millones de euros.


Feijóo: “Un consejero de Caja Madrid dándole lecciones al presidente de la Xunta sobre el problema financiero de las cajas de ahorro. Es el mundo al revés”.

El candidato del PP también tuvo un papel muy relevante en la gestión de las cajas gallegas como presidente de la Xunta, es cierto. Pero con un resultado que no fue para presumir. Feijóo lideró su fusión en una sola entidad, argumentando que así sería más solvente. La Xunta incluso pagó un millón de euros a la consultora KPMG por un informe que defendía esta fusión como la mejor opción. El resultado fue justo al revés: la caja fusionada, NovaCaixaGalicia, acabó quebrada. Aquel pufo costó a los españoles más de 9.000 millones de euros, de los que solo se recuperaron 1.000. Y un auto de la Audiencia Nacional señaló a la Xunta como responsable de esta quiebra, por su empeño en incluir a Caixa Galicia en la fusión.

Se ha hablado mucho de la famosa foto de Feijóo con el narco Marcial Dorado. No es el único delincuente condenado con el que se retrató.





En esta foto, de 2010, el hoy líder del PP posa junto a los principales directivos de las cajas gallegas, en el apretón de manos con el que que celebró esta ruinosa fusión. De izquierda a derecha, son José Luis Méndez (Caixa Galicia), Julio Fernández Gayoso (Caixanova), Alberto Núñez Feijóo (presidente de la Xunta de Galicia), Mauro Varela (Caixa Galicia) y José Luis Pego (Caixanova).

El segundo y el quinto acabaron en la cárcel: Gayoso y Pego. Por apropiación indebida. Según la sentencia, estos y otros directivos llevaron a cabo “inequívocos actos apropiatorios con fines de lucro privado” y no “meros excesos o abusos”. Gayoso, por ejemplo, se autoadjudicó una indemnización de siete millones de euros.

El primero, José Luis Méndez, el factótum de Caixa Galicia, se salvó de este proceso penal por poco: su caja estaba tan mal que le echaron desde el Banco de España justo cuando se cerró la fusión. Se libró justó a tiempo. Tuvo la suerte de cumplir 65 años en ese momento y se fue con una indemnización de 18 millones por jubilación.

El cuarto, el sucesor de Méndez, Mauro Varela, tuvo que dimitir tras decir que los clientes que compraron preferentes sabían lo que hacían. Hasta que fue nombrado en 2001 presidente de Caixa Galicia –la caja que quebró–, Mauro Varela no había tenido más mínima experiencia ni formación en el sector financiero. ¿Su currículum para este puesto? Haber sido diputado del PP.

Todos recibieron sueldos e indemnizaciones millonarias mientras se les rescataba con dinero público. Ni siquiera los directivos que fueron condenados devolvieron todo el dinero que se llevaron de las cajas que quebraron. José Luis Pego, por ejemplo, se quedó con un fondo de pensiones de 10,8 millones de euros. Solo cumplió nueve meses de prisión.

En cuanto a Feijóo –el quinto Beatle de la quiebra de las cajas gallegas– pues ya imaginan lo qué ocurrió. Nunca pidió perdón a los gallegos por aquella ruinosa operación. Verle ahora culpar a Sánchez de la quiebra de las cajas es el mejor resumen de este terrible debate electoral. Un ejercicio de cinismo muy difícil de superar.



Mejor el Criminalíssimo por la Gracia de Dios que mató a muchos mas cientos de miles y seguramente esta en el cielo. Pedirle que vote por correo celeste.


 La ETA nació por la dictadura, y Franco durante la transición mató más gente que la ETA. Si alguien dijese homenajear a la ETA, como los fascistas lo hacen con Franco, serían catalogados como terroristas. Solo existen sus víctimas, todo lo demás es apología del terrorismo y violencia. De lo único que podía presumir Franco es de que tenía mucha suerte y mala leche. Como militar fue muy mediocre. No entró en el golpe de estado hasta el final, porque pensó que iba a triunfar y que si no lo apoyaba, se lo cepillaban. Llegó de Canarias a Marruecos, pero no tenía con qué pasar las tropas a la península. El destino acudió en su ayuda cuando un empresario alemán le cedió aviones. Una vez en la península pudo haber avanzado hacia Madrid y tomarla al mes de empezar la guerra, pero se fue hacia Toledo. Le costó muchísimo ocupar Valencia. No acertaba ninguna de las iniciativas que tomaba. Le vino de perillas que Mola y Sanjurjo subieran al cielo. Con todo el ejército bajo su mando le costó casi tres años ganar la guerra. Era un inútil. Regaló a los nazis todas las explotaciones mineras de España a cambio de su apoyo en la guerra, firmando además créditos por los que el país quedaba arruinado de por vida. Se habla mucho del oro de Moscú, pero lo que regaló a Alemania se lo callan. Tuvo suerte, como cuando murieron providencialmente los verdaderos generales que planificaron el golpe, uno de ellos le llamaba Paca la Culona por sus amanerados gestos, voz atiplada, escasa estatura y anchas caderas. Le vino de perillas que Alemania perdiera la guerra al eximirse de pagar la deuda contraída. Más tarde también la vendería al plan Marshall a cambio de ceder la soberanía militar española a los americanos. Pero en lo que destacó, fue en que era un traidor, felón, taimado, falso.. Traicionó a la República para salvar su propio pellejo y a sus propios compañeros del golpe de estado que milagrosamente subieron a los cielos por la vía rápida. Ninguno sobrevivió. Quien no murió en accidente, lo hizo en el destierro o el ostracismo, insisto, en extrañas circunstancias que nunca fueron investigadas. Instauró un partido único con carlistas y falangistas, y a las primeras de cambio traicionó a los falangistas llevándose por delante a Serrano Suñer. Luego traicionó al Alzamiento, que pretendía una democracia tutelada con el rey Borbón, imponiéndose a sí mismo por la gracia de Dios. También traicionó a sus compañeros carlistas, acomodando a un Borbón como sucesor. Y a pesar de llevarse por delante a media España, de robar a manos llenas, de colocar a sus familiares y amigos al frente del país (el cuñadísimo y el yernísimo), de ser un mediocre militar, un dictador de medio pelo y un traidor, un criminal superlativo, hay cretinos que adoran su persona y su legado. Porque si algo nos hace gracia es que haya necios que piensen que España era la súmmum en 1975. ¿Os imagináis una manifestación enalteciendo, aclamando al grupo terrorista que mató a gente de la diestra más conservadora de este país? Bajo ningún concepto. Serían detenidos y juzgados. Es lógico. ¿Os imagináis una manifestación (muchas) enalteciendo, aclamando la figura del asesino dictador Francisco Franco Caudillo de España por la Gracia de Dios? Todavía se siguen celebrando, como si tal cosa. Se ofician misas en su honor y miles de cadáveres continúan en fosas comunes a la espera de poder ser identificados; víctimas vilmente asesinadas después de acabada la guerra, concluyendo la limpieza del suelo patrio de rojos-judeo-masónicos, tal como los denominaba el régimen fascista de Franco y su nacionalcatolicismo en connivencia con la Santa Madre Iglesia. Alabado sea dios. 







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