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sábado, 1 de julio de 2023

 Una, Grande y Libre










 La ETA nació por la dictadura, y Franco durante la transición mató más gente que la ETA. Si alguien osase homenajear a la ETA, como los fascistas lo hacen con Franco, serían catalogados como terroristas. Solo existen sus víctimas, todo lo demás es apología del terrorismo y violencia. De lo único que podía presumir Franco es de que tenía mucha suerte y mala leche. Como militar fue muy mediocre. No entró en el golpe de estado hasta el final, porque pensó que iba a triunfar y que si no lo apoya, se lo cepillan. Llegó de Canarias a Marruecos, pero no tenía con qué pasar las tropas a la península. El destino acudió en su ayuda cuando un empresario alemán le cedió aviones. Una vez en la península pudo haber avanzado hacia Madrid y tomarla al mes de empezar la guerra, pero se fue hacia Toledo. Le costó muchísimo ocupar Valencia. No acertaba ninguna de las iniciativas que tomaba. Le vino de perillas que Mola y Sanjurjo subieran al cielo. Con todo el ejército bajo su mando le costó casi tres años ganar la guerra. Era un inútil. Regaló a los nazis todas las explotaciones mineras de España a cambio de su apoyo en la guerra, firmando además créditos por los que el país quedaba arruinado de por vida. Se habla mucho del oro de Moscú, pero lo que regaló a Alemania se lo callan. Tuvo suerte, como cuando murieron providencialmente los verdaderos generales que planificaron el golpe, uno de ellos le llamaba Paca la Culona por sus amanerados gestos, voz atiplada, escasa estatura y anchas caderas. Le vino de perillas que Alemania perdiera la guerra al eximirse de pagar la deuda contraída. Más tarde el tío Sam le dió el visto bueno con el plan Marshall a cambio de cederles la soberanía militar española. Pero en lo que destacó, fue en que era un traidor, felón, taimado, falso.. Traicionó a la República para salvar su propio pellejo y a sus propios compañeros del golpe de estado que milagrosamente subieron a los cielos por la vía rápida. Ninguno  sobrevivió. Quien no murió en accidente, lo hizo en el destierro o el ostracismo, insisto, en extrañas circunstancias que nunca fueron investigadas. Instauró un partido único con carlistas y falangistas, y a las primeras de cambio traicionó a los falangistas llevándose por delante a Serrano Suñer. Luego traicionó al Alzamiento, que pretendía una democracia tutelada con el rey Borbón, imponiéndose a sí mismo por la gracia de Dios. También traicionó a sus compañeros carlistas, acomodando a un Borbón como sucesor. Y a pesar de llevarse por delante a media España, de robar a manos llenas, de colocar a sus familiares y amigos al frente del país (el cuñadísimo y el yernísimo), de ser un mediocre militar, un dictador de medio pelo y un traidor, un criminal superlativo, hay cretinos que adoran su persona y su legado. Porque si algo nos hace gracia es que haya necios que piensen que España era la súmmum en 1975. ¿Os imagináis una manifestación enalteciendo, aclamando al grupo terrorista que mató a gente de la diestra más conservadora de este país? Bajo ningún concepto. Serían detenidos y juzgados. Es lógico. ¿Os imagináis una manifestación (muchas) enalteciendo, aclamando la figura del asesino dictador Francisco Franco Caudillo, Generalísimo, Criminalísimo de España por la Gracia de Dios? Todavía se siguen celebrando, como si tal cosa. Se ofician misas en su honor y miles de cadáveres continúan en fosas comunes a la espera de poder ser identificados; víctimas vilmente asesinadas después de acabada la guerra, concluyendo la limpieza del suelo patrio de rojo judeo masónicos, tal como los denominaba el régimen fascista de Franco y su nacionalcatolicismo en connivencia con la Santa Madre Iglesia que también le bendijo con su beneplácito “Nihil obstat”. Alabado sea dios. 

 “Si es necesario mataré a un millón de españoles”, dijo Franco.

¡Mi hijo es imbécil...un tonto. Ese Caudillo es un cabrón y un chulo. ¡Si lo sabré yo que soy su padre!


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