Uno de los forenses que embalsamó a Franco da un dato que cambia la historia: el dictador no murió el 20 de noviembre
Antonio Piga asegura en una entrevista a El País que el generalísimo murió antes de esa fecha.
19-11-25
Este jueves, 20 de noviembre, se cumplen cincuenta años de la muerte de Francisco Franco. O no. Uno de los forenses que embalsamó su cuerpo después de morir ha arrojado en una entrevista para El País un dato que obligaría a cambiar los libros de historia.
Según Antonio Piga, el generalísimo habría fallecido un día antes de lo anunciado, el 19 de noviembre de 1975. Y lo explica así: el equipo de médicos forenses entró alrededor de las 23.30 de ese día en el Hospital de La Paz. “Cuando nosotros llegamos el caudillo llevaba muerto varias horas. Nos hicieron firmar un papel al final de la intervención y ahí sí que pusimos la hora exacta”, asegura.
Por tanto, pese a lo que se ha sostenido durante medio siglo, Franco murió a lo largo del día 19 de noviembre y se anunció horas después a través de aquella histórica interlocución de Carlos Arias Navarro. El primer medio, sin embargo, que publicó la muerte del dictador fue Europa Press en un teletipo para sus abonados enviado a las 04.58h. de la madrugada.
En la entrevista, Piga también da otros detalles muy interesantes alrededor de la muerte del dictador. Como que, por ejemplo, le obligaron a cargar durante un mes con dos maletas negras donde llevaba todo el material necesario para embalsamar el cuerpo. “Las guardé en el maletero de mi coche durante todo ese tiempo. Mi gran preocupación era que me robaran el coche con todo lo que había dentro”, cuenta. Este detalle deja constancia de que el régimen llevaba ya meses preparándose para la muerte del dictador.
Antonio también estuvo pendiente del cadáver de Franco los días en los que estuvo expuesto para que los ciudadanos pudieran despedirse de él. Un día, requirieron de sus servicios porque le salió una gota en la cara. "Los focos de la capilla ardiente estaban calentando el cadáver y, en combinación con el frío exterior, se produjo una evaporación y posterior condensación. Con un algodón retiré la gotita y no volvió a aparecer”, cuenta. Además, el forense se sorprendió por el cuerpo "anciano y desgastado" del dictador. "La muerte acaba equiparando a todo el mundo", reflexiona.
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