Alberto Rivera y su declarado amor por el Partido Popular

Rivera y su declarado amor por el PP

La democracia, para el presidente de Ciudadanos, no es un fin en sí misma, sino un simple medio para acceder al poder

José Antonio Pareja

ElPlural

23-4-16

Se acercan, parece que de una manera inevitable, unas nuevas elecciones y  ese hecho preocupa de manera distinta a los partidos políticos. Frente al estado de hibernación permanente de Rajoy, el resto de líderes no han dejado de posicionarse, las más de las veces con la única intención de salir lo más favorecidos posible en la fotografía. Ocurrencias ha habido muchas, pero ninguna como la última de Albert Rivera proponiendo un candidato de consenso, que no provenga de la política activa.

Triste es que desde el 20D nuestros políticos no hayan sido capaces de llegar a un acuerdo para formar gobierno, pero mucho más lo sería una solución que desoyera el resultado de las urnas, y colocara al frente del país a alguien ajeno a la voluntad de los ciudadanos. Una cosa es que ante la imposibilidad de un acuerdo, un líder se aparte para dejar paso a alguien de su partido que pueda tener más posibilidades de entendimiento con el resto; y otra muy diferente lo que propone Rivera, que no es más que subvertir lo que los españoles votamos el ya lejano mes de diciembre.

Esta propuesta dice mucho de lo que Rivera piensa sobre la democracia. Para el presidente de Ciudadanos no es un fin en sí misma, sino un simple medio para acceder al poder. Pensar que el país se puede dirigir sin ideología, es considerar que la política no tiene mas finalidad que hacer todo lo que se pueda para que las cosas cambien lo menos posible. Esa falta de finalidad política, explica lo indefinible de su partido, que permite la convivencia en sus filas de personajes que van desde la extrema derecha a la extrema nada.  

Pero no se dejen engañar, aunque Rivera presuma de falta de ideología, su empecinamiento durante estos meses en proponer que el PP fuera una pieza imprescindible de un posible gobierno, lo delata. Resulta poco menos que grotesco que tras hacer tanto hincapié durante la campaña electoral en su lucha contra la corrupción, considere ahora necesario que el partido político con más cargos procesados y en prisión de toda Europa, forme parte del gobierno que, en teoría, debe limpiar el país. Franco también tuvo su gobierno de presuntos apolíticos tecnócratas, algunos de ellos fueron fundadores de lo que ahora es el PP al que tantos guiños hace Rivera.

José Antonio Pareja es periodista