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miércoles, 20 de abril de 2016

Juan Carlos I, es cojonudo...¡coño!



19-4-16

Público

Luis Gonzalo Segura

He visto la luz. Pensé que jamás ocurriría, pero ha ocurrido. Así pues, he decido transmitir la buena nueva o nueva buena y que todos aquellos que no sean monárquicos se conviertan y gocen, como lo hago yo en estos momentos, de los placeres de adorar a Juan Carlos I y a Felipe VI. Porque si hay algo mejor en la vida que tener un rey es tener dos. Por supuesto, como alegan muchos periodistas y personalidades, no es el momento de discutir la figura de la Monarquía y, menos aún, teniendo en cuenta su inmaculada trayectoria. Aquí van unas cuantas razones para que las personas de poca fe se conviertan.

Papeles de Panamá (I)

Pocas situaciones pueden satisfacer más a un monárquico que comprobar que la hermana de Juan Carlos I, Pilar de Borbón, ha tenido una cuenta en Panamá y que las fechas de apertura y cancelación de la misma coinciden casualmente con las de ascenso al poder del rey emérito y su abdicación (con reunión de la junta una hora y media antes). No fue culpa de Pilar de Borbón, la pobre estaba tan atemorizada por ETA que para salvar su vida no tuvo más remedio que abrir una cuenta en un paraíso fiscal, lo que debe ser mejor que diez guardaespaldas. O doce.





Papeles de Panamá (II)

Corinna, la amiga entrañable del rey emérito, también tenía una cuenta en Panamá y otra en Malta (y en unos cuantos sitios más). El riesgo de esta pobre mujer debía ser mayor que el de Pilar de Borbón. La verdad, qué pena vivir en un país en el que no te quede más remedio que verte obligado a trasladar tu dinero a un paraíso fiscal. Pobre amiga del rey y pobre rey, ¡qué desdichada es la gente a su alrededor!




Comisiones de petróleo

Pocas cosas amamos tanto los monárquicos como ver envuelto al rey en denuncias por comisiones. Las mismas comisiones que si las recibiera un presidente de Gobierno supondrían un gran escándalo, su dimisión y la constitución de un delito, en el caso del rey es algo que a mí, personalmente, me dan ganas de llorar de alegría. Entre 1 y 2 dólares por barril denunció Roberto Centeno, catedrático de economía y exempleado de CAMPSA, que se embolsaba el rey. Y pensar que por miedo igual tuvo que llevar todo ese dinero a un paraíso fiscal o, tal vez, le pidió a algún conocido que lo hiciera. Bueno, seguro que no fue así, porque deben ser falsas esas acusaciones.








Golpe de Estado

Lo que sí es gratificante para cualquier demócrata es comprobar la opacidad que existe en cuanto al golpe de estado y la participación del rey en el mismo. Más aún, las presiones y su comportamiento antidemocrático con Adolfo Suárez. Cada vez que pienso en el comportamiento del rey entre julio de 1980 y el 23 de febrero de 1981 siento un gran respeto por sus valores democráticos. Sobre todo, cuando obligó a dimitir al presidente elegido por los ciudadanos junto a cuatro militares en una bronca propia del salvador de la democracia, con pistola de por medio. Episodio para el orgullo nacional.




GAL

Si alguno tiene dudas sobre la monarquía, nada mejor que saber que fue acusado de ser conocedor de los GAL, un grupo paramilitar que se dedicó a quitar la piel y las uñas y asesinar a sus propios ciudadanos. Sin duda alguna, una enorme muestra del Estado de Derecho y el respeto por los Derechos Humanos.






Manuel Prado y Colón de Carvajal

Otra satisfacción sin precedentes fue saber que el administrador privado del rey, durante más de 20 años, resultase condenado en varias ocasiones y por varios delitos (dos años por el caso Wardbase en el año 2004, un año de prisión por apropiación indebida por un desvío de dinero del Grupo Torras en 2007 y tres meses por apropiación indebida por el Grand Tibidado en 2008). Por no hablar de la cantidad de líos en los que anduvo involucrado o el indulto por razonas humanitarias.


Relación con las monarquías del Golfo Pérsico

A mí como amante de los Derechos Humanos me enorgullece enormemente que el rey emérito tenga tan buena relación con Arabia Saudí y el resto de monarquías del Golfo. Al fin y al cabo, decapitar a más de doscientas personas por delitos como homosexualidad o adulterio en los últimos catorce meses, bombardear Yemen asesinando a más de 6.000 civiles y ser acusados de financiar al Estado Islámico las convierten en una más que saludable amistad. Es indescriptible la alegría que siento al saber que Felipe VI pretende continuar con la amistad de países tan civilizados, democráticos y respetuosos con los Derechos Humanos.




Una hija y un yerno imputados (o investigados)

Aquí tengo que solidarizarme con el rey emérito porque lo que está pasando su hija es de una injusticia tremenda. La pobre no sabía nada. Hasta 579 veces tuvo que repertir la Infanta “no lo sé” y “no me acuerdo”. ¿No era suficiente con una?… Me parece una tortura inaceptable. La verdad es que no nos merecemos la Familia Real que tenemos y la paciencia de la que siempre hacen gala.




Fortuna injustificable

Otro de los motivos para sentirse orgulloso del rey es comprobar su capacidad para multiplicar el dinero. Más de 1.800 millones de euros de fortuna le avalan. Una fiera de las finanzas, sin duda, que ha dirigido nuestro país de forma impecable.




Venta de armas

Nada mejor para el sentimiento patriótico que ser conocedor de las buenas relaciones que mantiene el rey emérito con conocidos comerciantes de armas, como es el caso de El Assir. Por no hablar de las denuncias de diferentes organizaciones sobre la participación del rey en la venta de armas o su intermediación directa. Vender armas a Arabia Saudí, dado el genocidio que están cometiendo y las denuncias sobre su relación con el Estado Islámico, es una magnífica idea. ¡Eso es promocionar la marca España!




Gao Ping

Desconocemos por el momento las excusas de las tres primas del rey para participar en blanqueo de dinero y terminar siendo imputadas. Tal vez estaban atemorizadas también por ETA y lo hicieron para salvaguardar su salud. La familia del rey, como vemos, siempre relacionándose con lo más selecto de este país.




Connivencia con Franco y el franquismo

La connivencia del rey con el franquismo es uno de los episodios más entrañables de nuestra historia reciente. Es innegable que fue el rey, Juan Carlos I, nuestro gran salvador, el que hizo el sacrificio de participar tantos años de la bondad y sabiduría de Francisco Franco. Un sacrificio que difícilmente olvidaremos, salvo algunos desagradecidos.





El padre del rey, una fortuna en otro paraíso fiscal

Juan, el padre del rey, dejó una fortuna en Suiza que fue repartida entre sus hijos. Un total de 728 millones de pesetas en tres cuentas en Suiza, paraíso fiscal, fueron repartidos entre Juan Carlos, Margarita y Pilar. La Casa Real jamás documentó las justificaciones que ofreció ni el caso fue investigado. Cosas del amor paterno.




La cuenta Soleado y la Gürtel

Tal y como se relata hoy en Público, “Javier de la Rosa confesó al pequeño Nicolás, cuando éste se hacía pasar por alto cargo, que había un depósito de 300 millones del rey Juan Carlos I en la cuenta Soleado”. La cuenta Soleado está vinculada, ni más ni menos, que con la mismísima trama de corrupción Gürtel.

Rumores varios: denuncias de paternidad, muerte accidental de Sandra, muerte desafortunada de su hermano, Corinna, Bárbara Rey, los elefantes…

El rey, que es conocedor de los gustos de la plebe por la telebasuraha tenido a bien sacrificarse por todos nosotros y nos ha dejado una serie de episodios oscuros que han terminado por rellenar el tiempo con rumores de lo más jugosos. Desde el tiro con el que mató a su hermano, del que existen versiones diferentes, pasando por denuncias de paternidad, la muerte accidental de una amiga del rey (Sandra Mozarowski) casualmente embarazada, las comisiones de Corinna y su vinculación con los servicios secretos, un supuesto chantaje de Bárbara Rey, el gusto por los elefantes, la jubilación dorada en los ambientes más selectos del mundo… Todas ellas son habladurías de lo más exquisitas y dignas del mejor de los reinados.




Podríamos seguir, pero creo que en esta página hay motivos más que suficientes para convertir a los excéntricos y desagradecidos republicanos en monárquicos y reafirmar, todavía más, a los monárquicos en sus convicciones. Y si no, que piensen en el compi-yogui

 Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra.


 

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