Público
20-4-16
Vicenç
Navarro
Autor del libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante, Anagrama, 2015
Autor del libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante, Anagrama, 2015
Como era de esperar, las noticias
generadas por la publicación de los papeles de Panamá están creando un gran
revuelo. Y puesto que hay 11,5 millones de documentos que han sido hechos
públicos que antes eran confidenciales, hay mucho tema y más noticias para
publicar sobre tales papeles. Ahora bien, es sorprendente que elementos clave
ya conocidos, de gran significado político, apenas se conozcan o se ignoren
completamente (ver mi artículo “Lo que no se dice ni se dirá de los papeles de
Panamá”, Público, 11.04.16). Por ejemplo, ¿quién es y quiénes son los
fundadores de la firma de abogados Mossack Fonseca, que mantenía toda esta
información? Es curioso que apenas se haya analizado este hecho. Emile
Schepers, de la revista World News, que goza de gran credibilidad, ha
publicado un artículo de gran interés, “Panama Papers and Latin America: The
elephant in the room” (11.04.16), que detalla datos que son de una enorme
importancia y que no he leído en los mayores medios de información españoles.
Veamos en primer lugar los datos.
Un miembro fundador de la firma de
abogados Mossack Fonseca es el Sr. Jürgen Mossack, el cual es hijo de un
miembro de las enormemente represivas SS del Partido Nazi alemán, que tras
escapar de Alemania al terminar la II Guerra Mundial se fue a Panamá, y allí se
estableció. El hijo es miembro prominente del partido de la derecha panameña,
el Partido Panameñista, muy activo en el establishment
económico-político-mediático de aquel país, con conocidas conexiones con la
derecha y la ultraderecha latinoamericana. El presidente de este partido ha
sido hasta hace muy poco el partner del Sr. Mossack en la firma de abogados, el
Sr. Ramón Fonseca Mora.
.El centro de ocultación de la financiación de las derechas y ultraderechas latinoamericanas
.El centro de ocultación de la financiación de las derechas y ultraderechas latinoamericanas
De ahí que gran parte de los
negocios de tal firma incluyan el ser depositaria de grandes fondos ocultados,
procedentes y de propiedad de instituciones y de personajes prominentes de la
derecha y ultraderecha latinoamericana, que incluye políticos y/o gobiernos de
sensibilidad conservadora y liberal (que constituyen los grandes ejes de la
gran derecha latinoamericana). Según Schepers, dicha lista incluye hoy a los
políticos más prominentes de esta derecha, desde el hoy presidente argentino,
el Sr. Mauricio Macri, hasta la familia Fujimori de Perú, pasando por el
presidente Enrique Peña Nieto, de México (del PRI), y el presidente de la
Cámara Baja brasileña, el congresista Eduardo Cunha, miembro del Partido del
Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) que hoy ha roto su alianza con el
Partido de los Trabajadores que gobierna Brasil, a fin de facilitar el
impeachment de la presidenta del país. De nuevo, segúun el artículo del Sr.
Schepers, tal personaje, el Sr. Cunha, parece haber recibido alrededor de 5
millones de dólares de un consorcio de construcción portugués que intentaba
conseguir un contrato con la compañía petrolera pública Petrobas, hoy el
centro de un gran escándalo en Brasil.
Tratándose de las derechas y ultraderechas latinoamericanas, no podía faltar entre los que ocultaban dinero en la firma de abogados Mossack Fonseca, la institución que más ha participado en la promoción y defensa de tales grupos de América Latina: nada menos que la CIA del gobierno federal de EEUU. Según el autor del citado artículo, el origen de la firma Mossack Fonseca, así como otras compañías fantasmas panameñas, estaba relacionado con las actividades de la CIA. Por lo visto, tal firma de abogados era la base también de los fondos ocultos destinados por la CIA para desestabilizar a todos los gobiernos de izquierdas de América Latina, desde Cuba hasta Brasil, Bolivia, Argentina, Perú, Nicaragua, El Salvador y una larga lista.
La doble moral de los grandes medios
de información
La CIA, fundada en 1947, ha tenido
un presupuesto que se ha mantenido secreto, no conocido ni por la población
estadounidense ni por el Congreso de EEUU. Se calcula que son alrededor de
52.000 millones de dólares, que incluyen la financiación, también secreta, de
actividades desestabilizadoras de los gobiernos que el gobierno federal de EEUU
(y, sobre todo, las grandes empresas financieras e industriales que ejercen una
excesiva influencia sobre tal gobierno) considera contrario a sus intereses.
Una de sus primeras acciones fue el golpe militar contra el presidente Jacobo
Arbenz de Guatemala en 1954. Entre los colaboradores de la CIA se encontraba el
dictador de Panamá, Manuel Noriega. Desde entonces, Panamá ha sido uno de los
focos financieros de la intervención desestabilizadora de esta agencia. Panamá
también ha sido, no solo un lugar donde esconder dinero, sino también donde
traficar con dinero escondido procedente del tráfico de armas y el comercio de
las drogas.
Supongo que el lector estará de
acuerdo en que de haberse descubierto que tal firma de abogados era una de las
sedes financieras establecidas por el gobierno cubano para desestabilizar los
gobiernos de derecha en América Latina, ello habría sido una noticia mayúscula,
apareciendo en la primera página de El País. Pues bien, no solo no ha
aparecido en la primera, sino tampoco en la última página de El País.
¿No le parece al lector esta situación más que preocupante para la salud de la
democracia española? En su lugar, la gran noticia que apareció en su día era la
supuesta financiación del Partido político Podemos por parte de Venezuela e
Irán, sin que se haya mostrado ni un ápice de evidencia sobre ello. Pero esto
nunca ha sido un hándicap para los grandes medios de información y persuasión
de este país, que continúan la distribución y promoción de tal acusación.
Mientras,
los mismos medios silencian y ocultan la documentada financiación (parte de la
cual está basada en Panamá) de la CIA a grupos opositores a los gobiernos de
izquierdas en América Latina, que están recurriendo a métodos antidemocráticos
en su intento por interrumpir el proceso democrático y que el Presidente Obama,
en su reciente visita a América Latina, tuvo la gran nobleza (impensable entre los
dirigentes del Estado español) de reconocer y excusarse de tales intervenciones
llevadas a cabo por muchos gobiernos estadounidenses para desestabilizar
gobiernos progresistas en aquel continente. En España, por el contrario, la
gran mayoría de medios de información están contribuyendo a crear una gran
hostilidad contra tales gobiernos. Los recientes casos de Argentina, Brasil y
Venezuela, entre otros, son clara muestra de su doble moral, que, a nivel
popular, se llama correctamente hipocresía.
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