Política, religión, actualidad, cine, opinión, sociedad, humor, cultura, fotogalerías.....corrupción, corruptores, justicia, robos, fraudes, atracos, preferentes, rescate bancario, hambre, paro, miseria, desahucios, hipocresía, la verdad, mentiras y mas mentiras...crisis, ricos, pobres, muy pobres, muy ricos, miseria, niños hambrientos, familias que no pueden llegar a fin de mes, trabajadores esclavos...Santa Pederastia, Sagrada Pedofilia....
Buscar este blog
viernes, 30 de septiembre de 2016
Felipe González y el tiro en la nuca
Público
Luis Gonzalo Segura
30-9-16
A pesar de
lo sucedido, todo parece continuar en el mismo lugar en el que se
encontraba, si acaso se percibe un poco más de algarabía callejera
por la emisión televisiva (por capítulos) del aquelarre socialista. La
fiesta, en la que hubo mucho macho cabrío, y mucha hembra también, terminó
por descubrir que el PSOE es un zoológico del infierno en el
que no han faltado ni bestias ni espectáculos: golpes de estado,
puñaladas, ruedas de prensa en mitad de la calle, órganos políticos que son
legítimos e ilegítimos, reconocidos y no reconocidos, irreconocibles…
Sé que muchos quieren creer que
Pedro Sánchez lucha por un gobierno progresista, pero me temo que pactaría
con Lucifer si con ello consiguiera ser presidente del Gobierno.
Puede que incluso lo hiciera solo por sobrevivir. Ante la duda, solo hay que
recordar su comportamiento durante los dos últimos años.
Más allá de las luchas de Pedro
Sánchez, que ahora se presenta como progresista porque es el único espacio que
le han dejado sus enemigos de partido, hubo una frase que debería haber
conmocionado al país y reducido a la nada todo lo demás. No lo hizo y ello
debería hacernos recapacitar.
Estaba claro que a tan diabólica
fiesta no podía faltar la bestia más satánica de todas, Felipe
González, que se despachaba con la siguiente declaración: “Nunca hemos tenido peores resultados en el País Vasco, ni a pesar de lo
que hicimos… ta, pa, pá…”. La frase, que pretendía ser un tiro en la
nuca de Pedro Sánchez, de eso sabe mucho Felipe, se convirtió en una
desfachatez insoportable en cualquier país decente. Nosotros no lo somos.
Es una frase repugnante
y terrorífica si pensamos en los torturados, despellejados, asesinados y
cubiertos de cal, una depravación a la que solo le faltó la escenografía
de ver a Felipe González con la mano como si apretase un gatillo
cuando afirmaba ta, pa, pá…
A pesar de semejante ignominia,
Felipe González sigue contando con el Grupo Prisa como altavoz y
promotor de sus sangrientas hazañas y también de sus golpes de estado. Los
medios de comunicación y el poder parecen haber perdido el pudor y no
cabe duda que en la actualidad, si el Régimen así lo considerase, cualquier
histórico criminal al que se pueda apodar Carnicero podría tener un
privilegiado espacio en este grupo y, siendo justos, en cualquier otro: Mediaset,
Atresmedia, Godó, etc, pues todos sirven al mismo amo.
Curioso país este en el que
cualquiera puede ser un analista reputado y una referencia política
con los GAL en su currículum, al tiempo que cualquiera puede ser
considerado un extremista por tratar a la OTAN como una organización
criminal. Muy curioso.
Lo que no deberíamos olvidar jamás
Felipe González fue acusado por Amedo de ser el promotor de los GAL.
¿Cómo se pueden ignorar episodios
tan salvajes?
Es una pregunta que solo encuentra
respuesta en el autoengaño, el engaño colectivo y el encierro de millones de
personas en un psiquiátrico llamado democracia. Por ejemplo, recuerdo que Zaida afirmó en una entrevista, con toda
naturalidad, que jamás podría estar en Podemos porque jamás podría
alinearse con un partido que defendiera al terrorismo. Hacer tal afirmación y
terminar en el PSOE, un partido ensangrentado por los GAL, demuestra que Zaida
es una ignorante de nuestra historia reciente o una cómplice muy bien
remunerada, lo que nos conduce de nuevo al autoengaño, por activa o por pasiva,
por comodidad o por dinero. Por si fuera poco, afirmó considerarse moderada y
tachó de extremo, demagógico e hipócrita todo lo que se encontraba a su
izquierda. Sería bueno saber qué piensa de Felipe González, tal vez le
considere moderado, sensato y coherente…
¿Volverán a votar más de cinco
millones de personas al PSOE?
Por desgracia, lo que parece
inconcebible hoy a tenor de lo sucedido, bien podría ser realidad mañana,
pues solo hace falta un poco del rigor televisivo acostumbrado y otro poco
de Venezuela… Incluso puede ser que no haga falta tanto y que lo único que
sostenga al PSOE sean los espectáculos tragicómicos con los que nos entretiene,
algo así como la forma en la que los escándalos de corrupción aumentan
los votos del PP.
Luis Gonzalo
Segura, exteniente del Ejército de Tierra.
Felipe González...¡misión cumplida!
Publico
29-9-16
Pablo Iglesias Turrión
“El PSOE
tardará mucho en volver a ser útil”. Lo decía esta mañana Iñaki Gabilondo, uno
de los rostros más prestigiosos de nuestra historia reciente (recuerden que fue
su cara la que apareció en la televisión para transmitir tranquilidad a España
el 23F, mucho antes que apareciera la de Juan Carlos) desde el periódico que
fue el intelectual orgánico de la Transición y la referencia internacional
durante años para entender España. Ayer Felipe González, la figura histórica
más importante después de Franco, el presidente –a un tiempo carismático y
siniestro– más relevante del sistema político del 78, señalaba a Pedro Sánchez
desde la SER, nada menos que desde la SER. Poco después el aparato del partido
apuñalaba. Y hoy el editorial de El País llama a Sánchez “insensato sin
escrúpulos”. No estamos sólo ante la crisis de un partido, sino ante lo que
Alberto Garzón definía con acierto ayer como motín oligárquico; un intento de
golpe en el interior del PSOE para entregar el Gobierno al PP.
El pasado domingo, en la clausura de
la Universidad de verano de Podemos que hicimos en la Universidad Complutense,
expuse a mis compañeros las que, a mi entender, son las claves estratégicas
para entender la situación de bloqueo que vive nuestro país. Expliqué que no
estamos viviendo una situación de “empate catastrófico”, una expresión traída
de América Latina donde la paridad de fuerza electoral entre sectores
pro-oligarquía y sectores populares obligó a soluciones constituyentes. En
España aún no es posible ni el desempate electoral ni una solución
constituyente a corto plazo. El bloqueo de nuestro país tiene que ver más bien
con las tensiones que se están produciendo en el Partido Socialista entre los
partidarios de la restauración del sistema de partidos anterior a las elecciones
del 20D, y los partidarios del reacomodo del PSOE a la nueva situación. Lo que
se dirime en este partido es básicamente su papel y su estrategia en un
contexto histórico nuevo.
Los partidarios del “reacomodo”, con
Felipe González y Susana Díaz a la cabeza, cuentan con el apoyo entusiasta de
Juan Luís Cebrián y el grupo de comunicación del que es propietario. A mi
entender son el sector del PSOE con el proyecto político más claro y una
orientación estratégica más armada y precisa. Son partidarios de entregar el
Gobierno al Partido Popular y reconocen sin ambages estar más cerca de este
partido que de nosotros. Para ellos, el PP es uno de los pilares políticos de
España, su histórico competidor en el sistema del turno, mientras que Podemos y
sus aliados representan un peligro frente al que hay que conjurarse incluso con
sus viejos rivales del turnismo. Este sector cuenta con el apoyo de las élites
económicas de nuestro país y de los poderes extranjeros, pero no cuenta con la
simpatía ni de los votantes ni de las bases socialistas.
Los partidarios de la “restauración”
están representados por Sánchez y su equipo. No cuentan con apoyos mediáticos
ni de sectores oligárquicos y además carecen de proyecto político. Ni se han
atrevido a intentar diseñar un proyecto de reformas y de gobierno con nosotros,
ni tampoco a afrontar con sentido común la tensión plurinacional que se vive en
España. Les aterra, con buen criterio, entregar el gobierno al PP por las
consecuencias electorales que tendría para su partido y querrían volver a un
sistema bipartidista que nos dejara a nosotros ocupando una modesta posición en
la izquierda del tablero político, mayor que la que tuvieron en su momento el
PCE e IU pero lejos de la paridad actual. Desde enero su objetivo es bien
subalternizarnos (al pedirnos que facilitáramos sin participar su gobierno con
Ciudadanos) o repetir las elecciones con la esperanza de que el hastío y el
aburrimiento de la gente nos hiciera retroceder. Mientras mantenga su no al PP,
este sector cuenta con más simpatías entre la militancia y los votantes
socialistas.
Los últimos acontecimientos han
hecho que estos dos sectores pasen de la guerra fría a la guerra abierta. Del
resultado de la misma no sólo depende lo que Gabilondo llama “utilidad” del
PSOE, pronosticando una paulatina pérdida de relevancia histórica de este
partido, sino nada menos que el resultado de la transición política que vive
nuestro país.
Hoy la transición de hace 40 años,
con todas sus complejidades, sus tensiones y sus a menudo olvidados centenares
de muertos, parece un proceso sencillo si se compara con la actual situación.
La sociedad española de entonces –a pesar de las excepciones representadas por
las vanguardias de la oposición democrática y los movimientos sociales (en
especial el movimiento obrero) y las propias excepcionalidades catalana y
vasca– era una sociedad lógicamente atemorizada por la dictadura. El éxito de
Suárez (tanto de la Ley de Reforma Política como de su UCD) señaló la hegemonía
de su proyecto de metamorfosis de la dictadura en una monarquía constitucional
más o menos homologable en Europa. La izquierda, sumida en sus debates para no
dar miedo (las renuncias respectivas al marxismo y al leninismo del PSOE y el
PCE no eran más que eso), se vio obligada a acomodarse a la estratégica de
Suárez. Aquel exitoso proceso (si atendemos a los enormes consensos que suscitó
y que no dejaron de aumentar cuando la transición se convirtió en relato
fundante de nuestra democracia encarnado en la monarquía) culminó con la
victoria electoral socialista de 1982, tras un golpe de Estado a un tiempo
fracasado y exitoso. Nacía un nuevo régimen político con un poderosísimo PSOE
al timón del Gobierno, sostenido, como cualquier sistema político que se
precie, por unas nuevas clases medias. Como señala el malvado Emmanuel
Rodríguez en su Por qué fracasó la democracia en España, las clases
medias son más una noción ideológica que una categoría sociológica. La promesa
de modernización y de mejora de las expectativas de vida encarnadas en el
Partido Socialista fueron el alimento de esos sectores autopercibidos como
clases medias, esa nueva España a la que el PSOE se parecía más que ningún otro
partido.
La hegemonía del PSOE era tal que se
le perdonó todo durante años, desde las consecuencias de su aceptación de la
división del trabajo en Europa –que nos convirtió en una periferia
especializada en el turismo–, pasando por la corrupción hasta el terrorismo de
Estado. La arrogancia con la que todavía hoy se refiere Felipe González a “lo que
hicimos en el País Vasco” revela hasta qué punto el expresidente
vive aún en ese mundo. Aquel PSOE, sin embargo, sentó las bases sociales que
permitieron el éxito electoral de Aznar y que el PP no sólo se hiciera con el
poder durante años, sino que convirtiera la Comunidad Valenciana y Madrid en
sus laboratorios más elaborados de su modelo corrupto-neoliberal, aún con
Zapatero en la Moncloa.
La crisis económica, como en otros
países de Europa, hizo saltar por los aires la auto-percepción de clases medias
de inmensos sectores populares en España. Y el siglo XX ha dado sobradas
lecciones de lo que pasa cuando se tocan las expectativas de las clases medias.
Los desahucios, las estafas permanentes, el paro, la precarización de las
condiciones de vida, la emigración de los jóvenes, fueron el caldo de cultivo
del movimiento que lo cambió todo: el 15-M. Los hijos e hijas de las nuevas
clases medias bajaron a las plazas y señalaron a las élites políticas y
económicas. Solo había que ponerles nombre. Nosotros decidimos llamarles casta.
Aquello no fue una venganza de los
perdedores políticos de la Transición, una izquierda que durante más de 30 años
bastante hizo con resistir. Aquello era el inicio de una crisis de régimen que
introducía los ingredientes para una nueva gramática política llamada a cambiar
muchas cosas en España. Podemos fue quizá la expresión electoral más elaborada
(pero no la única) de aquella nueva gramática. Pero sería absurdo desvincular
aquel movimiento de las tradiciones democráticas y regeneradoras de nuestro
país. Por las venas del 15-M corría la sangre del movimiento obrero, de los
movimientos liberales del XIX, de la lucha de las mujeres, de las luchas contra
la dictadura. Sólo así se explica que fuera precisamente el PSOE el partido más
afectado por el 15-M y que Podemos haya sido capaz de atraer a un nuevo
espacio, no sin dificultades, a todos los sectores que levantaron las banderas
de la resistencia en el pasado. Pero ni los símbolos, ni el lenguaje, ni las
formas, habrían de ser los mismos.
Podemos vivió una primavera de
esperanza en 2014 y un verano en el que nuestras líneas avanzaban ante la desbandada
y la torpe resistencia de los adversarios. Así hasta encontrarnos con unas
encuestas que nos situaban como la primera fuerza política. El 31 de enero de
2015 hicimos una demostración de fuerza social con una movilización de partido
probablemente sin precedentes desde el asesinato de los abogados de Atocha.
Pero entonces llegó el invierno ruso y nuestras líneas dejaron de avanzar.
Tuvimos que enfrentar procesos electorales en las peores condiciones para
hacerlo y aún así irrumpimos en todos los parlamentos y fuimos uno de los
motores principales de la conquista de las principales capitales del país por
alcaldesas y alcaldes del cambio. Las elecciones catalanas fueron la prueba más
difícil para nosotros. No recibimos el apoyo de los sectores a los que nosotros
empujamos para alcanzar la alcaldía de Barcelona y nos vimos atrapados en una
confrontación frentista que nos obligó a conformarnos con sembrar semillas para
el futuro, asumiendo un duro revés electoral. Hace exactamente un año, las
encuestas preveían nuestro hundimiento al tiempo que “el Podemos de derechas”
que pidió el dueño del Banco Sabadell despuntaba en las encuestas. Pero llegó
la remontada y el resultado de las elecciones del 20D cambió, a mi juicio para
siempre, el sistema de partidos en España.
A partir de entonces la tensión en
el PSOE provocó la situación que ahora vemos en toda su crudeza. Es innegable
el valor demostrado por Pedro Sánchez enfrentándose a las fuerzas del régimen
en su partido, pero quizá hubiera tenido más sentido proyectar también ese
valor hacia los poderes establecidos fuera del partido. De haber sido así hoy
podríamos estar gobernando juntos y quizá nuestro Gobierno, con todas las
dificultades, hubiera podido implementar políticas redistributivas,
regeneradoras, avanzar soluciones democráticas a la tensión plurinacional y ser
un ejemplo para otros países europeos.
No sé qué ocurrirá finalmente en el
PSOE. Temo que lo que se dirime allí no dependerá sólo de interpretaciones
jurídicas y estatutarias; hablamos de la crisis más importante desde el fin de
la Guerra Civil en el partido más importante del último siglo en España. Quien
pensaba que podía haber normalidad política sin que el PSOE se decidiera por el
PP o por nosotros se equivocaba.
Frente a la incertidumbre, a
nosotros nos toca seguir del lado de la gente. Debemos estar preparados para
gobernar o para la repetición electoral, pero también, si finalmente se imponen
los partidarios de dar el Gobierno al PP, debemos estar seguros de nuestro
papel como fuerza política que ofrece garantías y que se debe construir como
instrumento de un movimiento popular que siga empujando por una sociedad más
justa. Nadie duda en España de que nosotros jamás iremos de la mano del Partido
Popular. En tiempos de incertidumbres y de golpes oligárquicos, Unidos Podemos
debe ser el referente de seguridad de los que quieren una sociedad mejor frente
a las élites.
jueves, 29 de septiembre de 2016
El error más grande que cometen los hombres en la cama
El error más grande que cometen los hombres en la
cama
Una encuesta ha revelado que hay una equivocación que
la mitad de vosotros cometéis y que corta el rollo a vuestra chica de manera
contundente. Sigue leyendo y deja de pifiarla
ElConfidencial
27.09.2016
Seamos sinceros: los hombres soléis pifiarla mucho en la cama.
Y no lo decimos nosotros, sino las encuestas. La última ha revelado que hay un
error que la mitad de vosotros cometéis y que corta el rollo a vuestra chica de
manera contundente. Para ser exactos, el interés sexual de la fémina por vosotros se reduce en
un 30 por ciento. Sí, es para preocuparse.
La pesquisa ha revelado además que es un error que
cometéis con regularidad y que, de manera inevitable, está arruinando vuestra relación sin que seáis conscientes de ello.
Menos mal que estamos nosotros para darte consejos confidenciales.
Allá va: el fallo que deja fría a tu chica, y hace que
no repita contigo, es que no la abrazas después de acostarte con ella.
Si lo hicieras, el placer sexual de tu compañera
aumentaría considerablemente. Es decir, tendrías siete posibilidades
sobre diez de que repitiese contigo. Una buena media.
Los abrazos son la clave
El abrazo postcoital no es lo único que ella echa de
menos. También es importante para tu pareja que la rodees con tus brazos
como juego previo. Será un excelente preliminar,
así lo revela un estudio del Consejo de Educación de Canadá, revela 'The
Sun'.
El
abrazo postcoital no es lo único que ella echa de menos. También es importante
para tu novia que la rodees con tus brazos como juego previo
Lamentablemente, sobre todo para ellas, es que el 53% de los tíos no dan un abrazo ni hartos de vino. No sabemos si no lo
hacéis porque os da pereza o no queréis parecer sensiblones, pero más vale que
cambiéis, pues es el camino "más fácil para mejorar vuestra
relación", detalla la autora del informe, Robin Milhausen. "Es una oportunidad muy
importante que ellos desaprovechan, y que impide la conexión con la
pareja", puntualiza.
Otra investigación reciente encontró que las mujeres aman a los hombres que son mimosos en el dormitorio. Al respecto, el 96%
de las encuestadas dijeron que quieren un varón a quien dominar durante
las relaciones sexuales, y que si ellas piden abrazos, se los den.
La postura sexual con la que arrasarás
Ya has aprendido que tienes que abrazar a tu chica
tanto antes como después. Si no tienes claro cuándo hacerlo o dudas, no te
preocupes: puedes hacerlo todo el rato sin
parecer un loco desquiciado o un perro abandonado. El truco definitivo es...
(chan, chaannn) que se lo hagas mientras la rodeas con tus brazos. Eso
sí, ten cuidado, porque hay muchas posibilidades de que acabe enamorándose de ti.
El
53% de los tíos no dáis un abrazo ni hartos de vino. Más vale que cambiéis,
pues es el camino más fácil para mejorar vuestra relación sentimental
Debes tumbarte sobre ella mientras la
penetras, a la vez que la rodeas con tus brazos. Ella te rodeará con sus
piernas. Esta opción funciona muy bien para la mayoría de las mujeres:
este coito es relajado, profundo,
intenso y su
clítoris está en el lugar perfecto pues lo rozarás con la parte baja de tu
vientre. Para ti también será placentera porque podrás penetrarla mucho más
hondo.
No es el único error que cometéis los tíos
Sentimos decirte que no dar abrazos no es lo único que
los hombres hacéis mal en la cama. Entre las equivocaciones más garrafales se encuentran: dejaros los calcetines
puestos en la cama (es antierótico total), tocar las partes de su cuerpo que
ella odia (como los michelines), quedarte mirando fijamente su vagina (da miedo), ser demasiado dominante
(la asustas) o alargar demasiado el coito (su vagina sufre).
Si aún no te has deprimido, sigue leyendo, porque
estos son otros errores que cometéis y que a ellas les dejan más secas que
la mojama: ir directos a la cama (estímulala antes), no pensar en lo que a ella
le puede apetecer (¿un abrazo?), usar siempre las mismas tácticas (y en el
mismo orden), no estimular su clítoris(querido,
los orgasmos vaginales son casi un mito) o estimularlo demasiado (aniquila todo
el placer, créenos).
Bueno, no te quejarás, querido lector. Ahora puedes hacer feliz a tu chica, en la cama al
menos. Ya nos contarás.
Maldita hemeroteca!!!
EL LÍDER SOCIALISTA HIZO CASO AL EXPRESIDENTE
Felipe convenció a Sánchez de pactar con C's en un cara a cara de dos horas
Pablo
Iglesias atacó duramente al ex presidente tras conocer que ha cambiado por
completo las preferencias del candidato socialista.
La Gaceta
César
Jiménez
Viernes, 11. Marzo 2016
Ni la presión de los barones regionales del PSOE, ni
las burlas de Pablo Iglesias, ni siquiera la buena disposición de Albert Rivera:
el giro de Pedro Sánchez hacia Ciudadanos tuvo como detonante una comida de dos
horas que el secretario general de los socialistas compartió con Felipe
González el pasado 5 de febrero en un restaurante de la calle Sagasta, un vis a
vis durante el cual el ex presidente del Gobierno convenció a Sánchez de la
necesidad de prescindir de Podemos y le garantizó la secretaría general del
PSOE si intentaba gobernar en minoría y coaligado con el partido naranja.
Según ha podido saber Gaceta.es, hace poco
más de un mes Sánchez, a quien el rey Felipe VI acababa de encargar la
formación de Gobierno, citó a González a degustar unas viandas con el objetivo
de que éste le asesorase sobre una encrucijada electoral que pintaba muy mal
para los socialistas. La cumbre tuvo lugar en el restaurante La Manduca de
Azagra, sito en el número 14 de la calle que la capital consagra al ex
presidente liberal Mateo Sagasta, y especializado en “verduras de la tierra,
chuletón a la parrilla y alta cocina navarra”.
En primer lugar, Felipe González tranquilizó
al candidato socialista, en quien comenzaban a diluirse la euforia por el
encargo del monarca y la convicción del deber cumplido. No miente González
cuando asegura no tener preferencias entre PP y Podemos, pues su primera
intervención fue para reafirmar la voluntad de Sánchez de no pactar con los
populares. Los partidarios de la Gran Coalición, explicó, se les habían ido a
Ciudadanos, mientras que su militancia vería con peores ojos una alianza con
Rajoy que un viraje hacia Podemos. De ahí la críptica pregunta con que Sánchez
sometió a votación de sus seguidores el acuerdo con Albert Rivera, si bien se
mostró sabedor de que estos respaldarían cualquier fórmula de Gobierno
encabezada por el PSOE.
En lo referente a Podemos, Felipe González
alertó a Pedro Sánchez sobre el peligro de las políticas bolivarianas, y no
dudó en ponerse como ejemplo sobre la defensa de los presos políticos en
Venezuela. La animadversión del ex presidente hacia Pablo Iglesias, a quien
considera el líder más natural e icónico de la izquierda española desde su
persona, es asimismo mutua, y ahí está el ejemplo de la cal viva en sede
parlamentaria -tampoco es baladí la apelación al “comando” Corcuera- para
corroborarlo. El secretario general de Podemos sabe que el ex presidente del
Gobierno convenció a Sánchez en una comida de dos horas para que dejara de
verlo como un socio y pasara a tratarlo como el líder de un partido marginal.
Durante la reunión, González recomendó a Sánchez que
pusiese su objetivo en Albert Rivera, pues su predisposición al diálogo y al
pacto era absoluta, en términos nacionales, y el acuerdo suavizaría la imagen
del candidato socialista, muy afilada tras los ataques personales a Rajoy y la
negativa a entablar conversaciones de Gobierno con la lista más votada, en
clave interna. No obstante lo anterior, Sánchez debía aprovechar la oportunidad
que el presidente en funciones le había brindado con su espantada ante el Rey
consiguiendo un acuerdo con una fuerza simpática para el centro-derecha y
presentando al PP como único taponador de la gobernabilidad en España. En última
instancia, añadió, siempre podría acusar a Rajoy de echarle en brazos de
Podemos o incluso alcanzar un acuerdo de mínimos con el PP, pero, para acuerdos
más allá de Ciudadanos, habría que esperar al límite de la convocatoria de
nuevas elecciones. Cualquier cesión en estos primeros compases sería
visto como un signo de debilidad.
En dicha
comida, por tanto, se consideró que la investidura de Pedro Sánchez fallaría
irremisiblemente, si bien sería un pequeño éxito si el candidato socialista
lograba presentarse a ella con un acuerdo con Rivera. Misión cumplida Además,
sería preciso añadir que el mes transcurrido hasta la votación colocaría a
Sánchez en el foco mediático, dotándole de un carisma y empaque que hasta la
fecha no conocía, y blindándolo, además, de cara al congreso federal que los
socialistas mantendrán en mayo, al que se presentará como un líder fuerte y
moderado, un auténtico estadista. A cambio de este cambio de parecer, Felipe
González prometió mantener a raya a Susana Díaz, si es que la reproducción de
su acuerdo de Gobierno en Andalucía no fuera freno suficiente a su
pujanza.
miércoles, 28 de septiembre de 2016
Crímenes de la dictadura franquista (Crímenes de lesa humanidad.)
Martín Villa, Utrera Molina
declararán en España por los crímenes de la dictadura
Justicia ha remitido a diferentes juzgados
españoles los exhortos de Argentina para que los 19 imputados en la causa que
investiga los crímenes de la dictadura franquista presten declaración
indagatoria en España.
28-9-16
PÚBLICO
MADRID.- El
cerco sigue estrechándose. El Ministerio de Justicia ha remitido a diferentes
juzgados españoles los exhortos de Argentina para que los 19 imputados
en la causa que investiga los crímenes de la dictadura franquista presten declaración
indagatoria en España. Entre los imputados se encuentran el exministro
de Gobernación en el Gobierno de UCD Rodolfo Martín Villa; el exministro de
Franco, José Utrera Molina (suegro de Alberto Ruiz Gallardón); el abogado que
redactó la sentencia de Puig Antich, Carlos Rey; y el torturador José
Antonio González Pacheco, Billy el Niño.
La jueza María Servini de Cubría, que instruye la causa contra el franquismo abierta en Buenos Aires, remitió los exhortos el pasado mes de marzo para que juzgados españoles tomen declaración ante la presencia de la magistrada argentina. Antes, Argentina solicitó a España la extradición de los 19 imputados a Argentina por sus responsabilidades durante la dictadura del general Franco y los primeros años de transición.
La juez
María Servini de Cubría replicó que Argentina es competente para la
judicialización de los hechos al enmarcarse en crímenes de lesa humanidad
Sin embargo,
el Gobierno se negó a la extradición aduciendo, por una parte, el "principio de jurisdicción preferente", que
convierte a España en el país competente para juzgar los presuntos delitos
cometidos por españoles en territorio ídem; por otra parte, que muchos de los
delitos por lo que se imputa a estas 19 personas no eran delito durante el
momento en el que se cometieron: la dictadura de Franco; y finalmente que estos
delitos estarían ya prescritos.
La juez María Servini de Cubría replicó que Argentina es competente para la judicialización de los hechos al enmarcarse en crímenes de lesa humanidad y/o genocidio y solicitó los exhortos para que los interrogatorios se realizaran ante jueces y juzgados españoles. Eso sí, ante su presencia.
Crímenes de lesa humanidad
El
exministro de Gobernación y Relaciones Sindicales, Rodolfo Martín Villa,
está imputado por los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria en los que
fallecieron cinco obreros tras la intervención de la Policía Armada y, en una
ampliación de la querella, por la represión que ejerció la Policía durante su
etapa como ministro de Gobernación hasta la celebración de las primeras
elecciones democráticas.
En noviembre del año pasado, cuando la Justicia de Argentina ordenó su extradición, el exministro mostró su intención de prestar declaración ante la juez argentina aunque advertía de que no tenía pensado viajar al país sudamericano y que prefería hacerlo en España a través de fórmulas como la que ahora ha utilizado la magistrada.
La juez solicita, además, que se cite en la Audiencia Nacional a los exministros José Utrera Molina (suegro de Gallardón), Antonio Carro Martínez, Alfonso Osorio García, José María Sánchez-Ventura Pascual y Fernando Suárez; el abogado Carlos Rey González, que redactó la sentencia de Puig Antich; el exfiscal del Tribunal Supremo Antonio Troncoso; el exjuez Jesús Cejas Mohedano; el excomisario Ricardo Algar Barrón; los expolicias Antonio González Pacheco, Félix Criado Sanz, Ricardo Algar Barrón Pascual, Benjamín Solsona Cortés, Jesús González Reglero, Jesús Martínez Torres y Jesús Quintana Saracibar; el Guardia Civil Jesús Muñecas Aguilar; el médico Abelardo García Belaguer.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)