VER PARA CREER
Las 4 reglas de 1930 para hacer el amor. Hay
gente que todavía las cumple
Ojeamos un libro del siglo pasado y nos damos cuenta
de que aún hoy hay numerosas personas que siguen pensando igual acerca de las
relaciones personales y sexuales
El Confidencial
M.P
30-8-16
Las relaciones
sexuales que
mantenían nuestros abuelos poco tienen que ver con las actuales. Un libro
titulado 'How to make love' (ed. Franklin),
publicado en 1936, así lo demuestra. El ejemplar, escrito por Hugh Morris, se
centra en el cortejo y ofrece consejos prácticos para practicar sexo. Y aunque hay algunas semejanzas con el presente (el
autor no cree en el amor a primera vista ni asocia 'hacer el amor' con 'tener sexo'), hay otras que
chirrían bastante. El diario 'Independent' ofrece las claves del texto:
1) "La mujer debe ser pasiva, el hombre activo"
El
libro no contempla la posibilidad de que la mujer sea quien tome el
mando en el acto
sexual. "Es el hombre el que hace el amor a la mujer.
Aunque ella esté ansiosa por ponerse encima, nunca lo debe hacer. Ella es la
parte pasiva, y él, la activa. El éxito del amor depende de la comprensión de
esta relación básica".
2) "La mujer siempre debe ser menor"
Morris
también advierte de los peligros de una "relación inversa", aquella
en la que "la mujer es físicamente mayor que el hombre". En este tipo de
parejas, de acuerdo a la mentalidad de los años 30, no solo "no hay amor", sino que es una "pareja
ridícula". Aún hoy hay muchos que creen esto. De hecho, es difícil
encontrar una pareja en la que el hombre sea más menudo que ella.
3) "La mujer se debe hacer la difícil"
En
pleno siglo XXI aún hay muchos hombres que se sorprenden cuando una mujer se lanza y da el
primer beso. O cuando es ella la que va detrás y le busca a él.
Esta percepción ya se llevaba a cabo en el siglo pasado, tal y como cuenta
Morris: "La mujer debe ser tímida, y un hombre debe entender este
carácter. Ella, además, intuye que mostrándose cohibida será más deseable para su hombre. Ella debe hacer que el
hombre la persiga".
4) "Fuerza a tu novia a tener relaciones contigo"
El
libro, asimismo, detalla cómo hacer que ella tenga sexo con él quiera o no:
"Solo un tonto redomado forzaría a su novia si ambos están cómodamente en el sofá.
Como es obvio, hay que esperar a que ella se apoye en el hombre, así no podrá escapar
cuando él revele sus verdaderas intenciones. Si ella se retuerce o protesta, y
trata de levantarse del sofá, no hay por qué preocuparse. Lo que debe hacer él
esabrazarla, suavemente pero con firmeza, y callar
sus miedos con palabras tranquilizadoras y amables".
El
ejemplar no dice nada sobre respetar la negativa de ella. El hombre solo debe
parar cuando ella comience a arañar la cara de este, ya que esas
niñas "no están hechas para ser besadas ni para jugar con ellas".
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