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lunes, 19 de septiembre de 2016

5 mejores posiciones con la mujer encima

Las cinco mejores posiciones sexuales con la mujer encima (puntuadas)
No solo de misionero o de amazona vive el ser humano. Hoy hablamos de las formas de amar en las que ella toma la iniciativa, con ventajas, inconvenientes y 'estrellitas' de crítico
El Confidencial
Raquel Márquez
18.09.2016 
Esperar a que llame él. No mensajearle demasiado pronto. Y como norma general, en la cama él encima. ¿Crees que ya nadie lo ve así? Mucho nos tememos que esperar actividad en ellos y pasividad en ellas es lo que suele suceder por defecto, al menos al principio de las relaciones.
Da igual si es cultura o pura biología, y tampoco es que haya que cambiarlo obligatoriamente. Leyendo algunas opiniones airadas, parece que hay quien pondría una cámara en cada dormitorio, cual alarma 'anunciada en TV', conectada 24 horas con algún observatorio oficial contra las desigualdades de género.
Aquí venimos a otra cosa: se trata de disfrutar. En el sexo, como en todos los placeres de la vida, la repetición sistemática puede ser nuestra peor enemiga. Además de lo divertido que es buscar nuevos ángulos y explorar en equipo todo lo que se nos ocurra, hay motivos 'técnicos' que aconsejan fuertemente -o suavecito- esto de lanzarse a la 'amazonía sexual'.


La posición de la 'cowgirl' en la antigua Pompeya. La censura de los pechos tampoco es un invento moderno.
Estas son las mejores posiciones para los dos con ella arriba y llevando la voz cantante.

5. El amor es una montaña rusa

A esta postura la llaman en 'Cosmopolitan' "montaña rusa erótica', pero a nosotros no nos parece tan emocionante que él se tumbe cuan largo es y ella se siente encima mirando en dirección contraria con las rodillas flexionadas.
La variedad de arrodillarse (en lugar de sentarse) podría tener más posibilidades para la mujer, pero las opciones de hacerle daño son altas (¿has visto a un hombre masturbándose? No se pegan el pene a las piernas, precisamente). Además, aunque hay que probar de todo e insistimos en lo importante que es salir de la rutina, esta propuesta parece diseñada para tener el mínimo contacto visual y táctil con la otra persona. 
Ella sentada sobre él y dándole la espalda es una postura intensa para el punto G, así que está muy bien cuando la chica necesita artillería pesada
Lo mejor es que cualquiera de los dos puede ponerse a leer o a mirar el papel de las paredes sin que el otro lo note. 
Puntuación: 2 estrellitas

4. El amor no es mirarse el uno al otro

Decía Saint-Exupéry que "el amor no es mirarse el uno al otro, sino mirar los dos en la misma dirección". Si además él puede observar el cogote de ella, y ella se puede concentrar sin ver cogotes ni miradas de esfuerzo de él, todo son ventajas.

Él se sienta, se apoya con los brazos hacia atrás y se recuesta un poco con las piernas rectas, así que queda bastante inmovilizado y ella tiene que trabajar a pulso, usando al hombre como asiento y haciendo sentadillas, que costarán un poco si no va al gimnasio con frecuencia. A pesar de todo, es una solución estupenda si te gusta mirar a tu chica desde detrás y a ella no le va quedarse esperando a que se las den todas. O si él tiende a la eyaculación precoz y hay que aplacarle un poco.
Es bastante intensa para el punto G, así que está muy bien cuando la chica necesita artillería pesada. No la recomendamos para comenzar, pero después de completado el calentamiento de ella (y si no anda mal de músculos en las piernas) puede ser milagrosa. Con un poco de práctica, él puede sujetarse solo con una mano mientras acaricia con la otra hasta que ella vea las estrellitas. A esta postura le damos tres de ellas.
Puntuación: estrellitas

3. El amor es para siempre

O la amazona de toda la vida de dios, porque esta postura nunca pasa de moda.
(iStock)
Súbete a tu hombre y disfrútalo a fondo a horcajadas. Es tu momento para darle lo que se merece y ofrecerle un ángulo interesante de tus pechos. Lo único mejor que un escote generoso es verlas desde allí, mientras te haces con todo el placer que puedes. 
Si eres el hombre, recuerda que además de los senos tienes su vientre a tiro de piedra para acariciar y agarrar. Es una zona erógena de muchas mujeres y esta es una de las posturas en que tendrás mejor acceso.
Odiamos ser clásicos, pero es lo que hay, casi nunca falla.
Puntuación: 3,5 estrellitas

2. El amor es un lío

Por su originalidad, situamos esta posición en segundo lugar del ranking, aunque complica un poco las cosas. La idea es que la chica se siente encima a horcajadas sobre él, que está sentado a su vez con las piernas cruzadas al 'estilo indio'.
Él también puede simplemente sentarse con las piernas abiertas y un poco flexionadas, o acomodarse en una silla. Lo definitorio de este lío amoroso es que ella tenga apoyo más abajo de donde está él (el suelo, por ejemplo), para poder subir y bajar con más libertad.
La 'amazona tumbada' permite a la mujer llevar el ritmo y el clítoris queda en el lugar perfecto, rozando el pubis de él
Donde se concentra la tensión es en los brazos y la espalda de los dos amantes, pero se puede descansar en la cama o en la silla. Es la postura que amarás si te gusta mirar mucho a los ojos a tu compañero de cama. En otras palabras: da mucha vergüenza hacerlo la primera vez que te acuestas con alguien. Si podéis estar así mucho rato y se os olvida si estáis charlando o haciendo el amor, casaos de una vez y dejadnos en paz.
Puntuación: 4 estrellitas

1. El amor es estar muy juntos

Esto, que parece el comienzo de una incómoda respuesta a la pregunta '¿de dónde vienen los niños?', es el nombre que hemos asignado a la amazona de toda la vida cuando en lugar de sentarse se acopla tumbada boca abajo sobre su amante, rodeándolo con las piernas. Esta opción tiene el protagonismo de ella sin perder el 'romanticismo' de los abrazos a todo lo largo del cuerpo que encontramos en el misionero.


En gustos no hay nada escrito, pero apostamos a que esto funciona muy bien para la mayoría de las mujeres: es relajado, les permite llevar el ritmo y el clítoris está en el lugar perfecto, rozando el pubis de él a placer. Para ellos, sobre todo si tienen un buen tamaño, puede ser forzar demasiado el ángulo del pene. Prueba primero despacio y ve bajando hasta que los dos tengáis el máximo roce. 
Si las alturas coinciden, los pezones de la chica cerca de la boca del chico son un punto muy a favor de este tipo de cabalgada. Si eres el hombre, intenta flexionar un poco las piernas y ayudarla con tus caderas. Siempre se agradece que el caballo no se limite a dejarse domar.

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