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sábado, 14 de abril de 2018

Ganador de Got Talent 2018 - César Brandon



Estos son los 3 poemas que le han valido la victoria a César Brandon en ‘Got Talent’

Dedicó el primero a una relación entre el 0 y el 1, el segundo a una cita entre la Luna y la Tierra y, el último, a su madre

Los 25.000 euros y el coche que obtiene como premio el ganador de Got Talent han ido a parar a un poeta. César Brandon, de 24 años y natural de Guinea Ecuatorial –y residente en Ciudad Real–, se ha hecho con la victoria de la tercera edición del talent show de Telecinco este 11 de abril. En su primera aparición en el programa, el joven afirmó que acudía al programa para intentar "cumplir un sueño que llevaba retrasando mucho tiempo". Lo ha conseguido con tres poesías.

Brandon se subió tres veces al escenario de Got Talent durante esta edición del programa. En la primera, recitó un poema sobre el romance entre el número 0 y el 1, en el que los cuatro jueces le dieron el sí para pasar a la siguiente fase. En semifinales, dedicó su poesía a la Tierra y la Luna, y con ella se ganó el botón dorado del jurado que daba el pase directo a la final. En esta, y con unos versos dedicados a su madre, fue finalmente el público el que le ha dado la victoria del concurso.

Las actuaciones de Brandon también se han popularizado por redes, por donde circulan decenas de copias de los vídeos de sus actuaciones. Muchas de ellas superan los cientos de miles de reproducciones. A continuación, puedes ver los vídeos de sus tres actuaciones y la transcripción de los poemas.



Uno no quería contar con nadie, y Uno no entendía por qué era impar si antes de él había alguien.

Uno no quería contar con nadie, y Uno sentía que después de él estaba el infinito.

Y a Uno lo sempiterno le daba miedo, así que Uno, muerto de pavor, se fijó en Cero.

Y cuando Uno vio a Cero, pensó que cero era el número más bonito que había visto y que, aun viniendo antes que él, era entero.

Uno pensó que en Cero había encontrado el amor verdadero, que en Cero había encontrado a su par,

así que decidió ser sincero con Cero y decirle que aunque era un cero a la izquierda, sería el cero que le daría valor y sentido a su vida.

Eso de ser el primero ya no le iba, así que debió hacer una gran bienvenida.

Juntos eran pura alegría y se completaban. Uno tenía cero tolerancia al alcohol, pero con Cero se podía tomar una cerveza cero por su aniversario, aunque para eso tuviesen que inventarse una fecha cero en el calendario.

Cero era algo cerrado y le costaba representar textos pero, junto a Uno, hacían el perfecto código binario.

Eran los dígitos del barrio y procesaban el amor a diario, pero uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, así que Uno perdió a Cero.

Y para cuando Uno se dio cuenta, Cero ya contaba de la mano con Menos Uno, que a pesar de ser algo negativo le trataba como una reina.

A Cero le gustaba que Menos Uno fuera original, tener un hueco en Menos Uno, un guion con el que podían jugar.

Cero le gustaba que Menos Uno no fuese uno más, que Menos Uno no fuese ordinal.

Que fuese justamente competitivo y que cuando jugasen al UNO, Menos Uno no le dejase ganar.

Cero sentía que a diferencia de Uno, Menos Uno sí le trataba como un número de verdad.

Y Menos Uno no ponía peros, ni pretendía darle valor a cero poniendo comas entre ellos.

Menos Uno no tenía complejos, y cuando hacían el amor, a menos uno le encantaba estar bajo cero.

Y Uno, una vez más se volvió a quedar solo, separado como una unidad.

Sin Cero, su vida se consumía como una vela. Sin Cero, el tiempo en él hacía mella...

Y Uno empezó a contar pero sin Cero, se olvidó de los besos de Cero, del sexo con Cero, de los celos de Cero...

Y uno empezó a contar, pero sin Cero.

Uno se olvidó de Cero y le dijo adiós. Uno se olvidó de Cero y tal vez hasta del amor, y empezó a contar hasta lo que más miedo le daba: hasta el infinito.

... O tal vez solo hasta dos.


Se acercaba el día de su decimoctavo cumpleaños,

y la Tierra se encontraba acostada boca hacia algún lugar del espacio porque desde que vio a la Luna no dejó de provocarse efectos mariposa en el estómago.

A ver si así podía poner un poco de práctica la teoría del caos... Y conocerla.

Pero la Luna era ordenada, meticulosa y apasionada de las cifras,

al principio no se fiaba de alguien de había tardado solo cinco billones de años en pedirle salir a una chica, que tal vez su interés era superficial y solo le interesaba las vistas, porque se comentaba que con ella los polvos... estelares, se veían de maravilla.

Pero el día de la cita la Luna se esmeró buscando en el armario una fase, preguntándose si no era muy atrevido vestirse ese escotado cuarto menguante, si maquillarse o dejarse ver los cráteres, si darle una oportunidad a una chica después de haber saltado para la humanidad y dado pasitos en falso para los hombres.

Y mientras la Tierra no paraba de preguntarse qué iba a contarle.

Tal vez lo de que después de los dinosaurios de mayor quería ser controlador aéreo de estrellas fugaces, que en la Tierra todos éramos ciudadanos de un lugar llamado Primer Mundo porque el segundo nos sabía a poco y el tercero estaba en vías de desarrollo.

Que en la tierra éramos unos extremistas religiosos un poco absurdos, y nos llenábamos la boca de orgullo gritando: "Mi Dios besa mejor que el tuyo".

Que en la Tierra no importa el color de la piel, que nadie te detiene para que justifiques tu existencia con un trozo de papel, que es más fácil ser mujer, que dos sí se pelean aunque uno no quiera y al revés, que uno no tiene suficiente con dos y busca a tres para inventarse que son felices los cuatro hasta que se multiplica el problema y cuatro acaba llamando al cero dieciséis.

Que los refugiados no están hechos de opiniones en internet, que en la Tierra no nos rompemos el corazón para recordar al pasado, que no somos tan simples, que después de una relación "fuimos" no se conjuga en el pretérito perfecto complicado.

¿Cómo iba a impresionar a la lunática que afectaba su gravedad? A la que dijeron que era imposible tapar el Sol con un solo eclipse y demostró que no era verdad.

Cuando lo único genuino era que la Tierra somos unos rebeldes a la hora de amar, que toda la Vía Láctea ya puede declararse en huelga que ese día iremos a trabajar, que no somos más que un instante en este lugar, pero vivimos como si la eternidad no fuese más que una hora que todavía no ha cumplido la mayoría de edad.

La Tierra podía contarle todo eso a la Luna, con algún que otro engaño, o simplemente empezar la cita diciéndole que era su cumpleaños.



Hola,

Esta carta debía haberla escrito hace dos años,

así que por esta vez permitirme hablar en primera persona

y os prometo que ya acabo.

Mamá, me encanta escribir a ordenador,

aunque detesto todo lo que trae el Word 2016 como predeterminado.

Sonará extraño, pero es como si la existencia me hubiese concedido la habilidad de leer entre opciones de interlineado

y la verdad es que detesto el cuerpo del Calibri, los once puntos y el 1,0 de espaciado.

Mamá, me enseñaste que la vida resumía en pedir disculpas, dar las gracias y decir por favor.

Y también en guardar cada cinco minutos los archivos de Word, porque en cualquier momento podía producirse un apagón y nos quedábamos días sin luz.

Mamá, gracias por tu gratitud, por todo lo bueno, de preocuparte del cuándo, del cómo, del dónde y con quién salía.

Yo y mi juventud.

A veces contestándote con mala actitud hasta que tú y tus collejas me recordabas que, pa mala, tú.

Mamá, lo siento por entender demasiado tarde que por más veloz que sea el amor a primera vista siempre quedará segundo si se enfrenta al amor de madre.

Por enseñarme que padre no sólo es aquel que tiene un hijo, padres son todos aquellos a los que los sueños les quedan pequeños, a lo poco que duermen para cumplirlos y aparte.

Lo siento por buscar lo extraordinario en otros planetas, por contestarte con mensajes cuando ya había encontrado vida en llamarte.

Mamá, ahora, ahora el mundo se detiene cuando hablo mamá, porque tú te casaste con la felicidad y no firmaste la separación de bienes.

Y ahora... jamás volverá a pasar por mi cabeza la idea de quitarme la vida, porque la felicidad me debe la mitad de todo lo que tiene.

Mamá, tal vez yo solo sea un instante,

como una de esas faltas de ortografía que en el Word 2016 se corrigen solas,

o se borra.

Mamá, tal vez yo sea eso.

Pero yo te quiero recta, a doble espacio y en Times New Roman.

Gracias.


Mata a su amante al ponerse cocaína en el pene para que le practicase sexo oral


Mata a su amante al ponerse cocaína en el pene para que le practicase sexo oral

El acusado es un prestigioso médico alemán que podría haber hecho lo mismo con muchas mujeres

ABC

13/04/2018


Un médico muy reconocido en Alemania ha sido arrestado por matar a una amante con cocaína mientras ella le practicaba sexo oral. Además, la Policía cree que el médico en cuestión, el doctor Andreas Niederbichler, habría administrado la droga a tres mujeres más durante sus encuentros sexuales, aunque estas no sufrieron efectos graves, tal como informa «Daily Mail».

Los agentes creen que el hombre, de 42 años, se puso la cocaína en el pene antes de que la víctima le practicara sexo oral. La Policía investiga si el número de mujeres con las que llevó a cabo esta práctica puede ser numeroso, pues el doctor —experto en cirugía plástica— ejerció la profesión por todo el país.

Niederbichler fue nombrado jefe de área en la Clínica Harzer, en el estado de Sajonia-Anhalt, en 2016. Según información reciente publicada por medios alemanes, era el nuevo jefe de área del Hospital Ameos, en Halberstad.

Sin embargo, sus superiores no conocían que este doctor utilizaba una web de citas para conocer mujeres y practicar sexo con ellas.


Los fiscales dicen que una mujer de 38 años estaba practicando sexo oral consentido con el médico el día 20 de febrero cuando quedó inconsciente en su casa. La llevaron al hospital —cerca de la vivienda— en ambulancia, pero murió al poco de llegar.


También aseguran que el doctor dio la cocaína sin que la víctima lo supiera, por lo que le acusan de provocar daños que llevaron a la mujer a la muerte. El fiscal jefe Hal Roggenbuck dijo: «Las víctimas que han testificado hasta ahora han indicado que se han peusto enfermas tras los encuentros sexuales. Todas mostraron reacciones por el uso de las drogas».

Todas las mujeres dijeron que practicaron sexo oral con él voluntariamente. El sospechoso no está en prisión, sino en una unidad de dependencia de drogas segura donde está recibiendo tratamiento por adicción.


Alguién voló sobre el nido del cuco

ClicClic
https://vimeo.com/156044863

Título original
One Flew Over the Cuckoo's Nest
Año
Duración
133 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Dirección
Guion
Bo Goldman, Lawrence Hauben (Novela: Ken Kesey)
Música
Jack Nitzsche
Fotografía
Haskell Wexler
Reparto
, , , , ,, , , , ,, , , , 
Productora
United Artists / Fantasy Film
Género
Drama | EnfermedadDiscapacidadComedia dramáticaPelícula de culto
Sinopsis
Randle McMurphy (Jack Nicholson), un hombre condenado por asalto, y un espíritu libre que vive contracorriente, es recluido en un hospital psiquiátrico. La inflexible disciplina del centro acentúa su contagiosa tendencia al desorden, que acabará desencadenando una guerra entre los pacientes y el personal de la clínica con la fría y severa enfermera Ratched (Louise Fletcher) a la cabeza. La suerte de cada paciente del pabellón está en juego. (FILMAFFINITY)
Premios
1975: 5 Oscars: Película, director, actor (Nicholson), actriz (Fletcher), guión adaptado
1975: 5 Globos de Oro: Película, director, actor (Nicholson), actriz (Fletcher), guión
1976: Premios BAFTA: 6 Premios incluyendo mejor película, director y actor. 10 nom.
1975: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor (Nicholson). 2 nominaciones
1975: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor Película
1975: Sindicato de Directores (DGA): Mejor director
Críticas

Pablo Casado "visiting professor" en Georgtown


El inflado currículum de Casado: su postgrado en Harvard es un curso de cuatro días en Aravaca

El viceseceretario de Comunicación se presenta como profesor visitante en Georgtown cuando en realidad sólo participó en una conferencia

Redacción

ElPlural

Vie, 13 Abr 2018

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, maquilló su currículum con un postgrado en Harvard que en realidad fue un curso de cuatro días impartido en Aravaca. Tras las dudas sobre el máster en Derecho Autonómico de la universidad Rey Juan Carlos que cursó antes que Cristina Cifuentes, el diario.es publica detalles de su currículum que deberían, cuanto menos, sonrojarle.

El flamante curso de Harvard es en realidad un curso impartido del IESE, la escuela de negocios de la Universidad de Navarra de "Driving Governmet Performance", un programa de estrategias de liderazgo y que contó con el patrocinio de la Comunidad de Madrid, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Barcelona. El coste del curso es de 2.000 euros y se impartía en inglés con traducción simultánea, según ha confirmado el IESE a eldiario.es.

¿Profesor visitante?

Además, según revela el diario El País, el dirigente popular infla su currículum oficial vendiéndose como “visiting professor del Global Leadership and Competiveness Program” de la presigiosa universidad de Georgetown (EEUU) cuando en realidad fue a dar unas conferencias en un programa de intercambio.

Añade el periódico que en el curso de 10 semanas del que dice haber sido "visiting professor" solo pueden inscribirse alumnos de países de América Latina pero hay, al menos, seis españoles que lo han cursado. Y todos ellos trabajan o han trabajado para el PP. La última en hacer el curso, este mismo año, ha sido Teresa, Tita, Astolfi, jefa de gabinete de Rafael Hernando.