Lorca fue asesinado tras
“haber confesado”, según la policía franquista
El documento, al que ha tenido
acceso la cadena SER, fue redactado por la policía franquista 29 años después
del crimen
EL PAÍS Madrid 22 ABR 2015
El
poeta granadino Federico García Lorca fue asesinado junto con otras persona,
tras "haber confesado", según un informe redactado por la policía
franquista 29 años después del crimen, al que ha tenido acceso la cadena
SER. El documento no especifica cuál fue el contenido de esta
supuesta confesión. El informe, fechado en Granada el 9 de julio de 1965,
define al escritor como “socialista” y “masón perteneciente a la logia
Alhambra”, y le atribuye “prácticas de homosexualismo y aberración”.
El documento relata la detención del poeta granadino
en casa de sus amigos, los hermanos Rosales. Lorca se encontraba allí debido al
miedo que le habían provocado dos registros policiales en su propia casa, según
el informe. Los agentes rodearon la vivienda y las calles cercanas, antes de
llevar a cabo la detención. Y los amigos del poeta, según el documento
publicado por la SER, intentaron interceder por él ante el comandante de Intervenciones
Militares.
La propia policía reconoce, 29 años después, que el
relato sobre la muerte de Lorca es bastante confuso. Tras ser detenido, fue
llevado en coche a las "inmediaciones del lugar conocido como Fuente
Grande", junto con otro detenido del que no se añaden más datos. El poeta
fue "pasado por las armas después de haber confesado, siendo enterrado en
aquel paraje, muy a flor de tierra, en un barranco" a unos dos kilómetros
a la derecha de la Fuente Grande. El lugar, reconoce el informe, es "muy
difícil de localizar".
El informe fue redactado por la 3ª brigada regional de
investigación social de la jefatura superior de la policía de Granada a raíz de
una petición oficial realizada en junio de 1965 por la hispanista francesa
Marcelle Auclair, a la caza de más información sobre su amigo García Lorca,
según la cadena SER. La actuación de la estudiosa desencadenó un efecto dominó
entre las autoridades españolas: primero, Auclair se dirigió a la embajada
española en París, que remitió todo al entonces ministro de Asuntos Exteriores,
Fernando María Castiella.
A su vez Castiella
envió una carta al ministro de la Gobernación, Camilo Alonso Vega, en la que se
mostraba a favor de responder a la petición de la escritora. Castiella también
señalaba en su misiva que el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, ya
había sido informado de los hechos. “Creo sumamente conveniente el revisar la
cuestión y averiguar si podemos o no abrir nuestros archivo sobre el episodio
García Lorca”, había afirmado Fraga, según recoge Castiella en su carta.
Así, se acabó encargando el informe a la Jefatura
Superior de Policía de Granada. Concretamente, fue la 3ª brigada regional de
investigación social la que se encargó de redactarlo. Eso sí, Auclair nunca
recibió ninguna respuesta ni tampoco llegó a ver el resultado de su petición,
siempre según la cadena SER.
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