Lectura / 'De Ciutadans a
Ciudadanos'
Alternativa a ritmo de IBEX
La eterna
historia del roto y el descosido: estar en el lugar adecuado, en el momento
adecuado... y tener los amigos adecuados
Pep Campabadal / Francesc Miralles
12 de
Diciembre de 2015
No se habla del club de la lucha
4 de febrero de 2013. El Financial
Times ha dedicado un duro editorial a España, un país en el que,
literalmente, “prácticamente todas las instituciones, desde la monarquía hasta
la justicia, muestran síntomas de putrefacción”. En España es noticia destacada
que Las Vegas Sands elige Alcorcón para la construcción del proyecto
Eurovegas, invertirá 6.000 millones de euros y creará 85.000 puestos de trabajo
hasta 2016. Nada que ver, circulen.
Esa misma mañana, el hotel Wellington
de Madrid acoge la primera reunión de la Fundación España Constitucional. A la
salida, Eduardo Zaplana y José Bono, sus impulsores, se muestran satisfechos
con la marcha de la iniciativa, que ha conseguido integrar a exministros de
varias sensibilidades –PP, PSOE, UCD y hasta un franquista puro firmante de
sentencias de muerte, Fernando Suárez--. También suscita consenso entre la
patronal, reuniendo a directivos de Telefónica, Iberdrola, Gas Natural, Endesa,
PRISA, Aldeasa, Everis o Deutsche Bank, entre otras, en la defensa de los
valores constitucionales y de la corona. Les mueve una honda
preocupación, pues tras la multitudinaria manifestación del 11-S de 2012 en
Barcelona y las nuevas elecciones catalanas, Artur Mas y su nuevo gobierno han
prometido organizar lo que por entonces parece que va a ser un referéndum sobre
la independencia de Catalunya.
28 de mayo de 2013. El Club Siglo
XXI, uno de los espacios emblemáticos de la derecha madrileña con veleidades
ilustradas, donde Manuel Fraga presentó a Santiago Carrillo en 1977 y también
han impartido múltiples conferencias magistrales genios de la economía y la
gestión, como Rodrigo Rato o Manuel Pizarro, acoge una comida-coloquio con
Albert Rivera como protagonista. Escoltado por Eduardo Zaplana y José Bono, a
sus respectivas derecha e izquierda –al menos en la mesa–, es presentado como
paladín de la lucha contra el tsunami del independentismo catalán en un
terreno difícil: seis meses antes ha triplicado su representación, de 3 a 9
diputados, aupado por la polarización. En la conferencia, Rivera pide a los
expresidentes y exministros más implicación, que “hablen más de España y menos
de sus partidos”, porque falta “autoridad moral”; también pide a la sociedad
civil que “se moje en política”, especialmente a los empresarios. Durante la
conferencia, y a preguntas explícitas de los asistentes, elude responder
directamente si va a dar el salto a la política a escala estatal.
17 de octubre de 2013. Albert Rivera
anuncia en Madrid la creación de la Plataforma Movimiento Ciudadano para dar el
salto a la política estatal, según el modelo ensayado ocho años atrás con la
plataforma Ciutadans de Catalunya, que culminaría con la fundación de Ciutadans
como partido político. Promete “enterrar las dos Españas bajo siete llaves”. Le
flanquean Juan Carlos Girauta, que será su número 2 en las elecciones europeas,
y otro exministro, Antonio Asunción, quien fuera ministro del Interior con
Felipe González, dimitiera tras la fuga de Roldán y acabara de candidato
accidental por el PSPV a la Generalitat valenciana en 1999, expedientado y
expulsado del partido tras denunciar fraude en las primarias de 2011, a las que
se presentó para volver a ser candidato.
Finalmente no se incorporará al
partido, tras las sospechas y posterior imputación por el caso de la venta de
la piscifactoría que compartía con Társilo Piles (presidente de la Fundación
del Valencia CF, avalada por la Generalitat) al Banco de Valencia –público,
propiedad de Bancaja y luego vendido a CaixaBank por 1 euro tras inyectarle
1.000 millones de euros de dinero público a fondo perdido–, por lo que se les
acusa de administración fraudulenta y apropiación indebida. Pero de momento el
manifiesto es un éxito, y Rivera, Asunción y Girauta van de gira por España con
gran éxito de público, aunque con una cobertura mediática discreta.
8 de junio de 2014. Pasadas las
elecciones europeas, el club de exministros y directivos del Ibex de Eduardo
Zaplana y José Bono, que ya cuenta con 34 miembros, vuelve a reunirse, esta vez
en Valencia, en el Museo Príncipe Felipe –uno de los buques insignia de la
Ciudad de las Artes y las Ciencias, gloriosa colección de infraestructuras
culturales con 1.000 millones de euros de sobrecoste, gestión ruinosa y
gravísimos defectos de construcción, obra de Santiago Calatrava–, para mostrar
su lealtad al nuevo rey y recordar la figura de Adolfo Suárez, así como también
la importancia de la Constitución, la Transición, etc., tras el susto en las
elecciones europeas. Rita Barberá –alcaldesa de la ciudad– y Alberto Fabra –
presidente de la Generalitat– ejercen de anfitriones.
“Black Panther” Zaplana
Zaplana, apodado irónicamente “Black
Panther” por su bronceado, fue presidente de la Generalitat valenciana hasta
2002 y conserva una numerosa facción en el País Valenciano. Aunque derrotado
por el campismo en una larga guerra interna de ocho años, que culmina
cuando cae su último bastión –la Diputación de Alicante–, sobrevive en las
entrañas del partido y en algunos partidos independientes de distinto pelaje,
principalmente en las comarcas de Alicante.
También se le llama sarcásticamente
el brazo incorrupto, en sarcástica referencia al brazo incorrupto de San
Vicente Mártir, también conocido como la moixama (mojama), una de las
reliquias-estrella de la catedral de Valencia, junto al supuesto santo grial
local; el hecho es que Zaplana ha salido incólume de los múltiples casos de
corrupción que han impactado de lleno contra muchos de sus antiguos
colaboradores.
A pesar de las múltiples acusaciones
y de su aparición recurrente en las escuchas de los distintos macrosumarios de
corrupción –desde su temprana implicación en el caso Naseiro, salvado por la
anulación de las escuchas, hasta su implicación en la trama Púnica, vía
reuniones con el conseguidor Alejandro de Pedro, pasando por las acusaciones de
cobro de comisiones en Terra Mítica–, Zaplana siempre sale limpio.
Ni tan
siquiera se le abren diligencias. Sorprende la oportunidad en su abandono de la
política y honrosa puerta giratoria hacia Telefónica en la primavera de 2008,
con la aquiescencia –si no colaboración directa– de Javier de Paz, amigo
personal de Rodríguez Zapatero, que sugería el visto bueno de Moncloa a la
operación, pocos meses antes de la aparición de las primeras informaciones
sobre el caso Gürtel en tierras valencianas.
Además de facilitar el acceso de
Rivera al Club Siglo XXI, donde volverá con su candidato Javier Nart en mayo...
Extracto del libro de Pep Campabadal
y Francesc Miralles De Ciutadans
a Ciudadanos: la otra cara del neoliberalismo (Akal, diciembre
de 2015).
ClicClic
http://gnula.nu/drama/ver-citizen-kane-ciudadano-kane-1941-online/
- Título original
- Citizen Kane
- Año
- 1941
- Duración
- 119 min.
- País
- Estados Unidos
- Director
- Orson Welles
- Guión
- Orson Welles, Herman J. Mankiewicz
- Música
- Bernard Herrmann
- Fotografía
- Gregg Toland (B&W)
- Reparto
- Orson Welles, Joseph Cotten, Everett Sloane, George Coulouris, Dorothy Comingore, Ray Collins, Agnes Moorehead, Paul Stewart, Ruth Warrick, Erskine Sanford, William Alland, Alan Ladd
- Productora
- RKO / Mercury Theatre Productions
- Género
- Drama | Periodismo. Película de culto
- Sinopsis
- Un importante magnate estadounidense, Charles Foster Kane, dueño de una importante cadena de periódicos, de una red de emisoras, de dos sindicatos y de una inimaginable colección de obras de arte, muere en Xanadú, su fabuloso castillo de estilo oriental. La última palabra que pronuncia antes de expirar, ”Rosebud”, cuyo significado es un enigma, despierta una enorme curiosidad tanto en la prensa como entre la población. Así las cosas, un grupo de periodistas emprende una investigación para desentrañar el misterio. (FILMAFFINITY)
- Premios
- Críticas
- Plena guerra en Europa, los japonenes a punto de atacar Pearl Habor... y mientras tanto un primerizo llamado Orson Welles revoluciona el cine con una descomunal exhibicion de talento. Sentenciada como la película que marca un antes y un después en la historia del séptimo arte, la "number one" en todas las listas de los críticos de las últimas décadas, "Citizen Kane" es una obra de arte de un poder insultante, una película magistral realizada por un joven prodigio de sólo 26 años de edad, que inventa con insólita personalidad -y de golpe- varios conceptos cinematográficos de primer orden. Insistiendo en que hoy está considerada entre la crítica y expertos como la mejor película de todos los tiempos, el caso es que en su día ni obtuvo un gran éxito de público ni se llevó los premios que, quizá, la juventud y poca modestia de su director le privaron de conseguir (el film obtuvo 1 Oscar al guión de 9 nominaciones), aunque bien es cierto que ese año el novato de Wells (que por cierto en el año 2013 se descubrió una obra suya anterior) compitió con directores consagrados de la talla de John Ford, Howard Hawks o William Wyler, nada menos. Sin duda alguna, palabras mayores del firmamento del cine.Pablo Kurt: FILMAFFINITY
- "No importa cuántas veces hayas visto la obra maestra de Orson Welles, siempre parece la primera"Owen Gleiberman: Entertainment Weekly
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