"Hay que quitarle el voto a las mujeres porque últimamente piensan por su cuenta"

Obispo de Alcalá (España)

“Hay que quitarle el voto a las mujeres, porque últimamente piensan por su cuenta”

El Obispo de Alcalá de henares Juan Antonio Reig Pla, ha vuelto con declaraciones insultantes, eta vez contra el “feminismo”, que ve como “un paso en el proceso de destrucción de la persona.”

Nunca terminaremos de acostumbrarnos a las “perlas” con que monseñor nos obsequia constantemente:

Cada vez que un matrimonio,  que no esté preparado para tener hijos, sienta “la cálida llama del Señor Dios” entre las piernas, opte por practicar el sexo anal.  El obispo lo recomienda como “medida de prevención del aborto” refiriéndose al ano de la mujer  como “el ojo de Dios”.

Comparó el aborto con el holocausto.

Afirmó que los homosexuales necesitan terapia.

Los partidos políticos mayoritarios se han constituido en estructuras de pecado.

Equipara la lucha contra el aborto con el fin de la esclavitud.

Probando, los chicos pueden llegar a prostituirse.

Etc…

Pero volvamos a lo de que “las mujeres últimamente piensan por su cuenta”. Es evidente que la Iglesia Católica (y otras religiones) no tiene un buen concepto de las mujeres y las “maltrata”. Desde aquella historia de la “costilla de Adán” de la Biblia y por la definición del cateto machista “la mujer es el animal que más se parece a la persona”, a lo largo de la historia encontramos de TODO.

La cosa funciona bien cuando “no piensas” ni te cuestionas las fantásticas historias que te inculcan. A eso le llaman FE. Es decir que te debes creer  “a pies juntillas” todo lo que te digan aunque no lo entiendas ni lo veas. Lo mejor es mirar hacia otro lado de esto modo llegas a creerte que la cosa no ha ocurrido y vives cómodamente como en otro mundo.

Para los hombres resulta mucho más cómodo pues en este juego siempre es el ser dominante, el amo, con todas las prerrogativas, ejerciendo el falso papel de protector para que las mujeres obedezcan y NO PIENSEN.

Hay que quitarles el voto. ¿Cómo han sido capaces de conseguirlo? El sistema ha tenido un ligero (pero no por eso menos peligroso) “escape”.

Monseñor pertenece a una organización que a lo largo de su historia ha matado a más de 500 millones de seres humanos en el nombre de Dios.  Sus dos grandes pilares son: el Dinero y la Hipocresía.

El Obispo de Alcalá dice que el matrimonio homosexual no es “normal”. Pero se “casa” un dirigente del Partido Popular con su novio y miran hacia otro lado cuando el Vaticano y toda la organización eclesiástica  es un “seminario homosexual”.

Emiten unos votos “Castidad, Pobreza y Obediencia” que nunca cumplen por tratarse seguramente de anti-naturales.

Monseñor tiene la voz atiplada y gestos amanerados, como se definiría él mismo: Masculino, femenino o andrógino.

Nos cuentan que Jesucristo era soltero. Misteriosamente desaparece en la niñez y reaparece cuando  ya tiene 30 años. Como el Che Güevara, defendiendo a los pobres en su lucha contra el poder y los ricos. ¡Cómo han cambiado las cosas! Cuando preguntas que es lo que hizo durante todos esos años ocultos y no saben que responder te dicen unos que “rezando” otros “preparándose para luchar”, etc…Raro. Elige a los de su banda, todos mayores y barbudos…menos uno: San Juan. Algunos historiadores aseguran que se trata de su “novia” la Magdalena. En el mejor de los casos es un joven (contrasta con la edad del resto), barbilampiño como el Albert Rivera pero con el pelo largo, que apoya su cabeza en el hombro del maestro Mariano y le pregunta: Maestro ¿me amas? Faltaría más.

La misma paloma  (o gaviota) del Partido Popular embarazó a un virgen que tenía un marido que ni se enteró (el casto José) y nació Dios sin dejar de ser virgen. Normal.

Pese a todas las elucubraciones nos aseguran que Jesucristo murió soltero. Evidentemente sus seguidores deben imitarlo. Recuerdo que empecé a verlo extraño cuando de adolescente en las muchas películas americanas que nos llegaban empezaban a salir clérigos con su mujer e hijos haciendo vida normal cuando aquí resultaba impensable. Formar una familia significa tener un patrimonio y eso no beneficia a la Organización Sagrada.

Nuestros curas además de amenazarnos constantemente con un infierno que no se creían, violaban a los niños impunemente. Durante muchos años fui a un colegio religioso, primero como alumno y luego como antiguo-alumno sin sufrir ningún trauma en ese aspecto. Cuando razonas empiezas a comprender que todos, todos los maestros que tuve eran “muy cariñosos”.

De la pobreza del Vaticano ya no es necesario ni comentar. Sencillamente bochornoso, insultante, repelente que dan ganas de vomitar.

No he podido evitar que este artículo se haya alargado demasiado por esta razón la anécdota de que un alto cargo eclesiástico, de una capital importante de nuestro país, intentó venderme unos terrenos (se dedicaba de lleno a eso), una vivienda, lo que quisiese después de habernos presentado una amiga común lesbiana que había pretendido que la casara con su novia y se negó aunque vino al banquete porque los dos eran colegas de profesión: agentes inmobiliarios. ¡Ah! No obstante me ofreció un alto cargo en Junta Directiva de la Adoración de una “reliquia muy importante que adoran en esa catedral.

En nuestra época, después de una cruenta guerra civil, se fomentaron, construyendo seminarios, las vocaciones religiosas. Casi me convencieron y de haber sido así seguro que ahora yo era Cardenal con todo lo que eso supone. Pero no me follaría a los curas jóvenes teniendo todas las devotas cristianas de mi archidiócesis arrodilladas en el confesionario, contándome las “cochinadas” con que los maridos las obligan y proponiéndoles algo más refinado.

Cuando Juan Carlos I estudiaba en Zaragoza, por orden del Generalísimo Caudillo por la Gracia de Dios, que lo amamantó eliminando de la corona al sucesor que era su padre para que fuese rey cuando muriese, tenía un mentor que para calmar los furores de la entrepierna que ya entonces daba señales de una grandeza extraordinaria vomitando el magma saliendo por el meato urinario, le proporcionaba esposas de oficiales, jefes militares y políticos adictos al régimen, que se sentían halagadas refocilando con el futuro Rey de España.