¿Con qué frecuencia deberías practicar sexo con tu pareja? Los expertos
resuelven tus dudas
29/10/2016
La mayoría de los
que acuden a la consulta de la terapeuta sexual Tammy
Nelson se hacen la misma pregunta: ¿la vida sexual que llevo con
mi pareja es normal?
"Quieren saber
si tienen la cantidad suficiente de relaciones sexuales, si lo están haciendo
de la manera adecuada o si su pareja tiene demasiado apetito sexual",
explica Nelson, sexóloga y autora del libro The New Monogamy [La nueva
monogamia]. "A veces están preocupados porque piensan que deberían estar
haciendo algo totalmente diferente en la cama".
Nelson siempre
responde lo mismo.
"Hay que
olvidarse de lo que es 'normal'. 'Normal' es un programa de lavadora, pero nada
más. Lo más importante es aprender a empatizar con la pareja y aceptar sus
necesidades, sean cuales sean, incluso aunque sean distintas de las de uno
mismo", opina.
A continuación,
hemos recopilado algunos consejos que Nelson y otros expertos dan a las parejas
preocupadas por su vida sexual (o la falta de ella).
1. No hay que compararse con las
demás parejas.
Hay que olvidarse de
llevar el mismo ritmo de los vecinos del quinto: cada pareja tiene sus
"normas" en lo referente al sexo y deberían ser los únicos referentes
importantes, según Dawn Michael, sexóloga y autora de My
Husband Won’t Have Sex With Me [Mi marido no quiere acostarse conmigo].
"Si una pareja
llevaba años manteniendo relaciones sexuales tres veces a la semana y ahora ese
número se ha visto reducido a una vez a la semana, nos centramos en eso",
explica.
La sexóloga también
hace hincapié en que en el sexo no existe ningún número mágico y que la mayoría
de las parejas que dicen que están todo el día dándole al tema se están tirando
el pisto.
"Muchas parejas
afirman practicar sexo tres veces a la semana pero, por lo que he visto en mi
experiencia privada, ese número no se corresponde con la realidad".
2. Lo que ahora parece lo normal no
lo parecerá dentro de unos años.
En palabras de Chris
Rose, una de las creadoras de la página de educación sexual Pleasure Mechanics, más importante que
tener una media nacional con la que compararse es determinar cómo de satisfecho
sexualmente está uno mismo en su vida.
"La vida en
pareja es un vaivén constante entre las mareas de la libido, del tiempo y de la
energía de la que se disponga y del deseo mutuo de priorizar el sexo",
aclara. "Es posible que hablar a menudo de la vida sexual con la pareja y
aumentar las caricias y las actitudes cariñosas fuera del dormitorio sean los
factores más importantes en una relación a largo plazo sexualmente
satisfactoria".
3. No hay que perder la esperanza si
se es el que más deseo sexual tiene de la pareja.
Alguien tiene que
encargarse de que tu vida sexual siga siendo interesante. De lo contrario, se
puede acabar llegando a un punto en el que apenas se
practique sexo, explica Ian Kerner, terapeuta sexual y autor del
libro Ellas llegan primero. El libro
de los hombres que quieren complacer a las mujeres.
Como señala Kerner,
el sexo no siempre es espontáneo; a veces, darle un empujón a la vida sexual
requiere centrarse en la excitación por encima del orgasmo y disfrutar del momento
y de los preliminares.
"Lo que yo les
digo a las parejas es que para mucha gente el deseo sexual no surge al inicio
del sexo, sino hacia la mitad", dice el experto. "Hay que
comprometerse y generar algún tipo de excitación (mediante besos, caricias,
bailes, lecturas eróticas o vídeos porno) que provoque el deseo".
Si eres el miembro
de la pareja que tiene menos apetito sexual, reflexiona sobre si se debe a
algún motivo.
Si eres quien tiene
menos interés por el sexo, no hay de qué avergonzarse, según dice Celeste Hirschman, terapeuta sexual y
coautora del libro Making Love Real: The Intelligent Couple’s Guide to
Lasting Intimacy and Passion [Hacer que el amor se haga realidad: la guía
de pareja inteligente para una pasión y unas relaciones sexuales llevaderas].
Las discrepancias por el deseo sexual son mucho más comunes de lo que la gente
percibe.
Como explica
Danielle Harel, coautora del libro de Hirschman, si se quiere cambiar las
cosas, hay que estar dispuesto a profundizar en la razón por la que no se está interesado en el
sexo. Puede darse el caso de que se estén experimentando cambios físicos u hormonales
que hagan que las relaciones resulten dolorosas o puede que canse hacer siempre
las mismas cosas en el dormitorio.
"A veces, puede
que el que tiene menos deseo sexual no esté recibiendo el tipo de sexo que
quiere o se siente muy presionado por su pareja y se siente obligado",
explica Harel. "Sentirse obligado a practicar sexo es de todo menos
sexy".
4. El buen sexo no se puede
cuantificar.
Al final de la
noche, cuando estás tumbado en la cama con tu pareja, no te dediques a mirar al
techo y a preguntarte si tu vida sexual es normal comparada con la de los
demás. Sé proactivo: habla con tu pareja sobre lo que queréis los dos en el
dormitorio, aconseja Nelson.
"Hay que probar
cosas nuevas",
prosigue. "Abrazarse, masturbarse, negociar una relación abierta —si es lo
que os gusta— y asegurarse de que siempre se habla de las cosas que os parecen
importantes", recomienda. "Nunca hay que embotellar los enfados ni
guardar rencor".
Y añade: "El
secreto para una vida sexual satisfactoria no es únicamente practicar sexo
siempre que se quiera, también es aprender a darle a tu pareja lo que
quiere".
Este artículo fue
publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y
ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.
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