Matrimonio sin sexo: 11 parejas comparten sus experiencias
"El deseo
sexual de mi mujer cayó en picado".
02/04/2017
Las parejas dejan de practicar sexo por muchas y
muy variadas razones: ya sea por la falta de libido, por problemas de salud mental, por enfermedades físicas que provoquen que las
relaciones sean dolorosas o por el distanciamiento de la pareja.
Es importante recordar que, si estás en esta
situación, no estás solo. De hecho, según los datos de un análisis realizado en 2015, las palabras
"sexless marriage" (matrimonio sin sexo) fueron las palabras más
buscadas en Google con 21.000 búsquedas cada mes, incluso por encima de las
palabras "unhappy marriage" (matrimonio infeliz).
Además, un estudio que se llevó a cabo en Japón
revela que aproximadamente el 50% de las parejas llevaban más de un mes sin practicar
sexo en el momento en el que se hizo la encuesta.
Por otro lado, los usuarios de Reddit se han sincerado y han hablado
abiertamente sobre sus experiencias con el matrimonio sin sexo:
"Tengo ansiedad y depresión
posparto"
"Tenemos un bebé de dos meses y yo (que soy la
mujer) ahora me acuesto a las ocho o a las nueve de la noche todos los días.
Ahora mismo para mí dormir es más importante que el sexo el 100% del tiempo.
También padezco depresión posparto y ansiedad y no quiero correr el riesgo de
quedarme embarazada otra vez. El mes que viene mi marido se va a hacer la
vasectomía, así que espero que cuando se recupere yo esté mejor mentalmente
como para empezar a pensar en el sexo otra vez".
"Nos partimos el espinazo
para mantenernos a flote"
"Tenemos tres hijos y vivimos en una casa
pequeña. Yo tengo dos trabajos y mi mujer uno. Los dos nos ocupamos de las
tareas de la casa y de llevar a los niños de actividad en actividad. Pero
además de no tener tiempo ni energía, ya pasamos de los cuarenta y mi mujer ha
perdido el interés en el sexo. Preferiríamos ponernos al día con una serie que
nunca podemos ver.
Llevamos dos años sin acostarnos, pero no pasa un
solo día sin que nos abracemos, nos besemos o nos digamos que nos queremos. No
sé. Somos dos mejores amigos que se parten el espinazo para mantenerse a flote,
educar a los niños y pagar las facturas".
"Mi mujer tuvo una crisis
nerviosa"
"Mi mujer tuvo una crisis nerviosa en 2009 y
ya no puede trabajar. Le han diagnosticado trastorno bipolar y ansiedad. Por
desgracia, una de las cosas que le producen ansiedad es bañarse, así que no lo
hace muy a menudo.
Quiero a mi mujer, pero la falta de higiene junto
con el estrés añadido que me supone encargarme de la familia por mis propios
medios hacen que no esté de humor normalmente. Creo que a lo largo del año
pasado nos acostamos una o dos veces".
"El sexo es doloroso"
"Mi mujer padece vaginismo y vestibulitis. Las
dos enfermedades hacen que para mi mujer el sexo sea muy incómodo. El vaginismo
es la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico durante la
penetración (es como hacer ejercicios de Kegel puesto de esteroides). Por culpa
de la vestibulitis, la fricción natural del sexo le provoca sensación de ardor.
Llevamos 13 años juntos y 8 casados. En nuestros
peores años hemos tenido relaciones sexuales dos veces. La media rondará las
cuatro veces al año. Últimamente, está intentando que tengamos relaciones una
vez al mes".
"Es bastante malo en la
cama"
"La verdad es que mi marido es bastante malo
en la cama y no muestra interés por mejorar y hacer las cosas de forma que
podamos disfrutar ambos.
Tenemos niveles de experiencia muy diferentes. Yo
solo he tenido dos parejas, pero una de ellas duró muchos años. Él ha salido
con el doble de personas, pero todas sus relaciones fueron fugaces. Yo sé con
qué disfruto. Él, por lo visto, no.
No hay problema, yo le puedo enseñar. Pensé que
sería buena idea que aprendiera lo que le gustaba a él y lo que me gustaba a mí
y que encajaríamos.
¿Y cuál es la triste verdad? Que parece que no le
gusta ninguna de las cosas que me gustan a mí. O quizá no le gusta el sexo. O a
lo mejor no le gusta el sexo conmigo. No lo sé y ya no me importa".
"Ella me estaba poniendo los
cuernos"
"El deseo sexual de mi mujer cayó en picado a
lo largo de nuestra relación. Pensé que podía deberse al estrés del trabajo,
así que intenté ayudarla a encontrar un trabajo que le gustara. Pensé que podía
ser porque yo había engordado un poco, así que me esforcé mucho por perder
peso. Pensé que a lo mejor no estaba pasando suficiente tiempo con ella, así
que dejé prácticamente todos mis hobbies y a todos mis amigos para estar
más en casa".
Resultó que llevaba todo ese tiempo poniéndome los
cuernos. Al final, la pillé en pleno acto y aparte de las lágrimas de
cocodrilo, mostró un arrepentimiento nulo. Y a esto hay que sumarle el hecho de
que una semana después de que nos separásemos ella ya tenía novio.
Terminé con los trámites del divorcio hace dos días
y no podría estar más feliz. Ya no tengo que seguir preguntándome si la culpa
es mía. Ya no tengo que seguir aguantando que me rechacen con excusas como 'me
duele la cabeza', 'estoy cansada' o justificaciones de ese tipo. ¡Comienza un
nuevo capítulo!".
"Testosterona baja"
"Se le ha ido quitando poco a poco el deseo
sexual y le ha alterado un montón tanto física como mentalmente. Nuestra vida
sexual se estancó hace un par de años, poco después de que nos casáramos. Sin
embargo, seguimos siendo felices juntos y estoy enamorada y le apoyo. Las ganas
de tener un hijo parecen haberle devuelto la chispa, así que creo que estamos
mejorando".
- "Ella tiene fobia a los
gérmenes"
"Mi mujer desarrolló fobia a los gérmenes y a
la suciedad cuando llevábamos alrededor de un año casados. Cumpliremos cinco
años dentro de poco y en el punto en el que estamos hay muy poco o ningún tipo
de contacto físico entre nosotros".
- "Ella ya no tiene deseo sexual"
"Llevamos 12 años casados. Somos muy
compatibles en todas las facetas excepto en una. No sé qué ha pasado. Ella dice
que es que ya no tiene mucho deseo sexual. En el último año, solo nos hemos
acostado una vez. Cuando pasó un año desde que perdió el deseo sexual, yo
estaba destrozado emocionalmente y casi había perdido el interés. Hice un
esfuerzo por volver a intentarlo y pasar un fin de semana agradable, pero
cuando llegó el momento, me volvió a rechazar. Yo perdí los papeles y ella no
se había dado cuenta de que ya había pasado un año. Mejoré (relativamente)
durante tres meses, pero ya han vuelto a pasar tres meses desde la última vez
que nos acostamos. Tengo la sensación de que estamos volviendo a sumirnos en la
misma rutina de la nada.
En estos últimos tres meses he estado fijándome
mucho en ella y estoy empezando a pensar que ya no me quiere. Tuvimos visita en
enero y ella se mostró muy cariñosa. Luego le pregunté si creía que se
comportaba igual conmigo que con nuestros amigos. No se tomó la pregunta muy
bien, pero creo que desperté algo en ella que hizo que empezara a ser más cariñosa.
Cada vez este asunto me amarga más y sé que eso no
ayuda y que es un círculo vicioso".
"El sexo le resulta
insoportablemente doloroso"
"Mi mujer tiene tejido cicatrizal en la vagina
debido a una herida de la infancia (se cayó contra la esquina de la puerta de
un armarito). No lo sabíamos antes de casarnos, pero hace que el sexo le
resulte insoportablemente doloroso. Hemos probado tratamientos y terapias de
todo tipo después de una operación cara y molesta. Es una mierda porque somos
jóvenes (tenemos menos de 30 años) y nos queremos. Ha sido una de las
principales causas de tensión en nuestra relación. Pero también nos ha obligado
a explorar otras opciones distintas a la penetración para disfrutar los dos y
ha sido divertido. Sin embargo, ese nubarrón de cosas que no podemos hacer
siempre sobrevuela nuestras cabezas y tampoco hacemos otras cosas con tanta
frecuencia como me gustaría".
"Ella tiene problemas de
salud mental"
"Los dos tenemos 58 años y cumpliremos 38 de
casados en julio. La última vez que mantuvimos relaciones sexuales fue en
agosto de 2002. A mi mujer le han diagnosticado un trastorno mental que casi
acaba con su vida. Le han recetado varios medicamentos que le han provocado
múltiples problemas de salud y ahora es completamente asexual. Ella cuidó de mí
y de los niños cuando éramos más jóvenes y yo estaba con el Ejército, destinado
en otras ciudades frecuentemente. Ahora me toca a mí cuidar de ella. Ella
entiende que sigo teniendo mis necesidades y probablemente mire hacia otro lado,
pero yo sigo manteniendo mis promesas".
Este artículo fue publicado originalmente en
la edición británica de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés
por Lara Eleno Romero.
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