La Iglesia Católica nos
enseña a fornicar (reedición)
El 10 de junio de 2009
publiqué en este mismo blog “La Iglesia católica nos enseña a fornicar” y hasta
el día de hoy han visitado esta página miles de
internautas. He creído oportuno volver a colgar el artículo debido a la
gran curiosidad que ha generado.
La Iglesia Católica, nos enseña a
follar.
A finales del 2001, la editorial católica de Udine, Italia, publicó un
libro titulado, nada más y nada menos, “Sexo Santo”, una especie de manual, con
pautas y prohibiciones para desinhibir a los creyentes tan
reprimidos durante siglos por los anatemas de la
Santa Madre Iglesia con los entresijos de la entrepierna.
Como era de esperar el libro causó cierto revuelo cuando
salió a la calle por lo que el Vaticano se apresuró a pronunciarse para decir
que la obra no era “oficial”. Pero no la prohibió.
Los
autores alegaban que el libro pretendía ser “un gran remedio al sexo impuro y
degradante tan difundido en el mundo” Por eso explican que es lo que hay que
hacer y utilizan un lenguaje “delicado”. Por ejemplo cuando se refieren al pene dicen “pipino” y la vagina
“pipina”. El clítoris es el “puntito del placer” y los senos son “el pecho
mórbido”.
No hacen mención, sin embargo, al Santo Prepucio, el paradigma de todos los
penes, venerado efusivamente en varias iglesias de la cristiandad en el mundo,
donde los creyentes, como hacen con el resto de las reliquias, van a pedirle
favores (¿?). En cada una de ellas, un trocito de pilila santa contradice la
versión eclesiástica de que Jesucristo subió a los cielos en cuerpo
(incompleto) y alma. Con las técnicas modernas se podría determinar, analizando
cada uno de esos trocitos, el tamaño y la forma de tan sugestivo ejemplar, el
pene por antonomasia, que a tenor de la gran cantidad de muestras no existiría
la menor duda en afirmar que Jesucristo tuvo un “pipino” de
extraordinario tamaño. El chiste es inevitable: un sujeto se había tatuado el
miembro viril en el que podía leerse claramente la palabra
“RECOPLA”. Interpelado por el significado, aclaró que cuando el miembro se le
ponía soberbio le lectura resultaba de lo más comprensible: “Recuerdo de unas
maravillosas vacaciones en Constantinopla”.
Veamos algunos de los consejos del libro en cuestión:
Los besos
Los
novios pueden besarse en los labios, el cuello, el cabello y las orejas,
"lo que indica una promesa de pertenencia, pero no enciende la pasión
erótica". Los esposos "sí pueden besarse todo”, hasta "el beso
profundo”.
Novios
"Los
prometidos necesitan ser castos y considerar el cuerpo como jardín del Paraíso
con trozos prohibidos, hasta que no se hayan esposado”. Pueden observar el
cuerpo del otro, siempre y cuando "estén cubiertos en los puntos del
pipino, la pipina, las asentaderas y el pecho mórbido”. Pueden acariciarse,
pero excluyendo los puntos señalados.
Erección
del pipino
“Muchos
(novios) comienzan a resbalar a la impuridad porque el hombre apretando hacia
él a la prometida, se arriesga a tener la erección del pipino que la pareja
siente pegado a ella... es el límite del pecado”.
Sexo oral
Es una
perversión, justificada por algunos matrimonios por 'falsos motivos'. Una
alternativa que propone el libro: "Ella puede usar su mano para apretar el
pipino de su esposo y confirmarlo en su virilidad”.
Sexo anal
Otra
perversión. Y además, dañina: "El ano es rico en bacterias y si es violado
por el pipino, transmite enfermedades”.
Anatomía
“El
pipino es un clítoris aumentado y el clítoris un pequeño pipino
atrofiado. Y como es chico el clítoris, también son chicos los
pezones masculinos'.
Fidelidad
“Pipino
y pipina son como llave y cerradura El hombre que entra en su mujer le
pertenece y no obedece a otro patrón que el donarse al otro. La mujer que
contiene a su hombre no puede conocer otro porque está ocupada, plena y
satisfecha”.
Nudismo
“Los
nudistas tienen el riesgo de esquizofrenia, incesto y homosexualidad, porque
después viven como vestidos”.
Relaciones
Frecuentes
Según
Sexo Santo, las eyaculaciones frecuentes vacían el alma y quitan energía vital,
lo que puede conducir a una muerte prematura.
Agua fría
Los
que tienen un trabajo sedentario (choferes, secretarias, etc.) "están
expuestos a una cierta compresión de las partes genitales y pueden advertir hormigueos
excitantes". La solución que propone el libro: usar un poco de agua fría
en la zona.
Nueva posición
"La
posición del Edén es una alternativa para vivir la unión íntima sin
penetración. Consiste en que el esposo, desnudo, se mete de espaldas
al lecho con el propósito de hacer desaparecer su pipino apagado o semierecto
entre los muslos y hace emerger sólo sus testículos. La esposa se extiende
desnuda sobre él, en total contacto. Se pueden besar, abrazar dulcemente,
hablar o guardar silencio, rezar o descansar inmóviles y calmos."
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