EL SEXO EN LA HISTORIA
El sexo en la Iglesia: las Papisas
11 de Abril de 2017
Desde los primeros siglos del cristianismo se impuso la moral paulista,
por la cual la actividad sexual solo estaba permitida dentro del matrimonio,
conformado por varón y mujer y solo para fines procreativos. La unión
matrimonial es indisoluble y monogámica. Ningún método anticonceptivo es
admitido.
La Iglesia Católica considera que el sexo es aceptable siempre y cuando
se dé dentro del matrimonio y exclusivamente con fines reproductivos. Rechaza
el sexo con fines exclusivamente placenteros y lujuriosos. El sexo dentro de
los límites del matrimonio que tiene por objetivo la reproducción es noble y
honorable, un signo de comunidad espiritual entre los esposos y no un vínculo
físico o biológico.
En la larga lista de Papas nos encontramos a fetichistas, proxenetas,
pederastas, masoquistas y sádicos
La doctrina eclesiástica era simple: toda relación carnal fuera
del matrimonio era pecado y por tanto condenable. Así, en los libros
penitenciales se fijaron las directrices en materia sexual.
Prohibieron las relaciones sexuales "anormales" en el
matrimonio, tales como mantenerlas durante el periodo menstrual de la mujer,
utilizar métodos anticonceptivos, el sexo oral, la utilización de posturas
antinaturales en el coito, la penetración anal o la masturbación mutua.
La obsesión por controlar el sexo llegó hasta tal extremo que la
Iglesia reglamentó que los esposos no podían practicarlo en fechas
como Navidad, Cuaresma, Pentecostés, fiestas dedicadas a la Virgen, los
sábados y los domingos. Mientras, las epidemias de peste, las guerras y la
hambruna llevaron a la sociedad medieval a ver en el sexo una manera de
olvidarse de sus problemas.
Fuera del matrimonio, cualquier manifestación sexual estaba
prohibida, con especial condena al incesto, la masturbación, el bestialismo, la
homosexualidad, el uso de afrodisíacos y el adulterio.
La práctica de cualquiera de estas "perversiones" era
castigada con penas de cárcel, que iban desde tres años para las lesbianas,
hasta quince para el bestialismo.
La Iglesia, a través de la confesión, dispuso de una notable
información sobre las prácticas sexuales de los hombres y mujeres de la Edad
Media, y así pudo imponer una campaña de represión, que triunfó ya en
el siglo XVI, con la intervención de la mismísima Inquisición.
Como veremos, el Vaticano estuvo continuamente dirigido por hombres,
que muchas veces no olvidaron su pasión sexual masculina. Hay muchos Papas que
fueron homosexuales, hijos de sacerdotes que llegaron a Papas e incluso hijos
de Papas que también llegaron a la máxima institución de la iglesia. Nos
encontramos en la larga lista de Papas a fetichistas, proxenetas, pederastas,
masoquistas y sádicos.
La iglesia siempre ha culpado a las mujeres de sus males, para así no
tener que hacer la menor autocritica de sus planteamientos. Vemos cómo a lo
largo de su historia, la corrupción y la moralidad han estado presentes. Las
orgías y fiestas con prostitutas han sido elemento frecuente dentro del
Vaticano. Esta es la parte que siempre han intentado ocultar.
Veremos cuatro momentos de la historia de la Iglesia:
1º La Papisa Juana.
2º La pornocracia.
3º Los Borgia.
4º Olimpia Maidalchini.
La Papisa Juana ¿Realidad o leyenda?
Juana nace en el año 822, en Ingelheim am Rhein cerca de Maguncia
(Alemania). Era hija del monje Gerbert, que forma parte de los misioneros
cristianos mandados desde los territorios de anglos para cristianizar a los
sajones y llevarles el Evangelio.
Juana vivió inmersa en un mundo de profunda religiosidad y en un medio
en que el conocimiento cultural era práctica habitual, cosa que no se daba en
esa época oscura. Juana que era muy inteligente, sabía que como mujer tenía
pocas posibilidades de desarrollarse intelectualmente, por lo que decidió
hacerse pasar por hombre.
Para poder seguir estudiando, Juana cambió su nombre por Johannes
Anglicus (Juan el Inglés) y así pudo trabajar como copista en la abadía de
Fulda, que le permitió profundizar en el conocimiento de la medicina.
Esto hace que Juana pueda viajar de monasterio en monasterio (que en
aquella época eran los únicos lugares donde se daba la cultura), lo que
permitió conocer a los grandes personajes de la época. (En la imagen: Parto
de la Papisa Juana en plena procesión)
Se sabe que viajó a Constantinopla. Estuvo también en Atenas, donde
profundizó en el conocimiento de los grandes filósofos griegos y conoció al
rabino Isaac Israelí, del que aprendió grandes conceptos de medicina y a sanar
determinadas enfermedades.
Ya de regreso a su tierra alemana, fue llamado a la Corte del rey
Carlos el Calvo, donde era escuchado debido a su profunda erudición.
En el año 848, Juana se traslada a Roma, donde es elegida para dar
clases, pronto alcanzará gran fama, siendo bien recibida en los medios del
Vaticano. En su estancia romana, Juana aprovecha para profundizar en los
estudios del trívium y quadrivium.
Debido a su erudición y a la fama que como profesor alcanza, es
presentada al Papa León IV, que se vio gratamente sorprendido por su erudición.
La introduce en el mundo vaticano, dedicándola a desarrollar la política de la
Iglesia en los asuntos internacionales, además de ser su médico particular.
En junio del año 855 muere el Papa León IV, siendo elegido la Papisa
Juana con el nombre de Juan VII.
Durante el pontificado de León IV, Roma está sumergida en una profunda
crisis social y política. Las elecciones Papales dependían de las votaciones de
los fieles romanos, pero sobre todo de las corruptelas protagonizadas por las
grandes familias patricias romanas procedían a elegir nuevo Papa. (En la
imagen: Silla testicular Papal)
Era normal que los Papados tuvieran muy
poca duración en la silla de Pedro. Siendo habitual asistir a la
destitución de Papas para nombrar a otro de una familia rival. Muchas veces,
los romanos hartos de estas corruptelas de las grandes familias romanas
procedían a elegir un nuevo Papa.
El nombramiento de Juan el Inglés se debió a la gran debilidad de los
patricios romanos y se procedió al nombramiento de la Papisa Juana, debido a la
fama que había adquirido de santidad y erudición. Los inicios de su Pontificado
estuvieron llenos de placidez y de calma rompiendo la alteración de los
anteriores Pontificados.
A pesar de hacerse pasar por hombre, tuvo una vida sexual activa. Se
dice que ingresó en la abadía de Fulda siguiendo a un amante estudiante, que
había ingresado en ella. En su estancia en Roma, mantuvo relaciones con el
embajador de Sajonia en el Vaticano, Lamberto. Como consecuencia de esta relación
quedó embarazada.
A los trece meses de su Pontificado fue consciente de que estaba
embarazada. Los largos hábitos y las vestimentas alargadas, unido a lo
inimaginable que resultaba pensar en un Papa embarazado, permitió que nadie se
diera cuenta del tal hecho. Esto demuestra que Juana no era lo virtuosa que se
decía. Juana aceptó de mala gana dicho embarazo, pues le iba a dificultar y
complicar su labor como Papa. Aquí cabe hacerse algunas preguntas:
¿Por qué no abortó dado que tenía amplios conocimientos de medicina?
Ella tenía asumido totalmente su rol masculino, de ahí la dificultad en
la asunción de su embarazo y en que no hiciera nada. Su idea era ir a dar a luz
en secreto y después ocultar a la criatura, por lo que esta situación era
salvable.
El problema surge cuando se le adelanta en dos meses la fecha que ella
tenía prevista para dar a luz. Los hechos suceden cuando estaba presidiendo una
larga procesión por las calles de Roma, la cual tenía una gran exigencia
física. Dicha procesión iba desde la iglesia de San Pedro a la basílica
Lateranense, en un lugar entre el Coliseo y la iglesia de San Clemente. En
medio de una calle estrecha se puso de parto. Por eso se dice en Roma que nunca
más ha pasado una procesión por este lugar.
Debido al gran esfuerzo empezaron los dolores, que al principio aguantó
estoicamente pero pensando que no habría problemas siguió en la procesión.
Estos dolores fueron a más y rompió aguas en medio de la misma. De esta forma,
los obispos, el clero y el pueblo romano asistieron alucinados al parto en
plena procesión del Papa.
Horrorizados, escandalizados y furiosos, los devotos participantes en
la procesión rodearon al Papa y lo apedrearon hasta producir su muerte.
La suplantación de Juana obligó a la Iglesia a proceder a una
verificación ritual de la virilidad de los Papas electos. Un eclesiástico
estaba encargado de examinar manualmente los atributos sexuales del nuevo
Pontífice a través de una silla perforada.
Acabada la inspección, si todo era conforme a la ley, debía exclamar “Duos
habet et bene pendentes”, que traducido dice “tiene dos, y cuelgan
bien”.
En los siglos XIV y XV, esta Papisa era ya considerada como un
personaje histórico, y nadie dudaba de su existencia. Ocupaba un lugar entre
los bustos de la Catedral de Siena. Bajo el Pontificado de Clemente VIII y
debido a su solicitud, fue transformado en el Papa Zacarías. El teólogo
protestante Jan Hus hace mención de la Papisa Juana y nadie cuestionó
históricamente su existencia. Este teólogo veía a la Papisa Juana como la
encarnación de la prostituta de Babilonia descrita en el Apocalipsis de San Juan:
También me dijo: “Las aguas que has visto, donde se sienta la
ramera, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.
Y los diez cuernos que viste, y la bestia, aborrecerán
a la ramera, la dejarán desolada y desnuda, devorarán sus carnes y la quemarán
con fuego.
Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él
quiso: ponerse de acuerdo y dar su reino a la bestia hasta que hayan cumplido
las palabras de Dios.
Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina
sobre los reyes de la tierra”.
MAROZIA DE SPOLETO “LA PAPISA”
Nace en el año 892, era hija de Teodora y del senador romano Teofilato
I, tuvo otra hermana llamada Teodora la Joven. Sin embargo, hay serias dudas
sobre lapaternidad, pues Teodora era amante del Papa Juan X. Tuvo una educación
muy esmerada. Destacaba por su inteligencia y belleza, quecautivaba a los
hombres. Vivía en un ambiente palaciego muy ligada a la vida eclesial romana.
Siempre estuvo bajo la tutela de su madre, Teodora.
Marozia (en la imagen) pertenecía a la poderosa familia de los
Teofilato, Su padre era personaje principal del Senado romano y uno de los más
altos funcionarios de la curia, que desempeñaba el cargo de vestararrius. Tenía
entre otras prerrogativas, la superintendencia sobre el gobierno de Rávena, por
lo que en la ciudad no había autoridad comparable a la suya. Estaba al frente
de las milicias y tenía el título de dux et magister militum, Poseía el
castillo de Sant Angelo y tenía tan gran poder, que incluso hacia sombra al
propia Papa.
Marozia fue amante del Papa Sergio III, madre de Juan XI, abuela
política de Juan XII, hermanastra de Teodora la Joven, que era a su vez
hijastra de Juan X. Su poder fue semejante a su capacidad de corrupción,
intriga e inmoralidad y ni tan siquiera en tiempo de los Borgia, el Papado alcanzó
tanto escándalo
Marozia se casó a los diecisiete años (909) con Alberico I el Mayor,
marques de Camerino y duque de Spoleto. Este matrimonio se realizó estando
Marozia embarazada de su relación con el Papa Sergio III, del que era amante.
El Papa conoció a Marozia cuando ella tenía quince años y el cuarenta y cinco.
A los diecisiete años la dejó embarazada.
A pesar de esto, Alberico I, lo legitimó haciéndolo hijo suyo. Éste
hijo acabó siendo Papa, con el título de Juan XI. Este matrimonio tuvo otro hijo,
en el año 912, llamado Alberico II y como veremos posteriormente, provocó la
caída de Marozia del poder papal en el año 935.
El Papa Sergio III dirigió la Iglesia entre el año 904 y 911. Baroni y
otros escritores eclesiásticos describían a este Papa como un monstruo. Un
historiador decía de Sergio III “por espacio de siete años este hombre ocupó la
silla de San Pedro, mientras que su concubina (Marozia) imitando a Samíramis
madre, reinaba en la corte con tanta pompa y lujuria, que traía a la mente los
peores días del viejo Imperio romano”.
Vulgarius, sacerdote formosiano, calificó a Marozia como “la matrona
santa y amadísima de Dios” y habla con místico acento de sus nupcias
espirituales con el celeste esposo.
Refiriéndose a Teodora de Constanza madre de Marozia decía “esta mujer,
junto con su hija, la prostituta del Papa, llenaron la silla papal con sus
hijos bastardos, convirtiendo su palacio en un laberinto de ladrones”. Este
periodo, que comienza con el Papa Sergio III en el año 904 y que dura hasta el
año 935, es conocido como el reinado papal de los fornicarios.
Durante el pontificado de Sergio III se fundó la abadía de Cluny
gracias a la donación de una villa, que realizó el duque Guillermo I de
Aquitania con la condición de que la misma dependiera directamente del Papa y
no de un noble o un obispo.
En el año 924, Alberico I y Marozia intentaron hacerse con el poder de
Roma. Ello significa que debe enfrentarse al Papa Juan X (en la imagen),
que los derrota, siendo Alberico I asesinado. Marozia nunca perdonó al Papa
Juan X que le obligara a contemplar el cadáver apuñaladosin piedad y
brutalmente deformado de su marido.
El Papa Juan X era Juan de Rávena, que fue amante de su madre, Teodora
de Constanza y posiblemente su padre. Teodora hizo Papa a Juan X (914-928).
Este había sido enviado a Rávena como Obispo. Teodora para satisfacer sus
deseos carnales, le hizo regresar a Roma y le nombró Papa. Fue un Papado
importante y logró la expulsión de los musulmanes de la península Itálica. Sin
embargo, al tener como amante a Teodora le valió las críticas y el recelo de
importantes familias de la Toscana y de Roma. En el año 928, Marozia lo
asesinó.
Ante la derrota sufrida a manos del Papa Juan X en el año 926, Marozia
se encuentra en el momento de máxima debilidad política. Por ello, decide
casarse con el marqués Guido de Toscana, de cuya unión nacería Berta de Lucca,
que acabaría casándose con el emperador de Bizancio, Estéfano.
Cuando su madre Teodora murió en 928, utilizó toda su influencia contra
Juan X a quien tanto había ayudado a su difunta madre difunta en su carrera
eclesial.
Quedando vacante el trono de Italia por la muerte de Berenguer I, la
elección del sucesor al trono provoca un nuevo choque entre el Papa Juan X, que
apoyaba al trono a Hugo de Borgoña, mientras que Marozia apoya al hermanastro
de su marido Guido, Hugo de Arlés.
El enfrentamiento armado entre los dos pretendientes, se decanta a
favor de Hugo de Arlés, cuando Guido de Toscaza al frente de un ejército toma
Roma, depone al Papa y lo encarcela. Juan fue encerrado en una mazmorra, donde
apareció estrangulado por orden de Marozia.
La elección de los Papas se hacía por designación directa y no de
manera colegiada, de ahí el papel que jugaba Marozia, que casi consigue que el
papado se convirtiera en una monarquía hereditaria
Marozia dueña completa de Roma, apoya el nombramiento de León VI
(928-929) como Papa. Su papado fue muy breve, pues murió asesinado por
venganza, al enterarse que tenía relaciones sexuales con otras mujeres.
Posteriormente, nombró Papa a Esteban VII (929-931) y ninguno de estos dos hizo
nada reseñable, pues ambos estaban en manos de ella, que era la que decidía
todo.
Se nombra nuevo Papa a Juan XI (931-935), que era hijo de Marozia y
todavía era un adolescente. Desde su infancia estaba destinado a la carrera
eclesiástica, a pesar de llevar una vida licenciosa y escandalosa con total
falta de espiritualidad. Fue elegido Papa en el año 931, pasando a ser, al
igual que sus predecesores un títere en manos de su poderosa madre.
Durante el Pontificado de Juan XI, se concedió a la abadía de Cluny el
privilegio de incluir bajo su jurisdicción todas las abadías, que fueran
reformadas bajo sus reglas, lo que supuso que el abad Hugo, alcanzara un poder
y una influencia superior a la del propio Juan XI.
El segundo marido de Marozia, Guido de Toscana muere en el año 929 y
decide casarse con el hermanastro de éste, Hugo de Arlés, al que había
encumbrado como rey de Italia. Éste estaba casado, por lo que debía anularse
dicho matrimonio, cuestión sencilla porque al frente del Papado estaba su hijo
Juan XI.
El tercer matrimonio se celebra en el año 932 y provoca la sublevación
de su segundo hijo Alberico el Joven, el cual los derrota, provocando la
expulsión de Roma de Hugo de Arlés, mientras que encarcela a su madre y a su
hermanastro Juan XI, en el castillo de San Angelo en Roma. Juan XI muere en la
cárcel en el año 935. Le sustituye el Papa León VII que era seguidor de San
Benito.
Los Papas disfrutaron bajo el mandato de Alberico II de una libertad
absoluta para ejercer sus funciones papales y sacerdotales. Alberico II fallece
en el año 954 y es entonces cuando Marozia, que continuaba presa, sale de la
cárcel y es trasladada a un convento, donde muere un año después (955), a la
edad de 63 años. Marozia desaparecerá de la historia como si nunca hubiera
existido.
El periodo de dominio de Marozia conocida también como la Papisa fue
entre los años 907y 932 y se le conoce con el nombre de la pornocracia, donde
Teodora y Marozia dominaron el Papado.
Fue una de las mujeres más influyentes de su época y el poder que ella
tuvo muy pocas mujeres lo han tenido. Hizo lo que realmente le apetecía en cada
momento en Roma, poniendo y deponiendo Papas a su antojo, asesinando a cada uno
de ellos cuando no le eran útiles. Todos, sin excepción eran títeres suyos,
como así sucedió también cuando su padre vivía.
Los periodos en paréntesis se refieren a
los años de sus respectivos papados
-San Pedro, estuvo casado.
-San Hormisdas (514-523) que estuvo casado y enviudó antes de ser ordenado
sacerdote. Fue padre del Papa Silverio.
-Adriano III (867-872) estuvo casado antes de ser sacerdote y tuvo una hija.
Periodo de la pornocracia:
-León V (903-904) tuvo continuas relaciones con mujeres.
-Sergio III (904-911) fue el padre del Papa Juan XII y amante de Marozia de
Spoleto..
-Anastasio III (911-913) relación continua con mujeres.
-Landon (913-914) su Papado duro solamente seis meses y tuvo relaciones
con amantes.
-Juan X (914-928) tuvo una relación continuada con Teodora y era el padre de
Marozia de Spoleto,
-León VI (928-929) su Papado duro sólo siete meses, relaciones continuas con
amantes.
-Esteban VII (929-931) relaciones continuas con amantes.
-Juan XI (931-935) era el hijo de Marozia
-León VII (935-939)
-Juan XII (955-964) fue depuesto por el Cónclave. Se dice que convirtió la
Archibasílica de San Juan de Letrán en un burdel y fue acusado de adulterio,
fornicación e incesto.
-Clemente IV (1265-1268) estuvo casado antes de ser sacerdote y tuvo dos hijas.
-Juan XXIII el antipapa (1410-1415). Elegido por el partido pisano al fin del
Cisma de Occidente, admitió posteriormente haber incurrido en incesto,
adulterio, fornicación y otros crímenes ("doscientas mujeres, matronas y
viudas, incluyendo unas pocas monjas, cayeron víctimas de su brutal
lujuria").
-Pío II (1458-1464) se le conoce al menos dos hijos ilegítimos.
-Inocencio VIII (1484-1492) tuvo varios hijos ilegítimos,
-Alejandro VI (1492-1503) de la familia de los Borgia. Contaré la vida de su
hija Lucrecia Borgia.
-Julio II (1503-1513) tuvo tres hijas ilegitimas.
-Clemente VII (1523-1534) es el padre de Alessandro de Médici a quien nombró
duque de Florencia.
-Pablo III (1534- 1549). Pospuso su ordenación como Papa para poder mantener su
estilo de vida promiscuo. Tuvo cuatro hijos ilegítimos con su amante. Su apodo
era "Cardenal Enaguas" ya que su hermana Giulia había sido la amante
de Alejandro VI. Nombró a su hijo ilegítimo Pier Luís Farnesio como primer
Duque de Parma
-Gregorio XIII (1572-1585) tuvo un hijo ilegitimo antes de ser ordenado Papa.
-Inocencio X (1644-1655) fue amante de Olimpia Maidalchini y su pontificado fue
todo unescándalo.
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