Cuando
Dios se mete en política
O no se explica muy bien cuando
nombra a líderes mundiales o sus intérpretes en la tierra no le terminan de
entender
ElPlural
Miguel Zorita
Jue, 4 Mayo
2017
Tal día como hoy en 1938 el Vaticano reconocía como legítimo el gobierno de
Franco, una decisión curiosa teniendo en cuenta que la Santa Sede es un
país como otro cualquiera, pero con el aliciente de que su líder, el Papa, es
en realidad un representante en la tierra del creador mismo del universo, o sea
Dios. Lo cual es un poco rocambolesco teniendo en cuenta que el ser más
poderoso del cosmos solo puede gobernar de manera legal en uno de los países
más pequeños de este pequeño planeta.
Pero más paradójico resulta que los herederos de quien dijo “mi reino no es
de este mundo” puedan dirimir qué reinos o gobiernos terrícolas sí son
legítimos o no. Hay que reconocer que el asunto tiene gracia y es precisamente
esto lo que se conoce como “gracia de Dios”.
Y no lo digo en broma, esta expresión viene a ser la legitimación de un gobernante por derecho divino. O lo que es lo mismo, lo que ponía en las monedas de Franco cuando leíamos “por la gracia de Dios”.
Y no lo digo en broma, esta expresión viene a ser la legitimación de un gobernante por derecho divino. O lo que es lo mismo, lo que ponía en las monedas de Franco cuando leíamos “por la gracia de Dios”.
Por esta misma “gracia” en España
tuvimos como rey a Fernando VII. Lo cual vuelve a ser paradójico porque
fue un rey por el cual se perdieron la mayoría de territorios de ultramar, lo
cual querría decir que Dios al elegir a este monarca deseaba que España se
hiciese más pequeña. Y no solo eso, si no que hay que tener en cuenta
Fernando VII se reveló contra su padre en Aranjuez quitándole la corona y
éste también decía que había sido elegido mediante la Dei Gratia, con lo cual o
Dios se contradecía o los reyes mentían.
Si Dios no impidió que
Fernando VII le quitase la corona a su padre, querría decir que le apoyaba, y
si le dio su visto bueno cuando se perdió casi toda América y permitió que se
desencadenasen por culpa de este rey varias guerras civiles es señal de que
Dios en ese momento era anti español
Gibraltar es otro ejemplo de las
contradicciones divinas porque, desde 1953, Dios no sólo había dado el visto
bueno a Franco, también se lo dio a Isabel II de Inglaterra (Elizabeth
II dei gratia Regina) con lo cual no parece lógico que Dios les transmita a dos
gobernantes que son sus preferidos cuando sabe que ambos se van a pelear por un
territorio. Por lo cual, o Dios es malvado o los gobernantes mienten.
Al tiempo que Franco
(elegido por Dios) firmaba el concordato con la Santa Sede, Dios elegía Isabel
II como reina de Inglaterra. ¿Estaba Dios jugando a dos bandas?
El 6 de mayo de 1527 Dios cayó de nuevo en una contradicción… o quizás
no. Me explico: Siete años antes Carlos V había sido elegido por
Dios ya no solo como rey de España si no como emperador del Sacro Imperio
Germánico, hasta aquí todo bien, pero cuando Clemente VII fue elegido papa no
lo vio tan claro eso de que Carlos fuese parte de un plan divino. Las cosas se
complicaron, la tensión aumentó, y al final Carlos V saqueó Roma dejando al
Papa con lo puesto.
Aquello generó grandes debates e incluso un libro de divertidísima lectura
escrito en la época “Diálogo de las cosas acaecidas en Roma” en el que su autor
Alfonso de Valdés dice que Dios permitió que Carlos V desvalijase al
papa “por el bien de la cristiandad”.
Lo cual nos lleva a una nueva reflexión, o Dios no se explica muy bien cuando nombra a líderes mundiales o sus intérpretes en la tierra no le terminan de entender.
Lo cual nos lleva a una nueva reflexión, o Dios no se explica muy bien cuando nombra a líderes mundiales o sus intérpretes en la tierra no le terminan de entender.
Miguel Zorita es cronista y licenciado en Bellas Artes y autor entre otras
obras de Cervantes Madrid y el Quijote (Ed. La Librería).
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